Disclaimer: Shingeki no Kyojin no me pertenece, su autor es Hajime Isayama.
ADVERTENCIA: No shota, no.
Dedicado a: nasha . melnyk quien me pasó mucha inspiración.
Armin vio como su amigo tomaba de la camisa a otro joven y le soltaba un golpe en la cara, insatisfecho con su trabajo, volvió a levantar su puño pero esta vez fue detenido por su amiga Mikasa.
—Eren, déjalo ya.
—¿Qué? ¡Déjame, Mikasa! Aun no acabo con él.
—Tu mamá está enojada —eso frase hizo que Eren se tensará y soltará la camisa de su presa.
El joven muchacho en cuanto se vio libre corrió lejos del lugar.
Eren chasqueó la lengua irritado y masculló insultos e impropios hacia el cobarde ese. Entonces se volteo hacia Armin a quien miró con molestia.
—¡No dejes que te maltraten!
—Lo siento, Eren —bajó el rostro avergonzado. Sus amigos siempre le estaban protegiendo, siendo él incapaz de hacerlo—. Pero sabes que no tengo la fuerza.
—Pero si las capacidades, eres mucho más inteligente. Apáñatelas.
—Lo siento —murmuró. Vio como Mikasa negaba viendo al castaño—. Tengo que irme, gracias.
—Nos vemos mañana en la escuela, Armin —se despidió Mikasa y Eren sólo movió la mano.
Se acomodó la mochila sobre sus hombros y se fue a pasos apresurados. De nueva cuenta había sido acosado por alguien, al parecer era victima del llamado "bullying". Se siente terriblemente mal por ello, no hace más que escudarse con sus amigos quien le defienden en todo momento. Pero está consiente de que no todo el tiempo ellos estarán ahí, es por eso que ira a la biblioteca para aprender sobre defensa personal.
Es como dijo Eren, era inteligente. Y al no tener la fuerza que necesita, si tiene los medios.
La defensa personal no necesariamente es de fuerza, es de trucos, equilibrio y saber donde defender.
Llegó saludando a la becaria, la conoce ya que suele ir seguido a la biblioteca por mera diversión.
Ah, esa es una de las razones por las que es "acosado".
Le preguntó sobre los libros que necesitaba y ella le señaló la sección donde podría encontrarlos.
Armin le sonrió a la mujer y con pasos lentos se acercó a los estantes, tratando sin éxito de alcanzar el libro.
Entonces una mano lo tomó por él y se lo entregó.
Agradecido, levantó la mirada encontrándose con uso ojos azules similares a los suyos, un rostro serio, de tez blanca y cabello rubio.
—Gracias.
El hombre cabeceó de forma afirmativa y luego prosiguió a tomar su propio libro alejándose al tenerlo en la mano.
Curioso, Armin se acercó para ver de cerca la sección de donde sacó el objeto. "Hipnosis", decía aquel cartel.
Con el libro ya en sus manos, fue a una mesa para poder leerlo. Vio de reojo al hombre que le ayudó en el otro extremo de la biblioteca y sonrió al ver lo concentrado que estaba en la lectura. Así que él hizo lo mismo.
Y así prácticamente fueron sus siguientes días.
Al salir de la escuela corría a la biblioteca para seguir leyendo sobre defensa personal y el mismo rubio le ayudaba a bajar los libros que no alcanzaba, después cada quien se iba por su lado.
Al llegar el fin de semana, fue a la misma hora de siempre pero con la ligera diferencia de que ahora se encontraba con un obstáculo en su camino. O más bien dos.
—Ya no te hemos visto, niñita. ¿Te escondes de nosotros? —le molestó un joven moreno mientras le empujaba—. Contesta.
—No, no —se apresuró a decir mientras los chicos le acorralaban.
—La niñita tiene miedo —se burló el otro joven.
—Hey, ustedes —una voz grave les interrumpió e hizo que los acosadores voltearan—. ¿Qué creen que hacen?
Los muchachos vieron a un hombre rubio mucho más alto que ellos y no tuvieron más remedio que mentir.
—Hablamos con nuestro amigo, ¿cierto? —dijo uno de ellos mientras tomaba por los hombros al pequeño rubio.
—Si, si. No tenga cuidado, señor —habló el otro haciendo lo mismo.
—Ah —el hombre miró los grandes ojos del otro rubio que denotaban miedo—. Pues hablen en otra ocasión, mi hermano tiene cosas que hacer.
—¿H—hermano? —susurró con miedo el moreno. Acto seguido los dos jóvenes se alejaron del más bajo—. Si, nos vemos.
Y corrieron por la acera dando vuelta en la esquina.
—¿Por qué mintió?
—En momentos como este deberías hacer la práctica de lo que lees.
—Y-yo —Armin se sonrojó al verse descubierto—. No es tan fácil.
—Lo sé —el rubio miró al mayor sorprendido. Por lo regular, una persona le diría que lo intente, pero ese hombre simplemente le dio la razón—. ¿Vas a la biblioteca?
—S-si, señor.
—¿Señor? —Negó varias veces con la cabeza—. Dime Erwin. No soy tan grande como crees.
—E-es que… —tartamudeó al comprender su error.
—Si, sé que me veo algo mayor —le dijo como si todos los días pasara por el mismo problema—. Bueno, vamos.
—Armin —el rubio mayor le miró contrariado para luego sonreír comprendiendo.
—Mucho gusto, Armin. A tu próximo problema, sólo enfréntalo.
—¡Si! —exclamó contento al saberse comprendido por alguien.
Cuando llegaron a la biblioteca, esta vez Erwin se sentó junto a Armin.
Arlert, curioso por naturaleza, no aguanto las ganas por preguntar a que se debía su interés por la hipnosis. A fin de cuentas, el hombre sabía su razón.
—Es para un amigo.
—¿Problemas con el sueño?
—No, problemas con el autocontrol. Es un busca pleitos.
—Oh, entiendo —Y vaya que lo entiende, cuando Eren no esta defendiéndole esta golpeándose con cualquiera que le provoque un poco—. ¿Y cómo va?
—Estamos en las mismas, no lo he llevado a práctica —contestó mientras seguía leyendo.
—¿Y no sería mejor hablarlo? —Erwin bajo el libro que sostenía en alto para poder leer, y miró fijamente a su interlocutor.
Arlert desvió la mirada, preguntándose si había hecho algo malo.
—Eres un niño muy preguntón —dijo entonces y volvió a su lectura.
—¿Tiene algo de malo? —Frunció el ceño por la palabra "niño". Si no quería contarle le pudo haber dicho. — Tengo quince, técnicamente soy un adolescente.
—Disculpa, no quise referirme a ti como un niño —volvió a bajar la vista de su libro pero esta vez no miró a Armin, sino que suspiró viendo fijamente un punto—, y por tu pregunta. No, al tratar de razonar con él, me vería forzosamente arrastrado a una pelea sin sentido, la cual ganaría y, por ende, el orgullo de mi amigo se vería dañado buscando así venganza.
El pequeño rubio parpadeo confuso por la explicación, la persona sentada a su lado parecía abrumado por la forma de ser de su amigo y trataba de ayudarle a su manera.
Armin, siendo una persona objetiva, cree que lo mejor sería dejar que su etapa pase. Pero si es amigo de Erwin, es probable que sea una persona adulta con conflictos emocionales.
Algo así como Eren, pero en grande.
Asintió ante la respuesta a su pregunta, no queriendo parecer grosero. A pesar de su contestación inicial, amablemente el hombre le dijo todo lo que pensaba respecto al tema.
La becaría entonces les calló por hablar alto. Armin escondió el rostro tras su libro y no volvió a hablar por un rato.
Pero cada cierto tiempo, se dedicaba a observar el rostro del mayor, encontrando así una extraña fascinación.
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NOTAS CURIOSAS:
¿Alguien se dejo llevar por el resumen? No puedo con el drama y el angst, no. Lo mío es el romance extraño, humor involuntario y eso. Así que ningún Armin sufrirá en esta creación, no mucho (?).
Ah, bueno. Tenía varias ideas sobre esta pareja y como no me aguante las ganas lo hice (?) Estoy también en un Erwin x Eren, tengo un severo trauma y amor por ese rubio comandante.
Ya tengo muchas cosas que actualizar, no sé porque soy así...
