Una noche de otoño, en un orfanato japonés, un joven de pelos castaños se encontraba durmiendo en su habitación, bastante tranquilo. Pero al parecer, un sueño invadió su mente:
Una mujer de cabello rubio lo dejaba a las puertas del orfanato, una pequeña lágrima cayó sobre el bebé que habían depositado a las puertas, la transeúnte se despedía de el, pero... El chico no quería...El recién nacido lloraba con más intensidad, haciendo que abrieran la puerta de la residencia, ahora, otra persona más se había unido a su sueño, no le lograba distinguir la cara. Y de pronto...
El chico se despertó con la respiración agitada, se llevó una mano a la frente, como si así fuera a recuperarse más rápido. De pronto, un espíritu con una túnica morada, de filos verde oliva y que en su cabello negro llevaba una coleta orientada hacia arriba, le preguntó:
-¿Se encuentra bien, Drake-dono?
-Si, perfectamente bien, Nobunaga, no ha sido nada. -Mentía, había vuelto a soñar con su madre, pero sonreía, para no preocupar al espíritu- Solo, he tenido una pequeña pesadilla de nada.
Y Drake, que así se llamaba el joven, volvió a conciliar el sueño tranquilamente.
Se despertó por la mañana, era Domingo, faltaba solo un día para que fuera a su nuevo instituto, ya que le expulsaron del otro, supuestamente, por mal comportamiento. "Si solo me defendí con Nobunaga... Nada más." Le explicó a Aoi, una de las cuidadoras del orfanato, cuando le expulsaron.
El día pasó bastante rápido, y el Lunes llegó, se fue bastante contento hacia su destino, y al llegar, le dieron indicaciones sobre donde estaba su clase, y al llegar vio que todavía faltaba un poco para que las clases empezaran, así que decidió buscar un sitio donde sentarse, no iba a estar todo el rato de pie. Divisó a un chico rubio con unos cascos naranjas, así que decidió preguntarle donde había asiento.
-P-perdona... -Preguntó Drake. El chico rubio, que se encontraba mirando hacia otro lado, le devolvió la mirada y elevó una ceja.- ¿Donde puedo sentarme?
-Allí. -Le indicó con un dedo a un lugar cerca de la ventana.-
-¡Gracias! - Le respondió con una sonrisa.-
-De nada.
Las clases comenzaron, y mucha gente que Drake no conocía empezaron a entrar, vio que tres personas saludaron al chico rubio: Una chica rubia de pelo largo, un chico con gafas y por último, otra chica de pelo largo y azul.
El profesor le dio la bienvenida a Drake:
-Por favor, presentate.-Dijo con una sonrisa.-
-Vale... -Se aclaró la garganta.- Soy Drake Asakura y vengo del orfanato Sol Creciente, espero hacer muchos amigos y conocer a gente nueva. -Al oir el apellido "Asakura" el chico rubio y los que le habían saludado, elevaron la cabeza como si les fuera la vida en ello. ¿Tendrían algún tipo de relación los cinco?
