Primera parte de este especial de Amor y Amistad. Basado en la trama de "Corazón de Fuego" y "Amor Ardiente"
-¡Vamos Jake! Se nos hará tarde-, gritó el humano
-Tranquilo muchacho. Ya sabes que la desesperación te trae malos resultados. ¿Te acuerdas de ese panqueque con el que casi te ahogas?-, dijo Jake
-Es que esto es… ¡no puedo creerlo! ¡Esto es tan matemático! Toda la pandilla estará junta. Esto nunca había pasado-
Y Finn tenía razones para estar emocionado.
Hace unos días, Jake le comentó que sería muy buena idea que todos los amigos fueran juntos a la playa. Al principio, el chico estaba un poco asustado porque la playa implicaba el océano, pero luego su hermano le aclaro que solo se trataba de un gran lago que tenía contacto con el océano, pero muy lejos de donde ellos irían. Así que finalmente acepto la idea.
Fueron con la Princesa Flama, quien automáticamente les respondió que sí iría.
-Todo por estar cerca de Finn-, dijo, haciendo que el chico se sonrojara.
Fueron al Dulce Reino, donde después de mucho tratar de convencer a la princesa de dejar los asuntos reales por un día, por fin la pudieron convencer.
-Creo que sería buena idea. Tengo que recolectar algunas muestras biológicas marinas para una investigación-
La siguiente fue Marceline.
-Aaamm… no le sé… por lo general en la playa hay mucho sol-
-Dah, se supone Marce-, dijo Finn inocentemente.
-¡Últimas noticias, tontito! ¡Soy un maldito vampiro!-, dijo sarcásticamente
-Oh, es cierto-, se dio cuenta Finn, riendo nerviosamente, -¡pero vamos! Llevaré una gran sombrilla para que el sol no te haga daño. Y toneladas de fresas y manzanas, pero ven, ¡por favor!-, dijo con voz rogante.
-Mmmm… no lo sé…-
-¡Por favor! ¡Vendrán todos! Jake, Flama, La Dulce Princesa…-
-Iré-, dijo rápidamente la vampiresa
A Finn le costó procesar lo que había oído, pero finalmente dijo:
-¡Perfecto!-, moviendo sus brazos en el aire.
-Finn, adelántate a la playa. Tengo que ir por Arcoíris y los niños, te veremos allá-
-Ok, yo iré por Flama. ¡Nos vemos allá hermano!-, dijo saliendo de la casa
-¡Flama! ¿Ya estás lista?-
-Sí, en un momento-, dijo la princesa desde dentro de su casa.
Cuando salió, Finn se quedó atónito.
-¿Qué te parece? Nunca había ido a una playa y no tenía trajes de baño, así que le pedí ayuda a la Dulce Princesa al día siguiente que viniste. Dijo que me iba a fabricar ropa especial y lo primero que hizo fue esto-
Flama llevaba un traje de baño de una sola pieza de color naranja oscuro, con una delgada línea de color más claro en la parte superior, dejando solo a la vista sus brazos y sus piernas. Llevaba su cabello sujetado por una banda, pero su cabello seguía volando como el fuego.
Finn no podía creerlo. Jamás había visto chica tan bella. No podía quitarle los ojos de encima. Una extraña sensación se le formó en el estómago. Y entonces recordó aquella plática que tuvo con su hermano, acerca de las relaciones. Entre más avanzaban los escalones, más raro se ponía todo. Y ahora, por alguna razón, los escalones más altos asaltaban su mente.
-¡Hey! ¿Por qué me miras así?-, preguntó Flama, enojada y confundida.
-¿Qué? ¿Eh? ¡No! ¡Yo no! Este…-, un fuerte rubor le cubrió por completo el rostro, -eemm… ¡ya tenemos que irnos! ¡Se nos va a hacer tarde!-, dijo Finn alzando los brazos.
La reacción de Finn le provocó una risilla a la elemental.
-Me encanta cuando te pones nervioso, te vuelves loco… es gracioso-
Finn también rió un poco ante la baja de la tensión. Ofreció su mano hacia su dama, quien la tomó sin vacilación.
-Bien, tenemos que ir primero por Marceline. No te molesta, ¿verdad?-, preguntó el chico
-¿Qué? ¡No, para nada! Marceline es una estupenda chica-
-Marceline, ¿ya estas lista?-, preguntó Flama
-¡Claro chicos! Ya bajo-, gritó Marceline desde el segundo piso.
Y cuando bajo, la historia se volvió a repetir con Finn.
El atuendo de la vampiresa era un poco más revelador que el de Flama. Ella vestía un brassier con diseños puntiagudos en los bordes y cuyas bandas le rodeaban el cuello y la espalda; también llevaba un short de mezclilla. Todo el conjunto era de color purpura. Su largo cabello, negro como la noche, estaba sujetado por una enorme cola de caballo.
Finn se enrojeció, y no solo por ver a Marceline, sino porque al mismo tiempo recordó aquella vez que, por accidente, la había visto desnuda aquella vez que Jake y él se metieron a su casa.
Para Marceline, esta reacción no pasó desapercibida. Así que, queriendo jugar con el chico, se acercó flotando hasta él, hasta quedar cara a cara. Le tomó las mejillas y se las estiro.
-Disimula tu pubertad, muchacho. Tu chica está aquí-, le dijo la vampiresa
Cuando Finn volteó, pudo ver a Flama con los brazos cruzados y el ceño fruncido, y su cabello flotando levemente.
-Tienes suerte de que Marceline sea mi amiga, que si no…-
Marceline solo rió ante el éxito de su broma.
-Ok, ok. Ya me divertí. Finn, ¿trajiste lo que prometiste para que fuera a la playa?-
-¡Oh Grod! ¡Lo olvide! ¿Cómo pude ser tan tonto?-
-Tranquilo, sabía que esto podría suceder, así que prepare mis cosas. ¿Te importa llevarlas?-
-¡No hay problema, Marci-, dijo Finn, cargando una bolsa puesta sobre el sofá y una gran sombrilla.
Marceline se convirtió en un pequeño murciélago y se metió en la mochila que cargaba Finn.
-Lista. Vámonos-
-¡Wow! Es impresionante-, dijo la Princesa Flama, viendo por primera vez en su vida en cuerpo de agua tan grande como ese.
-Sí, es totalmente hermoso-, respondió Finn.
-¡Hey, chicos! Yo también quiero verlo-, dijo la voz desde la bolsa.
-Oh, es cierto. Perdónanos Marceline. Pero, ¿cómo vas a salir?-, preguntó Flama
-Pongan mi toalla en la arena, y después pongan mi sombrilla sobre ella, y dejen la bolsa en la sombra-
Los adolescentes obedecieron. Cuando la bolsa estuvo cubierta del sol, el pequeño murciélago salió de ella y tomo forma humana.
-Sí, creo que esta sombrilla será suficiente para que el sol no me moleste-
Flama se sentó junto a Marceline, mientras Finn se acercó a la costa para admirar el calmado vaivén de las olas, que no era tan brusco como en el océano. De cierta manera, el sonido del agua golpeando la costa tan calmadamente le hacía sentir una gran paz.
-¡Chicos! ¡Ya llegue!-, dijo una dulce y familiar voz desde atrás.
-¡Hola Princesa!-
-¿Qué hay, Bonnie?-
-¡Hey! Prin…-, apunto estaba Finn de voltearse para saludarla, pero se detuvo a pensar un pequeño instante.
Sí la Dulce Princesa también iba a la playa, eso significaba que también vestiría traje de baño. Y su reciente experiencia con los trajes de baño no había sido muy grata, así que decidió evitarse problemas y no volteó, se quedó observando hacia el frente.
-¡Hola Princesa!-, dijo Finn, levantando su mano pero sin voltear.
-Finn, ¿por qué no volteas a saludarme?-, preguntó la soberana de dulce
-Este… yo… es que yo… eemm… estoy… viendo el agua… ¡sí! ¡Viendo el agua! Cómo se mueve y… todas esas cosas…-
La Dulce Princesa puso una cara confusa.
-Finn se está comportando algo raro, ¿no?-
La vampiresa la llamó con su dedo para que se acercara y le susurró:
-Imagínate como se pondría un chico de 15 años viendo a su novia, a una sexy vampiresa y a… ti… en traje de baño, ¿eh?-
-¡Marceline!-, gritó bajamente y le dirigió una mirada enojada, pero después dio un suspiro de resignación ante la sonrisa de la vampiresa, -supongo que tienes razón-
-Acérquense chicas, tengo una idea-, dijo Marceline, reuniendo a las dos princesas.
Finn, por su parte, seguía observando el mar, casi olvidándose por completo del problema con las chicas, hasta que un gritó de tres voces detrás de él lo hizo voltear.
-¡Finn!-
Aunque no quisiera, su instinto de héroe lo hizo dirigir su mirada hacia atrás, solo para encontrarse con las tres chicas sentadas en la arena, dirigiéndole fuertes miradas.
Y fue cuando vio por fin a la Dulce Princesa. Ella (cosa MUY rara) iba más reveladora que las demás. Llevaba un corpiño strapless purpura con bordados rosas y un calzón con el mismo diseño. Su cabello, al igual que las otras dos chicas, estaba sujetado por una cola de caballo.
Finn no podía ponerse más rojo. Las tres chicas, allí frente a él, mirándolo fijamente. Pero lo que le dijeron, lo puso al borde la locura.
-Es muy importante que tomes esto con seriedad, Finn. Tienes una gran responsabilidad-, dijo la Dulce Princesa.
-Así que piénsalo bien. Se honesto y no dudes ni un momento. Y ten presente las posibles consecuencias-, dijo Flama
-¿Quién de nosotras es la más linda?-, preguntó Marceline, con una gran sonrisa en el rostro.
Finn sintió que todo se había detenido por un instante. Lo que fueron segundos le parecieron una eternidad, observando incrédulo a las tres chicas. Su cabeza comenzó a darle vueltas, como cuando giraba demasiado sobre sí mismo.
-Y bien Finn, ¿qué dices?-, preguntó la Dulce Princesa con una sonrisa muy parecida a la Marceline.
-Yo…-, balbuceó Finn saliendo un poco del shock.
Pero antes de que pudiera decir algo más, sintió como algo grande y pesado lo golpeaba por un lado, arrastrándolo hasta caer en la arena varios metros lejos de donde estaba anteriormente.
Uy, pobre Finn. No sale de un problema y ya entró en otro. ¿Qué pasará? Lo averiguaran el siguiente capitulo :D
