Ni once upon a time ni sus personajes me pertenecen, esta historia es publicada solo con fines de diversión para quien lo escribe y para quien lo lee.

XXX-XXX-XXX-XXX

Capitulo 1

Cuando Regina entro a la tienda de Gold y vio todos esos pares de ojos posarse en ella al contrario de lo que muchos creerían se sintió intimidada. Después de auto convencerse de que ella estaba allí por petición oficial de la "Reina" alzo la barbilla en actitud petulante.

-¿llego tarde a la fiesta queridos?— pregunto con una sonrisa irónica mientras se sentaba en el único asiento disponible, para su desgracia a la derecha de Emma Swan, y a la izquierda su querida Snow. – y bien. ¿de qué se trata?-

-de ti como siempre Regina, siempre tienes algo que ver con nuestras desgracias. —reprocho David saltando de su asiento exasperado, acercándose amenazador hacia la alcaldesa que solo alzo la ceja. Snow levanto la mano para que se detuviera.

Regina no entendía de qué demonios estaba hablando David, que ella supiera sus ansias de sangre y venganza se habían acabado, y ella no había maquinado algún plan para acabar con los charming…aun. Además estaba aquel misterioso mensaje que había recibido en la mañana haciéndola salir de su propio encierro. En el que decían que la "princesa" Emma estaba en peligro y que se tenían que reunir en la tienda de Gold esta tarde. Regina no iba a ir obvio, pero el solo pensar que si Emma estaba en peligro también lo podría estar Henry la hizo pararse de la cama de inmediato y convencerse para acudir a la reunión.

-David por favor, esta vez ella no tiene nada que ver—soltó mary Margaret en tono conciliador. Su marido gruño.

-pero es siempre ella, o su familia, si no es Regina es Cora, si no es Cora es su "Hermanita"—

Regina alzo una ceja entendiendo por donde iba todo el asunto.

-en lo que a mí respecta esa bastarda abandonada no es mi hermana, así que me puedes desligar de todo este asunto y reclamarle al caballero dueño del local el por qué su hija quiere matar a la tuya—

Regina iba a soltar un venenoso "que para ser exactos fue otra bastarda abandonada" pero al ver la expresión de dolor en Emma se tuvo que morder la lengua, era evidente que la sheriff sabia pillar un aguijonazo.

-yo no sabía que tu madre nos había ocultado la existencia de tu hermana—soltó Gold mirando con cierto cuidado a belle, era la que menos bien había tomado la noticia.

- TU HIJA, querrás decir—contesto Regina con petulancia.

-señores por favor, creo que lo mejor será discutir el por qué estamos aquí— corto Tinker la discusión. Durante unos segundos en aquel recinto se respiro un ambiente pesado, todos mirando a todos, como pensando a quien echarle ahora el muerto.

-no es necesario todo esto, se cuidarme sola—refunfuño Emma cruzándose de brazos. En actitud defensiva.

-claro que no, la hermana de Reg…. Elphaba es una mujer muy peligrosa, Regina es un dulce comparado con ella—grito Mary Margaret escandalizada—te mataría sin contemplaciones.—

-tu madre tiene razón—suspiro Regina enfadada con el comparativo.—y aunque yo siempre he sido más que generosa con ustedes, la hija de Rumpelstiltskin no. Si está pensando en matarte Swan, créeme, te aplastara como a una cucaracha—

- y entonces que sugieren—

- un matrimonio—soltó Gold tranquilamente. Después de unos segundos de silencio Emma soltó una carcajada nerviosa.

- ah, qué buena broma.—

-Emma….no es ninguna broma—dijo belle posando una mano en su hombro en actitud maternal. – un matrimonio es la mejor manera de protegerte.-

- ¿de qué demonios están hablando?—Emma alzo la voz mirando con incredulidad a sus padres, Regina se pregunto ahora sí, que demonios hacia ahí. Estaba a punto de retirarse cuando la voz del oscuro capto su atención.

-cuando dos personas se casan pueden unir sus núcleos de tal manera que se fortalecen y la magia dentro de ellas crece, es lo que le llamamos "unión mágica" se establecen ciertas conexiones entre la pareja, y la magia de uno protege al otro. Y viceversa. Sin mencionar que a medida que avanza el tiempo la magia dentro de ellos se hace mas fuerte.—

Regina se rio con sorna, haciendo que todos se giraran hacia ella.

-para eso necesitarías que las dos personas tengan magia, y ninguno de estos…ejemplares—dijo señalando a Hook y a Neal mirándolos divertida—la tiene, no creo que las monjas quieran faltar a sus votos y dudo mucho que tú quieras dejar a tu noviecita de oro, así que dime con quién demonios pretenden casar a Emma por que así como lo veo yo soy la uni…- de repente una voz dentro de la cabeza de Regina la obligo a callarse su discurso y a tragarse sus palabras al darse cuenta por fin, porque había sido invitada a esa junta-…NO—soltó inapelable.

-Regina te lo suplico —empezó Mary Margaret

-NO, CLARO QUE NO….—

-¿tu no qué?—pregunto Emma dándose cuenta también del rumbo que estaban tomando las cosas.

-no pienso casarme con ella— Regina señalo a Emma viéndola con asco. –antes me iría con el demonio a purgar mi condena en el infierno que pagarla con…con …con ella.—

-eso es imposible—soltó Emma levantándose de la silla bastante alarmada.

-no Emma, como Regina acaba de decir necesitas una pareja que posea magia y en este caso la única persona con magia aquí aparte de Gold es ella— confirmo Mary Margaret.

-sin mencionar que viene de una estirpe mágica excepcional, con ella sus poderes aumentaran a niveles nunca vistos, y ella te puede enseñar magia defensiva que te puede ayudar de forma muy practica— soltó Gold.

-y Regina con sus núcleos unidos tú podrías detectar cualquier amenaza hacia Emma, además Elphaba se lo pensaría dos veces en atacar a la mujer de su hermana y uh…. —Tinker se vio obligada a callarse cuando Regina le soltó una mirada endurecida.

- puede que no te lleves bien con Regina, pero Emma lo pueden superar, harían una bonita pareja, y se ve que tienen más en común de lo que parece, además Henry estaría encantado- opino Ariel.

-¡pero es una mujer!—grito Emma señalando a Regina no con asco como la alcaldesa pero si con incredulidad.

Todos los presentes se encontraron bastante descolocados con el reclamo de Emma, Gold parpadeo sin entender el problema.

-en el mundo del que venimos la unión entre dos personas mágicas es algo bendito al ser tan pocas las personas que la posemos, es por eso que no importa el género de la pareja—respondió Regina sin mirar a la sheriff. –Eso es solo un complejo de tu mundo—

-no me casare contigo Regina—

-somos dos—

-pero…Emma puede morir—declaro David –tu hermana la mataría—

-y lo siento en el alma, de verdad, pero no puedo hacer nada. Es la ley de la vida—dijo Regina.

- piensa que estas dejando a Henry sin su madre—contesto Gold impasible. Regina estaba a punto de gritarle que ella era la madre de Henry pero no tenía caso, sería volver al círculo vicioso de antes. Solo resoplo.

-ya dije que lo siento, y no te preocupes Swan, prometo acompañar a Henry al cementerio el día de tu cumpleaños, navidad y día de la madre.—

-yo me ofrezco voluntaria, no tengo magia pero mi poder de lobo está al servicio de la princesa, no…. de la hija de mi mejor amiga—

-¿estas segura rubí?— la camarera asintió con una sonrisa y a Regina no le paso desapercibido la forma en que red miraba a Emma, prácticamente devorándola con la mirada.

-yo protegeré a Emma con mi vida—

Regina puso los ojos en blanco, claro que esa mujer no haría las cosas de gratis, si la iba a proteger Emma le tendría que pagar con mucho cuerpo durante las noches, eso sin mencionar cuando entrara la luna llena y se pusiera más salvaje. No envidiaba a Emma para nada. Se levanto de la silla, preguntándose por que ni Hook ni Neal se postulaban para candidatos. Hook seguramente no quería revivir viejas heridas, ver morir por segunda vez a tu pareja no sería agradable pero ¿y baelfire? Bueno eso no era ya asunto que le concerniera.

-hablado todo, me retiro—se dirigió a la salida pero cuando paso a un lado de Emma se detuvo. La sheriff le sostuvo la mirada—mándame el catalogo de la mesa de regalos de tu boda— dijo con burla y después salió.

XXX-XXX-XXX-XXX

Emma conducía la patrulla de forma monótona haciendo ronda nocturna. Estaba bastante metida en sus pensamientos. Y no era para menos, la tarde había sido un caldo de emociones y sorpresas, pues se había enterado que Elphaba le había puesto precio a su cabeza, que sus padres habían tenido la genial idea de casarla con Regina pero afortunadamente al negarse esta, rubí se había propuesto y ahora a partir de mañana todo storybrook organizaría los preparativos para su boda, todo esto a pesar de las rabietas, pataletas y palabras de Emma negándose rotundamente.

Es que ¡era su vida carajo! ¿Qué no lo podían entender?, ella no era una niña a la cual debían de estar cuidando siempre y eso era algo que ni David ni mary Margaret entendían.

¿Cuándo les quedaría claro que cuando ella mas los necesito no estuvieron?, ahora después de tantos años no necesitaba unos padres, no hubo alguien a lado de su cama en las noches afiebradas, no hubo un abrazo maternal tras algún pleito entre amigas, no hubo un padre celoso en su primer baile con algún chico. No hubo una madre a la cual abrazar después de su primera decepción amorosa, no hubo padres que la cuidaron cuando más los necesito. Ahora era ya tarde.

Aunque si algo bueno había de todo esto era no tener que vivir con la alcaldesa, si rubí no la hubiera sacado del aprieto nada la hubiera salvado de estar a merced de Regina. Durante un breve instante se imagino viviendo con la alcaldesa y se permitió reír brevemente. A las dos horas moriría ahorcada por su esposa. O más bien ella seria apresada al cometer asesinato contra Regina. Pobre Henry de la que se había salvado, seguro tendría que ir a varias sesiones con Archie traumatizado al ver a sus madres pelear constantemente.

De repente un bulto a media calle le hizo salir de sus pensamientos y parar el carro en seco al darse cuenta que ese "costal" era nada menos que un ser humano tirado, freno el carro en seco pues estaba a punto de darle el tiro de gracia al pobre desgraciado.

-¡mierda!—mascullo mientras salía del vehículo. Se acerco lentamente al hombre pues algo no le inspiraba confianza, se dio cuenta de la gran cantidad de sangre que había repartida en el piso. –oiga amigo, ¿está bien? ¿Puedo ayudarle?—

Alguien había golpeado a este hombre salvajemente, volteo a ver a su alrededor en busca del agresor, se maldijo cuando se dio cuenta que había dejado el arma en la estación de policía, negó con la cabeza y acerco sus manos para checar los signos vitales del tipo. Pero se quedo congelada, al ver como ese "hombre" se transformaba en una especie de animal, lobuno, de grandes garras, Emma se había quedado estupefacta al ver los enormes cuernos de aquel ser, pero sobre todo aquellos colmillos tana amenazadoramente largos y afilados. Se había quedado tan Idiota con aquellos ojos inyectados de sangre, que apenas y alcanzo a esquivar el zarpazo del animal.

Había visto a rubí en su forma lobuna pero esta cosa eran palabras mayores, ese ser parecía ser la mascota del mismo demonio, así que no lo dudo, se levanto, y comenzó a correr despavorida. Con la bestia pisándole los talones. Emma ni siquiera se fijaba por donde iba, sentía un liquido caliente correr por sus mejillas, seguramente sangre cortesía del zarpazo de la bestia.

Escuchaba los rugidos del animal acercándose pero ella no se atrevía a voltear, lo único que era capaz era de correr más fuerte, piso en falso y se le doblo el pie, un dolor le recorrió durante toda la pierna, pero la adrenalina no la dejo pensar, como pudo siguió corriendo unos pasos más hasta llegar a una cerca blanca, dio un salto para llegar hasta la casa de quien quiera que fuera el dueño y gritar por ayuda, pero el dolor era demasiado fuerte y en cuanto cruzo la cerca se tumbo en el frio césped mirando a la bestia que saltaba dispuesta a darle fin a su vida.

XXX-XXX-XXX-XXX

Regina se encontraba tranquilamente en su casa tomando una buena copa de vino. Con un golpe de suerte, dentro de unos pocos meses todos sus problemas habrían acabado, esa camarera de tugurio no era contrincante para Elphaba, y por supuesto que no podría proteger a Emma, así que con un poco de suerte la madre biológica de Henry pasaría a mejor vida, y sin mover un solo dedo, Henry no le echaría la culpa, pasaría a vivir con ella al ser su madre legal, y por supuesto ella le ayudaría a salir de la fuerte depresión.

Era perfecto.

Casi le da un ataque de risa al recordar como Mary Margaret ingenuamente creía que iba a aceptar la propuesta de matrimonio. Claro que no, no estaba loca para emparentar con esa familia y mucho menos en desposarse con Emma.

"en lo que a mí respecta esa bastarda abandonada no es mi hermana"

Claro que aquella no era su hermana y nunca lo seria, pero no pudo evitar recordar la cara de la sheriff cuando soltó el "bastarda abandonada" , dio un largo trago a su copa, la expresión de Emma Swan habría hecho llorar a una roca, se pregunto cómo habría sobrevivido esa criatura desvalida en este mundo tan espantoso. ¿Había recurrido a malas acciones para vivir? ¿Qué tanto había hecho la señorita Swan para mantenerse con vida?. Se termino su copa dispuesta a dormir, no era su culpa después de todo, Ella fue una víctima colateral de su maldición…ella era una bastarda abandonada, ella no había obligado a Snow a mandarla por aquel árbol dejándola a su suerte. No era su culpa. Esa chiquilla hubiera vivido con sus padres pero estos no quisieron. Ni modo.

Se disponía a subir a su habitación cuando se detuvo en seco. Dejo la copa y cerró los ojos concentrándose:

Magia

El ambiente apestaba a magia negra, muy poderosa. Ese poder era inconfundible, era parecido al de su madre y al de ella, pero no idéntico: su jodida hermana estaba haciendo algo y muy cerca de aquí.

Enfurecida salió a su patio trasero dispuesta a reforzar su barrera mágica para evitar visitas no deseadas. No quería tener nada que ver con Elphaba. Entre más alejada estuviera del asunto, mucho mejor.

Aunque era demasiado tarde La fuente de la magia se acercaba a rápidamente en su dirección y en cuanto llego al patio vislumbro a Emma saltando su cerca, cayendo estrepitosamente mientras se tocaba el talón derecho, y no apartaba la vista de "algo". La rubia estaba aterrorizada, y en cuanto vio ese "algo" se dio cuenta que no era para menos, ese animal era un maldito monstruo sacado de las morbosas pesadillas de algún loco.

Regina se dio cuenta de que esa era la fuente de magia, y de que estaba a punto de devorar a la sheriff en sus narices, alterando sus planes de ser la heroína ante Henry. Sin titubear alzo su mano y con una descarga de energía despareció al monstruo. Se acerco a Emma que no dejaba de temblar y de mirar donde hace unos instantes estaba su perseguidor.

-¿se encuentra bien, Swan?- pregunto por cortesía mientras se agachaba preocupada por que Emma estaba jadeando como si fuera una asmática. -¡hey!—tomo su hombro con fuerza, haciendo que la rubia la mirara.

Nunca espero Regina tal reacción de parte de Emma que en cuanto la vio, comenzó a soltar las lagrimas. La alcaldesa no se habría incomodado de ser un leve llanto, pero el sheriff no pudo contener el temblor de sus labios por mucho tiempo y soltó unos lastimeros sollozos, mientras se abrazaba con fuerza a una impactada alcaldesa.

Nunca lo imagino, ver a la fuerte, y desafiante Emma tan vulnerable y tan afectada, no pudo corresponder el abrazo, no pudo darle palabras de aliento debido a la sorpresa. Quiso empujarla, aventarla muy lejos y encerrarse en su casa, ya le había salvado la vida, era más de lo que le podía pedir. Pero no pudo. Verla tan vulnerable, tan afectada, tan débil conmovió el corazón de la alcaldesa que se limito a darle unas palmaditas en la espalda.

-ya, ya lo mate, tranquila, esa cosa ya está en el infierno, ven, necesitas un trago— la alcaldesa guio a Emma hasta la casa y le sirvió una generosa cantidad de whisky, que Emma se acabo de un solo trago, después de tres copas la rubia se había calmado.

-gracias….por salvarme la vida—soltó Emma. La alcaldesa se encogió de hombros.

-tienes suerte de que esa cosa te haya atacado cerca de mi casa, tengo una barrera que detecta ese tipo de inconvenientes.— la sheriff se rio.

-lo recordare para la siguiente ocasión— la alcaldesa alzo una ceja ante el comentario, Emma dio otro sorbo a su copa. –esa cosa era magia, una magia muy parecida a la tuya, me doy una idea de a quien pertenece, y tomando en cuenta que me quiere muerta, me tendrás por aquí muy seguido, o quizá me dirija también por la tienda de Gold. – soltó Emma con una sonrisa nada alegre.

-creí que esa camarera te protegería de ahora en adelante.- Emma negó con la cabeza

-rubí no puede protegerme todo el tiempo, tenemos trabajo, aparte no sabíamos que esto iba a suceder, ¿Cómo sabíamos que la tal Elphaba me iba a atacar hoy?—

-pues la tal Elphaba va muy en serio—dijo Regina mas para sí misma que para Emma, no quería admitirlo pero le había dado pena la mujer que tenía enfrente, tratando de hacerse la fuerte, cuando se veía a leguas que estaba muerta de miedo. ¿que demonios quería Elphaba de Emma? ¿Por qué veía a la sheriff como una amenaza que se debía desaparecer a toda costa?

De repente una idea descabellada le cruzo por la cabeza. ¿Por qué no? Después de todo, darle al traste a los planes que tiene la bruja Elphaba sería bastante satisfactorio, además con Emma siendo su esposa y viviendo en su casa no habría ninguna objeción para que Henry regresara con ella. -¿estas consciente de que rubí no te puede proteger como se debe? Ella no tiene magia Emma—

-y que puedo hacer, las únicas dos personas que la tienen, uno tiene una novia, y la otra me odia y…es mujer—dijo cerrando los ojos. –No tengo muchas opciones, solo espero morir con cualquier otro monstruo pero que no sea esa cosa de nuevo—

Regina suspiro, ¿Qué otra opción le quedaba?.

-está bien Swan tus ganas—

-¿Cómo?—pregunto Emma abriendo los ojos incrédula

- me casare contigo—