¡Hola gente hermosa de este fandom!
¡Aurora está de nuevo atacando con respecto al OMEGAVERSE DUEL que ideamos con Vesania Licantropia, espero que esta nueva aventura sea de su agrado y haya abordado todo el tema en conreto!
Como siempre gracias a las lectoras y bueno recuerden que iré actualizando lentamente ¡ok!
¡Sin más… a leer!
Tradición Familiar.
By:
Aurora la maga.
Resumen:
Una familia que fue separada y sufrió bajo el poder de la discriminación…
Otra la cual cuyas tradiciones los llevaran a la perdición…
Un Omega cuya existencia cambiara el rumbo de la historia y de los mismos Omegas.
AU de Koi Suru Boukun.
Parejas:
Kunihiro x Souichi (no se desanimen ya veran que pasa mas adelante n n)
Tetsuhiro x Souichi
Omegaverse.
Mpreg.
Suspenso y mucho misterio ¿que secretos se guardaran en esta historia?
Introducción:
El tiempo, a ido cambiando poco a poco… hemos llegado al punto en que los seres humanos nos estamos destruyendo, las polémicas y las distintas situaciones que enfrenta la tierra y los que lo habitamos han causado esta enorme destrucción de efecto eólico.
Son los inicios del siglo 30 y es cuando la tierra a salido de una profunda y triste situación, un VIRUS llamado IDT acabó con el 60% de los seres humanos, extrañamente este virus solo exterminaba a la raza humana.
Ante tal amenaza la UNAM en conjunto de los científicos más influyentes, provenientes de Japón y de Asia ayudaron a erradicar el enjambre de aquel mortífero virus. La lucha fue ardua, pero poco a poco se pudo erradicar sin embargo…
Después de aquella tormenta no vino la calma. Algo más nació en las nuevas generaciones que renacían y reparaban la tierra, volviendo a la vida a la raza humana… luego de la destrucción y erradicación de IDT se dieron cuenta que el ser humano había evolucionado los primeros bebes de la época parecían tener un desorden monumental en sus genes, ellos fueron llamados como la próxima cadena evolutiva del ser humano, pues ahora el cuerpo de estas nuevas personas nacía de formas que los científicos no comprendían. Un estudio arrojo que los medicamentos que se utilizaron para erradicar el virus desencadeno la evolución obligada de los nacidos en esta época.
Estos humanos modificados fueron clasificados a muy temprana edad y las formas de estudio fueron diversas dado a que el miedo y el pánico inundo a los que los estudiaban rápidamente los debates se llevaron a cabo, y no pudo esperarse las propuestas absurdas de varias entidades que querían asesinar a esa nueva raza, solo por la simple razón que no lograban comprender su funcionamiento y dado al hecho en que su existencia iba en contra de toda creencia.
El odio, la discriminación y el racismo fue sembrado entre los humanos normales y la nueva evolución de estos; trabajaron de maneras muy inadecuadas temiendo por la existencia de estos trataron a la clase baja de aquellos seres como esclavos controlándolos y clasificándolos basándose en su estatus, tristemente aun hoy en día lo hacen.
El ambiente entonces cambio y se conoció a mediados del siglo 30 que estos nuevos seres se clasificaban en tres categorías…
Alfas: Seres superiores en todo sentido… Hombres y mujeres aceptados y valorados por su poder y potencia tanto física como su inteligencia y salvajismo ellos eran los nuevos procreadores de aquella sociedad ya que de la nueva raza renacida ellos eran capaces de fecundar de manera segura y dar nueva vida a la humanidad entera y no importaba el género hombre y mujer podían hacerlo. (Clasificados como la sociedad alta)
Betas: Humanos modificados incapaces de poder engendrar pero que eran los más cercanos a los humanos corrientes. (Clasificados como la sociedad media) ellos no tenían mucha función podían ser libres y caminar por el mundo con tanta tranquilidad y confianza. Pues ellos eran lo más cercano a un humano sin evolucionar, ellos si cumplían con el orden natural de las cosas.
Omegas: Seres cuyo propósito era nada más traer al mundo a nuevos hombres y mujeres. (Considerados como la clase más baja, no tienen ni voz ni voto) Los Omegas, recibían el castigo desde que nacían de ser separados de su familia sin poder conocer sus raíces, los tenían reprimidos y prohibidos a acercarse a cualquiera sin ser educados primero. En su mayoría eran Hombres y un cierto número era mujeres, los mantenían controlados con el único propósito de obligarlos a ser los sistemas reproductores de la raza humana. Debían de seguir un régimen y alinearse a los castigos otorgados si ellos pensaban o si quiera atentaban en negarse a cumplir su propósito para el cual nacieron.
A raíz que estos nuevos seres fueron poblando el mundo, los grandes dirigentes concordaron que ellos no eran tan diferentes a los humanos originales solo contaban con funciones más desarrolladas y que probablemente vinieron heredadas de los animales que utilizaron para la experimentación de la cura para la purga que estaba afectando a la humanidad. (El virus IDT)
Con esto bien definido, concluyeron que deberían aceptarlos y de cierto modo imponer reglas y tradiciones con el fin de controlarles, por lo tanto, hicieron que en cada uno de los continentes países y población se ubicara un centro llamado HABO el cual fue creado con la única intención de internar a los OMEGAS y enseñarles a prepararse para su pareja ALFA y a seguir el régimen de la nueva humanidad. Todo esto para nivelar la natalidad y controlar el alto índice de delincuencia y mortalidad. Puesto que antes que HABO existiera varios Alfas se habían atacado entre sí por sus parejas Omegas…
El orden era el eslogan de la nueva sociedad de aquel mediado del siglo 30…
–Y el cual es un eslogan de mierda. –
Aquella voz sumamente había dicho aquello con un tono serio y grave el sonido de su peculiar voz se esparció dentro de aquella habitación en la cual había sido preparado, se observaba al espejo analizaba con interés y desagrado sus ropas, las cuales eran nada más y nada menos que las ropas de un Omega a punto de ser Marcado por su amo y pareja, sus orbes color miel que estaban tras unas gafas hermosamente redondas se pudo ver a sí mismo ahí de pie, estaba seguro que haber nacido como Omega había sido una de las cosas más crueles que el destino planifico para él.
Cerraba sus ojos con calma remembrando lo poco que sabía de su pasado, lo único que su memoria guardaba con recelo fue la primera vez que llego al centro HABO de su ciudad….
Capítulo 1: Sentenciado… Propuesta.
Nagoya… Mansion Yorokonde Yamada.
Aquel hombre nacido bajo el yugo de ser un omega se observaba al espejo, odiaba su físico lo aborrecía, ya que por su extenuante belleza había llegado a encontrarse en esta situación por muchas ocasiones, sus cabellos rubios llegando a ser platinados se esparcían por sus hombros y espalda llegando hasta el inicio de esta, su delgado cuerpo cuyos rasgos rayaban a ser uno de los omegas más deseados por todos causaba en él un odio infinito hacia sí mismo, estaba harto de tener esa cara de ser tan atrayente por aquellos alfas y estaba completamente enfurecido por toda aquella basura de seguir las ordenes de todos y ser obligado a ser alguien que no quería ni tenía que ser; él tenía otros propósitos él quería ser muchas cosas menos alguien cuyo trabajo era únicamente atender a su ALFA.
Furioso arrugaba sus cejas y apretaba los puños pues esta era la décima ocasión que el director de aquel centro lo había llevado a otra mansión personalmente para que fuera recibido como un concubino en esa familia de alto prestigio…
Sus pensamientos mientras miraba el espejo con interés fueron acotados por la presencia de una de las omegas de aquel hombre al cual había sido entregado. Sus orbes color miel analizaron los movimientos de la chica aquella parecía ser muy agraciada, pero toda esa belleza y plenitud era menguada por aquel collar en su cuello, el cual, hacia ver a la mujer muy seria y demasiado fastidiada con la vida incluso asqueada, rápidamente el peli largo comprendió que al igual que él esa mujer había sido llevada… "A la fuerza".
–El señor Yamada pregunta si ya estás listo Souichi-kun.–
Souichi era su nombre, y era todo lo que conocía no tenía apellido, nada solamente un numero el cual conocía que se trataba de la fecha de su nacimiento.
Aquella mujer después de haber cuestionado aquello, se encargó de acomodar los cabellos color plata de Souichi además de reacomodar los trajes tradicionales que él poseía simplemente el joven necesitaba verse muy bien y presentable o un castigo podría imponerse en las omegas que le ayudaron a arreglarse.
Souichi quien la observo de reojo a aquella dama respondió con voz un tanto apagada y tranquilidad impuesta, pero sobre todo maldad oculta en sus palabras.
–Claro déjele saber que saldré en un momento. –
Souichi fue entonces dejado a solas, mientras el reprimía sus ganas de gritar apoyaba sus manos a la mesa frente al espejo en el cual expreso.
–Nadie… va a ponerme un dedo encima, yo no soy de nadie no le pertenezco a nadie nunca seré de nadie…prefiero ser enviado a excilius –
Dicho aquello se arregló las ropas tradicionales una vez mas y salió con la frente en alto, sus pies descalzos le llevaron a través de un pasillo oscuro, su meta era llegar a la habitación del fondo en donde sabía que estaba el nuevo sujeto que intentaría apoderarse de su cuerpo, el conocía muy bien los métodos, estaba por demás decir que no debía de permitirse el lujo de fallarse a sí mismo, aunque los habían educado para que fueran grandes amantes y buenos concubinos los cuales debían de cuidar de un hijo.
Ante darse por enterado que ese sujeto aplicaría su celo para tomarlo, Souichi elevo una de sus manos a su cabello, en el cual busco una pequeña píldora oculta, la llevo con prisa a su boca y la mastico mientras pensaba. – Este supresor debe funcionar o estaré perdido. –
Para él el hecho de aparearse con un asqueroso ALFA, no le agradaba para nada.
Souichi gustaba de la poca libertad que les otorgaban y no perdía la esperanza de algún día poder valerse por sí mismo y no servirle a nadie, el solo hecho de imaginar estar atado y atrapado a un ser que no conoce y que probablemente odie más que a la sociedad en la que tuvo la desdicha de nacer era inaudito.
Souichi tenía sus mañas y ya todos los que se atrevían a pedirlo como pareja en el centro se atenían a las artimañas de este platinado, cuya tosca forma de ser era tremendamente conocida, era quizás esa pasión de no querer ser poseído lo que atraía a los otros.
Llego finalmente a situarse al frente de la puerta corrediza la cual abrió con calma y al dar unos pasos y elevar su rostro lentamente se encontró con aquella vista… ahí estaba el Alfa asqueroso que lo había pedido para que fuera suyo, aun recordaba las palabras que ese sujeto le dedico al director del centro.
–"No se preocupe yo sabré como imponer respeto en ese Omega, le aseguro que él no regresara aquí si no es con mi nuevo hijo en sus entrañas."–
–Sobre mi cadáver. –Murmuro causando que aquel hombre le mirara con interés y cuestionara con una voz bastante horrenda y graciosa.
–¿Dijiste algo mi amor? –
Esa sola pregunta le hizo revolver el estomago.
–No… nada. –Respondió controlándose por las ganas de quererlo degollar con sus propias uñas, buscando un poco de sosiego Souichi se movía con elegancia por la habitación rodeando la cama y llegando con calma a la zona de las bebidas. Ahí tomo una botella de cristal, con la única idea de lograr hacer su primer movimiento, sin embargo, Yamada que estaba en la cama se levantó ágilmente para tomar con una prisa inimaginable la mano de Souichi y al mismo tiempo juntar su cuerpo con el del platinado para acercar su rostro en su oído derecho y expresar.
–Ni creas que caeré en tus trampas. – Souichi agrando la mirada y contuvo el aliento por un instante ese sujeto sí que Expedia un aroma a celo en todos lados del cuerpo además de la incómoda sensación de aquel miembro de ese Alfa el cual ya estaba extasiado y erecto frotándose en su pierna mientras agregaba. –Supe que a tu primer Alfa lo drogaste para escapar.
–El señor está muy bien informado. –Respondió con suma calma y mirándole de forma seria.
–Así es, he estudiado, todos los casos en los que te has escapado, Souichi y esta ocasión se acabó… esta noche serás mío y te marcare para siempre. –
–Vaya ¿que debo hacer? ¿Soportarte o controlarme por escuchar las tonterías que ha empleado en una sola oración…?–
–Estas tentando demasiado a la suerte… como ya dije a partir de esta noche obtendrás tu apellido. –
Aquel hombre al decir aquello, impuso un tono mucho más severo causando un estremecimiento en Souichi, el cual le hizo pensar de manera apresurada.–"Este sujeto va en serio, aunque es un idiota como todos los demás, me alegro que ese supresor esté funcionando tan bien como lo pensé… Tomoe me salvaste."– Souichi notaba como aquel sujeto se estaba acercando más y más y sus brazos rodeaban su delgado cuerpo aquello lo estaba poniendo de malas pero debía de permitir aquello si quería actuar, sin embargo no conto con que ese hombre llevara una de sus manos a su trasero y metiera sus dedos entre sus nalgas.–Eso nunca pedazo de animal asqueroso.–
Souichi quizás aplico lo que nunca pensó que haría, la idea no era esa pero dado a lo mano larga que era ese tipo sujeto a aquel Alfa de sus partes nobles y las apretó como si no hubiera un mañana, causando un extremo dolor a Yamada quien libero un grito agudo y murmuro.
–¡AHHG! ¡Ma-Maldito!–
–Creo que el señor no está del todo informado que yo siempre me guio por la naturalidad y la oportunidad de la situación… ¿Acaso creíste que usaría el mismo truco dos veces? jah, tonto idiota. – Souichi torcía su mano con maldad y al mismo tiempo dejaba ir un golpe certero en pleno pómulo y luego otro y otro más en su pecho abdomen y para terminar de acabar de nuevo en su zona baja, en la cual dejo sin aliento a Yamada, ante hacer aquello, Souichi emprendió el escape.
Estaba contemplado que los Omegas que regresaban sin ser tomados podían ser aceptados de nuevo en HABO ya sea porque no logro complacer a su ALFA o por que no se pudo llevar a cabo el apareamiento, sin embargo, con Souichi el asunto era otro él ni permitía que ni siquiera lo tocaran eso nunca.
Yamada en el piso se movió a costa del terrible dolor para acercarse a la mesita de noche en la cual apretó un botón el cual causo que una puerta de metal se cerrara con prisa en la entrada de la habitación, con tambaleos se puso en pie y grito.
–Estúpido loco, ni pienses que vas a escapar…–
–Has tomado medidas muy buenas, pero no contabas con que este Omega fuera tan inteligente. –Dicho aquello, Souichi corrió a la ventana de aquella lujosa y enorme habitación, para traspasar la ventana, con su cuerpo. Ante la mirada tan impactada del Alfa quien expresaba.
–No puede ser…–
El típico juego del ladrón y el policía, Souichi cantaba victoria escapando de aquella enorme mansión lujosa, el sonido y las alertas lo hicieron preocuparse un poco ya que varios de los guardias y hombres de aquel sujeto salían de todas partes. Corría con suma prisa, aunque sus ropas no le permitían hacerlo bien, pero debía darse prisa ya que afuera dos chicos menores que él y que habían llegado a ser personas especiales para Souichi conviviendo los tres en el centro también lo esperaban les había prometido no separase hasta que ellos fueran elegidos por alguien, Souichi paso el gran patio ante la mirada anonadada de los guardias, que solo podían caer al piso al intentar atraparle, pues ese sujeto era más escurridizo que un pescado.
No pudieron detenerle solo lograron ver como él se trepaba al muro y saltaba ondeando su cabello platinada.
Yamada salió al patio aun tenia puestos los trajes de japoneses que correspondían a un novio alfa, el con su mano en sus bajos grito.
–¡SON UNOS INUTILES! –
Afuera el pudor y la adrenalina se lograban percibir en aquellos tres jóvenes, aquellos dos chicos doblaban la sabana con la que habían atrapado el delgado cuerpo de Souichi y corriendo tras de él le seguían para emprender la huida, mientras liberaban risas estridentes y decían.
–Eres asombroso Souichi. –
–Creí que de esta no salías, Souichi. –
–Kanako, Tomoe… va a hacer falta un batallón para que puedan capturarme. –Dicho esto ellos, siguieron corriendo.
Instituto HABO…
Un hombre de al menos unos 47 años se encontraba operando en su computador, era apenas la 1 de la madrugada y a él el cansancio y el sueño no habían llegado, podía percibir que algo sumamente extraño ocurriría esa noche. Sus orbes color miel observaban la fotografía en el escritorio, en la cual se encontraba su esposa, aquella mujer de cabellos castaños no tenía un rostro animado en la foto más bien era nostálgico y era de esperarse ya que él y su esposa al igual que todos los Betas o padres que habían traído al mundo a OMEGAS habían sido despojados de sus hijos al momento en que nacieron.
Dejo de escribir, hasta el punto en que recordó aquellos horribles suceso, sin embargo, sus recuerdos fueron menguados por la llamada de uno de los comunicadores en su escritorio.
–Dime. –Expresaba el oji miel.
–"Director Tatsumi"–
Aquella voz se hizo percibir demasiada nerviosa dado a las sospechas él se adelantó. –No me digas. –
–Si señor de nuevo paso. –
–Maldición… En seguida bajo.–
Finalizo la llamada con calma se puso en pie colocándose el saco que lo representaba como principal autoridad, se encamino por su despacho en dirección de la puerta la cual abrió con lentitud y salió, recorría los pasillos tratando de entender el porqué de lo que estaba ocurriendo y es que simple y sencillamente ese Omega no tenía remedio.
Llego por fin a la zona de seguridad, en donde como ya era costumbre desde hace años, ahí estaba su pesadilla, sentado y con las manos sobre las rodillas, sucio hasta los cabellos y con los dos secuaces que hace un poco de tiempo se le habían unido en su al parecer contienda en reusarse a pertenecer a un Alfa.
Los chicos a diferencia de Souichi quien era un revoltoso sin causa, ellos se miraban inocentes, denotaban que solo lo seguían por admiración, el director ante analizar esa cara de susto de los más pequeños ordeno de manera suave, pero con seriedad.
–Kanako, Tomoe vayan a sus habitaciones, su castigo será al amanecer…–
–Si señor Director. –
Ambos se pusieron de pie y observaron al peli largo antes de irse ambos muchachos notaron que Souichi no parecía estar angustiado o preocupado, Muy despacio ellos se retiraron, cuando finalmente estaban solos Tatsumi se acomodo en una de las sillas al lado de Souichi y expreso mientras se acariciaba el tabique de la nariz.
–¿Qué demonios hare contigo Souichi? –
Como si fuese un padre para él, agacho la mirada al piso la verdad es que esta era la peor parte, enfrentar al director de aquel instituto un hombre tan amable, tierno y carismático que cuidaba de todos esos omegas en aquel internado. Defraudarlo era triste, pero debía de soportar su mirada inquisidora y defenderse por duro que fuera muy a su forma.
–Usted más que nadie, sabes lo que yo quiero hacer de mi existencia, no pueden cortar mis alas. –
–Sé muy bien que tienes toda la madera para ser alguien mucho más útil, créeme cuando te digo que a través de los años que llevo como director he visto a muchos omegas como tu muy inteligentes y con propósitos distintos. –
–Entonces si lo sabe por qué no hace algo. –Reclamo interrumpiendo al director.
–Souichi debes darte cuenta que estando en el internado no podrás nunca cumplir tus metas. –
–Tampoco poder hacerlo con un maldito controlándome y haciendo cosas que no quiero a mi cuerpo. –
El director resoplo, acaricio sus cabellos cortos y de color rubio para expresar. –Entiendo tu punto, pero no todos los Alfas solo piden ese tipo de cosas, hay alfas que quieren Omegas preparados, que tengan un conocimiento en artes y educación que tú tienes, algunos solo los elijen para ser compañía las otras funciones vienen después. –
–No quieras convencerme, para mi todos los ALFAS son unos asquerosos y enfermos que deberían morirse ser ahorcados y…–
–Souichi…–
Se silenció hundiendo su cabeza entre sus hombros, ese hombre tenía una capacidad de hacerlo entender y razonar, sin embargo, dado a que era un desconocido Souichi no lo tomaba en serio, finalmente murmuro. –Ya solo dime mi castigo, quiero ir a dormir. –
El director Tatsumi se puso en pie suspiro hondamente y pidiendo a que los guardias salieran de la habitación el hablo. –Souichi el castigo ya no depende de mí, tu conducta ha llamado la atención de uno de los inspectores de los institutos HABO, él viene mañana, debes comportarte y tratar de salvarte, pues sus castigos son muy severos y yo no poder hacer nada, si llegase a imponerte uno más fuerte que el que yo te he impuesto anteriormente. –
–No me importa no le tengo miedo. –
–Souichi solo trata de comportarte mañana…–
–¿Eso es todo? –
Aquel director suspiro hondamente y murmuro. –Si… ya puedes irte. – Souichi se puso en pie y se encamino hasta llegar a la puerta por la cual salió, mientras por dentro Tatsumi suspiraba y también se ponía en pie, con pasos lentos se movilizó a la puerta y al abrirla, ordeno a todos los de seguridad estar pendientes del enorme instituto todo debería estar listo para el arribo del inspector.
Mientras el terminaba de dar indicaciones en el pasillo tras una de las puertas en aquel enorme pasillo una mujer que Tatsumi reconoció de prisa se asomó por una de las puertas, ella llevaba las ropas distintivas de un médico, una bata blanca cubría su vestido de color verde, aquella hermosa mujer tenía los cabellos un poco largos y de un color muy hermoso castaño.
–¿Doctora Hana, que haces despierta a esta hora? –
–¿Lo mismo te pregunto a ti Director Souji que haces despierto a esta hora? –
–Pues…– Ambos iniciaron a caminar mientras comentaban. –No me digas ¿es ese muchacho? el de cabello largo, de nuevo se escapó de su alfa. –
–Ese chico tiene una energía tremenda, no sé cómo le hace… – Respondió Souji observando al frente y negando con su cabeza demostrando decepción. –Debe tener un truco muy bueno. –
–Sí y creo saber cuál es. –Inquirió la castaña imponiendo en sus palabras una cierta tonalidad molesta al mismo tiempo que elevando una carpeta de metal y pasando las hojas una por una agrego. –Director… Me quede despierta porque uno de los chicos del ala Norte tuvo fiebre, creo que su celo es muy fuerte esta noche y tuve que colocarle una dosis doble de supresores…–
–¿Ya está mejor? –
–Si… pero el asunto es que a mi unidad le hacen falta supresores y otro tipo de medicamentos. ––
–¿Quieres decir que están robándote? –Souji se masajeaba la barbilla y expresaba. –Creo saber quién es…–
–Souji…–Expuso con cierta dulzura aquella castaña y acercándose un poco más a aquel hombre alto y de cabellos rubios platinados, estrechar su mano izquierda y entrelazar sus dedos besando su mejilla susurrando. –Deja a ese chico, aunque sospecho que ha sido él quien me roba esos medicamentos para arreglárselas en las citas con las alfas que le has propuesto…–
–Hana…–
–Sé muy bien lo que estás pensando y no… no creo que sea nuestro hijo. –Ante aquella resolución de su esposa Hana él se detuvo y la observo con atención para escuchar de sus labios.– Es imposible que lleguemos a encontrar a nuestros hijos, debes ser severo con ese muchacho o el gobierno se puede dar cuenta que solo aceptaste el trabajo de director de este centro para encontrar a nuestros tres hijos…–
–Tienes razón, he pensado todo este tiempo que él es uno de nuestros hijos. –
–Souji tu sabes que yo sufro más que tu… es inevitable no recordar a nuestros chicos más si trabajamos en un centro lleno de Omegas sin poder saber quiénes son nuestros chicos.–
La castaña al decir aquellas palabras tan tristes, ella sujetaba un collar en su cuello dentro de este se encontraba un relicario en el cual había en forma diminuta la fotografía de sus hijos recién nacidos, habían intentado desde su primer hijo el tener más buscando la suerte de que no naciera Omega pero los tres nacieron con esa terrible habilidad y es que el gobierno había sido tan cruel que no les dieron la oportunidad de verlos más que dos horas que aprovecho Tatsumi Souji para capturar un pequeño recuerdo de sus chicos.
–Hana…– Susurro el director para apartar su mano de aquel relicario y de forma angustiada expresar. –No puedes llevar ese relicario si alguien lo ve podríamos entrar en problemas. –
–Lo sé solo lo uso cuando duermo, por eso lo traigo conmigo en este momento… en fin Souji yo sé el dolor que sientes, pero debemos acepar que nunca volveremos a verlos. –Ambos se abrazaron por un largo rato, el cuerpo de aquella castaña era estrujado con tanto amor, en el rostro de ambos se notaba la tristeza la nostalgia y la soledad a ambos se les había quitado a tres de sus criaturas, al ser diagnosticados como Omegas.
En otro punto en la habitación de cierto chico de cabello largos, este entraba y se dejaba caer en la cama mirando el techo de la habitación esbozaba una enorme sonrisa al recordar la cara de idiota de su anterior prospecto sin embargo aquella sonrisa se fue borrando poco a poco al escuchar las palabras de aquel director el cual le había dicho que no todos los Alfas eran iguales.
–Eso es mentira todos son unos malditos pervertidos. –
Él se giró lentamente en su cama, para quedar de frente a la ventana, por donde una suave brisa se introdujo, muy despacio sus ojos se iban cerrando con calma, hasta caer rendido ante el deseo de descanso… sus sueños eran lo único que lo mantenía con ánimos de seguir en su lucha por escapar pro ser libre y era en ellos que lograba verse a sí mismo en una situación distinta. En sus sueños él siempre se miraba como alguien muy importante alguien que cambio toda la historia y a su lado alguien cuyo rostro no se podía visualizar bien, solo aprecia ser una silueta. En aquel sueño además aparecían recurrentes cuatro letras la M, T, K y J.
El día resurgía era una mañana bastante hermosa, el sol lo bañaba todo y en el internado el día a día iniciaba, las clases habían comenzado eran las 9 de la mañana y los internos se encaminaban en dirección de los salones, caminaban y se reunían el enorme patio por donde aquel enorme complejo estaba lleno de chicos y chicas con las mismas peculiaridades que Souichi tenía.
Jóvenes Omegas de diferentes edades se podían admirar en todo el lugar en donde posabas tu mirada, era la mayor concentración ya que Nagoya tenía una buena reputación, aunque sin embargo estaba decayendo poco a poco por el actuar de cierto peli plata.
El salía del enorme pasillo de las habitaciones en dirección al patio, sus uniformes eran los mismos que todos los demás poseían, pantalones y camisa blanca, un collar en su cuello el cual era obligación llevar, zapatos negros y sus cabellos sueltos, además de sus gafas que nunca faltaban en su rostro.
Él estaba bostezando cuando escucho a un grupo hablar a un costado.
–Es él de nuevo… ¿No se suponía que debía hacerse ido con su alfa ayer? –
Souichi hacia oídos sordos la verdad es que todo el mundo hablaba de su peculiar y tosca forma de ser, unos lo alababan por ser un rebelde y otros lo odiaban por crear tan mala reputación al instituto de esa ciudad, sin embargo, a él, poco le importaban esos comentarios.
Su tan tiránica forma de ser lo habían hecho el anti social de aquel sitio, no obstante, había dos chicos que desde que llegaron se identificaron y se llevaron muy bien con Souichi, quizás al inicio ellos eran rechazados por el mismo chico de cabellos largos, eran tratados tan mal les gritaba les golpeaba y los intentaba apartar no quería tener que ver con nadie de aquel lugar.
Pero…
–Souichi. – Escucho la voz animada de ambos el llamarle.
–Tomoe Kanako, ¿Cómo están? –
El tiempo había sido generoso con los más jóvenes, estos tres años que pasaron al lado de Souichi les permitió acercarse más a él y crear confianza… más que todo ser aceptados por el de cabellera larga y platinada.
–Cansadísimos, pero valió la pena me divertí mucho jaja.–
–Esa será la última vez que me acompañen no pienso crearles problemas. – Expuso serio el muchacho de cabellos largos.
–Descuida, entendemos a Kana y a mí nos han castigado y después de clases debemos limpiar el salón de música. –
–Al menos no fue tan grave. –
–La verdad no.–Respondió Kanako.
Ellos caminaban mientras todos los observaban y hablaban a sus espaldas, era impresionante que a aquel omega tirano le simpatizaran dos chicos ruidosos y sin chiste, muchos de los otros Omegas habían querido acercarse, pero siempre recibían una mirada de rechazo y odio.
–Souichi. –Llamo Tomoe observando a todos lados, para asegurarse que no hubiese nadie en ese sitio y en cuanto estuvieron solos en aquel pasillo que llevaba a la primera clase el chico de cabellos cortos y castaños cuestiono. –¿Te funciono? –
–Sí, tuviste una buena idea de colocar ese medicamento extra. –
–Qué bueno…–
Al instante en que aquella respuesta llena de alivio se deslizo del castaño un maestro salía de un salón y los observaba con sospechas, mientras que ellos de manera apresurada disimularon la situación a lo que Souichi expreso con prisa.
–En fin, nos vemos después. –
Dijo separándose de aquellos dos castaños que se despidieron, Souichi caminaba en dirección a su salón, pero una ligera mirada hacia a tras causó que observara como aquellos dos jóvenes se retiraban hablando muy animados le daba mucha pena el fin que tendrían ellos pues aun recordaba el momento cuando los conoció.
*&*&*&FLASH BACK&*&*&*
Era un día bastante caluroso, el rumor que un centro HABO en Fukuoka había sido atacado por personas que no estaban de acuerdo con el encierro de los OMEGAS se esparció en su internado, rápidamente, se supo que las instalaciones en Fukuoka habían sido severamente dañadas, pero sin ningún herido.
Sin embargo, aquel nosocomio era imposible ser utilizado, por lo tanto, el instituto de Nagoya tuvo la enorme tarea de recibir a los Omegas de ese lugar. Dado a que aún no estaba construido el ala norte de aquel enorme complejo, el director Tatsumi idea que cada interno compartiera habitación con dos de los chicos que provenían de Fukuoka.
Aunque las ordenes eran infalibles y todos los chicos debían acatarlas a cierto peli plata no le gusto para nada la idea, de compartir su habitación eso de desquebrajar su ambiente tranquilo y pacifico le hacía jalarse los cabellos. Pero no tuvo opción.
Souichi había sido bastante severo con el director él no quería a extraños en su habitación, pero dado a que fue una orden de ese sujeto decidió aceptar y esa tarde llegarían los dos chicos con los que compartiría su habitación.
Se encontraba arreglando las camas temporales cuando escucho que alguien tocaba la puerta, se dirigió a la entrada y abrió la puerta y ahí estaban esos dos chicos, una chica que parecía tener no más de unos 12 años de edad sus cabellos castaños y recortados hasta sus hombros, sus orbes de color miel los cuales le observaban con tremendo miedo, a su lado estaba un chico de unos 18 años que tenía los cabellos castaños cortos y los ojos del mismo color, Souichi en primer instancia pensó o más bien llego a creer que ellos eran hermanos, sin embargo.
–Kanako, ya hemos llegado. –
–Pasen…–Exponía Souichi mirándoles con enfado y odio.
–…–Aquellos dos chicos entraron a tientas y con suma pena a la habitación, en la cual las reglas se impusieron en el primer instante en que se cerró la puerta a sus espaldas.
–Bien estas son las reglas… no se metan conmigo y no hagan tonterías, no me hablen no me miren y no se me acerquen, odiaría el golpearles. –
–Tomoe…–Susurro con voz tierna y muy baja la chica causando que el mencionado se agachara y escuchara lo que ella quería decirle. –…–
Souichi les observaba misterioso, ante ver las risas cómplices de ambos chicos molesto, pero sobre todo abrumado por tan mal educada acción susurro. –¿Qué demonios es tan gracioso? ¿Qué fue lo que dijo? –
–Kanako… dice que eres muy lindo y que le encantaría hacerte una trenza en los cabellos. – Souichi se sujetó las mechas de su cabello, se sonrojo y de manera endemoniada grito.
–¡Insensatos, tontos criajos!– Se dio la vuelta totalmente indignado y murmuro.– Ni se te ocurra enana loca.–
El destino se había encargado de poner a aquellos dos chicos a su lado…
Souichi entraba al salón, el mientras se encaminaba a su silla, elevo su mano derecha con sus dedos toco una fina y hermosa trenza que estaba escondida entre sus sueltos cabellos, pensaba que quizás había sido muy severo con los chicos que solo buscaban formar parte de un circulo ¨Familiar¨ y por eso ahora la única que tocaba sus cabellos era esa chica.
Se acomodó en la silla observando al frente noto entrar al profesor, ese hombre calvo cuya misión era hablarles de los miles y una forma de actuar educadamente ante un alfa y a sus familiares de alto rango.
Escuchaba la voz rasposa y horrenda de aquel maestro, estaba aburrido de escuchar ese tipo de cosas, coloco el codo de su mano izquierda en la mesa y apoyo su barbilla en su mano para observar de manera ilusionada la ventana, él estaba más interesado en apreciar la belleza de aquellos árboles y el patio que a ponerle atención a ese sujeto con mal aliento.
Una y otra vez las horas pasaban encerrado en aquella enorme cárcel llamada instituto HABO, los alumnos caminaban de un salón a otro mientras que la vida afuera seguía su ritmo.
Eran las 3 de la tarde cuando por fon las clases finalizaban y en la entrada del instituto un auto lujoso seguido de otros 10 más se estacionaba al frente de aquel instituto, el portón se abría lentamente permitiendo la entrada a esos elegantes autos de color negro y de la marca más prestigiosa de todo Japón.
El primero en aparcarse al frente de las puertas del complejo abrió sus puertas por entre las cuales, un hombre de trajes severamente elegantes y un escudo en su lado izquierdo con el cargo que cubría se visualizó.
En la dirección, Souji estaba leyendo reportes y algunas hojas que contenían los nombres de los siguientes chicos que serían elegidos para formar parte para la sociedad, mientras leía la última estrofa el comunicador en su escritorio resonó, el con prisa respondió al llamado cuestionando.
–¿Qué sucede? –
–El Inspector Guan Yi está aquí señor Tatsumi. –
–Hágalo pasar a la sala de estar en un momento bajo. –
–Señor el no viene solo. –
–¿Eh de que hablas? –
–A traído un grupo de Alfas para la elección. –
Tatsumi arrugo las cejas y apretó su puño susurrando para sí mismo. –Eso no estaba contemplado aún. – Ahora movilizo su mano al comunicador y ordeno. – Bien hágalos pasar, envía al Inspector a la sala de estar y a los que lo acompañan invítalos a dar un tour por las instalaciones. –
–Si señor. –
Terminada las ordenes el se puso en pie, para salir de aquel lugar apresurado, acomodo sus cabellos platinados cortos y arreglo su corbata para apurarse a llegar al salón en el cual el inspector estaba aguardándole.
Mientras el personal del instituto, llegaba al frente del grupo peculiar que había llegado, todos esos alfas que habían llegado para la elección de sorpresa, parecían ser chicos muy serios y elegantes de alto renombre, iban acompañados por un familiar, el cual se quedó en la sala con el inspector, mientras aquellos jóvenes se movían para seguir al guía de aquel tour.
Ya estaban movilizándose cuando el inspector observo de reojo a uno de los alfas y severamente le llamo. –¡Morinaga Kunihiro! –
Se trataba de un joven de unos 25 años de edad su cabello era castaño, él se detuvo de inmediato, observo al hombre sentado en aquella silla el cual tenía la mirada más afilada y seria que podía existir en un ser humano como él.
–Su hermano no puede pasar. –
Kunihiro observaba de reojo a quien iba tras de él, su hermano era un muchacho más alto que Kunihiro cabellera negra azulada y mirada verdosa aquellos orbes observaron a su hermano mayor al cual expreso. –Kunihiro te esperare aquí. –
–Nada de eso…–Expuso el castaño de ojos color verde y trajes mucho más elegantes que los que ese inspector poseía, Kunihiro ante ser visto con desaprobación por aquel hombre se acercó a él y susurro. –Señor Yi… ¿Creo que no debo recordarle quien es mi padre verdad? –
–Bueno… no, pero su hermano. –
–Mi hermano aunque sea un Omega pertenece a la familia más influyente de Japón.–
–Disculpe, Morinaga Kunihiro. –
–Resuelto el asunto, Tetsuhiro ven conmigo… –
Ambos hermanos se movilizaron, lentamente, mientras que aquel inspector chasqueaba la lengua y susurraba. –Ese chico… abusa de su autoridad…–
Ambos hermanos habían pasado la puerta cuando de esta misma se aparecía Tatsumi Souji, quien se acerco al inspector con suma prisa y le saludo estrechando la mano, un apretón de mano fuerte y lleno de confianza, aunque por dentro se estuviera muriendo de nervios, pues la visita de esas alfas y el inspector le traía un presentimiento verdaderamente malo.
–Tatsumi, he venido personalmente porque entiendo que tienes un tipo aquí que no quiere cooperar…–
–Si… señor verá…–
–No silencio. –Expuso de manera molesta. –Llámalo de inmediatamente…–
–Sí señor. –
Mientras ellos estaban por reunirse con el mal que carcome a ese instituto, los alfas que eran guiados por un profesor, se estaban aburriendo, tres de los chicos que venían en el grupo se separaron al pasar el pasillo que daba al salón de música, uno de ellos traía los cabellos de un color azul, el otro lo tenía negro y el tercera tenia rubio los cabellos este último arrastraba a sus amigos y murmuraba.
–Vengan creo que encontré algo por acá.–
–¿Si? – Cuestionaba el peli negro.
–¿Que encontraste Hatchi?–
–Ya lo verán–
Dentro de aquel salón, dos chicos estaban limpiando, la joven Kanako estaba cansándose más de lo que debía, puesto que las ventanas eran enormes, Tomoe había terminado con el piso y se acercaba a su compañera para ayudarle a limpiar las ventanas cuando ambos escucharon un portazo. Ambos castaños giraron a ver a la entrada en la cual.
–Mira nada más…–
–¿Quiénes son ustedes? –Cuestionaba Tomoe colocando a Kanako tras suyo y observando a aquellos sujetos con seriedad, tras aquellas enormes gafas que recubrían su rostro,
–¿Acaso no se nota? – Respondió el rubio mientras sus otros dos acompañantes se movían a los lados el chico peli negro sujeto a Kanako de un brazo y al aparto de Tomoe quien grito.
–¡Kanako! –
–Tomoe…–
–Mira que linda omega, creo que ya tengo mi elección. –
–Y yo la mía…–
–Calmados, Haku , Takato… ¿Por qué mejor no comprobamos si nos servirán bien como Omegas y si no lo hacen elegimos algo mejor.–
–Esa es una buena idea Hatchi.–
–Comencemos por la chica. –
–No…–
–¡NO TE ATREVAS! –Tomoe había intentado arrebatarle a la castaña, pero un fuerte golpe en la boca del estómago lo mando al suelo, Hatchi reía abiertamente, cuando de pronto Tomoe observaba como ellos se acercaban a Kanako y rasgaban el collar en el cuello de ella, el castaño estaba asustado…
No muy lejos de ahí, Souichi estaba caminando por los pasillos en dirección del salon de música llevaba consigo dos botellas con agua, su intención era llevárselas a Kanako y a Tomoe, cuando escucho gritos y golpes.
–Pero ¿que está pasando?–
Dejo caer las botellas en el suelo, y acelero el paso, sin embargo uno de los guardias lo tomaba de su hombro y susurraba.–Por fin te encontré, ven el director quiere verte.–
–Ahora no puedo.–
–Souichi… es una orden. –
–¡TOMOE! –Escucho un grito más, aquel sonido se hizo fuerte y claro en todo el pasillo, Souichi rápidamente se soltó del guardia quien murmuro.
–Souichi. –
–¿Acaso no escuchas, algo está pasando? –
–Vendrás conmigo, eso debe ser nada. –
Souichi escuchaba los ruidos y llantos, estaba completamente seguro que eso no era algo que debías pasar de largo, pero aquel hombre lo tenía muy bien asegurado de un brazo, no muy lejos de ahí los dos hermanos que habían estado discutiendo con el inspector se percataron de todo aquello, notando como el peli largo golpeaba al guardia y salía corriendo.
–¿Pero qué demonios es eso?–
–No lo sé Kunihiro quieres ir a ver.–
–No ya vi suficiente…–Respondió el castaño separándose de su hermano, mientras que él le seguía de cerca, pues debía obedecerle en todo momento. –Ven Tetsuhiro. –
–Si…–
Mientras este asunto se daba en aquel pasillo en la dirección la espera se hacía demasiado ridícula, nadie hace esperar al inspector, Souji estaba nervioso, hablaba por radio con sus hombres pero ninguno daba respuesta alguna.
–Esto es ridículo Tatsumi, ¿Cómo es posible que un simple Omega te de tantos problemas? –
–Bueno…–
–Llévame a su habitación yo mismo lo encontrare. –
–Si señor. –
Ambos emprendieron la caminata en dirección de las habitaciones, aunque para llegar a estas debían de pasar por el salón de música, Souji estaba nervioso, demasiado pues algo andaba mal, Souichi podría ser un Omega renegado, pero nunca un malcriado que no aceptaba la orden y acatos de su parte, mientras caminaban escucharon ruidos estridentes, una ventana rota y entre otras cosas, Yi entonces cuestiono angustiado.
–Pero ¿qué está sucediendo? –
–Viene del salón de música. –
Rápidamente ellos se movilizaron al lugar en el cual entraron con prisa y lo que vieron no fue para nada agradable, Souichi tenía en el piso a los tres alfas, los golpeaba una y otra vez, desangrando sus rostros, labios y pómulos mientras el gritaba.
–NUNCA, JAMAS TE ATREVAS A PONERLE UNA MANO ENCIMA A MIS AMIGOS. –
–¡SOUICHI! –
Grito el director, corriendo en dirección del peli largo, al cual con dificultad separo de aquellos muchachos los cuales terminaron con narices rotas y uno que otro diente destrozado, ese Omega tenía una fuerza incalculable.
–Pero que significa esto. –Grito severo aquel hombre, acercándose a los chicos mal heridos. –Hatchi.–
–Señor Inspector yo…–
–Souji, ¿Acaso no sabes lo que este sujeto a hecho? –Expuso severamente molesto. –Ellos son los hijos de los concejales de la ciudad y Hatchi es el hijo del gobernador, yo los invite para que tu centro tuviera una oportunidad. –
–Escuche viejo inmundo, estos sujetos no tiene nada de elegantes ni educados, querían violar a esos dos chicos. –Grito histérico Souichi señalando a Tomoe y a Kanako quienes estaban llorando y temblando.
–Souichi cállate. –
–No debo callarme, esos cerdos querían propasarse con ellos y…–Souji dedico una bofetada y regaño severo.
–Ya basta asume tu posición, eres un omega y ellos también si algo paso aquí es porque ellos lo iniciaron. –Los orbes de Souichi se agrandaron, jamás en su vida había visto tan enfadado al director, el cual observo con seriedad a los más jóvenes y susurro. –Kanako, Tomoe vayan a enfermería… después hablare con ustedes. –
–Se-señor director lo que Souichi dijo es…–
–Silencio… hagan lo que les dije. –
Ellos salían con calma de la habitación siendo vistos por Souichi quien se aseguró que ellos estuvieran al menos bien, Guan Yi sin embargo se acercó a aquel peli largo y murmuro con voz demasiado seria y gruesa.
–Esta es la gota que derramo el vaso, tu no sirves para nada en este mundo, eres un omega roto, eres alguien cuyo orgullo te llevara a la tumba y eso es lo que sucederá…–
–Inspector. –
–Esta dicho, prepara todo para que esta noche este sujeto sea enviado a Exilio.–
Souji sintió un golpe en su pecho, dos de sus guardias llegaron para esposar a Souichi quien no podía entender lo que había ocurrido, ¿Era verdad? Aquel intento de violación había sido pasado y ahora el único culpable era él…
Mientras esto sucedía en aquel lugar los dos hermanos regresaban por donde vinieron el más alto expresaba a su hermano de cabellos castaños.
–Te dije que no era por ahí…–
–Bueno ya ahora estamos yendo por el mismo lugar por donde veníamos. – Mientras caminaban, ellos notaron como el ambiente estaba siendo cargado, y como los tres chicos que habían sido golpeados eran llevados a la entrada de aquel lugar, mientras que Tetsuhiro se cuestionaba.
–Pero que paso–
Por suerte, Kanako y Tomoe fueron los indicados para explicarles todo a ambos, ellos se detuvieron y narraron todo, mientras que Kunihiro y Tetsuhiro observaban en dirección del pasillo por donde salía por fin Souichi, aquellos cabellos sueltos y largos se movían con calma en su rostro se podía leer la fuerza y determinación, aunque su futuro ya estaba marcado, Tetsuhiro al instante en que lo vio se quedó impresionado.
Ambos hermanos escucharon pasos y la voz de una mujer de cabellos castaños la cual susurro.–Tomoe, Kanako, por favor vengan conmigo.–
Ellos se estaban yendo cuando Kunihiro susurro. –Vaya… que pena, parece ser un Omega muy guapo. –
–Si… demasiado, lo que no soporto es el hecho que esos tres estuvieron a punto de hacer una tontería y el solo los defendió, es injusto. –
–Lo es… pero la vida es así de injusta Tetsuhiro…– El de gafas inicio la caminata mientras que el chico de cabellos azul oscuros aun recordaba las palabras de Kanako la cual dijo llorando.
–El solo nos defendió… por favor hagan algo, no puede ser castigado por algo que no fue su culpa. –
Estaba pensando profundamente, quizás no lo conocía, a lo mejor aquellos omegas era unos desconocidos, pero si algo podía entender Tetsuhiro era que ese chico era un héroe, con ese pensamiento golpeando fuertemente en su cabeza se acercó con prisa a su hermano y susurro en su oído.
–Sálvalo…–
Kunihiro se detuvo de manera inmediata, agrando la mirada y analizo el rostro serio de su hermano menor. –¿Qué, pero de que estas hablando? –
–Es él… quiero que lo elijas a él.–
–Estás loco Tetsuhiro. –
–Kunihiro… no hay nada en este lugar que sea de nuestro interés y lo sabes muy bien…– El castaño murmuro severo.
–Tu no lo conoces, ni siquiera lo has visto bien. –
–Su accionar me ha hecho evaluar la situación, ¿Vas a negarte a mi petición?… o es que acaso ¿quieres que la tradición familiar se pierda? –
–Maldita sea…–Susurro el de gafas para masajear el tabique de su nariz, mientras que agregaba. –Está bien… veré que puedo hacer…–
Mientras ellos agilizaban las cosas el inspector estaba de un humor de los mil demonios intentando entender que había pasado, Souji por otro lado se había hecho cargo de llevar a Souichi a la celda de castigos en la cual, observaba al chico con enfado y murmuraba.
–¿Por qué lo hiciste? –
–No puedo responderte si piensas que Kanako y Tomoe tuvieron la culpa. –
–Souichi acabas de romper la cara de tres alfas cuyos padres son importantes, más que tu o que todo el centro en si. –
–Nadie es más que nada, esos rufianes solo recibieron su castigo, por intentar apoderarse de algo que no les pertenecía. –
Souji respiraba hondo, negaba y pensaba una y otra vez el cruel final que tendría Souichi en Excilio. Pues él conocía muy bien ese sitio, era un lugar sumamente terrible, lleno de decadencia y de muerte, dejaban ahí a los que no se acoplaban a las reglas de la sociedad, los dejaban morirse de hambre o de alguna enfermedad, eran la lacra la alcantarilla del mundo.
Estaba sufriendo, no deseaba ver a uno de los chicos que vio crecer en ese lugar, pero no había vuelta atrás, cerro con fuerza sus ojos y sin decir nada más se fue de aquel lugar, dejando a Souichi solo y el cual se sentaba en el piso, aun con las esposas en sus muñecas tras de su espalda.
Souji mientras subía las gradas que lo llevarían a los pasillos, estaba muy sumergido en sus pensamientos tanto así que no noto la presencia de Tetsuhiro, uno de los hermanos Morinaga y el cual se condujo hasta llegar al sótano en donde estaban los cuartos de castigo en ese lugar solo las velas iluminaban, con calma, pudo notar que tras las enormes rejas, se encontraba sentado aquel sujeto que antes vio.
Sus orbes al observarlo de frente se agrandaron, simplemente ese omega era hermoso tal y como lo pensó, simplemente no comprendía su belleza ni por qué le llamaba tanto la atención, pero era quizás su instintito el que le atraía o su olor, era un aroma suave y en su rostro se podía ver lo noble que ese peli largo era.
Se fue acercando despacio y con lentitud, para posarse al frente de los barrotes y llamarle por su nombre.
–Souichi… ¿Verdad? –
El mencionado elevo lentamente su rostro, noto las finas ropas de aquel sujeto a su frente a quien observo con odio y desprecio. –¿Quién demonios eres y que haces aquí?–
–Soy la persona que te va a salvar si tú quieres. –
–¿Salvarme de que estás hablando? –
–Mie nombre es Morinaga Tetsuhiro y soy un… omega… si tu aceptas a mi hermano para que sea tu alfa, te ayudare a salir de aquí. –
–Largo… prefiero la muerta a estar unido a un asqueroso ALFA.–
Tetsuhiro observo al piso no entendía nada, ¿Por qué rechazaba su oferta? ¿Cómo podía atraer su atención o por lo menos las ganas de querer salir de aquí? Sus pensamientos lo llevaron a pensar en la razón por la cual estaba el ahí encerrado fue entonces que expuso.
–Te prometo, que, si aceptas, buscare la forma para reunirte a ti y a tus amigos… me encargare de que mi familia acepte a esos dos chicos y estén a tu lado. –
Souichi quien miraba a un costado había observado de reojo a ese sujeto, lentamente él fue relajándose, había algo en aquella voz en aquel rostro en esos ojos que le mostraba confianza.
Analizo profundamente a aquel sujeto y notando el collar en su cuello pudo percatarse que si se trataba de un omega y llego a pensar. –"Este sujeto…"– Lo pensó muy bien y ante definir una pregunta cuestiono.–¿Por qué he de creerte, acaso nos aves que eres un omega? Aunque lo quieras no podrás obtener lo que quieres porque eres…–
–Quizás sea un omega, pero soy uno que nació en una de oro, es decir mi opinión cuenta. –
Souichi agrando de nuevo la mirada, en sus estudios había escuchado que había casos en los que algunos Omegas provenientes de familias influyentes no eran separados de sus padres. Rápidamente Souichi se puso en pie se acercó a la perta de barrotes y observo con seriedad al que tenía al frente, aunque el reunirse con Tomoe y Kanako era algo que él deseaba sabía que aunque fuera a pasar ellos no podrían estar juntos del todo.
–Eso nunca…–
–Entonces aumentare el precio de tu libertad… si tu aceptas el unirte a nuestra familia y tener un hijo de mi hermano, yo te prometo que encontrare las raíces de tu nacimiento, traeré a tus padres y los llevare a tu lado además de lo que ya te mencioné anteriormente. –
–¿Por qué haces esto, porque me propones cosas que no puedes cumplir? ¿Con que propósito vienes aquí a hacer esa tontería? –
–Quiero salvar a un héroe, quiero salvar al único omega que ha logrado revelarse en contra de los que lo oprimen por eso. –
–Aunque es muy interesante tu respuesta, creo que no podras hacer nada, para que mi destino sea el mismo…––
–Estas ¿diciendo que aceptas? –
La mirada de Souichi fue llena de brillo, era un riesgo que debía de tomar, ¿En realidad sacrificaría su libertad? Para liberar a aquellos dos chicos y encontrar a sus padres. –
–Si logras cambiar mi sentencia, yo haré lo que me pidas. – Tetsuhiro agrando la mirada. – Siempre y cuando cumplas con tu parte. –
–Es un trato. –Dijo sonriendo con ternura y haciendo reverencia, Souichi logro ver el collar de los Omega en su cuello de nuevo al aquel chico agacharse aquello le dio más tranquilidad, por lo tanto, decidió aceptar el sacrificio, noto como aquel sujeto se retiraba del lugar…
Mientras él se sentaba en el piso de nuevo, observando el suelo y susurrando. –¿Podrá cumplir su promesa… realmente podre conocer a mi familia? –
Continuara…
Hello! ¡Por fin termine de editarlo! Y de escribir el primer capítulo que más que todo fue una introducción O.O
Espero les haya atraído o enganchado si quiera, las cosas se pondrán muy interesantes y tremendas, sé que varias tienen preguntas y las respuestas se irán respondiendo a media el fic avance n'n/ honestamente espero que haya sido de su agrado y que la lectura haya sido llevadera como ya se dieron cuenta, ni Souichi ni Souji o Tomoe y Kakano saben que son familia… eso es obvio que todos sabemos que son hermanos y son los hijos de la pareja…
¿Ahora ya se dieron cuenta? Tatsumi Hana está viva en este fic n-n espero eso les haya gustado.
Bueno espero que les haya atrapado nos vemos en la próxima que creo que será en dos semanas lo prometo O.O!
GRACIAS! POR LEER!
°AURORA°
PS: no se pierdan radio magic neko en pagina de FB del mismo nombre el miércoles entrevistaremos a NAOMI SOTO! Yeyy!
YA AHORA SI BYE!
