~[Alguien Canto ]~

Y en la oscuridad, de pronto comprendí...

que mi orgullo fue el que te hirió.

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Sin querer, yo mismo te guié junto a su lado, como antes ya había pasado. Y a pesar de todo, mi voz no salia. El llanto amargo asomo mis ojos en impotencia mientras dabas la vuelta y caminabas hacia su auto. Te escuche sollozar al caminar, tu cabello como el pastel ondeaba con el viento. No había podido hablar cuando te vi momentos atrás, preciosa, con aquel vestido color marfil y tu hermosa piel de porcelana, el reclamo de tu voz por mi frialdad y orgullo oscurecieron todo a mi alrededor. Te habia herido, todos estos años sin darme cuenta.

Habia algo en tu mirada que nunca había visto, silencio, vació en vez de aquel amor que tanto me profesaste. El abismo esmeralda de tus ojos me estremecio. Agache la vista al verte girar para alejarte y aprete mis manos con violencia. Regrese la vista hacia ti tratando de articular algo que pudiera detener tu partida a su lado y lo vi salir del auto, lo odie. Desde el comienzo, cuando lo conocí años atrás como un simple amigo mas a tu alrededor. Su mirada afilada y ámbar me había desafiado en ese entonces, proclamando protegerte incluso de mi, tu novio. En aquel entonces.

Abrió los brazos y te abrazo, estrechándote contra su pecho el llanto de ambos, tuyo, mio. empeoro. Mi mente controlo mi corazón durante tanto tiempo, y al verte en sus brazos algo dentro de mi se quebró.

-Sakura...- Susurre.

El pelirrojo que te abrazaba levanto la vista y me observo con odio sepulcral. A pesar de saber que el te amaba igual o incluso mas de lo que yo pude demostrar, supe que yo siempre había estado mal.

Y en la oscuridad abismal en la que me encontraba, mi mente se aclaro. Después de tantos años, tanto dolor, orgullo y miedo a demostrar mis sentimientos por ti. Comprendí que te había herido, Y en cada ocasión ese chico. Tu mejor amigo siempre estuvo para ti, incluso en momentos difíciles que nunca pude comprender por ti.

Yo te guié, te aleje.

Me arrepentía, y odiaba el dolor en mi pecho debido a mi estupidez. Pero... no soy merecedor de tu amor, de tu perdón. El chico que te abrazaba seguía mirándome mientras llorabas en su pecho.

Y con todo ese dolor estrujando mi pecho sonreí. Entre lagrimas y decepción por mi mismo, le sonreí con toda la fuerza que tuve en ese momento y me aleje. Subi a mi auto y me aleje de ambos.

-Lo lamento... - Susurre y talle mis ojos mientras conducía hacia el puente en donde logre pedir que fueses mi mujer.

Baje del auto y traspase los avisos de precaución que habia bloqueando las escaleras hacia la parte mas alta del puente, El viento golpeo mi rostro violentamente y el atardecer frente a mi culmino mis pensamientos. El grito desgarrador de mi garganta sincronizo con la entrada del anochecer, cerre los ojos y me deje caer en el abismal espacio que me separaba del dolor y de ti. No había vuelta atrás ahora.

Un dolor inmenso y luego... nada.