Continuación de "Fuego" y "Velocidad" ya saben! :D Espero que les guste n.n
Disclaimer: n.n No hablo japonés ¿Se entiende por qué se supone ésto no es mio?
…Confusión…
Capitulo 1:
-De raíz-
Misaki P.O.V.
Debí saber que este día llegaría, incluso antes de que pasara. Debí saber que mi destino era no causar molestias a nadie, y cuando decía a nadie, lo decía muy enserio. Incluía a Usagi-san y Nii-chan.
En verdad no sé que estaba pensando cuando me dejé llevar de esta manera, quizás albergué la esperanza de que las cosas al final saldrían bien, pero solo ese incidente faltaba para dejar en claro las cosas, y llevarme a esta trágica decisión.
Desde el día que me dejaron salir del hospital, supe que algo andaba mal. Usagi-san debía de haber notado a estas alturas de los problemas que yo causaba en su vida. El camino a casa fue en silencio, demasiado duro:
-Misaki… lo siento-
No sé cuantos días pasé en el hospital, pero me sorprendía que ya estuviera conduciendo de regreso al lugar de donde partimos, en lo que probablemente era el mismo auto. Aikawa-san se negó a contarme los detalles de lo que pasó, Usagi-san le había contado la historia pero ella no quería compartirla conmigo. Argumentando que era mejor así, sabiendo que yo estaba bien.
-Usagi-san…- podía ver su cara mortalmente seria. Arrepentimiento dibujado por todo su rostro, sin poder esconderlo exitosamente.
¿Ya estaba arrepentido de haberme pedido que me quedara con él?
Dolía, pero no podía hacer nada para remediarlo.
-Usagi-san, no es tu culpa-
Después de eso nadie dijo nada. Me guardé el comentario de "La culpa es mía por haberte distraído" pues sabía que cualquiera negaría mi parte de culpabilidad en el asunto. Tal y como lo habían hecho tantos años atrás.
Creo que eso fue lo que me despertó completamente, para afrontar mi realidad.
Nací para estar solo, para vivir por mi cuenta. Y cualquier persona que se acercara a mí podría resultar lastimada.
Quiero a Nii-chan, por eso no pensaba volver con él.
Quiero a Usagi-san, por eso de mi decisión.
Dicen que si amas algo, debes dejarlo ir. Tal y como nunca pensé ponerlo en práctica, nunca pensé que fuera así de doloroso.
Akihiko P.O.V.
Desperté como cualquier otro día que podía ser llamado normal, pero de mi vieja y amada vida ya no había nada. Generalmente el único motivo que lograba despertarme por las mañanas, era ver a mi Misaki sonrojarse con cualquier cosa que pudiera decirle. Pero hoy no había nada de eso.
De hecho, desde que regresamos del hospital, no había habido nada de nada.
Sabía que sería duro al principio, pero me mantenía fuerte al pensamiento de que sería lo mejor para él. Que lo amaba tanto que no quería hacerle daño.
Supuse que podría vivir con eso mientras supiera que él estaba bien, pero simplemente alejarme no serviría de nada si no cortaba el problema de raíz. Aún así no me veía capaz de proponerle algo, para que regresara con Takahiro. Donde sabía que estaría bien. Mi mente se negaba a pensar en las opciones, mientras reasumí la patética rutina que había surgido entre nosotros.
Él continuaba cocinando, y encargándose de todos los deberes del condominio. Debía empezar por terminar eso, antes de que otro incidente pasara.
Nos sentamos en la mesa, y podía ver su inconformidad en su hermoso rostro. Quizás él ya no quería seguir aquí después del aparatoso accidente en el que nos vimos envueltos por mi culpa. No era para nada su culpa. Pero no podía encontrar la forma de decírmelo sin causarme problemas.
Las promesas son algo muy importante para él, nunca debí hacerle prometer que se quedaría conmigo por siempre… si no quería causarme molestias.
-Usagi-san… - podía notar ese cambio en su voz. ¿Miedo? Debía usar toda mi voluntad para no levantarme de mi lugar y rodearlo con mis brazos, hasta asegurarme de que nada lo tenía tan mal.
-¿Si?- supuse que lo mejor era mantener mi vista fija en el desayuno.
Esperé por varios segundos a que siguiera con lo que me iba a decir, pero no parecía encontrar las palabras. Me rendí ante el tiempo y levanté la vista, cuando nuestros ojos se toparon, él desvió su hermosa mirada esmeralda hacia su plato.
-Si tienes ropa sucia, déjala afuera-
Eso no es lo que me quería decir en realidad, lo sabía.
Misaki P.O.V. – Akihiko P.O.V
Fue cuestión de días para que una sirvienta fuera contratada por primera vez en el condominio. Usami Akihiko siempre había preferido el silencio y la poca compañía de gente de confianza –casi nadie- pero aún así había hecho de lado todos esos caprichos para dar el primer paso en su plan. No era quizás lo mejor para su inspiración, pero sin duda sería lo mejor para Misaki.
Me pregunto qué pensará cuando llegue y vea esto.
La mujer no muy joven pero tampoco tan mayor, se encontraba recogiendo los libros que había dejado fuera para su próximo trabajo. Por supuesto que ya había aspirado, hecho de comer, lavado la ropa e incluso cambiado el moño de Suzuki-san. Era una lista de cosas específicas que le había dado el escritor, poniendo detalle en cada una de ellas de cómo se deberían de hacer.
Espero sea suficiente.
Misaki llegó entonces de la Universidad. Generalmente siempre llegaría junto con el escritor que siempre había insistido en llevarlo y traerlo en su lujoso deportivo rojo –nuevo- , pero simplemente esta mañana el hombre argumentó que tenía demasiado trabajo por hacer y que no podría hacerlo. Como sea, él había pensado en rechazar esa oferta si se llegaba a presentar.
¡Debo mantenerme firme! Es por su bien…
Sin embargo había una parte dentro de él muy decepcionada, que se hubiera alegrado un poco si por lo menos esa parte de su dañada relación se mantenía en pié.
Los días eran iguales entre sí, pláticas tan grises como sus expresiones. El escritor BL no había intentado nada, lo que hacía que sus sospechas crecieran cada vez más.
En verdad se dio cuenta de los problemas que causo.
Aún así no encontraba la oportunidad perfecta para decirle, o simplemente marcharse. Aunque tampoco esperaría a que Usagi-san se lo dijera.
Pero cuando entró al condominio, sintió una pequeña punzada de dolor atravesarlo en el pecho. Al ver la escena que lo recibía.
¿Puede ser posible?
El escritor había notado su llegada, pero solo miró de reojo desde su punto en la sala.
Misaki, perdóname.
La mujer que había llegado por la mañana mientras el estudiante Universitario no estaba, pasó de la cocina a la mesa con los platos de la comida en una charola en sus manos.
¿Quién es ella… por qué está aquí?
Después de dejar los platos en la mesa, la empleada se inclinó un poco, recibiendo al joven recién llegado.
-Okaeri, Takahashi-sama
Pero la sorpresa no terminaba de caer en su lugar.
El escritor se levantó de su punto en el sofá, dejando el libro que leía atrás.
-Okaeri, Misaki- saludó casualmente mientras se dirigía a la mesa.
¿Cómo no puedo consolar esa mirada en tu rostro?
-Ella es Ariasu-san, y se encargará de los deberes del Condominio de ahora en adelante- Por favor, no me odies. No lo soportaría –Es mejor para no intervenir con tus estudios, en tu último año de Universidad- argumentó sin mucha importancia.
Misaki caminó silenciosamente hasta uno de los sillones para dejar su mochila.
¿No tengo que hacer más la limpieza…? ¡Si tú sabes que eso es lo que hago que me permite quedarme! ¿En realidad te quieres deshacer de mí, no es cierto? No te culpo Usagi-san. En realidad te agradezco que hayas conseguido a alguien. Me ahorraste el tiempo de pensar en alguien capaz de cuidarte cuando yo no esté.
-Es un placer, Ariasu-san-
El joven se sentó en la mesa, comenzando a comer junto con el escritor.
¿Por qué no preguntaste mis motivos, Misaki? ¿Por qué no gritaste como lo hubieras hecho, y me hubieras dado el sermón sobre guardar mi dinero para la vejez? Supongo que no quieres que nadie te haga daño, ¿Cierto? No por lo menos alguien como yo.
Misaki…
Usagi-san…
Duele. Duele.
Akihiko P.O.V.
Creo que no es suficiente con este primer paso. A pesar de haber roto un lazo importante entre ambos, esto no parece acercarse a una resolución pronto, y en verdad no quiero que nada le pase por mi causa, estando a mi lado. Todavía seguimos compartiendo demasiado bajo el mismo techo, nuestras habitaciones están juntas una a la otra y nos vemos todo el día.
No creo poder ser capaz de dejarte ir, si cada vez que te veo mi voluntad se tambalea.
Supongo que esto sería lo mejor, empezar a atrasarme en todos y cada uno de los trabajos pendientes para Aikawa. Ella estaría aquí, ella invadiría nuestra privacidad y me mantendría en mi habitación, o con suerte en la editorial, hasta tener mis manuscritos terminados.
Lo menos que te viera, el menos daño que te podría hacer, Misaki.
Aunque trato de permanecer lejos de ti, no puedo resistirme a verte por lo menos una vez por la mañana, otra por la tarde y secretamente en la noche, mientras duermes.
Desde aquél día que regresamos del hospital, ya no has vuelto a dormir en mi habitación. Yo tenía preparada una excusa, y era que sería mejor que tuvieras más espacio mientras estuvieras herido, para estar más cómodo y que te recuperaras más rápido. Sin embargo, al subir las escaleras tú solo recorriste el camino a tu habitación con un leve –Buenas noches-. Supuse que no querrías dormir con quien te causaba tanto daño.
Aunque era una verdad, dolía como una daga enterrada en mi pecho.
-¡USAMI-SENSEI!-
¿Mi salvadora?
Mi editora menos preferida –la única de hecho- azotó abierta la puerta del condominio.
Incluso sin escucharla, podía saber lo que decía al ver sus labios moverse.
"Vengo por el manuscrito"
-¡SENSEI, VENGO POR EL MANUSCRITO!-
Ding-ding.
No debía actuar sospechoso contra ella o trataría de intervenir por el bien del material que contenían mis novelas. Aunque sé que en realidad se preocupa, enmascarándolo con su obsesión por BL.
Ella me miró, esperando. Yo la miré de regreso, silenciosamente.
Cuando empezaron a salir chispas de sus ojos, los míos se igualaron a su nivel.
Me estaba retando a decirle que no tenía el manuscrito, y yo la retaba a preguntarme si lo tenía.
-Seeennnseeei…- arrastró la palabra tanto como pudo. Tanto que era divertido. -¿Dónde-está… el manuscrito?-
Un aura oscura nos rodeó a ambos.
Sonreí. Por su cara, sabía lo que significaba.
-No lo tengo-
Aikawa trató de calmarse, antes de decir palabra alguna, aunque no estaba dando ningún resultado. Las respiraciones que le había recomendado su terapista tampoco.
Así que sin siquiera hacer un gesto, la editora dejó su bolsa en la mesa. Antes de marchar hacia el segundo piso, pasando de largo al hombre que estaba sentado en la sala con una mirada curiosa. En cuestión de segundos la pelirroja volvió cargando la computadora portátil, su cargador, un block de notas y el abrigo del escritor.
Se detuvo cuando estaban cara a cara.
-Vamos- declaró la editora con una sonrisa, esperando no tener que dejar salir la presión guardada. El escritor lo estaba pensando de hecho, y eso se reflejó en sus ojos. Un aura maligna como nunca antes comenzó a flotar en el ambiente, a manera de amenaza por parte de la mujer.
Aikawa, tengo media novela ya hecha. No sé cómo acabarla en realidad… No debiste haberme pedido esa escena. Para mi desgracia se había emocionado demasiado con mi sufrimiento. Pidió una escena en un incendio, no argumenté, tenía tantas palabras para describir todo. Pero después de todo, el final no lo he descubierto.
De alguna manera creo que todo comenzó a derrumbarse en ese punto.
Me levanté, tomé mi laptop de sus manos y me puse el abrigo. Dejé una nota que ya tenía lista sobre la mesa de la cocina.
"Debo terminar un trabajo en la editorial. Regresaré tarde"
Ninguna firma, ningún Te amo. Ni siquiera pude escribir su nombre.
Misaki… perdóname. Por favor, entiéndeme.
Misaki P.O.V.
¿Necesitaba otra prueba además de ésta?
Boom.
Él dejó de seguirme. Dejó de decirme lo que sentía y dejó de intentar.
Boom.
Estaba lloviendo fuerte, había empezado hacía como una hora.
Boom.
Quizás creía que no lo noté. Cuando empezó a cortar las cosas desde raíz, primero restringiéndome de mis deberes y luego poniendo una fría distancia entre ambos.
Los relámpagos usualmente me asustarían, pero el clima parecía ir tan acorde a lo que sentía.
Si esto era lo que quería, no sé por qué dolía tanto. Así Usagi-san no lo hubiera planeado, quien estaría haciendo esto sería yo.
Pero era tan… doloroso que el de la iniciativa fuera él.
"Un remplazo"
"Una molestia"
"Yo puedo darte una mejor vida, solo debes elegirme"
¡Deténganse!
-¡Por favor… no más!- no podía contener las lágrimas ahora, supongo que el primer paso ya estaba dado.
Solo quedaba una cosa por hacer. Utilizaría este celular por última vez.
Esto solo comienza n.n No es nada con lo que verdaderamente sigue! Y si... quiero hacerlos sufrir a todos XD
Reviews son agradecimientos por un capi! :D
anypotter
