Correspondencia

Escrito por: Linz Hidaka

Fandom: Naruto

Pareja: Naruto/Hinata

Género: Romance

Aclaración: Naruto no me pertenece, si así fuera ni siquiera el piloto habría salido aun por no saber si enrolar al protagonista con Hinata o con Sasuke (¿hetero o yaoi? Dicifil)

Caminando por uno de los callejones de Konoha, Naruto no paraba de maldecirse una y otra vez, si era posible sentir odio hacia uno mismo, ese era el sentimiento que dominaba la mente del joven rubio. La estupidez debía de ser un rasgo dominante y no solo una percepción errónea de la gente a su alrededor. Por primera vez lo aceptaba, era un estúpido, y desgraciadamente de nacimiento, ¿su padre habría tenido tal suerte? Vaya pregunta, por algo debería de estar muerto, la desdicha tenía que venir también en el paquete.

Su mano se apretó alrededor del objeto en su mano. Dejó escapar un derrotado suspiro, acallando la vocecilla en su cabeza que le intentaba infligir valor y aceptando que la decisión que había tomado era la correcta, que estar en ese sitio era mas sano que llegar hasta donde se encontraba Sakura y sufrir el amable rechazo que se fue formulando en el rostro de su amiga cuando se fue acercando.

Debió darse cuenta antes de la tontería que estaba a punto de realizar. Una confesión amorosa tan tardía no era más que hacer el ridículo frente a su amiga, confesar la existencia de un sentimiento infantil que estaba seguro ya no era amor, de eso estaba seguro, y su impulso fue el deseo de aquel niño de antes.

Ella le pertenecía a alguien más, aunque ese alguien no lo supiera y ella se negara a aceptarlo. Avergonzado al intentar ser un obstáculo, pudo detenerse antes de ocasionar un caos sin sentido.

Se detuvo, dándose cuenta de que pronto estaría saliendo de la aldea, giró sobre sus pasos. Tenía que deshacerse primero de ese arreglo y hacer una segunda aparición para disculparse con Sakura. Botarlo en la primera oportunidad le resultaba sencillo, pero le daba pena hacer eso con un arreglo hecho por Ino, tal vez podría devolvérselo.

Decidido a hacer eso último revisó cual sería el camino mas corto para llegar a la florería. ¿Y si en lugar de devolverlo se lo daba a alguien mas? Doblando la esquina Hinata se iba acercando a él, caminaba distraída del otro lado de la calle, sin percatarse de su presencia. Podría regalárselo a ella, era su amiga ¿no?

Negó con la cabeza a una velocidad que le hizo marearse. No era tan sencillo, no era justo para Hinata, quien podría malinterpretar las cosas.

Ese par de voces dentro de su cabeza lograron ponerse de acuerdo por primera vez en el día, tal vez no era una mala idea, y la voz a la que había obedecido por sobre la otra en las últimas horas le susurró que esa malinterpretación no sería tan mala. Tal vez era tiempo de intentar algo diferente.

– Hinata-chan – la llamó mientras se acercaba a ella, provocando que se sobresaltará al aparecerse de un momento a otro enfrente.

– Na…Naruto-kun – el rubio sonrió, complacido por la reacción recibida.

– Para ti – entregó las flores a la chica y salió huyendo.

Ninguno tuvo oportunidad de enterarse de cual de los dos era el más sonrojado. Naruto solo siguió corriendo, aun con la sonrisa en el rostro y esperanzado de tener cerca el día en que la Hyuga pudiera recibir algo más que un regalo. Sus sentimientos.

Fin.

Esto forma parte de la serie de historias que quiero crear inspirada en el 14 de febrero que apenas pasó, nunca es demasiado tarde o temprano para ello, y de paso agradezco a todos aquellos reviews que si bien no puedo contestarlos cada uno de ellos, tengan por seguro que los recibo como mucho cariño, son mi fuente de inspiración y la razón por la que continuo en este sitio.

Gracias