Los personajes pertenecen a la señora Meyer… yo solo juego un rato con ellos.

Mil gracias a mi Beta hermosa: aleshita-luvs-paramore

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ValeriaStewPattz

Si alguien me hubiera dicho que este día seria tan terrible, no lo hubiera creído, era verdad que estábamos en fechas de mucho trabajo pero esto era de locos.

Odiaba estas temporadas porque siempre se ponía así… Tomé los materiales que el energúmeno de mi jefe me pidió, las ganas de salir corriendo no me faltaban pero tenia mis razones para quedarme y seguir aguantándolo, lo que él me ofrecía nadie podía dármelo, nadie... solo él.

Un sueldo para nada despreciable, confianza –Y aunque no lo crean- una buena atmosfera de trabajo, pero en estos momentos era lo último que teníamos. Los pedidos y reproches de los proveedores surgían uno tras otro sin darnos tregua, quería que este día tan horroroso acabara y que fuera ¡YA!

Tomé las nuevas facturas que me había mandado Jacob hace cinco minutos. Mi jefe los necesitaba y no quería hacerlo esperar más, reacomode mi cabello tomando un puñado de él y poniéndolo de mi lado derecho pues era mi manera de hacerle ver que yo también esta estresada y a nada de explotar.

Camine con decisión al despacho, di tres pequeños toques y esa voz aterciopelada, sexi y enfadada me invito a pasar, respire profundamente y abrí la puerta. Por supuesto ahí estaba él, con su abrigo color marrón y la camisa con los primeros botones abiertos dejando ver el comienzo de su perfecto pecho… ¡Por dios Isabella deja de pensar estupideces y céntrate en lo tuyo!

Carraspee para hacer notar que ya había acatado su orden y estaba dentro del despacho.

Camine con paso firme y decidido a su escritorio, deje el grupo de papeles sobre el mismo y me dispuse a retirarme. El teléfono comenzó a sonar y me dirigí de nuevo al escritorio para tomarlo, ya que si esperaba hasta ir al mio dudé que llegara, y lo que menos queremos es tener mas problemas.

Con un asentimiento del señor Cullen tome el auricular, mientras el revisaba los documentos con los que estaba desde que entré. Gracias a Dios la llamada nos indicaba que todo estaba mejorando poco a poco, pero aún nos faltaba mucho por hacer.

Busque rápidamente la libreta donde anotaba todo, ya que el proveedor me brindaría información muy importante, con el bolígrafo en la mano empecé a escribir lo que me dictaba el hombre que se encontraba al otro lado de la línea.

La libreta traicionera resbalo de entre mis manos y cayó al suelo, con un suspiro me agache por ella, grabando cada palabra que me decía el proveedor… con lo que no contaba es que el señor Cullen ya no veía el documento que lo tenia tan concentrado, sino que su mirada estaba mas que fija en mi trasero…

Me hice la desentendida y ahí mismo agachada di indicios al teléfono que lo explicado ya estaba grabado en mi pequeña compañera… y estará era mi fiel libreta. Sonreí maliciosamente y muy despacio me fui levantando, lentamente… hasta que sentí unas grandes manos abarcarme la cintura y estrujarme con ellas, eran blancas, fuertes, masculinas y cabían perfectamente en ese lugar que lo aclamaban... Edward Cullen era el dueño de aquellas y de mi deseo… todo él mi deseo personal.

Sus largos y finos dedos empezaron hacer pequeños círculos en mi abdomen, yo solo me dedique a ver como idiota como el paseaba sus manos a su antojo, cerré los ojos cuando sentí que me pego completamente a su cuerpo, dejándome sentir su enorme erección en mi espalda baja… ¡Oh Dios estaba más que excitado!

-No hace falta que le diga nada verdad Swan? -Con los ojos cerrados sonreí, el siguió hablando- Me tiene mas duro que una roca, mas excitado que nunca y apunto de reventar como si de una bomba se tratase, estoy jodidamente excitado y tu eres la culpable... Eres mala Isabella… ¡Muy, pero muy MALA!

Jadee, ¡Por Dios! era lo mínimo que se merecía, él siempre me mantenía en un estado catastrófico, mi cuerpo solo quería sentirlo y ser sometido por él. Pero esto no debía ocurrir, estábamos trabajando y por más que fuera mi fantasía sexual me resistiría como bien dicen… Hasta que el cuerpo aguante… y el mío era tan puñetero y traicionero que seguro no me haría caso, pero podría decir con orgullo que lo intente.

-Disculpe señor Cullen, pero esto se llama acoso sexual… aléjese de mi -tome sus manos y las aleje de mi cintura, como era de esperarse era mucho mas fuerte que yo, y el tomo sus manos por encima de las mías- Vamos señor, ¿no quiere tener problemas de esta índole cierto?

Una sonrisa, sexi y encantadora se dibujo en su perfecto rostro, no la vi… pero así era Edward Cullen perfecto, y agradecía el darle la espalda, no quería comenzar a mojar mis pobres bragas que terminaban pagando por los pensamientos sucios que tenían su dueña que este caso era yo… con su jefe el gran Edward Cullen.

Con paso firme me aleje de él, pase por su lado y tome mi libreta de apuntes, coloque el teléfono en su sitio y voltee a verlo, para luego decirle...

-Si no se le ofrece nada más me retiro señor Cullen, ahí tiene los papeles y cualquier cosa hábleme por el interphone, permiso.

Una sonora carcajada salió de mis labios, había jugado sucio y como estas se vendrían muchas, me senté en mi escritorio para seguir contestando las tan fastidiosas e insistentes llamadas… ahora entendía porque nadie quería trabajar en la empresa del señor Cullen… Claro. ¡Si es el arquitecto mas solicitado…! sino hacia algo pronto me volvería loca, ahora lo importante era sacar el trabajo que me quedaba para luego irme a casa, pero ¡Oh no!, alguien salió muy… muy enfadado de su despacho.

La verdadera jugada se vendría ahora…

Esperen la segunda parte de este one-shoot, espero que les guste ;)!

Es cuestión de acabar el capitulo y después mandarlo a betear…. Dejen reviews para saber si les gusta . Calculo que para mas tardar el domingo estará terminado n_n.