Advertencias: Incesto algo subido de tono.

Nota de autora: Sooo, esta es la historia: Me retaron a hacer un Fujicest. Se suponía que iba a ser algo fluffy (yo lo suponía, no el reto), pero las cosas se salieron de control y… aquí está el resultado. Naruki, si lees esto, sigo pensando que estás loca. Y de paso, esto es algo crack, so... locura avecinándose.

Mío

Yuuta nunca se había considerado una persona celosa para con nadie, y mucho menos a causa de su hermano mayor. Entonces, ¿Por qué sentía la imperiosa necesidad de seguir a su hermano a los baños públicos e impedir que cogiera con cuanto se lo propusiese? No es cómo si eso fuera algo nuevo, nueva era la el dolor de estomago que sentía al verlo partir hacia esos encuentros furtivos.

Llevaba tiempo dándole vueltas a lo mismo, hasta que al final decidió que eso importaba un cuerno, su hermano podía follar con quien quisiese… pero haría algo al respecto de todos modos. Por eso estaba allí, en los baños públicos, con un cartel bajo el brazo y un plan en mente.

Ya había estado antes en esos baños –obviamente por la razón original de ser de los pobres-, por lo que sabía que en cada separador había un agujero. Y ya había visto suficientes películas porno como para saber que esos eran gloryholes.

Tragó saliva y empezó a mirar por debajo de los separadores hasta que identificó los zapatos de su hermano. Estaba arrodillado, mamándoselo a un desconocido que, joder, ni siquiera se había molestado en cerrar la puerta de su cubículo.

Yuuta se quedó atónito unos segundos. Verlo en la vida real era más chocante que mirarlo en video por primera vez. Fueron las palabras que el hombre dijo lo que lo saco del transe.

-Oh, así, mámalo así, puta… –masculló el sujeto con los ojos cerrados.

Puede que su hermano sea, en efecto, una puta. Pero eso era algo que solo él, Yuuta, podía decir y pensar.

Sacó el cartel de debajo del brazo, le silbó al hombre y apenas este hubo abierto los ojos para verle, se fijó en el anuncio. Tal como el menor de los Fuji esperaba, el desconocido palideció, sacó su miembro de la garganta de su hermano, y se fue a rápida velocidad.

Pudo notar que el hombre llevaba un anillo de casado en su dedo, cosa que le asqueo. Dejo el cartel en el suelo y entro al cubículo que ahora estaba vacío. Y entonces… nada. Su plan terminaba justo en la parte de espantar al amante de su hermano. Y es que un cartel diciendo; "Saca eso de él y lárgate. Soy su novio celoso y estoy armado. Postdada: Tiene sífilis en la garganta" era lo ideal. Gracias Internet.

Pasando a otro tema… ¿a que había entrado? Maldita sea, el sólo pensamiento de ser él próximo en la boca de Syusuke le hizo estremecer. Y no para mal precisamente, cosa que hubiese deseado.

Casi gritó cuando por el agujero apareció un dedo haciéndole señas de que lo entrase. Fue justo ahí cuando Yuuta se dio cuenta de que estaba excitado. El bulto en sus pantalones había crecido y su ropa interior le estorbaba… no, por todos los demonios, era su hermano. Pero…

-"Pero nada, maldita sea" –Yuuta cerró el cubículo, se desabrocho el pantalón, lo bajo hasta las rodillas con su ropa interior, y sin darse tiempo a pensar en lo que estaba haciendo, metió su miembro dentro del gloryhole improvisado.

Cerró los ojos ante la expectación. Al sentir la boca de su hermano mayor cerrarse sobre su excitación, suspiró. Definitivamente las mamadas de Syusuke eran mejor que cualquier cosa que pudiese hacer su mano izquierda.

Nota final: No tomen esto como algo serio XDDD En serio.

Besos