M
Saito estaba realmente cansado de su mal carácter.
Aquella mañana desde antes de despertar ella lo habia hecho volar por los aires con una explosión, ni siquiera llego a averiguar por qué, luego esa mañana le habia azotado por mirar 0,5 segundos a Siesta ¿Qué quería Louise? Los hombres están genéticamente programados para mirar, simplemente es imposible que una chica con la figura de la sirvienta no atrajese miradas aunque él le habia prometido y sostenía su palabra de no tocar.
Luego de eso lo arrastro en una clase donde Saito corrigió a la profesora sobre cierto asunto básico acerca de la naturaleza de la luz que cualquiera aprende en primaria, pero que en esa civilización no conocían, y como resultado Louise intento estrangularlo, a la hora del almuerzo Louise tuvo una regresión a los primeros días que se habían conocido eh intento dejarlo sin almuerzo, pero el comió en las cocinas de todas maneras y cuando se enteró de esto lo voló nuevamente.
Louise era bonita, tenía sus momentos adorables y en ciertos momentos podía confiar verdaderamente en ella, pero vivir al lado de una chica que tiene una regla perpetua era de locos.
Enfrentarse a un ejército de 70 000 era más fácil que sobrevivir a Louise un día, de hecho sus peleas se habían vuelto tan constantes durante esa semana que sus vecinos de habitación habían puesto un conjuro silenciador en las paredes de su cuarto para tener un poco de paz en las noches.
Así que, tras un día horrible con sus niveles de estrés creciendo hasta las nubes y viendo que irse a descansar en el bosque solo ocasionaría que Louise celosa empezara a buscarlo con intensiones sádicas decidió regresar a la habitación meterse en la cama y fingirse dormido quizás eso la detendría.
Pero resulto que no, eso no bastaba.
-¡así que te estabas escondiendo en la habitación! –dijo Louise entrando de repente. -¡te estaba buscando! ¿Cómo te atreves a dejar a tu ama cuando te estaba hablando? ¡Y ya deja de hacerte el dormido!
CRACK
Ese es el sonido la paciencia de Saito siendo completamente destruida, la metafórica gota que rebasó el vaso además de eso lo tiro lo lleno de C4 y nitroglicerina y lo hizo volar hasta rebajarlo en niveles moleculares.
-¿¡PUEDES CERRAR TU PUTA BOCA DE UNA MALDITA VEZ!? –grito Saito repleto de ira. – ¡TE AMO, PERO TE HAS ESTADO COMPORTANDO COMO UNA PERRA ESTOS DIAS, CALLATE Y DAME UNA ESTUPIDA NOCHE DE PAZ!
Louise dio un paso atrás sorprendida, jamás se esperó que Saito le gritara de esa manera.
-¿Qué? ¡¿ACABAS DE DECIRME?! –Dijo Louise soltando veneno con su voz. -¡te reto a que-
-TE DIJE QUE CIERRES TU PUTA BOCA DE UNA SOLA VEZ.
Louise podía estar orgullosa, la ira cuidadosamente represada por Saito para que no lastimara a nadie que fue capaz de retrazar o parar por completo realmente el avance de un ejercito completo durante muchas horas finalmente habia logrado escapar de su prisión por un agujero enorme que ella llevaba días sincerando, lastimosamente ella era la única persona cercana que podía terminar siendo víctima.
-TU ¡PERRO! ¡ES INCREIBLE QUE TE ATREVAS A HABLARLE DE ESA MANERA A TU GENEROSA AMA! –dijo levantando su varita que empezó a vivir con chipas eléctricas bailando a su alrededor. -¡DEBERIA...!
Pero Saito reacciono más rápido y arrebato la varita de las manos de Louise y la rompió en dos. –¡Listo! ¡Debí haber hecho esto hace meses!
-¡mi varita! ¡Te daré una lección que no olvidaras por eso!
-NO, YO TE VOY A DAR UNA LECCION A TI. –dijo Saito sujetando con fuerza a Louise de su cabello y arrojándola sobre la cama.
-¡Saito! ¡¿Qué crees que estás haciendo? –dijo Louise adolorida por repentinamente haber sido tirada del cabello y arrojada sobre la cama.
-enseñarte tu sitio mujer. –dijo Saito fríamente mientras se quitaba el cinturón.
Louise vio eso eh intento alejarse pero antes de que ella pudiera hacerlo Saito ya la tenía bien sujeta.
En su ira Saito era metódico, se sentó en la cama sin dejar que Louise escapara, la manejo como si no pesara nada poniéndola sobre su regazo.
Mientras ella inútilmente pataleaba para que la soltara, Saito le arrebató la capa, la falda y los calzones.
-espera Saito, ¿Qué estás haciendo?
-darte una tunda. –dijo Saito eh inmediatamente después su cinturón aterrizo sobre su trasero desnudo.
-¡AAAAAAAAAAAAAH! –Grito Louise. –Saito por favor detente. –empezó a rogar después de solo el primer azote.
-cuando yo te pido perdón tu dejas de darme con ese fuste tuyo? ¡No! –le respondió el chico mientras examinaba la marca que habia quedado en el trasero de Louise, no le gusto, cuadrada, así que desecho el cinturón y empezó a darle con la mano.
¡PLASH!
El satisfactorio sonido de una nalgada bien dada, a Saito le gusto como la carne de Louise retrocedía ante la fuerza de su mano y luego recobraba su forma después de cada nalgada y como crecía el color rojo en su piel.
¡PLASH! ¡PLASH! ¡PLASH!
Mientras Louise gimoteaba, lloraba y le pedía que parase, Saito solo continuaba y reía, le gustaba el sonido del trasero de su maestra, le gustaba el tacto.
Tras 20 repeticiones Louise ya no sentía su trasero, no sabía por qué pero un sentimiento cálido empezaba a crecer dentro de su pecho.
-ya es suficiente de este tipo de castigo. –dijo Saito, empezando a acariciar el trasero de Louise para de algun modo mitigar el dolor.
Aliviada, Louise intento escapar de su agarre, pero Saito no se lo permitió en lugar de eso la apretó más contra su regazo.
Louise sintió algo duro y protuberante, presionándose contra su estómago.
Sus ojos se abrieron en pánico.
-¡¿Qué es eso?!
-ese es tu próximo castigo "ama"
-pero... dijiste que ya habías acabado con el castigo.
-acabe con el primero, pero desde que nos conocimos has hecho muchas cosas de las que tenemos que ponernos a mano.
-¡Saito! ¡Por favor! ¡Piedad!
-no. –dijo Saito con voz sádica, retirándola de su regazo y tirándola sobre la cama. –con el cinturón rápidamente amarro sus manos al porte de la cama dejándolos estirados sobre su cabeza.
El chico se bajó los pantalones, mostrándole a Louise que estaba muy entusiasmado por lo que estaba por venir.
-¡Alto Saito! ¡No hagas esto por favor! ¡No me violes!
-¡calla! –dijo Saito cogiendo sus boxes haciéndolos una bola y metiéndolos en la boca de Louise.
Luego de eso desgarro la camisa de la pelirosada y arranco el sostén de un tirón revelado su pecho poco desarrollado.
Louise empezó a hacer ruidos mientras forcejeaba para liberarse pero de nada servía, Saito apretó con mucha fuerza ambos pezones y retorciéndolos un poco, haciéndola gritar.
-si eso me gusta. –dijo Saito mas sádico que nunca. –mira que mojada estas Louise, se nota que estas disfrutando esto.
El chico paso unos dedos por la vagina de Louise y saco un poco del líquido viscoso que se estaba derramando ahí, Louise cruzo las piernas todo lo fuerte que podía cuando Saito hizo esto.
El chico llevo sus dedos a su boca y saboreo el fluido. –eres deliciosa. –le dijo y luego con ambas manos forzó abiertas las piernas de Louise.
-vamos, mientras más te resistas más te va a doler. –le dijo el chico, acomodando su pene en la entrada de la vagina de Louise.
Louise sintió esto y se quedó paralizada, Saito estaba a punto de abusar de ella y ella nada podía hacer al respecto, pero en el fondo de ella lo estaba esperando, realmente una parte escondida y profunda de ella deseaba ser violada, y estaba seriamente complacida de que finalmente Saito la pusiera en su lugar y que la castigara de manera violenta.
Toda una M
Saito sin ningún aviso empujó su pene todo lo adentro de ella que podía, Louise brinco, no estaba preparada para una experiencia tan intensa, creía que no llegaría a sentir nada debido a lo adormecido que Saito habia dejado su región inferior en la previa sin embargo no fue así, sintió como si su carne fuera desgarrada por cada penetración, miro abajo y pudo ver como cada vez que el pene de Saito salía estaba manchado con un poco de sangre que no podía evitar pensar era suya.
Lagrimas corrían por sus mejillas como ríos, deliciosas, deliciosas lágrimas de doncella siendo ultrajada, el chico se permitió lamerlas de vez en cuando por que le encantaba el sabor.
Finalmente tras casi media hora de estimulación brutal de parte del muchacho de otro mundo, y de que Louise sintiera como su cordura se escapaba de entre sus manos de manera irremediable convirtiendo esa traumática experiencia en algo más, Saito finalmente termino.
En el último momento saco su pene del interior de ella y su vagina empezó a comprimirse pidiendo, y en ese momento eyaculo salpicando todo el cuerpo de Louise desde la parte baja de su vientre hasta su cara y cabello con pegajoso y blancuzco semen.
-Haaahhhhhh! Que sueño, eso fue suficiente por hoy, me voy a dormir. –dijo Saito liberando las manos de Louise y tirándose a dormir sin más en su lado de la cama.
Louise quedo tirada en posición fetal pegajosa, sucia y adolorida, y sus sollozos fueron la canción de cuna de Saito esa noche.
Saito despertó con los primeros rayos del sol a la mañana siguiente, su parte inferior un poco irritada todavía por las actividades de la noche anterior pero un sentimiento de paz y frescura lo envolvían por completo.
Entonces se acordó de lo que habia hecho la noche anterior y le entro un gran miedo, temía que al voltearse viera a Louise hecha una bola de nervios traumatizada de por vida o peor que se hubiera colgado de una de las vigas del techo para acabar con su existencia.
Sin embargo lo que encontró lo sorprendió por completo, Louise no estaba en la cama sino que habia dormido en la pila de paja al lado de esta totalmente desnuda salvo por la máscara de perro que Saito se habia visto obligado a usar durante la terrible obra de teatro que organizo Scarron hacia unas semanas y aun debajo de esa mascara se intuía una expresión pacífica.
Pocas cosas son más efectivas para despertar a alguien que observarle, Louise apretó los ojos y los abrió despacio, levanto la cabeza de una manera muy canina y miro a Saito sonriente. -¿dormiste bien Saito-sama?
-eh... si?
-¡qué bueno! ¿Saito-sama podría volver a jugar con su perrita esta mañana? –en su cara una sonrisa que abrigaba el corazón.
Saito sonrió. –por supuesto.
-pero primero algo más. –Louise le alcanzo a Saito la cadena y el collar de perros con los que alguna vez ella le habia amarrado a él para que no se escapara. -¿podrías ponerme esto?
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Que gran Titulo y el sumario más creativo que he escrito en mi vida, en cuanto a la historia en sí, no lo nieguen es algo que todos deseamos que ocurriera en algun momento, Louise se lo estuvo buscando durante... 4 temporadas! En realidad me motivo a escribir esto cierto enfermo sexual cuyo nombre no quiero mencionar pero que empieza con Armored y termina con Maddness.
Hasta otra.
