¡Hola gente! :p bien esta es mi primer historia de Digimon que hago sobre la faz de fanfiction, para los que no me conocen (creo que es la mayoría U.U) me llamo Belem, aunque mas conocida como belencita2390. Espero q les agrade, claro también si quieren jajaja broma se aceptan críticas; de las buenas (plisssss T.T, Belem es una buena chica) y también amenazas, tomatazos, y blablabla.

ADVERTENCIA: Este fic puede incluir lemmon no se si será explícito o Light será de acuerdo a mí pervertida mente muahaha (inner: Belem es una buena chica ^^. OH cállate ¬¬). Es mimatoo obvio microbioo xD y varias parejas ^^

DISCLAIRMER: Digimon ni sus personajes me pertenecen, sino el final en Digimon 2 hubiera sido diferente xD!!

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Capítulo 1

-SEÑORES PASAJEROS, LES COMUNICAMOS QUE EN BREVES MOMENTOS EL AVIÓN ATERRIZARÁ EN EL AEROPUERTO DE ODAIBA EL CLIMA ES…

-Al fin- murmuró una linda jovencita de ojos miel y cabellos castaños con una bella sonrisa en su rostro.

Bajó del avión presurosa para recoger sus cosas e ir inmediatamente a ver sus amigos ¡Cuánto los había extrañado!, ya podría verlos sonreír cuando la vieran. Bueno más bien se los imaginaba sorprendidos por el cambio que se había hecho. Rió interiormente, si, había cambiado un poco, para lo que había sido hace dos años… Sí había cambiado, se había deshecho de esos mechones rosas, que ha decir verdad ¿cómo es posible que le hayan gustado, estando más pequeña?, bueno cada persona tiene su momento de debilidad, se convenció así misma. Muchas veces su padre le dijo que mejor se veía al natural si tanto chicle en la cabeza, recordaba que ese era el tema de discusión en su familia. Por lo tanto su madre siempre le apoyaba con lo que ella elegía, ya la extrañaba… pero bueno como viene también se va la moda, así que se aburrió de su estilo "chicle" como su padre le decía…

-¿Meems?

Volteó el rostro y se encontró con unos ojos chocolates mirándola asombrado, Sí, esa era la reacción esperada por la castaña. Por otro lado el no había cambiado mucho, los mismos cabellos alborotados de siempre, la sonrisa simpática, eso sí estaba mucho más simpático que la última vez. Se fijó en su retaguardia ¡Diablos! Como se arrepentía de haber terminado con él. Si, aunque entre ellos mismos se dieron cuenta que sólo podían tener una bonita amistad, se amaban sí, pero como un buen par de hermanos.

-¡Cuánto tiempo Taichi!- mencionó con una bella sonrisa

-Woowwwww ¿De verdad eres tú?- mencionó dando una vuelta a la castaña.

-Sip, al menos que un alien me haya raptado y me esté manejando ahorita- vi como me miraba con una perfecta sonrisa delineada en su rostro.

-Si, nadie hace unas bromas así, no siendo tú- me abrazó inesperadamente, yo correspondí al gesto- Te extrañe mucho Meems.

-Obvio que yo también- le sonreí

-Menos mal, pensé que me habías cambiado por un estúpido gringo- habló con un tono de picardía en su voz.

-Ni loca, nadie me hace perder la noción del tiempo, como cuando tú lo hacías…

Vi como se sonrojaba ante lo que le acababa de mencionar, es tan tierno, desde siempre he sabido que esos comentarios lo ponían incómodo, y con lo pervertida que soy (muahaha se parece a Belem… noooo Belem es una chica buena) me encantaba ponerlo en esos apuros.

-jajajaja- el moreno se jactó con la melodiosa carcajada de la castaña- era una broma Tai, es imposible creer que en plenos diecisiete años, con esos comentarios te ponga en apuros una nena de dieciséis.-murmuré con una sonrisa socarrona.

-Es que aún soy muy inocente- rebatió él- que fue corrompido por una niña malcriada como tú.

-¿En serio?-se escuchó un tono de reproche, cambiando a uno de diversión total- No era yo la que metía la mano donde no debía meter.

A su lado iba caminando, un pimientón rojo, lo que solía ser antes un muchacho de diecisiete años. De verdad cómo me encantaba tenerlo en mis manos, aun sabiendo que tenía novia. Si, es una lástima ver como el bombón de mi ex novio había alcanzado una relación seria con una chica. Según lo poco que hablábamos sobre el tema se llama Sora Takenoichi, y más la información que él me depositaba, era una buena chica, trabajadora y amable, que lo trataba muy bien. Eso me agradaba, que lo trataran bien, porque es lo mínimo que se merece mi Tai-chan…de lo contrario ella misma se encargaría de que él o la culpable tuvieran un castigo lento y doloroso…

-Ya bueno, Tai, cambiemos de tema, sino todo el mundo va a pensar que te estás disfrazando de un gran rocotón-

-Después de la humillación pública, eso sin contar lo de rocotón, ¿qué es lo que desea saber la princesa?

-Basta, no me digas así- la castaña hizo una especie de puchero- pero ojo, solo a ti te lo permito- le guiñó el ojo- porque eres mi mejor amigo-terminó peñiscándole los mofletes como si tuviera cinco años.

-Etto… Meems… la gente nos está mirando raro- señaló a una señora que los miraba embobada.

-Sí, lo siento, jejej- sonrió apenada- Bueno ¿Cómo esta Kari-chan?

-Ahh ¿era eso?, imaginé que me ibas a preguntar por Sora

-¿Qué?... ahhh… no, Sora no me preocupa- mintió- Me da gusto que seas feliz con ella…digo como es una buena chica y también…

-¿Tanto es tu deseo por conocerla?- cortó Tai despreocupadamente

Mierda, sí, ¡maldito Tai!, la conocía muy bien. Sabía que en ese momento ella tenía muchas ganas de conocer a su novia, no es que estuviera celosa, no, ella tenía muy en claro lo que sentía por el moreno, sólo lo quería como un amigo, y como buena amiga se preocupaba por lo que podría pasarle al moreno ¿no?, obvio que sí.

En ese momento llegaron hacia la cochera, donde estaba el Ferrari rojo del moreno (inner: sí se tardaron demasiado ¬¬) Él como buen caballero que era depositó suavemente las maletas de la castaña en la parte de atrás de su coche y a ella la situó en el asiento del copiloto, mientras de dirigía una mirada expectante.

-¿Y bien?- le preguntó enarcando una gruesa ceja marrón

-…-Piensa Meems, piensa- Creo que deberías encender el auto y manejarlo, porque los chicos suelen ser unos desesperados con la puntualidad- bien hecho, huíste…

-Bueno, supongo que eso es un sí- dijo pícaramente- tranquila, la conocerás en la reunión que hicimos para recibirte.

-¿Qué? Hicieron una reunión de bienvenida- el moreno asintió- ohhhh q lindo de su parte- murmuró con una hermosa sonrisa- ¡ya quiero verlos!

Mientras que el moreno observaba detenidamente el rostro de la castaña, la veía como hacía gestos de felicidad, al saber que sus amigos la estaban esperando y le demostraban todo el cariño en su pequeña reunión de bienvenida. Aunque claro sabía, que eso para ella tenía un valor más sentimental y lo veía como un gran festejo en su nombre. Encendió el motor de su preciado tesoro y arrancó camino a la casa de Yolei (su nombre era así?? No sé Belem suele ser algo analfabestia xD, te escuché ¬¬)

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En el camino observaba de reojo a su acompañante, y sonrió, todavía no se le quitaba esa tierna sonrisa de su rostro. No cabe duda, detrás de ese exuberante cuerpo aun existía esa niña que una vez le hizo perder la razón. ¿Por qué terminaron? Se preguntaba siempre que tenía la posibilidad, y el mismo se respondía, porque solamente nos queremos como amigos y el amor que nos profesábamos no iba más allá de sólo eso. Él no se arrepentía de haber estado con ella, es más todo el tiempo que estuvo a su lado, lo consideró como el mejor de los tiempos, los más felices de su vida. Pero ahora eso quedaría como un bonito recuerdo, había encontrado a su amor verdadero, Sora Takenoichi, no había hombre más suertudo que él, Sora era todo lo que el buscaba, la mujer que despertaba en el la más profunda pasión y un amor interminable…

¿Pero entonces, por qué dudaba?, no, no era eso, sino era miedo… miedo de perder la mágica amistad que los envolvía a él y a la castaña. La miró de nuevo, vio como ella le sonreía por enésima vez, y el también le devolvió el gesto. No permitiría que eso pasara, esa amistad tan hermosa que logró con la castaña no desaparecería por nada del mundo.

-¿Tai? ¿Te sientes bien?- preguntó la castaña preocupada

-¿Ah?...-salió de su reflexión, se rió internamente desde cuándo el se ponía a reflexionar sobre sus sentimientos, ese papel le corresponde al sabelotodo de Joe, pero ¿él?. El era Taichi Yagami, señor impulsivo-no razonable- Maldito hipotálamo- No, no es nada Meems, sólo pensaba como se iban a cambiar ese nuevo cambio tuyo- le sonrió para tranquilizarla.

-Uhm? ¿Seguro?- algo le decía que no era eso, lo conocía demasiado bien, como él a ella, pero si no le quería comentar, no era asunto suyo meterse- Si tu lo dices Tai…-sonrió, volteando hacia la ventana del copiloto.

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-¡Diablos!

¡Maldición! A este paso nunca van a estar decentes los bocadillos, que preparé. ¿Por qué a mi?, de todas las chicas aquí presentes, ¿Por qué yo fui la única, a la que se les quemaron las galletas tres veces consecutivas? ¡Dios, eres cruel conmigo! ¡Soy la única que sufro en lo que hace! Giró la vista para ver como una castaña de cabello corto colocaba los globos en todas las pulcras paredes de la casa maldición no parecía que sufriera, al contrario, le encantaba poner las malditas bolas de colores. Para no atormentarse decidió mirar hacia otro lado ¡no! Mala idea…Podía observar como dos chicos un pelirrojo y otro de lentes verificaban que la música sonara bien, y por consiguiente sí se divertía. Maldición, era la enésima vez que maldecía en un día.

-Yolei, ¿necesitas ayuda?- preguntó una amable voz

La desdichada muchacha, se giró para ver a su ángel, encontrándose con un par de ojos zafiros que la miraban con bondad. ¡Qué lindo! Pensó enseguida, ¿Pero lo conocía? ¿Y si era así, por qué mier#%$ no sabía su nombre? Digo, ese muchacho era muy apuesto, difícil de olvidar, tal vez Davis lo invitó… y sí lo sabía, entonces ¿Cómo era posible que…

-Escuché cómo Hikari-san te nombraba- le contestó como si hubiera leído mi mente

-Ahh…-murmuré apenas, saliendo de un sueño en el que él y yo íbamos de la mano en un enorme de jardín…

-Disculpa, no me he presentado, mi nombre es Ken Ichichoiji (inner: ¿Así era? Ya mencioné que Belem es un poco analfabestia?)- Ahora, ¿necesitas ayuda?- le preguntó nuevamente- Es que no pude evitar ver, como quemabas las galletas- su voz no sonó a burla, sino que de verdad le ofrecía una sincera ayuda.

Ahí esta de nuevo, otro chico que la creía inútil, ¡Maldición! ¿Por qué la vida era tan injusta con ella? Sí, lo admitía veía de vez en cuando veía imágenes prohibidas (inner: siempre quise escribir esto xD) pero eso era una vez a las quinientas… pero siempre tenía que aparecer alguien o algo que le recordara lo estorbo que podía llegar a ser…

El chico la observó en silencio, por lo que había comentado anteriormente, quizás se pasó un poco con lo que le dijo a esa extraña chica, pero de verdad necesitaba ayuda. Era la tercera vez que veía como esas galletas eran quemadas, y de nuevo por la misma distracción causa. Por lo que podía percibir la chica se distraía con suma facilidad, he ahí el meollo del asunto. Pero por muy extraño que parezca, el quería ayudarla, era cierto que se distraía por cosas sin sentido, pero también le parecía una chica divertida, no como las tontas chicas que se le quedaban viendo como si fuera una rica torta de chocolate. Regresó al mundo de la conciencia, cuando sintió que la atmósfera caía en un azul oscuro…

-Oye, ¿te encuentras bien?- le pregunto amablemente el peliazul- Si quieres te puedo ayudar con las galletas, antes que llegue Tai con su invitada- murmuró con una perfecta sonrisa tendiéndole la mano para llevarla a la cocina.

-¿Ahh?...-basta Yolei demuéstrale que no eres débil- De acuerdo, muchas gracias- cobarde…

Al final se rindió, cogió la mano que Ken le ofrecía amablemente y se dirigieron a la cocina. ¡Que todo sea, por su amiga Meems! Se alentó así misma. Se iba a sacrificar, y de una manera muy buena. (Inner: JA! Pamplinas. Yo no lo vería así xD)

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-Hikari-chan

La castaña de cortos cabellos y ojos café, dejó de poner el último globo en la pared y dirigió su vista hacia una muchacha pelirroja, que la miraba dudosa. Por increíble que pareciera, su hermano al fin había logrado sacarse a Meems de su cabeza, y la había cambiado, por decirlo así, por la chica que tenía al frente suyo. Era muy bonita, no lo negaba, pero no tanto como la pelirosada (N/A: recordemos que todavía pensaban que ella seguía con el chicle en su cabeza xD) la recordaba tan bien, como si hubiera sido ayer el día en que la dejaron en el aeropuerto rumbo a los Estados Unidos, era tan linda, tanto por fuera como por dentro, la quería como su hermana mayor, le contaba todos sus secretos, al igual que la Tachikawua, sobre los chicos que le gustaban, la nueva moda, sus telenovelas favoritas. Sonrió al recordar eso.

-¿Estás bien?- preguntó nuevamente la pelirroja

-Oh… si, estoy muy bien- contestó inmediatamente- ¿querías decirme algo?

-Etto… si, yo…yo quería preguntarte algo- vio como el semblante de sora cambiaba de uno confundido a uno triste- Esa, Mimi, ¿tu hermano la quería mucho no?

-…-dudó en contestar, le sorprendió mucho que le preguntara eso- La quiere mucho- le rebatí, al ver su expresión de suma tristeza le dije- pero a ti te ama, así que no dudes de él.

En la expresión de Sora, se veían un montón de sentimientos encontrados, primero de una profunda tristeza y luego de una gran sorpresa, al escuchar lo último dicho por la hermana menor de Tai. Se alegró mucho al escuchar esas sinceras palabras saliendo de la boca de su ¿cuñada?, sonrió, de verdad que Tai tenía mucha razón al expresarse así de ella, para sus catorce años, era muy madura. Ella muy bien sabía, cuánto era el aprecio de la castaña hacia la ex de su novio, y por esa misma razón la juzgó mal, pensó que después de presentarla oficialmente como su novia, la pequeña hermana la iba a tratar mal, pero eso nunca pasó, se habrá incomodado, no sé, pero nunca lo manifestó, a pesar de la costumbre de estar junto a la ex de Tai, ella seguía tratándola bien. Al final le tomó mucho cariño a la pequeña hermana de su novio. Tanto que podía ver en ella, la hermana que nunca tuvo.

-gracias…

Su respuesta fue una linda sonrisa, por parte de la castaña. La verdad no le importaba que su hermano haya escogido a Sora como novia, le caía muy bien. Lo que de verdad le preocupaba era el posible encuentro de ella con la ex de Tai, Mimi podría ser muy dulce y bondadosa, pero cuando se trataba de su hermano, esa faceta se transformaba, aunque ambos decían las muchas veces que les preguntaban que sólo se querían como amigos, por eso su relación no pasó a más. ¡Eso tendría que verlo!, la más fuerte prueba sería esta tarde. Esperaba que su hermano haya tomado la decisión más correcta.

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-Así que hoy es el día

El pequeño pelirrojo dejó de configurar la computadora, para ver como en unos ojos detrás de esos lentes, se distinguía una luz de ¿esperanza quizás?, tal vez a su amigo le alegraba mucho volver a ver a su vieja amiga de la infancia, y más ahora que se encontraba soltera y sin compromisos. Siempre supo que Joe le tenía algo más que cariño hacia la muchacha, en realidad él era el más perceptivo de todos, excepto de Hikari, que después de él era la mejor intuyendo. Sabía que cuando Mimi estaba de novia con Tai, Joe era el que más había sufrido de los dos, sí, admitía que en algún momento él mismo sintió algo más que estima hacia la Tachikawua, es que era difícil no quererla (inner: yo por experiencia lo sé jajaj, que botada ¬¬) con su dulzura, la ayuda que le brindaba a sus compañeros, hasta sus pucheros le parecían preciosos. En fin, solo esperaba que su amigo ya no sufriera por un amor no correspondido.

-Sip y ¿Qué tienes planeado hacer?- le preguntó a su amigo de lentes

-¿Ah?- salió de su reflexión- No tengo planeado nada…

Izzy enarcó una ceja incrédulo, de verdad era eso, tenía una punzada en el pecho que eso no era lo que realmente pasaba por la mente del peliazul.

-Joe de verdad no creo…-recomendó su amigo

-No te preocupes Izzy, no haré nada que ella no quiera- comentó con una sonrisa que preocupó al pelirrojo- Pero ya no me puedo callar tanto, lo he hecho por mucho tiempo ya…

-Bueno, eso sí- continuó el pequeño- pero tal vez sea solo, no sé un cariño de amigos- ni él mismo se lo creía.

-No, koushiro-murmuró con una mano en el pecho- no creo que sea sólo eso, hasta tú mismo lo sentiste, ¿No recuerdas?

-Sí lo recuerdo, pero con el tiempo lo saqué, porque ella se veía muy feliz con Tai.

-Ajá, pero ahora que ya no están, me da una oportunidad de conquistarla- lo dijo con optimismo- Así que, fuera negatividad, ¡Voy a conquistarla!

Izzy se quedó anonadado con la expresión de felicidad en su amigo, sonrió en sus adentros, le recordaba un poco a Tai, el que siempre había demostrado ese valor en todo momento, incluso fue él el que les inculcó a todos ellos esa tan importante virtud. Recordó también que él mismo, ayudó en la tarea de conquistar a Tachikawua y no se arrepintió porque la veía muy feliz en los brazos del castaño. Entonces ¿Por qué no ayudar también a Joe?

-Te deseo mucha suerte amigo- le dijo palmeándolo suavemente en la espalda- yo te ayudaré en lo que pueda.

-Muchas gracias, Kou- le sonrió en forma de agradecimiento.

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-¡Ya llegué gente!

Enseguida, vemos como toda la gente corría presurosamente al encuentro de la voz, que los había sacado de sus tareas rutinarias. Una muchacha de cabello violeta con anteojos, al ver quien era y reconocerlo, le propinó un fuerte golpe en la cabeza, que si no fuera porque un niño lo cogió, el misterioso personaje se habría ido directo al hospital en estado comatoso (inner: pobre muahahah)

-¡Me asustaste, Davis!- murmuró una colérica Yolei al verlo entrar a la casa

-Auch…-sobándose el gran chichón formado en su alborotado cabello, cambiando su estado de penuria a uno de gran enfado- ¿Se puede saber, por qué dientres has osado al golpear al gran Davis Motomiya?

-¿Pero qué dices?, si sólo te he golpeado a ti, animal…-murmuró con sarcasmo

-¿Cómo te atreves…

Los demás chicos, que habían dejado sus quehaceres presenciaban la escena con cierta pena hacia el joven de marrones cabellos, que respondía al nombre de Davis, como era golpeado por cierta pelimorada, por solo haber entrado a la casa inesperadamente (inner: se preguntaran si la casa tiene cerrojo ^^)

-Basta los dos- cortó una voz que sonaba amenazadoramente

Todos fijaron la vista en el pequeño muchacho de ojos verdes, que sostenía al casi inconciente Davis, que al ver la cara de enfado que poseía el infante se levantó como si fuera un resorte.

-jeje… gomen Cody- se disculpó un avergonzado Davis

-…-no decía nada, solo posaba sus ojos en Davis y de ahí se dirigía a un Yolei, que lo miraba entre asombrada y miedosa- No te preocupes, sólo dejen de pelear que parecen unos niños y me dan jaqueca.-sentenció

Los muchachos que habían presenciado esta escena (inner: de escena en escena nomás paro ^^) se quedaron boquiabiertos, al ver como el pequeño del grupo había mandado a la mismísima, a dos chicos mayores que él, de unas palabras lo bastante ¿sutiles? En fin, sabían con quien no debían meterse. A pesar de su corta edad el joven Hida (inner: ¿Así era? Pido ayuda respecto a los apellidos de cada uno T.T) mantenía un carácter fuerte frente a cualquier adulto, quizás por eso lo tenían con ellos, él se portaba de una manera imparcial con todos y quizás era el que los mantenía limitados (inner: muahaha como io :P).

-En fin, el caso, es que ya conseguimos las bebidas- continuó con su seria voz el pequeño del grupo.

-Muchas gracias, Cody-kun- dijeron todos al unísono, no se sabe si es respeto o miedo.

-Pero parece que todavía no llegan- murmuró Davis- ¿seguros que no se han quedado en un lugar antes de venir?-lo dijo medio picarón

-…-

Lo único que se escuchó fue un fuerte alarido por parte del individuo que solía llamarse Davis Motomiya que en paz descanse. Cortesía de Yolei Inoe y sumándose a la diversión por presentación estelar Hikari Yagami.

-Baka…-murmuró molesta

¿Es que era tan estúpido, al no darse cuenta que no eran esas las palabras adecuadas en ese momento? La pobre de Sora tenía el corazón en la mano, pensando en las palabras anteriormente dichas por el moreno.

-Es mejor, que cada uno vuelva a hacer sus quehaceres- murmuró Izzy razonablemente, como siempre- Sora-san- ella volteó la vista hacia él- No le hagas caso, Davis es un idiota de nacimiento- le sonrió y ella le devolvió el gesto.

-Bien chicos, a mover esos traseros, que ellos pueden llegar en cualquier momento- gritó eufórica Yolei, a su ¿ejército?, dejando a un Ken sonriendo.

De verdad que ésta chica es extraña, pero me agrada. Con este pensamiento Ken se metió a la cocina para seguir con las galletas que hace media hora atrás eran un caso perdido, pero gracias a sus buenas dotes de chef logró salvarlas, ganándose la admiración de cierta pelimorada, claro, pero él no lo sabía.

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-¿Falta mucho?

Tai volteó a mirar a su amiga que lo miraba con carita de cordero degollado. Le daba gracia y ternura verla así con esos ojitos brillando y esos labios curvados hacia abajo como rogándole. Si, ya no la veía como mujer, sólo como una buena amiga…

-Ya llegamos, es que la nueva casa de Yolei queda bastante lejos del aeropuerto- le sonrió tranquilizándola.

-Ahhh… entonces no te distraigo más, querido chofer- murmuró como cuando una niña recibe gustosa su caramelo.

Seguía conduciendo, cuando vio que de verdad faltaba poco para llegar.

-Mira, Meems, doblamos esa esquina y llegamos

Ella dirigió sus hermosos ojos color miel hacia donde la guiaba el moreno y sonrió, si podía ver como unos dos chicos entraban cargados de bebida a una casa. Si su memoria no le fallaba creyó ver al clon de Tai y al pequeño Cody entrar por ahí.

-Ufff, menos mal, ya se me estaba borrando la raya- dijo con una sonrisa en su rostro

-jajajaj, que ocurrente eres a veces Meems- susurró Tai

De pronto sintió como su corazón latía apresuradamente al encontrarse al pie de la casa de su mejor amiga, que a pesar de ser menor que ella, logró encariñarse mucho, para considerarla como tal exceptuando claro a su hermanita kari, también tenía muchas ganas de verla. Sintió como muchas preguntas se formaban en su mente… ¿Me habrán extrañado? ¿Se acordarán de mí? ¿Cuánto habrán crecido? Al parecer mi moreno amigo lo notó porque me miró y tomo mis manos con delicadeza en el auto.

-En verdad, creo que te han extrañado tanto como yo, mi pequeña Meems- susurró sonriente.

Sí, de verdad ya no sentía nada por él que no sea solo amistad, en cualquier otro momento me hubiera sonrojado por tal acto, pero eso en ningún momento sucedió, por lo que sentí una enorme paz en mi interior al poder descifrar mis sentimientos hacia mi mejor amigo.

-Gracias de nuevo Tai-

-Bien, pero ahora hay que entrar sino, podemos recibir unos buenos golpes por falta de consideración- atajó bromista

-Ajá.

Tai, salió del auto y de pronto abrió la puerta del asiento del copiloto, tendiéndole la mano a su hermosa acompañante.

-Bienvenida a su hogar, Princesa.

Mis ojos brillaron, al ver la poca distancia hacia la casa de Yolei, ya quería llegar, tocar la puerta y abrazar al primero que me abriera, ¡Oh Dios! Los había extrañado tanto, que quería tenerlos como si fueran mis más preciados tesoros, ponerlos en mi cama para ya nunca más dejarlos irse.

Vi como Tai me guiaba hacia la puerta de la casa y sus manos tocaron, delicadamente el timbre, ahí fue cuando mis nervios salieron a flor de piel, pero gracias al apoyo que tenía de mi morocho lindo en ese momento me mantuve en pie…

Pasaron segundo que a mi se me hicieron eternos cuando escuché la puerta abrirse.

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-¿Quién es…?

La respuesta quedó en la nada, cuando ajustó sus anteojos para ver mejor a la persona que se encontraba del otro lado de la puerta, y sus manos comenzaron a temblar de emoción ya que al observarla vio que seguía con los mismos lindos ojos miel de siempre, la sonrisa más bella, los cabellos castaños,…¿Los cabellos castaños? ¡Un momento! Los recordaba rosados no castaños, ¿Pero qué….? A ella le gustaba su cabello rosa, aunque viéndola bien no se veía mal con el cabello castaño, mentía si decía que le quedaba feo, así se pusiera un sombrero de paja seguiría viéndose hermosa y…

-Yolei, nos vas a dejar parados aquí ¿en pie de tu casa?- pregunto la ojimiel en un tono inocente.

-¿Ah?...-salió de su ensoñación- MEEEEEEEEEMSSSSSSSSSS-gritó eufórica, mientras corría a abrazar a una confundida castaña por el cambio de actitud- ¡Cuánto te extrañé!

-¡Yo también los extrañé!- mencionó con una pequeñas lágrimas de sus ojos.

Las dos amigas se soltaron, y se miraron a los ojos, ¡Cuánto tiempo que no se veían! Tantos sentimientos juntos encontrados y…

-! Ey! yo también quiero un abrazo- mencionó un divertido Tai, que lo habían olvidado.

-Para eso está Sora-san, sempai- mencionó un moreno acercándose a saludar a la castaña- Me da gusto verte de nuevo Mimi-chan

Ella le sonrió de igual manera, saludo de igual manera a Izzy y a Joe sus otros mejores amigos, al pequeño Cody, que seguía siendo tan respetuoso como siempre. Pero le faltaban tres personas, de las cuales conocía a una de ellas.

-¡Kari-chan!- saludó efusivamente a una esbelta castaña que recibía el saludo feliz- one-channn te extrañé muchooooo, tenemos que ponernos al día eh!- le dijo guiñándole un ojo, mientras que la castaña asentía y lo recibía con un pequeño sonrojo.

-Meems, te quiero presentar a alguien…-oh no, sintió como su amigo la jalaba hacia un… ¿muchacho de ojos y cabello azul? Muy simpático por cierto- él es Ken Ichichoiji, es del mismo salón que Davis, y el mejor delantero de soccer del mismo- murmuró orgulloso, como si fuera su hijo.

-Es un placer Tachikawua-san- mencionó educadamente con una reverencia

-Ohhh no Ken-kun, dime solo Mimi o Meems, me haces sentir demasiado vieja- murmuró sonriente, a lo que el chico se sonrojó- sin ofender superior Joe- éste le sonrió

-Bueno, hay otra personita que quiero presentarte…-dijo un nervioso Tai

Y llegó el momento que todos esperaban, ¡Maldición!, no podía ser mañana, aunque de verdad no quiero esperar más, quiero conocerla, y más que nada quiero ser su amiga, tal vez se sentiría mal que su novio llegara con su ex, yo me sentiría así, por eso la voy a hacer sentir que nuestros sentimientos no pasan de una linda amistad, y así ella se pueda sentir cómoda en nuestro ambiente… ¿o no?

-Ella es mi novia, Sora Takenouchi- murmuró al fin Taichi

-Un placer Mimi-san, taichi me ha hablado mucho de ti- murmuró apenada la pelirroja

Se formó un ambiente de tensión que fácilmente podría haber sido cortado con un cuchillo, todos estaban al acecho de la respuesta que podría dar, algunos decían, la va a mirar feo y voltear la cara, otros en cambio que la conocían muy bien dijeron lo siguiente.

-El placer es mío Sora-chan- le sonreí, y no era una sonrisa falsa sino era una de las tantas que les daba a mis amigos verdaderos- Solo dime Mimi o Meems, onegai.

-Claro, Mimi-chan-sonrió también

Todos los espectadores suspiraron de alivio, lo que antes predecían que se iba a desarrollar una batalla campal por cierto morocho, se convirtió en el comienzo de una linda amistad.

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-¿A dónde vas tan arreglado T.k.?

El rubio dio media vuelta, hacia su hermano que lo veía con una ceja levantada en su perfecto rostro. Sería bueno preguntarle, si quería asistir a esa reunión, pero ¿no se aburriría?, lo conocía demasiado bien, y seguro se iba a aburrir, esas no eran las fiestas que acostumbraba a ir su hermano, pero por otro lado, no perdería nada con preguntarle ¿no? Digo, porque se había tomado la molestia de viajar desde New York, sólo para ver a su pequeño hermano menor. No lo dudó más y le preguntó.

-¿Te gustaría ir a una pequeña reunión?- preguntó cruzando los dedos para que lo acompañara y así no se sintiera culpable de haberlo dejado solo.

-¿Pequeña reunión?- en su rostro denotó un poco de duda- ¿Desde cuando tu vas a reuniones, T.k.?

-Desde hoy, pero bueno ¿quieres venir?- rogó su hermanito

-Uhmm y reunión de qué o para qué motivo- preguntaba sin cesar el mayor

-¿Esto es un interrogatorio?- sonrió T.k.

-Bueno…-el rubio mayor desapareció de la sala dirigiéndose a la cocina, donde cogió una provocativa manzana- tú comenzaste- le recordó, mordiendo un pedazo de manzana

-…-a veces lo exasperaba, pero en fin si quería que vaya tenia que contestarle ¿no?- Es que mi amiga Hikari me invitó a una fiesta de bienvenida que le iba a organizar a una vieja amiga suya sólo eso, bien ¿quieres venir?-volvió a preguntar

- Con que Hikari ¿ne?- preguntó picarón su hermano- Por lo que veo, no perdiste el tiempo T.K.-sonrió, le encantaba ver a su hermano sonrojado y en apuros.

-Es solo una amiga, Matt- ¿Matt? Diablos si se había molestado- ¿Vienes?

-…-lo pensó, que haría ahí, un montón de mocosos, las chicas afanándolo, se sentiría como un rompecunas bailando con una amiga de su hermano- No me parece interesante, pero gracias T.k, aunque no me has terminado de contar sobre Kari-chan- siguió con ese timbre de diversión.

-Matt, ya te dije que me invitó a la fiesta de su amiga Mimi, sólo como amigos no como algo más…-mencionó en un vano intento de no ponerse colorado-Es más yo…

-Dijiste ¿Mimi?-lo cortó su hermano- ¿Mimi qué?

-¿Ah?... no lo sé creo que Tachikawua- era de Estados Unidos, pero vino no sé…

Pero su hermano mayor ya no lo escuchaba, Bingo, ¿Con que la princesita está aquí? ¿Eh?, parece que su estadía en Japón iba a ser mucho más divertida de lo que imaginaba, si la muchacha estaba aquí, sus días de aburriendo habían terminado. Sonrió de una manera socarrona y sensual (inner: kyaaa me derrito).

-T.k. vamos, te llevo en mi carro- ofreció el apuesto rubio

-¿Qué? ¿Vas a ir?-preguntó sorprendido su hermano

-Sip, no puedo dejar mi hermanito solo, divertirse, sin mí- dijo socarronamente

-¿Pero… no que no te parecía interesante?- volvió a preguntar el menor

-Digamos… que se volvió interesante- formó una sonrisa arrogante en su sien.

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¿Y bien? ¿Les gustó? Espero que sí, hasta ahí llega el primer capítulo de su telenovela favorita jajajaj bueno, denle una oportunidad, (Belem es una buena chica…) bien sale a flote mi personalidad psicótica xD.

Sin más que decir, solo esperar que mi fic les agrade (he puesto un montón de velas misioneras U.U) espero ansiosa sus reviews :P (xq Belem es una chica buena ^^, ya cállate ¬¬, por cierto ni creas que se me olvidó lo de analfabestia…inner: no jejej era una broma, ejej belencita baja esa escopeta, sólo bromeaba T.T boom) De pronto no se ve a nadie en una habitación y solo se escucha una macabra risa sonar.

Con reviews llenos, corazón contento ^^.