Los personajes no me pertenecen, son de S. Meyer. La historia si es completamente creada por mi.
Es mi primera historia publicada en Fanfiction, quizá la primera a la que planeo ponerle empeño. No soy una experta, ni mucho menos una escritora ni lo deseo ser, sólo hago por aburrimiento y por saciar las mil y un fantasías que realiza mi mente.
No tengo un beta, ni nada de eso. Realmente no conozco muchos de esos términos que usan por aquí xD Soy muy novata, así que cualquier error me lo perdonan, sólo estoy empezando. De todas formas escribo para complacerme a mi nada más, que les guste será otro placer más pero siendo sincera no puedo ni me daré el lujo de hacer cambios ni nada por nadie.
Un besos y espero que salga todo bien.
Niña
Summary
Entre tantos amores prohibidos a ellos les toco la más insufrible, quizá la peor. Él no quiere tener más problemas en su vida pero uno más podría llevarlo hasta el cielo o cien metros bajo tierra. Ella no es Lolita... pero se parece.
Prólogo
Abrí los ojos y sentí que me encandile con su extenuante brillo. No había nadie más alrededor, sólo su esbelta silueta rodeada por diferentes y dispersos rayos de luz. Ella sonreía y hablaba a la vez, movía sus manos de acuerdo a su boca y hacía muecas ridículas sin darse cuenta que en realidad no se veía tan ridícula... Su cabello castaño estaba recogido hacía arriba haciendo caer sus puntas sobre su cabeza como si fuese una muñeca, algunos reflejos rojos le daban más madurez. No sé si era más por sus ojos chocolate o las largas pestañas que los resaltaban, pero creí que podía ver a través de nuestros cuerpos, era intenso, como si me acuchillara mil veces... Quise lamer su piel marfil, justo en sus finas marcas de bronceado y recorrer todo ese camino que ocultaban sus prendas. Lucía tan increíblemente joven que me sentí mal, me siento como un degenerado sin poder desquitar la vista de su pequeña cintura, de las caderas que la continuaban o de esos pechos que apenas hacían sombra en su blusa... Niña... Ella no tenía ni idea de que poseía unos hermosos labios redondos a los que quería sacarle todo su jugo. Tuve que frotar mis ojos varias veces cuando la vi por primera vez, creí que sería sencillo sacarla de mi cabeza en cuanto me diese cuenta de su simpleza. Aún detallo y examino cada rincón de su contextura buscando un error. Sólo me di cuenta que estaba compuesta por pequeños errores tan juntos que no supe como no adorarla, lucía tan normal que no lo era, era diferente. Es la niña más perfecta que he visto.
