La vida cambia en un instante
-Vamos L, apresúrate que vamos a llegar tarde a tu nueva escuela
El pequeño niño de ocho años sin decir una sola palabra, se dirigió al baño; se ducho y lavo su cuerpo, lavo sus dientes y con una toalla, fue a su habitación, la ropa que su madre le dejo para ponerse se encontraba tendida en su cama; era una camisa a cuadros azul, jeans negros y unos zapatos del mismo color, pero el niño del cabello alborotado haciendo una mueca de desaprobación en su rostro, se aproximo a su armario y cogio unos jeans azul claro, una camiseta blanca y sus deportivas encontradas al lado de su cama. Se puso toda su ropa rápidamente, cogio un bolso color café y se dirigió al portal de su casa donde su madre lo llamaba con insistencia. El niño pasó frente a su madre y subió al automóvil negro, en el que se encontraba su padre tocando la bocina con enojo tras el atraso del pequeño niño.
-Ryuuzaki¿Por qué te pusiste esa ropa¡Niño tonto¡Niño idiota!
El niño no pareció prestar atención ante el espantoso regaño de su madre, subió al asiento trasero y su madre al asiento delantero, junto a su padre. Durante el trayecto.
-¿Por qué eres tan inútil Ryuuzaki, Todo lo que haces es darme problemas!! …. -¿Cómo algo tan pequeño, podría transformarse de un momento a otro en algo tan exasperante?
Los regaños seguían y seguían, mientras el tiempo pasaba el ceño fruncido de su madre aumentaba cada vez mas a la vez que los improperios y blasfemas dirigidas al chico moreno poseían mayor magnitud.
-Ryuuzaki eres un niño idiota…Eres el peor de todos!! …OH Dios mió que hecho yo para merecer esto?!!-decía la madre del pequeño irritada al máximo.
Así seguían su camino, como todos lo días, siempre igual, siempre tratando de demostrar indiferencia, sabiendo que en el fondo de su corazón habitaba la frustración de no ser aceptado por sus seres queridos y sabiendo que nunca pasaría, lo que le dolía hasta no poder mas causándole un tormento en su pequeño corazón .
-¿Por qué me hacen esto¿Soy un niño tan malo¿Por qué las personas que mas quiero, son las mas crueles conmigo?-pensaba con resentimiento-…Los odio, ojala…ojala…se mueran…-decía el niño en voz baja, mientras grandes lagrimas caían de sus ojos y con el ceño totalmente fruncido, con sus huesudas manos cogía la manga de su camiseta, tratando inútilmente de secar esos cristales de oscuridad que envolvían su rostro por mil caminos
En un momento en el que el automóvil se detuvo tras el semáforo, el niño sin poder detener sus sombrías lagrimas, y sin pensarlo dos veces, tomo su bolso, abrió la puerta y salio corriendo por la calle para escapar de aquella realidad que lo envolvía en desolación.
Ryuuzaki corrió lo mas rápido posible, cruzando calles y pasajes dejándose aventurar por una vez en su vida en un camino que no tenía destino, en un camino que por él sería infinito, para escapar de aquello que tanto lo hacía sufrir y que a su corta edad no entendía en lo absoluto, pero de pronto y sin que se diera cuenta su realidad cambiaría de un momento a otro. Justo en el momento en que iba a doblar en la esquina con la cabeza agachada dejando notar a grandes rasgos los defectos de su columna, y que por tanto tiempo le recriminaban siendo que él no tenía la culpa de los defectos físicos que tenía, e inmerso en un mar de pensamientos que lo ahogaba sintiendo a momentos una asfixia que lo asustaba mucho, se ve obligado a volver al mundo real abruptamente tras chocar con su cabeza y caer sentado al suelo de golpe…Al observar la situación y descubrir el maldito objeto que lo había hecho reaccionar para patearlo y descargar su rabia atrapada, mientras sobaba su cabeza con el ceño fruncido. Se dio cuenta que no era un maldito objeto sino una maldita persona tan alta y grande que le dio temor seguir observando desde tan pequeña altura, por lo que se sostuvo esta vez de pie sin apartar la vista de la "maldita" persona que lo detuvo.
-Hola pequeño-dijo el hombre con una gran sonrisa que iba de oreja a oreja, tan dulce y conciliadora, que con solo mirarle podía llenarle de felicidad.
El pequeño se sorprendió ante tan inesperado gesto, el chico no contesto, y bajo su cabeza para esconder esos grandes ojos negros un tanto desorbitados e hinchados, le observaba atentamente sus zapatos y tratando de calcular cualquier tipo de movimiento producido por aquel gran hombre escuchando y sintiendo lo que el señor podría hacer…Lentamente comenzó tímidamente a subir su mirada, ya que aquel hombre extrañamente le producía confianza. Observo el abrigo negro afranelado que llevaba y aquel sombrero del mismo color detalladamente que poco dejaba apreciar del rostro del hombre.
Hasta que finalmente el hombre saco su sombrero, dejando apreciar su rostro en totalidad, mostrando esa sonrisa tan resplandeciente que traía. L lo miro atentamente con sus grandes ojos.
-¿Por qué lloras pequeño?-
Ryuuzaki de pronto volvió a recordar el por que se encontraba en la calle con esos ojos tristes. El niño no dijo palabra alguna, solo dirigió su mirada al suelo, otra vez volviendo a esconder su rostro.
-No llores más pequeño-El hombre metió su mano al bolsillo de su abrigo y saco una paleta de caramelo, la dirigió al niño, que este por una especie de inercia la levanto cuidadosamente abriendo la mano, y el hombre puso el caramelo en su pequeña mano.
El niño miro el caramelo maravillado, abriendo sus ojos enormemente, tomando el lolipop con ambas manos, sacó el envoltorio rápidamente y lo introdujo en su boca. La cara de tristeza que tenía había desaparecido por completo ya hace un rato.
-¿Po que sendo tu u hombe tan gande le gutan lo duce, se soon pa niñoos?-dijo el niño con el lolipop en la boca.
El hombre se sobresalto ante tan inesperada pregunta, llamándole profundamente la atención.
-¿Eto no te poduce enfermedadaaad?-Volvió a preguntar el niño con el dulce en la boca
-Que interesantes preguntas, dime¿Cuál es tu nombre pequeño?-
-Me llamo L –Dijo el niño esta vez con el lolipop en su mano
-Gusto en conocerte L-el hombre se arrodillo quedando a la misma altura del niño, extendiéndole la mano, el niño la tomo por fin se saludaron.
-Señor ¿Cómo se llama?
-Me llamo…
-L!!! por fin te encuentro niño idiota¡¿Por qué te saliste corriendo así aaah?!!
El niño muy rápidamente cogio el envoltorio que había guardado en su bolsillo, envolvió su lolipop y lo guardo en el bolsillo trasero de su jeans, apresurándose lo más posible antes de que su madre llegara al exacto lugar donde se encontraba, por que conociéndola, se lo quitaría y lo tiraría por algún lugar impidiéndole otra vez algo que el niño quería.
El niño dirigió su mirada al suelo cuando su madre a paso rápido se aproximaba a él.
-L que tonto eres¿Por qué haces esto?!!...-
Sorpresivamente la madre levanto su mano, y con un gesto que el niño ya conocía, trato de tapar su cara con su mano, pero aquella mujer fue más rápida, y muy enojada le dio una cachetada que hizo al niño mover su cabeza hacía a un lado, mientras se le escapaban algunas lágrimas, pero se contuvo, no quería denotar ser un niño débil, y tampoco la vergüenza que le daba, solo quería ser fuerte y poder afrontar cualquier tipo de situación que se le presentaba, necesitaba sentirse de algún modo poderoso, si esto no fuera así caería en un océano profundo y oscuro sin poder respirar en el que solo las medusas alumbrarían su camino. Esto era lo que el necesitaba evitar de algún modo, por mas que le quemara su pequeño corazón, tenía que ser así.
El hombre del abrigo negro, al ver esa cruel forma tratar a un niño hizo que su sonrisa desapareciera por completo, mostrando una seriedad infinita y tan profunda que esta vez podría asustar a cualquiera.
-Siento las molestias, este niño no volverá a dar problemas-Dijo la mujer inclinándose hacia el hombre, tomando el brazo de L bruscamente.
-No se preocupe no me ha causado ningún tipo de molestias, si me lo permite me gustaría despedirme de él.
Lentamente se acerco al niño, se arrodillo para quedar nuevamente a su altura, lo abrazo cariñosamente, luego de un momento , se separo de el, volvió a quedar de pie mientras en un gesto de cariño y agrado le revolvía el cabello alborotándolo aún más, sacando al niño una tímida sonrisa.
-Hasta luego pequeño, L –
-Adiós señor- dijo el pequeño tirado de la mano de su madre y moviendo la mano en señal de despedida.
-No se moleste por que este niño no saldrá más-dijo la madre de L de forma muy seria y molesta.
Mientras se iban por la vereda tirado por la madre y en un completo silencio, L miraba hacía atrás observando que el hombre que nunca pudo saber su nombre seguía parado en el exacto lugar en el que se habían encontrado y mirando atentamente como se alejaban.
Después de un rato en el que con su madre habían recorrido calles y avenidas se encontraron con el automóvil de su padre, que se en encontraba callado y por primera vez esperando la llegada del niño pacientemente.
Ya dentro del automóvil se dirigieron a la nueva escuela del niño, al llegar, L la observo detenidamente, se podían apreciar muchos niños corriendo de un lado a otro, riendo y saltando por doquier.
-Bájate y que te vaya bien-dijo el padre secamente y sin ningún gesto visible en su rostro-
-Gracias, adiós-Dijo el niño
-Después de clases, vete directo a casa-dijo su mamá
El niño solo movió la cabeza y salió del automóvil callado y calmado como era característico en él. Tan pronto como sus dos pie en la calle y cerro la puerta del auto, éste se marcho rápidamente, dejando al pequeño solo en su primer día de clases.
Observo a todos lados y veía muchos padres abrazando a sus hijos y deseándoles lo mejor en su primer día, lo que lo hizo entrar en melancolía.
Caminaba lentamente hacía la entrada aferrado a su bolso y con la cabeza ligeramente agachada.
Desde ese día cambiaría su vida por completo, y el lo mejor es que él por alguna razón lo sabía en lo mas escondido de su ser.
CONTINUARA….
-Notas de la autora: Uiii es mi primer fic, nunca había escrito uno, y como dicen hay una primera vez para todo, así que ojala que les guste. Me encanto la historia, la tenia pensada hace tiempo, y me ha dejado muy satisfecha como ha quedado. Como soy principiante en esto me ayudaría mucho que ustedes me dejaran alguna crítica, sugerencia, opinión o tomatazo…pero ojala que siempre sean constructivas xD. Subiré el siguiente capitulo lo mas pronto que pueda, para que se enganchen un poco en lo que escribo, que por lo demás me encanta. Bueno gracias a mi súper amiga judi-chan, que la quiero mucho y que me ayuda harto en normas para la construcción de mi Fic.
Besos y sigan leyéndome. Adiós!.
