Queridos lectores:

Antes ya había mencionado (en post's de DeviantArt y FB) que escribía un fanfic de la Reina Helada por Marshall Lee. Y aquí esta la historia prometida. Debo recalcar como en cada uno de mis fics que los personajes no son míos sino de su creador (Pendlenton Ward) y sus colaboradores (En este caso primordialmente a Natasha Allegri).

Dejando esto en claro, os espero sean deleitados con mis escritos

Los reyes olvidados

Capitulo 1. El sueño.

Caminando entre los pasillos de un hospital olvidado; un hombre flotaba hacia el último consultorio situado en el último piso:

-¿Doctor?- se acerco a la puerta

-Oh Marshall, bienvenido- él estaba sentado detrás de un escritorio -¿Listo para recordar mas?-

-No lo se...- El se cruzó de brazos y con un gesto preocupado

-Tú puedes ser eterno, pero yo no- él se levantó y se sentó en la silla a un lado del diván

-Supongo tienes razón- flotó al diván -Además quiero que todo cuanto sienta por Fionna, no se vea interrumpido en el futuro- dejó de utilizar sus poderes de vampiro y se recostó finalmente, apoyando su cuerpo, cerró los ojos e hizo una larga respiración -Pero me da miedo que he vuelto a soñar con ella-

-¿Ella?- revisó sus notas -Tu madre o...-

-Simone- interrumpió

-Entiendo- él se acomodó en la silla y se retiro los lentes para limpiarlos -Entonces comienza a decirme ¿Que ocurría en el sueño?- miraba a su paciente con el gesto serio

-Pues...- hizo una pausa y sus manos comenzaron a tensarse- Eran nuestros recuerdos:


El mundo había sido atormentado por una guerra que hizo que mi madre se alejará de mi cuando tenia 4 años, fue en ese instante cuando comencé a vagar sin rumo intentando buscarle con desesperación, entonces mientras viajaba en las afueras del pueblo donde nací, tenia miedo de las criaturas mutadas que salían de entre los escombros, como algunos comían los cuerpos de gente muerte, y entonces constantemente lloraba al anochecer.

Quería realmente encontrar a alguien que pudiera ayudarme, entonces fue cuando le conocí: Una mujer que realmente aunque su piel era mutada de un color azul, me mostró compasión, ternura y bondad. Los primeros 100 años de mi vida, eran realmente llenos de juegos y risas, las noches la pasábamos cantando e imaginando que éramos los reyes de aquel mundo consumido por la destrucción.

Los siguientes 100 años, mi cuerpo comenzaba a presentar cambios los cuales en su momento Simone apenas podía notar. Pues los efectos de la corona la hacia por instantes olvidar mi nombre, incluso a veces ella tenia sueños en los cuales ella recordaba a su amado "príncipe imposible".

Entonces como comenzaba a perder su memoria, ella ideó que lo mejor era separarnos, y durante largas noches yo la extrañaba con todo mi corazón…

Al pasar los años, di con el paradero de mi madre en la Nocheosfera, un mundo de pesadilla, pestes y podredumbre, simplemente recordar ese lugar me asqueo tanto. Y fue tanto mi desespere que escapé nuevamente…

Entonces la tierra nuevamente había cambiado, se había vuelto a recubrir de vegetación y nuevas criaturas; al igual que los nuevos seres mutados habían encontrado cierta paz y comenzaban a crecer sus nuevas sociedades. Entonces entre ese nuevo viaje la reencontré.

Se hallaba en las montañas, solitaria y con ese ceño nostálgico tan característico de ella, la primera vez que me acerqué me desconoció totalmente:

-Simone, soy yo Marshall Lee- intentaba alcanzarla

-¡Por favor aléjate, no deseo hacerte daño!- ella huía como si supiera que hubiese hecho algo malo, y cuando le atrapé la primera vez, ella estaba aterrada –No, por favor, no- entonces me alejé

-Simone, mírame, soy yo tu pequeño Marshall- entonces de una extraña forma congelo mi cuerpo y volvió a escapar de mi. Ese fue nuestro primer reencuentro. Y volvía cada noche solo para contemplarle; fue en ese momento que comenzó a nacer ese extraño sentimiento por ella, que me hacia sentir como si me faltaba el aliento y me la pasaba pensando todo el día en ella…

Contiuara...