Mature Love.
Prologo.
La hermosa región de Kanto, hogar de múltiples especies de pokemon, hermosos panoramas naturales, ciudades majestuosas, aunque simples. Reconocida entre las demás localidades como la región con entrenadores más fuertes. Actualmente Kanto contaba con los gimnasios más duros de vencer. Hasta el punto que más de dos veces te ibas a enfrentar contra los líderes de gimnasios de aquella región. Pero nos centraremos en ellos después, viajamos a la localidad más pacífica y emblemática de Kanto. Pueblo paleta.
La preciosa localidad cuyo paisaje no pareció obtener algún cambio, excepto las ahora nuevas construcciones siendo un pequeño centro pokemon, una tienda y unas tantas nuevas casas, igualmente no perdía su característico ambiente rural. Un pueblo que gozaba de buen paisaje natural siendo rodeado de un hermoso bosque. Con un pequeño camino que daba hacia el mar. Ahora mismo nos movemos a una de las tantas casas con aspecto sencillo pero que combinaba con el ambiente del pueblo, aquella de tejado rojo y color blanco cubriendo cada zona de parte externa de la casa. Rodeado de una pequeña cerca que protegía el pequeño jardín delantero y trasero.
Llegamos a internarnos dentro de esta notando el decorado sencillo pero que aun así era bello de la casa. Un interior y espacio apto para que una familia no numerosa se hospedase cómodamente. En aquella sala se hallaba sentada sobre el sofá una mujer no superando sus 36 años de edad. La cual aun mantenía un porte juvenil y que su cuerpo casi ni mostraba signos de que llegaba a una edad avanzada. Su pelo se mantenía lacio largo de ese tono castaño natural que poseía, su piel se mantenía suave y delicada del tono blanco que se le conocía, ligeramente un poco mas bronceado. Ojos de un tono chocolate, que dejarían algunos hombres incapaces de alejar la mirada de ellos. Su cuerpo poseía esa delgada figura la cual fue manteniendo con los años gracias a sanas comidas y ejercicios, con pechos de copa entre C y D. unas caderas cuyo movimiento hipnotizaría a muchos y aquel trasero que si bien no era de un tamaño grande, era uno que mas de algunos desearían probar.
La señora Delia Ketchum. Madre de uno de los entrenadores más reconocidos en el mundo, Ash Ketchum, observaba con felicidad aquella vez donde su hijo se corono campeón de Kalos, la región donde sin duda obtuvo su más anhelado sueño, eso hace más de dos años. Su madre grabo aquel hermoso momento para revivirlo más de una vez y capaz mostrarlo a futuras generaciones de la familia. La mujer observaba con admiración como su retoño recibía aquel gran trofeo de manos de la misma campeona que venció en un arduo combate. Donde al final aquella extraña fusión con su compañero de agua fue llevada al máximo y demostró un poder mayor a de una Mega, casi legendario.
Delia suspiro levemente observando también cada foto donde se mostraban las compañeras, amigas y personajes femeninos que su hijo conoció a lo largo de su aventura. Si bien ella le jugaba bromas de que era tiempo de conseguir pareja y darle nietos, la madre en el fondo temía eso. Después de todo Ash era su único hijo y tenía un leve temor de perderlo, o mejor dicho, más que un leve temor. No dudaba que su hijo era un rompe corazones, despistado, pero lo era, y ella siempre estuvo atenta a cada chica que él conocía para saber cuál era la "indicada" de tratar con su campeón. Con Misty vio un potencial, pero al saber que su hijo era a veces golpeado por ella le causaba molestia. Afortunadamente su hijo no se fijo en ella.
Con aquella chica de Hoenn, May, llego a pensar que sería buena, ambos compartían una especie de actitud similar. Pero la chica de ciudad Petalia no demostraba tanto interés en el Ketchum, así que al final no se dio nada. Y esta se consiguió un noviazgo con un tal Dew, droe o un chico medio raro de pelo verde. La otra opción fue Dawn, aquella quien miraba a su hijo como un maestro. Delia no era de interesarse en la edad siempre y cuando exista un amor profundo, aunque bueno, ella entendía que deben existir sus límites también. De todas formas la chica pareció tener un poco de interés en Ash, pero este nunca se fijo, típico. Al final la de pelo azul comenzó una relación con su amigo de la infancia, quien siempre le decía Deedee por una misteriosa razón.
Iris, realmente nunca vio nada en ella que le gustase, descartada. La ultima y con mayores posibilidades fue Serena, la chica de Kalos que demostró interés en su hijo, cuando la conoció observo eso que solo una madre nota. Realmente pensó que ella seria la indicada. Pero por extrañas circunstancias declino tener algo con su hijo y empezó una relación con un tal Kalm. Un chico que ella decía conocer de antes. No supo las razones, solo que ambos ya eran pareja. Las demás chicas tampoco parecieron buenas opciones, y algunas ya hicieron parejas con otros. Al parecer su hijo estaba algo destinado a la soledad.
— Aunque no me molesta…— con aquellas palabras guardo aquel libro en un estante, sinceramente deseaba tener más tiempo a su pequeño, por así decirlo. Aunque desde que se volvió campeón, muchas chicas ya han querido algo con él — El tiempo pasa sin darme cuenta y Mi Ashi crece tan rápido — expreso con leve tono decaído — Algún día vendrá con alguna chica y me dirá que se ira de casa — repentinamente se formo una nube sobre su cabeza observándose una escena rara.
Imaginación de Delia.
Se podía observar a un chico de tez morena y zetas en las mejillas abrazando de la cintura una chica de cara desconocida, la cual acariciaba gentilmente su hinchada panza. Mientras Delia estaba con cara de asombro.
— Mamá ya no te necesito, me iré lejos con mi esposa y nunca volveré — expresaba con voz emocionada el muchacho. Dejando más sorprendida a la mujer.
— Así es "suegra" ya no debe preocuparse, yo cuidare de él, usted puede desaparecer — hablo la chica de panza grande con una sonrisa maliciosa.
Ambos empezaron a distanciarse de la mujer quien estiraba su mano con lagrimas bajando por sus ojos al ver como su hijo se alejaba de ella mientras la pareja reía con maldad. Dejando a la pobre dama en una lugar oscuro.
Fin de la imaginación.
— ¡No Ash no te vayas! — aquel grito resonó por toda la casa, la mujer tapo rápidamente su boca con un notorio sonrojo de pena en su rostro. Observo alrededor buscando testigos encontrando a su compañero pokemon mimo el cual se quedo estático y asustado en el sitio — Y-yo…— la mujer no encontraba palabras para excusarse de aquella reacción, simplemente vio como se alejaba con lentitud. Cosa que saco una gota en la dama — Oh…estoy tan consciente de que deberá encontrar pareja algún día, pero no quiero que se aleje de mi…— nuevamente empezó una conversación para sí misma.
Al final decidió dejar aquellos pensamientos, no era normal que una madre pensara así de su hijo, ella debía apoyarlo en lo que este hiciera, siempre y cuando fuese correcto, en cada momento. Si este llegaba con una mujer y se iba le desearía lo mejor. Aunque nuevamente suspiro con pesar, después de todo no recordaba momentos nuevos que viviera con su hijo desde que inicio su aventura. Siempre que regresaba de una no tardaba mucho en irse a otra, y aunque ella quería que Ash pasara más tiempo a su lado, siempre terminaba por desearle lo mejor y dejar que se fuera.
— Espero que al menos cuando regrese pasemos más tiempo de caridad juntos — con una leve sonrisa deseando tener esos momentos con su hijo.
Repentinamente el timbre de su domicilio sonó por la casa, ella fue para averiguar de quien se trataba. Al abrir aquella puerta quedo ligeramente asombrada de ver a un apuesto joven parado en la entrada de su casa, de pelo negro levemente hacia abajo, con piel algo bronceada, alto superándola incluso en altura por centímetros. De complexión atlética vistiendo una chamarra roja con blanco, pantalones azules, zapatos deportivos negros, guantes de mismo tono. Lo más llamativo eran sus ojos miel brillantes. Una sonrisa donde sus dientes se mostraban denotando gran felicidad. La mujer duro segundos intentando reconocer al joven no mayor a los 19 parado frente a su puerta.
— ¡Eh vuelto! — grito con emoción el muchacho sorprendiendo a Delia quien levemente reconoció aquella voz grave.
— ¿Ash? — pregunto con duda puesto que su hijo lo recordaba más bajo, y no tan…apuesto.
— ¡Hola, mamá! — expreso aun con alegría mientras observaba a su madre. La mujer iba a responder hasta que noto una criatura grande al lado de su hijo de tono negro y naranja.
— ¡Rai! — saludo aquel pokemon quien se notaba era un Raichu bien entrenado. Delia quedo nuevamente en blanco, después de tono si ese joven era su Ash, ese roedor grande debía ser, o mejor, debió ser alguna vez Pikachu.
En ese momento la mujer solo pudo hacer una cosa, desmayarse ante la mirada asustada de su hijo y el roedor quienes soltando un grito de indignidad al ver la reacción de la mujer. Ambos diciendo la misma frase aunque en distinto dialecto.
— ¡Mamá/Rai! — se escucho el grito de ambos al ver el colapso de Delia.
Conferencia de la Liga pokemon, Kalos.
En la cual sería la edificación creada para representar la liga pokemon de Kalos, se llevaba a cabo una reunión sobre los siguientes trámites y preparamientos para el próximo desafío. Faltaría no más de medio año para dar inicio de operaciones a la liga donde los gimnasios nuevamente abrirían sus puertas para las futuras estrellas, posiblemente. Aquí se hallaban cada uno de los líderes y altos mandos de dicha región, siendo ausente el campeón.
Viola, la fotografa líder del tipo bicho. Grant, el escalador líder del tipo roca. Korrina, la entusiasta peleadora líder del tipo lucha. Ramos, el paciente líder del tipo planta. Clemont, el gran inventor líder del tipo eléctrico. Valerie, la gran diseñadora líder del tipo hada. Olympia, encantadora médium del tipo psíquico y Wulfric, el serio hombre líder del tipo hielo. Los 8 poderosos lideres de Kalos.
Wikstrom, el duro hombre, alto mando con fuertes pokemon tipo acero. Siebold, el elegante alto mando con sus potentes pokemon tipo agua. Dracena, la sonriente domadora de bestias místicas tipo dragón. Y la hermosa y ardiente Malva con sus peligrosos pokemon tipo fuego. El alto mando de Kalos. En esta ocasión se encontraba Diantha, que si bien no era la campeona, tenía un fuerte estatus en las decisiones a tomar en estos tiempos.
— El apuesto campeón no asistió a la reunión ¿eh? — hablo Malva notando el puesto vacio de quien debería estar ocupado por el vencedor actual de la liga.
— Ash obtuvo sus vacaciones por adelantado — aclaro su amigo Clemont ajustando sus anteojos los cuales ganaron un extraño brillo.
— Qué suerte tiene el mocoso — expreso con molestia Wikstrom.
— No te pongas así, Ash estuvo atento y trabajando duro este tiempo, además sabes mejor que nadie que los campeones tienen beneficios, uno de ellos es permanecer en sus actividades normales, y solo serán convocados por algún accidente o asunto importante — aclaro la ex campeona Diantha.
— ¿Y esto no lo es? — pregunto Siebold observando a la mujer.
— Vaya, vaya, que ambiente tan frívolo — Dracena tomo el derecho de palabra — El decidir los movimientos de la liga no es tan importante como para que el campeón asista, después de todo afecta más a nosotros, los lideres y alto mando — explico la mujer aquel detalle que se debía conocer de parte de todos — Aunque no hubiera sido malo verlo al menos — expreso con vos risueña dejando a todos con una gota, aunque sacando risa en Ramos.
— En todo caso ¿Qué cambios habrá en esta ocasión? — pregunto Korrina con ansias de prepararse para los próximos retadores.
— Seguiremos el movimiento actual, se le permite el uso de un pokemon con mega evolución por encuentro, además de que los lideres tendrá beneficio de cambio, esa regla de no poder cambiar pokemon es tonta — explico con voz serena Diantha observando los cambios a realizarse.
— Tal vez fue por esa regla que Ash nos venció — saco a relucir Viola su hipótesis.
— O tal vez fue el fuerte vínculo que tenia con sus pokemon y las ansias de ganar — defendió Olympia al joven Ketchum. Ganando un bufido por parte de Viola.
— En todo caso tendremos mejores resultados, nos hemos quedado atrás y somos considerados la tercera región con líderes y alto mando difícil — explico Grant quien ahora yacía escalando los muros de aquella habitación. Todos ignoraron lo que hacia, haciendo solo caso a sus palabras.
— En eso tiene razón, ser superados por Kanto y Johto es mal sabor de boca — bufo con un suspiro Malva recordando aquella encuesta de las actuales regiones con más fuertes líderes.
— Y eso que contamos con pokemon capaces de Mega evolucionar — siguió Korrina con leve molestia de saber que el gimnasio de tipo lucha de Johto la supera.
— Y su alto mando es de temer — hablo Clemont nuevamente ya habiendo averiguado datos sobre los lideres y alto mando de aquel lugar.
— Tonterías — reprocho con molestia Wikstrom.
—Ash ya los venció — Olympia capto la atención de todos causando confusión, asombro y extrañeza.
— ¿A qué te refieres? — pregunto Ramos dudoso de lo que decía la mujer.
— Que el joven Ash ya los venció, y no me refiero que ocurre en el futuro, ya él los venció recientemente — explico la mujer con poderes psíquicos causando mayor asombro en todos.
— Bueno, debo admitir que Ash posee un equipo poderoso, pero…eso me sorprende — respondió Clemont, aunque con una sonrisa, nuevamente su amigo le sorprendió.
— ¿Y el alto mando? — pregunto con curiosidad Siebold.
— También — respondió con simpleza la mujer. Dejando mudo a todos — El me lo conto cuando me fue a pedir consejos, no hace menos de un año ¿No, Dracena? — Olympia observo a la alto mando quien mantenía su sonrisa, la mujer llamo la atención de todos.
— Vaya, vaya ¿Fue contigo también? Bueno el me visito para que le ayudara con unos pokemon tipo dragón que había adquirido, y efectivamente me conto eso, pero me prometió mantenerlo en secreto — la dama rio gentilmente dejando mudo a todos.
— Bueno, si es todo paso a retirarme, quiero empezar mis vacaciones y debo ir a cierto sitio — Olympia se puso de pie, Dracena hizo lo mismo colocándose a la par de esta.
— Igualmente yo, así que nos veremos después — aun con la sonrisa se despidió de sus compañeros de liga retirándose junto a la dama. Ambas caminaban por el pasillo en un pequeño silencio — ¿Y a donde piensas ir, Olympia? — pregunto repentinamente la doma dragones.
— Un lugar pacifico y hermoso, según me contaron, visitare a una persona — explico esta sin observarla — ¿Y tú? — ahora fue el turno de ella, causando una risa gentil en Dracena.
— Un sitio bello y tranquilo, me dijeron que el aire puro del lugar es de sentir, además visitare a un amigo — respondió igualmente. Ambas se mantuvieron un momento más en silencio entrando en un ascensor que las llevaría la planta baja.
Ambas se mantenían a la par de la otra en aquel pequeño sitio que se movía hacia abajo, cada una con una leve sonrisa plasmada en su rostro. Pero las dos tenían un pensamiento similar.
— "Va donde él" — aquel extraño pensamiento igual de ambas causo que las dos se miraran de reojo, incluso Dracena abrió levemente sus ojos para observar a Olympia. Sin perder su sonrisa las dos se miraban, para luego volver a su pose normal. Dracena con sus ojos cerrados y Olympia mirando al frente.
El ascensor se detuvo y ambas salieron de este, fueron a la salida y luego de una despedida amigable se retiraron por distintos caminos. Cada una con la idea de vacacionar. Y ya tenían el sitio de descanso.
Kanto, pueblo paleta.
Delia apenas y se recuperaba de aquella impresión de haber visto a un joven apuesto que según le dijo era su Ash. La mujer se acomodo en aquel sofá donde reposaba. Seguramente había sido un sueño. A su mente llego la imagen de aquel chico sonriente y un leve sonrojo se apodero de sus mejillas. Como una colegiala sujeto su rostro moviéndolo de lado a lado con una boba sonrisa.
— Aunque no me molestaría que Ash se viera así ¿Eh? — al haberse dado cuenta de lo que dijo sé sonrojo mas por haber pensado eso — Que cosas dices Delia, el calor te debe estar afectando — se dijo a sí misma con una risa nerviosa.
— Oh, ya despertaste, que bien — Delia se tenso levemente y giro su rostro para observar al joven de su "sueño" el cual para bien o para mal yacía con solo sus pantalones dejando su abdomen al descubierto notándose la musculatura no excesiva y perfecta del chico — La cena casi esta lista, aunque me preocupaste cuando te caíste así, mamá — nuevamente le dijo mamá. Además fijándose mejor tenía unas marcas en las mejillas con forma de zeta, entonces si era su hijo.
— Ash — dejando de lado lo apuesto que se había vuelto, Delia se levanto y fue a darle un abrazo a su retoño. Aquel gesto fue correspondido por el azabache quien extrañaba ese calor de ella — Lo siento hijo, es que, me sorprendió verte tan cambiado que no pensé que…bueno…— la mujer no hallaba excusa por lo de antes, así que prefirió volver a darle un abrazo sintiendo los fuertes y protectores brazos de Ash y su pecho rígido pero cómodo.
— Me alegra mucho verte nuevamente, lamento no haberme comunicado antes, quería sorprenderte — Ash había respondido la posible duda de llegar de repente a su hogar. Se rio levemente aunque recibió un tirón de oreja de Delia la cual con un bufido infantil lo miraba.
— La próxima vez avisa — dijo esta con tono molesto, Ash se rindió y después de repetir muchas veces que lo haría fue liberado. Delia de pronto capto el dulce aroma que provenía de la cocina el cual le hizo agua la boca — Vaya hijo huele delicioso —expreso con asombro.
— Aprendí de cocina gracias a Brock y Clemont, vamos, ya casi esta — explico el joven volviendo a la cocina.
La mujer asintió y miro a su hijo irse a la cocina. Realmente jamás espero ver tal cambio en su pequeño, seguramente más de una tuvo esa reacción al verlo. Se había vuelto muy apuesto, alto y fuerte. Nuevamente la imagen sonriente surco su mente y un pequeño sonrojo se noto en su mejilla. Delia movió la cabeza buscando borrar aquello. Arceus la había escuchado y ahora ambos pasarían tiempo juntos, solo ella y el. Solos, en casa, ella y el…
— Oh, creo que en serio me está afectando el calor — pensó la mujer con un sonrojo nuevamente al imaginar otra cosa.
— ¡Mamá, ya está listo! — llamo el azabache trayendo a su madre al mundo real.
— ¡Y-ya voy hijo! — al darse cuenta que titubeo se quedo segundos inmóvil. Para luego sonreír eh ir a comer aquello que su hijo había preparado. Finalmente la familia estaba reunida. Y ella esta vez no dejaría pasar la oportunidad y estaría el mayor tiempo posible con su retoño, con su bebe, con su Ashi. Solos ella y el. O eso pensaba.
Continuara.
