Las noches en la parte más peligrosa de la ciudad siempre eran igual para quienes vivían ahí, para los padres siempre era normal que sus hijos solo fueran ahí para dormir y los hijos desde que abrían los ojos solo buscaban el momento preciso para salir de sus casas.

-¿Que pasa Jake?- pregunto una mujer de entre un grupo de personas que se aglomero fuera de una de las casas.

-No lo sé, mamá aún no me deja pasar a verlo- respondió un chico moreno con gesto de preocupación.

-Nos toca esperar- dijo otra voz.

Y así uno por uno se fueron separando del grupo, pero se quedaron cerca, unos se sentaron en los escalones de la entrada, otros pocos en la banqueta y a los que se les veía más afectados simplemente se quedaron parados.

Habían pasado cerca de 20 minutos y no había ningún tipo de noticia, cosa que provocaba la desesperación de todos.

-Si no sale voy a entrar- anuncio una chica de cabello largo y negro, estatura pequeña, pero con una mirada que daba miedo.

-No es necesario, ya viene- dijo Jake.

-¿Cómo está?- preguntaron todos nuevamente.

La señora como respuesta solo agacho la cabeza y negó con ella mientras se limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos.

La chica que anteriormente había amenazado con entrar miro solo un segundo la expresión de la señora y se metió a la casa aventando todo lo que había a su paso.

-RACHEL- se escuchó el grito que dio alguien antes de seguirla.

Pero eso no basto para detenerla, nada la iba a detener, no cuando se trataba de sus seres queridos.

Entro abruptamente en aquella habitación que conocía tan bien y encontró justo lo que buscaba, solo que no en las condiciones que deseaba, en la cama, con la cara hinchada de los golpes al igual que las costillas y en algunos lugares como la ceja, el pómulo, la nariz y la boca con sangre, estaba su mejor amigo, aquel que cuando se conocieron hizo lo posible para que perteneciera a su grupo y todo para que no la molestaran, aquel que en su primera borrachera se quedó con ella y recibió el regaño que sus padres de Rachel le dieron, el mismo que no dejaría que nada le pasará y ella haría lo mismo.

En el momento en que termino de revisar visualmente a su amigo escucho la puerta abrirse y todas las personas que estaban esperando con ella pasaron a la habitación.

-¿Quién te hizo esto hermano?- pregunto Jake acercándose a él.

-No... No...- fue todo lo que alcanzo articular.

-¿Sabe que paso?- le pregunto Rachel a la madre de su amigo.

-Llego arrastrándose hasta la puerta y ahí lo encontré- contesto la señora llorando.

Las chicas pertenecientes al grupo de amigos también lloraron, mientras los hombres solo apretaban fuerte sus mandíbulas.

-Dejémoslo descansar- dijo Rachel tranquila y salió de aquella casa.

Los demás se regalaron miradas entre todos y después de unos segundos decidieron salir detrás de Rachel, aunque no sin antes reconfortar con palabras o gestos a la acongojada mujer.

-¿Dónde estuvo toda la tarde?- pregunto Rachel a Jake apenas estuvieron todos fuera.

-Dijo que estaría con su novia- respondió Jake enojado.

-¿Cual novia?- pregunto una chica de piel negra y robusta.

-Nunca dijo nada de una novia- opinó también un chico alto asiático.

Todos discutían la información que acababan de recibir a excepción de Rachel, quien sobó su cuello y se alejó del grupo recordando una de las pláticas que había tenido con su mejor amigo.

Flashback

-¿Dónde te habías metido?- pregunto Rachel.

-Sabías que el metro te lleva a recorrer toda la ciudad- dijo él cambiando el tema.

-Eso que tiene que ver con lo que te pregunte Noah- le dijo Rachel sonriendo.

-Todo- respondió con otra sonrisa.

-Explícate- se dejó caer sobre el suelo de la calle.

-Bien- se dejó caer sobre el suelo también -estaba en el metro pensando en qué hacer cuando mi madre me volviera a pedir dinero y me quede dormido, desperté y por instinto salí de ahí, camine por las calles de lo mejor de la ciudad y me gusto lo que veía, la gente ahí no es como nosotros, todos ahí son como las personas que salen en la televisión- explicaba emocionado –bueno, camine y llegue hasta un lugar de donde salían chicos y chicas de nuestra edad, me quede parado junto a un árbol enorme que había ahí y espere, ¿a qué?, no sé, pero de repente vi salir a la chica más hermosa del mundo, con su cabello como el oro, y sus ojos, que con el reflejo del sol se veían cómo esmeraldas, creo que me enamore- termino de decir con una sonrisa.

-Y supongo que hoy te la cogiste- le dijo Rachel como si nada.

-No escuchaste lo que te dije- se levantó Noah molesto.

-Cálmate- le dijo Rachel levantándose también.

-Es que te estoy diciendo que la quiero y sales con esas pendejadas- le dijo Noah con bronca.

-Y entonces que esperas, llevarla a citas a restaurantes lujosos, o llevarla de paseo al parque- le respondió Rachel de igual manera.

-¿A ti que te importa?- le dijo Noah aceptándola por los hombros.

-Cálmate amigo- le dijo Rachel más tranquila -solo trato de que no te rompan el corazón, o dime a ver, a poco la chava esa no tiene novio- le dijo Rachel poniendo una mano en su espalda.

-Pues si tiene- dijo Noah todavía enojado.

-Pues yo solo decía, pero si es lo que quieres adelante-.

Fin flashback

-Quinn Fabray- se escuchó entre la oscuridad de la calle.

-¿Quien anda ahí?- pregunto Jake.

-Mi nombre es lo de menos, lo que les importa es que la novia de Puck se llama Quinn Fabray- termino de decir y vieron a una chica rubia y alta acercarse a ellos.

-¿Sabes dónde encontrarla?- le pregunto uno de ellos.

-Si claro- respondió la chica sonriendo.

-Vamos- dijo el mismo chico.

-Tranquilo Mike- le dijo Rachel.

-Ella tiene razón- les dijo la nueva chica.

-Mañana nos vemos aquí a la 1, y después vemos que hacemos- dijo Rachel y todos estuvieron de acuerdo.

-Está bien, hasta mañana entonces- dijeron las chicas y comenzaron a caminar rumbo a sus casas.

Todas las personas que estaban ahí hicieron lo mismo, a excepción de Rachel y la chica que llego con la información.

-Quiero tu nombre y de donde conoces a la tipa esa- le dijo Rachel de manera brusca.

-¿Porque te interesa mi nombre?- le pregunto la rubia con una sonrisa.

-No me interesa, pero a ellos sí, y puedes decírmelo a mí o puedes decírselo a ellos juntos- le dijo Rachel respondiendo la sonrisa.

La chica pareció pensarlo un momento y termino cediendo.

-Brittany, ese es mi nombre- le dijo después de un buen en rato.

-Y dime B, que sabes de todo este desastre- le dijo Rachel poniéndose seria.

-Quinn Fabray tiene una mejor amiga llamada Santana, ella y yo… éramos novias- explicó con tristeza en sus ojos.

-Y sus padres se opusieron- supuso Rachel rápidamente.

-No- negó Brittany con una sonrisa triste -los señores dieron su aprobación, pero Quinn no, y bueno, decidió que necesitaba más la aprobación de su amiga que de su familia- termino de decir viendo hacía el suelo.

-¿Cómo sabes que es ella la novia de Noah?- pregunto sin querer indagar mucho en el tema de Santana.

-Ayer como todos los días me fui a parar enfrente del colegio de Santana y vi a Puck recargado en la pared con una rosa en la mano, me llamo la atención porque la gente como nosotros no encajamos ahí, el chiste es que cuando salieron Quinn, Santana y sus respectivos novios y vieron a Puck se le fueron encima, Santana se iba a meter, pero Quinn la agarro por la cintura y la jalo hasta su auto, donde se fueron como si nada- le platico las cosas como habían pasado.

-¿Quiénes son los novios?- pregunto Rachel seria.

-Solo sé que el de Quinn se llama Sam y el de Santana, Finn, aunque no es muy difícil localizarlos, Sam es rubio con una gran boca, y Finn es muy alto y tiene cara de niño- le termino decir Brittany con un poco de molestia en su voz.

-¿Sabes lo que vamos a hacer cierto?- Rachel se aseguraba de que Brittany supiera que se vengarían.

-Sí, lo sé, aunque supongo que por esta información a cambió puedo pedir que no toquen a Santana- le dijo Brittany de forma seria.

-Eso lo decidiré yo si es que me sirve lo que estas por decirme- le dijo Rachel caminando por la misma calle oscura por donde Brittany había aparecido.


En otro lado de la ciudad en una de las casas más grandes de la colonia se encontraba platicando de su día la familia Fabray.

-Sam me dijo que su papá está por volver de viaje y quiere saber si pueden venir a cenar- decía Quinn mientras estaban sentados a la mesa.

-Ya nos pondremos de acuerdo él y yo- le respondió secamente su padre.

La familia Fabray era una buena familia, de buena posición, con muchos negocios, de buena moral y todo un ejemplo para las demás familias. Russel la cabeza de la familia se había ganado lo que tenía con el sudor de su frente, siempre se esforzó por sacar adelante a su familia. Judy, la madre, ellas a diferencia de Russel creció en una familia de buena posición y era la que crió a sus hijas con sus creencias y gustos. Quinn y Frannie las hijas de aquel perfecto matrimonio, Quinn la más grande, que era la viva imagen de su madre, incluso había palabras que las 2 usaban frecuentemente, y Frannie, quien a pesar de ser solo unos años menor que Quinn tenía un pensamiento completamente diferente, ellas siempre tuvo en mente que las cosas que tenían era porque habían trabajado por ellas.

-No me gusta ese chico para Quinn, siempre quiere que ella se haga cargo de los gastos- le decía Russel a Judy en su recamara.

-Es de buena familia- fue lo único que Judy pudo decir.


-Si San, ya les dije, pero no veo muy convencido a mi papá- decía Quinn recostada en su cama.

-Dale tiempo ya lo convencerá tu mamá- le decía su amiga.

-Eso espero, pero dime, ¿si van a salir mañana con nosotros?- pregunto Quinn.

-No lo sé, no tengo muchas ganas de salir- le decía Santana desganada.

-Vamos San, hace mucho que no sales con nosotros- le pedía Quinn.

-No estoy de ánimos- no pensaba ceder.

-¿Te ha buscado?- pregunto Quinn rápidamente.

-A todas horas- le dijo Santana.

-Tienes que olvidarla, esa no es una forma de vida decente, ¿qué van a decir nuestros amigos?- le decía Quinn con desagrado.

-Pero...- estaba por refutar lo que Quinn estaba diciendo.

-Pero nada San, o dime ¿se van a casar?, ¿vas a tener hijos?, San ya no recuerdas que planeamos nuestras bodas juntas- insistía Quinn.

-Tienes razón, y sabes que, mañana iré con ustedes- decía Santana convencida.

-Esa es mi mejor amiga- dijo Quinn triunfante.

Las chicas tenían como costumbre hablar en las noches hasta quedarse dormidas, y esa noche no fue la excepción.

Al día siguiente era viernes, por lo que cada quien en sus grupos se preparaban, para distintas cosas, pero se preparaban.

-¿Que vamos a hacer Rachel?- pregunto Mercedes.

-Esperaremos a esta noche para ir por ellos- les explicaba Rachel mientras encendía un cigarrillo.

-¿Porque no vamos ahora?- pregunto Jake.

-Los idiotas son menores de edad, y ahora están en la escuela, y no creo que se quieran meter en problemas- les explico Rachel.

-Tienes razón- término dándole la razón.

-Buenas tardes chicos- los saludo la madre de Puck y Jake.

-Hola señora- todos saludaron al unísono.

-Rachel, ha pedido hablar contigo- le aviso la señora.

Rachel dio una última calada al cigarrillo y lo tiro al suelo, le dio una última mirada a todos los presentes y camino al interior de la pequeña casa.

-¿Que pasa hermano?- pregunto Rachel apenas entro al cuarto.

-Ella no me quiere- le dijo apenas termino Rachel de hablar.

-Esa gente no quiere a nadie- dijo Rachel tratando de reconfortarlo.

-Yo la amo- dijo Puck al punto del llanto.

-Puck no digas tonterías, hay millones de mujeres, encontrarás a alguien mejor, más bonita y con mejores sentimientos- Rachel sonó más dura de lo que esperaba.

-Ella es buena, fue su novio quien lo hizo- Puck trato de defenderla.

-Déjalo así- Rachel sabía que no lo haría cambiar de opinión -tengo cosas que hacer, cuídate- dio 2 palmadas en las piernas de Puck y se levantó con la intensión de retirarse.

-Rachel, estoy bien- le dijo tratando de reconfortarla.

-Lo que digas- dijo Rachel saliendo de la habitación.

Salió de la casa molesta por la actitud que había adoptado su amigo al defender a la persona que tanto daño le había provocado, porque aunque Quinn no lo hubiera golpeado tampoco había hecho nada para defenderlo, así que era igual de culpable.

-¿Que paso?- preguntaron todos cuando llegó con ellos.

-Dice que la novia no tuvo nada que ver, pero eso no importa, los veo en la entrada de la colonia a las 8- dijo Rachel aún molesta por la actitud de Puck.

No espero respuesta alguna de ninguno de sus amigos y se subió a su moto honda invicta, que ella misma había reconstruido.

-Mercedes, vamos a necesitar la camioneta- grito antes de arrancar.

Manejo hasta el cementerio donde se encontraba la tumba de su madre y se quedó ahí toda la tarde cómo lo hacía siempre una vez a la semana.

-Estamos listas- dijo Mercedes bajándose de una camioneta Ford lobo color negra.

-Nosotros también- llegaron Jake, el chico asiático llamado Mike, uno de rastas y otro chico moreno de ojos claridad y buen cuerpo.

-¿Brody, que haces aquí?- pregunto Rachel sin poder evitar sonreír.

-No pretenderás que deje a mi novia sola- digo él sonriendo.

-Pensé que tardarías más- le dijo Rachel besándolo.

-No podía estar sin verte ni un día más- le respondió abrazándola.

-Bueno ya va siendo hora de que empecemos- dijo la otra chica asiática llamada Tina, desde el interior de la camioneta.

-Bien- Rachel tomo la mano de Brody y se dirigieron a la camioneta.

-Según Brittany estarán en un bar hasta las 9, al parecer no los dejan estar fuera de casa más tiempo- dijo Rachel en tono de burla.

-¿Entonces los interceptamos cuando vuelvan a sus casa?- pregunto el chico de rastas.

-Esa es la idea Joe- respondió Rachel sonriéndole.

-Sera como quitarle un dulce a un niño- acoto Jake mientras chocaba palmas con Mike

-Hey- grito Rachel llamando la atención de todos -la latina es intocable- advirtió apuntando con su dedo índice a todos.

-¿Alguna otra cosa jefa?- pregunto tranquilamente Joe.

-Quinn Fabray es mía- y con eso basto para que todos tomarán posición.

Entre Brody y Jake acomodaron una rampa en la parte trasera de la camioneta para que pudieran subir las motos y así pesar desapercibidos. Una vez acomodadas las motos los 4 hombres y Rachel se quedaron ahí mientras que Mercedes y Tina ocuparon el lugar del piloto y copiloto respectivamente, y así comenzaron el camino con la sola intensión de darles una lección a aquellos que habían lastimado a su amigo.

Llegaron al lugar donde Brittany les había dicho que estarían y esperaron ocultos aproximadamente unos 40 minutos hasta que la altura de uno de los chicos que abandonaban el lugar llamo la atención de Rachel, quien, al fijarse mejor también descubrió a la latina que tenía loca a Brittany, detrás de ellos salían 2 chicos y una chica y detrás de ellos 2 rubios perfectamente combinados.

"Barbie y ken", fue el único pensamiento que pasó por la cabeza de Rachel en cuanto los vio.

Retomaron nuevamente sus posiciones, se pusieron los cascos y esperaron a que los 2 autos que habían abordado Quinn y sus amigos tomaran camino .Mercedes arranco en cuanto Rachel golpeo la camioneta en señal de que debían irse.

Los siguieron con bastante sigiles y en cuanto vieron que eran los únicos en el sendero aparte de ellos, se pusieron manos a la obra.

Abrieron la parte donde estaban las motos y así en movimiento cada uno de los hombres con sus respectivas motos descendieron de la camioneta.

La serie de actos siguientes fueron tan rápidos que nadie de los acompañantes de Quinn, ni ella misma se dio cuenta de lo que pasaba hasta que fue inevitable. La camioneta que era manejada por Mercedes se atravesó a lo ancho del sendero y detuvo el pasó del mini cooper de Sam, y por inercia el porche de Finn hizo lo mismo, en ese mismo momento las motos rodearon ambos autos, y cuestión de segundos, Mike, Joe, Jake y Brody sacaron a Sam, Finn y los otros 2 chicos de los autos, Tina rápidamente bajo a las chicas y las puso contra el auto de Finn, en cuanto Rachel ubico a Quinn bajo rápidamente de la camioneta y la subió de un jalón a su moto apartándola así del resto del grupo.

Mientras ellas se alejaban con rumbo desconocido, los hombres del grupo de Rachel comenzaron a golpear a los del grupo de Quinn sin piedad alguna, mientras Mercedes bajaba de la camioneta para ayudar a Tina, quien estaba teniendo pequeñas dificultades con las chicas.

-Tranquila- llegó por detrás de Santana y la tomó de los brazos.

-Es la latina- advirtió Tina recordando las palabras de Rachel.

-Mira JLo, tienes que pórtate bien, si no quieres que nos metamos en problemas las 2- dijo Mercedes mientras aventaba a Santana nuevamente contra el auto.

Santana como repuesta simplemente le regalo una mirada asesina y se abrazó de Marley quien había roto en llanto en cuanto las sacaron del auto.

A unos cuantos kilómetros de ahí, ya estacionada se encontraba la moto de Rachel, quien usaba toda su fuerza para llevar a Quinn al interior de un callejón sin salida.

-No sabes con quien te estas metiendo- gritaba desesperada Quinn.

-Se exactamente lo que tengo que saber- respondió Rachel mientras la azotaba contra la pared.

-Si esto es por dinero yo puedo darte lo que quieras- la inteligencia de Quinn la llevo a la única explicación lógica, para ella.

-Ese es el problema de la gente cómo tú, todo lo quieren arreglar con dinero- acuso Rachel con molestia en su voz.

-Que vas a saber tú, que te escondes detrás de un casco de personas cómo yo- el miedo en la voz de Quinn había sido reemplazado por coraje.

-No me escondo de nadie- dijo Rachel quitándose el casco.

La cara de Quinn no podía estar más contraída y es que cuando Rachel quito su casco todo pareció ir en cámara lenta, el caso fuera, dejando ver las facciones de Rachel, su cabello alborotado cayendo apenas por sus hombros y el olor fresco y particular que desprendía, todo cómo sacado de una película.

-Y no quiero verte nunca más cerca de Puck, jamás- acotó Rachel sacando a Quinn de su embelesamiento.

-Pensé que esto se debía a algo más importante que a un tipo estúpido- dijo con saña.

-En eso estamos de acuerdo, es un estúpido, pero igual te quiero lejos- la voz de Rachel sonaba más tranquila, pero sin perder fuerza.

-Esto no se va a quedar así- grito Quinn mientras veía como Rachel caminaba hacia la moto.

Las palabras de Quinn resonaron en la cabeza de Rachel, quien al instante recordó la expresión de está al verla quitarse el casco, lo medito un momento y sonrió al darse que podía matar dos pájaros de un sólo tiro y así no solo le haría pagar por lo que le había ocurrido a Puckerman, sino también por la tristeza en los ojos Brittany, así que sin más contemplaciones regreso sobre sus mismos pasos y sin pensarlo mucho se acercó a Quinn, la tomó con la mano derecha por la nuca y la beso, los primeros segundo sintió los puños de Quinn sobre su pecho y ella tuvo que apretarse más a su cuerpo, pero después, en cuanto se dio cuenta de que Quinn empezaba a ceder intensifico el beso al grado de no estar segura de poder parar, en ese momento o nunca.

Y así sintiendo la lengua de Quinn peleando con la de ella recordó sus propias palabras.

Quinn Fabray es mía.