CAPITULO I
Era increíble el creer lo que estaba sucediendo, los 4 guardianes no comprendían, o mejor dicho, no podían creer, que después de haber luchado contra el enemigo, aun quedara algo de magia en ellos, lo suficiente como para hacer un conjuro, con el cual lograrían volver a reencarnar y recordar toda su vida pasada, toda marchaba a la perfección, pero algo salio mal…en el ultimo momento, ella comenzó a debilitarse considerablemente, lo suficiente como para que este pequeño detalle, tuviera un gran efecto en ella.
Todo desapareció, los guardianes cayeron en un profundo sueño, esperando volver a reencontrarse con sus amos (respectivamente) dentro de poco tiempo, mientras tanto él noto ese pequeño detalle que los guardianes no notaron, esto izo que se preocupara un poco, pero ella lo tranquilizo con una de sus bellas sonrisas, y mirándolo a los ojos le dijo:
-no te preocupes…pase lo que pase, todo estará bien
Dicho esto, ambos desaparecieron del lugar, dejándolo todo en la nada.
Era una mañana como cualquier otra en la ciudad de Tomoeda, la gente se movía rápidamente, ya sea para llegar al trabajo o la escuela, mientras eso ocurría, en una de las tantas casas de la ciudad ( mas bien parecía mansión ), un joven, como de unos 17 años, se levantaba igual que todas las mañanas, dándose una ducha y arreglándose para partir a la escuela, vestido con una camisa blanca de manga larga con corbata negra, "encima" portaba un saco negro acompañado con unos pantalones del mismo color, un chico de 1.90, guapo, fuerte y de hermosa cabellera café oscura, con una mirada bastante penetrante que tenia la cualidad de intimidar a todas las chicas de las escuelas en las que había estado; seria su primer día de clases en la preparatoria de la ciudad, después de haberse cambiado de ciudad hace 3 días.
Antes de eso, con ayuda de un tablero mágico que poseía, intento encontrar la presencia mágica de esa persona que llevaba buscando desde que cumplió los 13 años, que desde ese entonces, aparecía en sus sueños junto con todo lo que habían vivido juntos y que desgraciadamente, todavía no encontraba.
-maldición, no puedo encontrar su presencia – decía el joven al no encontrar resultado favorable – espero encontrarla pronto, de lo contrario, olvidara todo – dijo preocupado a la vez que salía de su cuarto y se dirigió a desayunar para irse a la escuela.
En la cocina, lo recibe un señor de edad avanzada, sonriéndole alegremente como todas las mañanas
-buenos días joven Syaoran – dice sonriente el señor
-buenos días Wein – respondió el joven ambarino
-¿Como amaneció el día de hoy joven? – preguntaba mientras servia el desayuno en la mesa
-bien, wein, gracias – dijo nuestro apuesto joven, aunque con un dejo de tristeza, que Wein noto
-me alegra oír eso…pero veo que aun no logra encontrarla, ¿verdad?, se nota en su mirada, joven
En ese momento entra a la cocina una criatura mágica, saludando efusivamente al joven ambarino
-¡¡buenos días amo!! – dice una de las criaturas abrazando a su amo
Está, era una especie de Pegaso (en pequeño, como peluche) blanco, unas alas que en esa forma parecían de juguete, en su frente tenia una piedra de color verde, muy hermosa, poseía ademas, unos hermosos ojos color azul cielo, en verdad, era una criatura muy bella.
-buenos días Sephira – decía alegremente el joven saludando a su guardián – por cierto… ¿Dónde esta Ranshou? – pregunto Syaoran
-buenos días amo, que se le ofrece – dice el otro guardián en forma seria, apareciendo repentinamente en la cocina
-buenos días Ranshou, nada, solo quería saber donde estabas, eso es todo
Este guardián era como un ángel, portaba una larga cabellera color beige, una parte de esta, estaba sujetada con un listón, pero se salían unos pequeños cabellos haciéndolo ver muy bien; portaba ademas, un traje blanco con unos tonos en azul cielo y dorado; poseía unas alas grandes y hermosas; despedía un aura muy calida y tranquila.
-sigue sin tener noticias, ¿verdad? – pregunto Ranshou en seco a su amo
-así es…espero encontrarla pronto en esta ciudad, en Hong Kong no hay rastro de que se encuentre ahí, de lo contrario…
-¿Por qué le urge encontrarla? Se supone que ella recuerda todo al cumplir 13 años como usted amo, no veo la razón por la que hay que preocuparse – dijo Sephira
-aun no ha detectado su presencia en ninguna parte y… - decía Ranshou pero fue interrumpido por el joven
-y eso es lo que me preocupa – contesto con un dejo de tristeza
-¿Por qué? – pregunto la linda guardiana
-¿acaso no lo notaste Sephira?, en el momento en que hicieron el conjuro, ella se comenzó a debilitar en gran cantidad… - contesto el guardián
-disculpe amo, pero sigo sin entender
-te lo explicare…- decía mientras empezaba a desayunar - ese pequeño detalle la afectaría grandemente, también reencarno, esta viva, pero… no… recuerda nada de su pasado – dijo el joven, esto ultimo con suma tristeza
-entonces…si no recuerda nada, quiere decir que… - decía Sephira – no a desarrollado su magia y "ellos" no han despertado como nosotros
-exactamente, y lo que mas me preocupa…es que si antes de que cumpla los 18 años no logra recordar nada…olvidara todo para siempre…
-pero aunque la encontremos, usted no puede interferir en sus recuerdos – dejo Ranshou
-ya se…tengo que dejar que ella recuerde por si sola
-lamento interrumpir joven syaoran, pero se le va hacer tarde para irse a la escuela
-¡¡es verdad!!, ya me voy, adiós
Dicho esto el muchacho salio de la casa/mansión rumbo a la escuela, se preguntaran, porque si vive en una mansión no se va en carro o lo llevan o algo por el estilo, pero lo que sucede es que al joven no le gusta llamar la atención, así, mientras caminaba iba pensando en esa persona especial para el, aquella persona que quería, quiere ver nuevamente con esa sonrisa que le robo, y seguramente le robaría nuevamente, el corazón; en otras palabras, iba pensando en su Flor de Cerezo, en su Sakura.
