Bueno, pues allá vamos con mi primer fic, esperemos que os guste *^* Antes quiero aclarar que todo lo relatado aquí está basado en un rol de SnK que administro junto a unos amigos :3
Estará centrando principalmente en el Levihan al ser mi OTP *-*
Por otro lado quiero aclarar que uno de los personajes principales será Jairo Gregor, un OC creado por mi mejor amiga y que al ser un personaje muy importante dentro de nuestro rol, en el fic cobrará gran importancia al convertirse en la mano derecha de Rivaille. Por lo tanto el © él le pertenece a ella, JairoGregor
Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a Hajime Isayama a excepción de Jairo Gregor, perteneciente a su User anteriormente nombrada en si contacto como ella me pidió. Hago esto por diversión y no con fines de Lucro.
No. Definitivamente aquello no le podía estar pasando. ¿Qué demonios hacía ese mocoso ahí? ¿Por qué Erwin le había llevado aquella celda?
Miles de preguntas e ideas (Y ninguna buena) rondaban por la mente del cabo en aquel instante, al igual que le vino a la cabeza el primer encuentro con aquel chico rubio que ahora estaba encadenado delante suya en la misma celda que Eren Jaeger ocupó hacía unas semanas.
Rivaille caminaba apresurado por las calles del distrito de Mitras, lugar donde se había asentado temporalmente la Legión de Reconocimiento a pesar de ser la capital. Erwin al parecer tenía lío con los demás comandantes de los otros ejércitos y no podían arriesgarse a dejarle solo por lo que pudiera pasar. Después de todo el jaleo que se montó tras el ataque de la Titán Hembra el ambiente estaba muy caldeado y no miraban con buenos ojos a Smith, así que, como no, algunos escuadrones de élite le acompañaron en aquel viaje que sepa Dios cuanto duraría.
Aquellos días en verdad habían pasado para el Heichou demasiado rápido, pues desde que se comprometió con Hanji se sentía como en una una nube. Por ello aprovechó para dar una vuelta por la capital y hacer unos encargos.
Pero en ese preciso momento, nuestro pequeño cabo se encontraba mas que alterado puesto que el tiempo se le agotaba. La noche estaba al caer y los soldados tenían un toque de queda que no podían saltarse por memeces.
Pero de repente, una voz le sacó de sus pensamientos. Aunque más que sacarle le arrojó de cabeza a su habitual mal humor.
- ¡ Eh, tú, enano estirado !
¿Había oído bien? En aquel lugar y a esas alturas ya todos sabían quién era él. ¿Quién era el valiente suicida que se atrevía a hablarle de esa forma?
No tardó en averiguarlo. Se giró con su típica expresión de pocos amigos, para encontrarse con un chico alto, (Demasiado alto para su gusto) de cabello rubio oscuro, casi castaño, y ojos verde oliva. Su aspecto dejaba bastante que desear. Al menos para Rivaille. Era raro que en la capital, donde reinaba la burguesía y el buen gusto, hubiera una persona que llevara semejantes pintas de vagabundo. Por un momento tuvo un flechazo en la memoria que le recordó su pasado. Aunque aquel recuerdo se disipó cuando aquel chico se acercó a él con una sonrisa de oreja a oreja y una confianza infinita.
- ¿Qué es ese trasto? ¿Me dejas probarlo? – Señaló al equipo tridimensional.
Para no variar un tic apareció en la ceja que el azabache tenía fruncida, al igual que el ceño. ¿Por qué demonios ese mocoso le hablaba con semejante confianza y le pedía su DMT? Él no era una persona de muchas palabras, así que haciendo uso de toda la frialdad y serenidad que pudo dijo simple y llanamente.
-No.
Era extraño que él pasara de una persona que se había atrevido a faltarle al respeto de aquella forma, pero en aquel momento su mente solo pensaba en llegar de una maldita vez al cuartel y ver a cierta loca que le esperaba para cenar. Con esa idea en la cabeza, dio media vuelta, ignorando al muchacho y retomó el rumbo. Pero al parecer la diosa fortuna no le sonreía ese día y no quería que llegara a tiempo.
- ¡Eh! ¡Tú! ¡Canijo! ¡No te vayas! ¡Lo necesito! ¡Fouzen tendría un futuro brillante con eso! Y… Y… Y… Tiene cuerdas… Y… Te subes por las paredes…
Espera espera espera… Para el carro… ¿Quién era aquel chaval y porqué diantres hablaba tan raro? ¿Por qué preguntaba acerca del DMT? ¿No había visto uno en su vida? Todo el mundo había visto alguna vez a alguien de alguno de los tres ejércitos de la humanidad llevándolo, era lo más común. ¿Qué era Fouzen? ¿Sería un aliado de los titanes? No… Seguramente aquel chico estaba delirando por falta de alimentos. Seguro habría salido de la Ciudad Subterránea como él de joven y por eso se encontraba en ese estado. Aunque se detuvo unos segundos retomó la marcha sin girarse tan siquiera para mirarle.
"Pobre perro… No tardarán en darle caza."
