Aunque use un traje de gato, Chat Noir no tiene siete vidas. Si muere, está muerto. No va a revivir, pero va a reencarnar.

Anteriormente el gatito tuvo siete vidas anteriores, vidas que él vivió junto a su Lady. Vidas que algunas veces perdió por su Lady. Obviamente ella y él tenían diferentes personalidades, pero conservaban su esencia, sus valores y algo se seguía permaneciendo igual, algo que no importaba la cantidad de años que pasen, algo que seguirá siendo lo mismo una y otra vez y no cambiara.

Chat Noir ama a Ladybug.

Siempre la amara, siempre la conocerá y sus caminos se cruzaran. Y en vidas pasadas el minino a su Lady siete veces la conoció y siete veces se enamoró.

Junto a ella. Siempre junto a ella.

Hasta que el destino se encarga de separarlos y deben esperar cientos de años hasta que de nuevo se vuelvan a ver.

Otra vida. Otra oportunidad para revivir su historia de amor, algunas veces una que jamás comenzó.