Es viernes en la tarde... Las nubes cubren el cielo, tiñéndolo de un color gris ceniza y el viento sopla con gran intensidad. Permanezco recostado en mi cama con la mirada pérdida en el techo. No encuentro nada que hacer. No tengo ganas de pelear y no nos han dejado deberes. Incluso si tuviera algo pendiente, estoy seguro de que no lo haría bien, no podría concentrarme, estoy muy distraído. Mi mamá salió de casa por unas horas y, a excepción de Drago, me encuentro sólo.
¡Esto es patético! – Pienso mientras doy vueltas en la cama – Me he enfrentado con peligros que la mayoría de los chicos de mi edad, ni se imaginan. He puesto en riesgo mi propia vida y salvado a mi planeta de su destrucción a mi temprana edad de 12 años (y que conste que no soy vanidoso, eh) Pero miedo de algo tan común... ¡Diablos! Nunca me había sentido tan cobarde – Me meto entre las sábanas con coraje – Y aunque no tuviera tanto miedo ¿Que es lo que debería hacer? No tengo ni idea de como se dice este tipo de cosas... ¡¿Porque de repente me sonrojé?
- Dan ¿Estás bien amigo? – Me pregunta Drago sobre mi mesita de noche, y yo saco la cabeza de las mantas para escucharle mejor – Desde que llegaste, casi no has dicho nada
- S-Si estoy bien. Solamente estaba pensando – Digo fingiendo una sonrisa
- ¿Y se puede saber en que tanto pensabas? Eso no es algo muy común en ti –
Lo fulminé con la mirada – No es nada. No tiene importancia
- Sabes que puedes contarme lo que sea -
- Sí lo sé pero... Es sólo una tontería. Y aunque te lo dijera no creo que puedas hacer algo para ayudarme
- Inténtalo, tal vez te sorprenda. Además, siempre puedo escucharte –
Me lo pensé. ¿Debía decírselo? digo... Él siempre ha estado conmigo cuando más lo necesite ¡Pero con cosas de vida o muerte! Y comparado con todo lo que he pasado, el querer declarársele a una chica parece una insignificancia, pero entonces ¿porque me está comiendo vivo? Solté un suspiro. Supongo que desahogándome con alguien me sentiré mejor. Sólo espero que no me fastidie demasiado.
- Es que yo... Estaba... Considerando la idea de tener... – Intento decir, pero las palabras no me salen. Y para colmo ¡Cada vez estoy más rojo!
- ¿Que cosa Dan? –
- Tener... - ¡¿Porque diablos se me ocurrió que podía decirle esto? – N... o... via
A Drago no pareció sorprenderle mucho lo que yo acababa de decir. Es más, incluso llegué a preguntarme, como era que podía estar tan tranquilo, cuando yo estaba sufriendo tanto.
- ¿Y cuando se lo dirás? – Preguntó al fin con la misma serenidad
Quise matarlo – Draago ¡Eso es lo que no sé! Además sólo lo estaba pensando. Ni siquiera creo que se lo vaya a decir
- ¿Porque no? -
- ¡Porque...! ¿Ves? Te dije que no entenderías – Dije algo fastidiado del tema. Esa era mi decisión. Recién se lo había dicho y ya me estaba arrepintiendo de contárselo
- Te entendería, si me lo explicaras –
Me calmé – Pues... ¡Espera! ¿Como sabes de quien estoy...?
- Me pareció algo bastante obvio -
Me quise morir. Sabía que la gente tenía una remota idea, pero jamás pensé que fuera algo "bastante obvio" ¿Tan idiota había sido estando cerca de ella?
- Como sea ¿Para que se lo digo? ¿Para que me rechace? No pienso pasar por algo tan humillante –
- ¿Crees que te rechace?
- No lo creo – Dije algo deprimido – Lo sé
- Ay vamos Dan – Comenzó a decir mi amigo – Ustedes podrán gritarse, decirse tonterías, fingir que se odian y ella...
- Siempre me lastima –
- Pero es obvio que ustedes se gustan –
Levante la mirada algo esperanzado - ¿Enserio?
- Tendrías que estar ciego o ser idiota para no darte cuenta – Me sorprendía a mi mismo sonriendo con cierta timidez – Yo pienso que deberías llamar y decírselo
- Eso no puede decirse por teléfono. Sería no tener orgullo –
- Sólo digo que la cites en algún lado y ahí se lo dices.
Al terminar de hablarme, volvió a su forma de esfera.
Me quedé pensativo por unos instantes, sin saber que hacer. Trataba de concentrarme en analizar las posibilidades de lo que podría pasar... Pero simplemente no podía. Lo intentaba, pero atravesaba por mi cabeza la imagen de ella. Su sonrisa. Sus ojos y su cabello azules como el cielo. Su piel tan blanca como la nieve misma, pareciera que resplandeciese como la de un ángel, sólo le faltaba el halo y las alas, y sería un pedazo de cielo, obligado a permanecer en la tierra. Para mí, ya lo era. Yo amaba a Runo ¿pero se lo podría decir?
Volví la mirada hacía la ventana, viendo al cielo, y luego... al teléfono...
═══۩۞۩ஜஜ۩۞۩۩۞۩ஜஜ۩۞۩۩۞۩ஜஜ۩۞۩
De acuerdo... Al principio pensé hacer de éste un one-shot, pero luego me agarré escribiendo y para cuando me di cuenta ya era demasiado XD, ya que me faltaban unas cuantas cosas, por lo que decidí hacer capis cortos narrados por los personajes principales. De todas maneras, sólo espero que les haya gustado... y espero subir el próximo capitulo pronto.
Sayonara minna ~ ^.^
