"- Hasta mañana Hiyama-sensei.- gritaron a coro. - ¿Que hace aún aquí?- preguntó él extrañado. - Aishiterú Kiyoterú-sensei- susurró somnolienta, él sonrió acariciando sus cabellos cariñosamente... ¿Cómo habían llegado a eso?
LOS PERSONAJES DE VOCALOID NO ME PERTENECEN Y SOLO UTILIZO SUS PERSONAJES CON FINES DE ENTRETENIMIENTO.
...
¡Kiyoterú-sensei!
- Bueno alumnos, eso es todo por hoy, pueden retirarse.- anunció una amable y firme voz, los estudiantes empezaron a guardar sus cosas y salir rápidamente, despidiéndose del Sensei de cabellos castaños oscuros con lentes finos que enmarcaban sus ojos color azul oscuro.
- ¡Hasta mañana Hiyama-sensei!- gritaron a coro unos jóvenes saliendo por la puerta, toda la habitación quedó en un completo y total silencio, el joven profesor, antes de empezar a guardar sus pertenencias levantó la vista recorriendo todo el gran salón, cuando su mirada se posó en una chica rubia que lo miraba sentada en su silla y con una sonrisita inocente.
- ¡Kagamine-san!, ¿Que haces aún aquí? Todos los demás ya se han ido.- interrogó amablemente, ella dejó su bolso sobre la mesa y se hacercó a él con su andar tranquilo, contorneando sus caderas sensualmente, el profesor no pudo evitar pasear su mirada por las curvas deliciosas de su alumna, preguntándose si esa forma de caminar era natural o lo hacía para atraer la atención del público masculino, rápidamente se reprochó por ello fijando su mirada en los ojos celestes de la chica que parecían brillar con la luz del atardecer que se filtraba por los ventanales.
- Kiyoterú-sensei! ¿Sabe? Tengo dificultades en algunas materias y me gustaría que usted me ayude.- dijo con voz inocente la rubia, él asintió en su dirección y se sentó en su silla tras su escritorio, la chica se acercó a él de una manera un tanto atrevida y sujetándolo desde la corbata lo acercó peligrosamente a su rostro de modo que él sentía su respiración chocar con la de ella.- Kiyoterú-sensei, la materia que se me dificulta es... Lengua.- dijo con una sonrisa divertida, alejando su rostro de el castaño que se encontraba un tanto sonrojado.
- Vaya, vaya Rin-chan, ¿Cómo se te puede hacer tan dificil una materia en la que tienes un sobresaliente?- interrogó con una sonrisa de lado, ya era hora de dejar de lado su porte elegante y educado, ¡Esa chica lo estaba provocando!
- Bueno... Tengo algunas técnicas para aprovar la materia, pero ahora no puedo usarlas asi que...- ella se sentó sobre su escritorio con las piernas cruzadas y ambas manos a los lados de su cuerpo. Dado que llevaba la falda escolar al sentarse esta mostraba más de lo debido al joven profesor.
Este dirigió su mirada a la puerta, esta se encontraba cerrada y las luces estaban apagadas, siempre el último alumno en salir las apagaba dejando el salón en una penumbra superficial ya que los ultimos rayos del sol entraban por las gigantescas ventanas.
- Entonces...? ¿Qué es lo que quieres que te enseñe?- interrogó, ella le sonrió seductoramente y él le correspondió paseando sus manos discimuladamente por aquellas piernas cremosas, debía admitirlo: Rin Kagamine era la chica más hermosa que había visto en toda la universidad en sus escazos dos años como profesor.
- Quiero que me enseñ~ pero fue cortada por los labios demandantes del chico, ella un poco sorprendida correspondió, envolviendo sus brazos en la nuca de su sensei y acariciando los cabellos castaños sedosos.
Él enroscó sus brazos en la cintura de ella ahora parado frente a su escritorio, pegandola a su cuerpo.
- Nhg, er~eres un pro~profesor per~pervertido.- susurró la chica en su oido mientras este empezaba a besar su cuello, ella notando que sus lentes se estaban por caer se los sacó y se dió cuenta de que realmente no tenía casi nada de aumento, soltó un suave jadeo debido a que él había encontrado un punto sensible.
- Shh, Rin-chan, este es tu castigo, sabes que no esta bien provocar a tu sensei.- dijo mirándola de frente y besando la pequeña nariz de la rubia, bajó sus manos hasta los muslos de esta acariciando, ella se sobresaltó un poco pero aún así sujetó el rostro de Kiyoterú uniendo sus labios, él sonrió y con cuidado se desiso del saco negro escolar de la rubia, del moño rosa oscuro envuelto en su cuello y del otro moño blanco sobre su camisa del mismo color, acarició con sus labios nuevamente el cuello suave y cálido de su alumna.
- ¿Kiyo-sensei? Y~yo e~es mi primera vez.- comentó repentinamente, él joven profesor sonrió de lado, vaya vaya, si que estaba de suerte, miró los ojos brillantes y un tanto preocupados de Rin y se propuso hacerla sentir bien, haría que ese momento quede grabado en su memoria y que no pueda olvidarlo jamás.
Se levantó acercándose a ella y tomándola por la cintura la acercó a su cuerpo, empezó a desabotonar uno a uno los botones de su camisa, disfrutando la nueva vista que se abría a él.
...
- ¡Aaaah! ¡Sen~Sensei!- gritó en total éxtasis, el de cabellos castaños soltó un jadeo, en lugar de incomodarle que ella le llamara así en su lugar lo exitaba aún más, mientras levantaba una de las piernas de la chica a la altura de sus hombros y bajaba ganando más profundidad, golpeando con su miembro puntos exquisitos, ambos estaban sumidos en un placer nunca antes alcanzado.
- ¡Ri~Rin!... Agh, eres tan hermosa, sigue gimiendo asi para mi.- susurró el de ojos mar sintiendo que ya no podría aguantar mucho más, la levantó entre sus brazos y se sentó en su silla con ella sobre él.
Kiyoterú recorrió el cuello de la chica con sus labios, sintiendo su piel fresca y con lijeras gotas de sudor, aún no dejaba de mover sus caderas haciéndola, de alguna forma, dar leves saltitos sobre él.
- Mmm... Ki~Kiyoterú!- jadeó la chica sensualmente en su oído, abrazandose a sus hombros fuertes en los que empezaban a formarse gotitas de sudor, él sujetó su cintura embistiendo con lujuria a la vez que buscaba sus labios para unirse en un beso que acallaba los gemidos de ambos.
El de ojos mar ya se sentía cerca, la intimidad de la chica lo acogía dulce, humeda y apretada, dando leves palpitaciones y provocando inmenso placer, escondió su rostro en en hombro de Rin al momento en que esta le regalaba un extasiado gemido. Soltando un jadeo la abrazó fuertemene mientras sentía como su escencia caliente se derramaba dentro de ella, dando leves empujones para que ella lo sintiera muy dentro.
Ambos se encontraban temblorosos, jadeantes y aún un tanto exitados, escuchó la suave risita de la chica y el mismo se encontró sonriendo mientras paseaba sus manos por su espalda y acariciaba sus rubios cabellos húmedos.
- Dime que no es así como consigues buenas notas, o sino te juro que me desaré de todos y cada uno de los profesores de este instituto.- dijo tensándose repentinamente, ella soltó una carcajada antes de responder tranquilamente.- Kiyoterú-sensei, creo haberte mencionado que era virgen y bueno... Aquella técnica para aprovar la materia era Len.- dijo, él se tensó nuevamente, no quería ni pensar que es lo que había hecho ella con aquel maldito gemelo pervertido que arruinaba todas sus clases con sus comentarios completamente fuera de lugar. Si, él le había quitado la virginidad, había sentido como esa barrera se rompía, había besado las mejillas Rin y esperado hasta que el dolor se esfumara, pero eso no le aseguraba que ella no hubiera hecho "otro" tipo de cosas con su rubio gemelo, había visto como este la miraba, con un deseo prohibido, como si ella fuera de su propiedad...
- ¿A qué te refieres?- interrogó trazando figuras imaginarias en su suave espalda, empezó nuevamente a besar su cuello dejando marcas rojisas y mordiendo lijeramente su delicada piel, ella podría ser su alumna, pero le importaba poco, había empezado a desearla desde el primer día en que llegó a la universidad de Tokyo -para trabajar como profesor de matemática por la tarde-, con su falda ni muy larga ni muy corta pero insinuante, con sus cabellos rubios largos y ese flequillo sostenido por trabas blancas, desde la primera vez en que la vió supo que algún dia, a como diera lugar, él la tendría a su total merced.
- Len es muy inteligente, él me ayuda, me explica lo que no logro entender y a veces estudiamos juntos, pero hace poco tuvo que viajar ya que papá quiere hablar con él sobre no se qué, asi que ahora me quedaré sola en casa por toda la semana y los temas que no entiendo no hay quien me los explique.- comentó un tanto desanimada, él suspiró aliviado, la miró dulcemente y se hacercó a ella uniendo sus labios, movió sus caderas nuevamente dandole a entender que quería empezar una nueva ronda y ella le respondió con un gemidito gustoso, pero fueron interrumpidos repentinamente por el sonido de la puerta abriéndose.
- ¡KIYOTERÚ-SENSEI!- gritó una vocesilla aguda, en la puerta de entrada se encontraba una niña que aparentaba mas o menos diez años, de cabellos negros recogidos en dos coletas pequeñas y llevaba puesta una mochila roja.
La niña los miró curiosa, no entendía, ¿Por qué Kiyoterú-sensei estaba así con esa chica? ¿Acaso era algún tipo de lección o algo así? Y... ¿Porqué aquella chica no llevaba ropa y sensei estaba sin camisa?
El de cabellos castaños se sonrojó y rápidamente tomó su saco negro tapando a Rin con este, ella también se hallaba sonrojada, sin quitar la vista de la niña parada en la puerta. La verdad, aquél no era el mejor escenario, él estaba sentado sobre una silla completamente desnudo de la cintura para arriba, con el cierre del pantalón abierto y un tanto abajo, sobre sobre él se encontraba una chica completamente desnuda y repleta de manchitas rojisas en su cuello, con los labios hinchados y un tanto agitada, con las manos apoyadas en sus hombros y por suerte la niña no alcanzaría a ver aquél líquido blanquezino que se derramaba de entre las piernas de la rubia, en ese momento pensó que ella estaba realmente irresistible, pero ahora tenía otro problema del cual encargarse asi que auyentando aquél pensamiento dirigió su vista a la niña.
- Yuki, ¿Qué haces aquí?- preguntó abrazando a Rin contra su pecho, la chica estaba bastante nerviosa y avergonzada, asi que la envolvió entre sus brazos y acarició su cabello, una parte de él sonreía ante la actitud infaltil de la chica, aunque no podía culparla, por un momento la miró tiernamente, ella se veía realmente adorable tratando de esconderse de la mirada curiosa de Yuki.
- ¡Kiyoterú-sensei! Usted dijo que hoy podía ir a su casa a tomar mis clases de apoyo. ¿Quién es ella?- preguntó la pelinegra, Rin levantó la vista y miró con culpabilidad a la niña.
- Mi nombre es Rin, ¿Como te llamas tú?- respondió con un intento de sonrisa, no se le hacía muy cómodo hablar con una niña estando desnuda sobre su profesor y con el miembro de este totalmente erguido y aún dentro de ella, sin mencionar que Kiyoterú parecía estar moviendo casi imperceptiblemente sus caderas en círculos, para mantenerla exitada.
- ¡Soy Yuki! ¿Kiyoterú- sensei te está dando una clase de apoyo como las que me da a mi?- preguntó inocentemente la pequeña, ambos mayores se sonrojaron terriblemente, el castaño llegó rápidamente a la conclusión de que la niña aún era muy inocente como para comprender la situación asi que sería mejor hacer como si la situación fuera normal y rogar porque ella no le comentara nada a sus padres.
- Si Yuki, es algo así, pero esta es una clase especial para ella.- aclaró el castaño, la niña frunció el ceño un poco celosa, pero rápidamente cambió su rostro a uno de completa y absoluta felicidad.
- ¡Kiyoterú-sensei podría darme esa clase especial a mi también!- sugirió Yuki, el nombrado negó repetidas veces con la cabeza y sintió como Rin se tensaba un poco asi que la miró con los ojos entrecerrados, ¿Realmente ella creía que el era un pedófilo o algo así? ¡Por kami-sama! ¡Él trataba a Yuki como a su hija! Pensó un tanto indignado, pero luego lo pensó mejor, ¿Él quería decir eso luego de haber tenido sexo desenfrenado y placentero sobre su silla y escritorio, en un aula donde daba clases, con una de sus alumnas menor que él por mas o menos cinco años? Posiblemente si fuera un pedofilo, pero en la unica chica menor que él en la que se había fijado era Rin... Además ni siquiera se consideraría pedofilia! ¡Solo eran cinco años! Antes no se consideraba malo ser unos cuantos años mayor que la pareja.
- No lo creo pequeña, esta clase es exclusiva para Rin. Tus clases también son muy especiales ¿Si, Yuki?- comentó con una sonrisa amable, la niña asintió efusivamente y sonrió.- ¿Esperame afuera si? Enseguida salgo.- dijo seriamente, la pelinegra asintió y salió rápidamente.
Hiyama sonrió contra la piel de la rubia, sujetó su saco quitándoselo cuidadosamente y acariciando las mejillas sonrojadas de la chica soltó un suave "aishiteru" viendo como los ojos de su alumna parecían lanzar destellos, ella lo abrazó y unió sus labios en un beso cargado de sentimientos y emociones, cuando se separaron el sonrió picaramente.
- Habías mencionado algo sobre que estarías sola en tu casa esta semana ¿Verdad?-interrogó, ella asintió devolviéndole el gesto y luego de vestirse, entre beso y beso, salieron del gigantesco edificio.
...
Kiyoterú despertó como siempre con los primeros rayos del sol, sintió una cálida prescencia abrazándolo y dirigió su mirada azul a la chica entre sus brazos, acarició sus mejillas con cuidado y depositó un beso en su coronilla, poco a poco esos brillantes ojos celestes se empezaron a abrir aún cansados.
- Kiyoterú-sensei... Creo que, tomaré más seguido mis clases exclusivas.- susurró en su oido levemente, nuevamente cayó dormida entre sus brazos y sobre su pecho.- Aishiteru Kiyo-sensei...-
- Aishiteru mi pequeña Rin.- respondió él con una sonrisa.
- ¡Kiyo-sensei!- gritó Yuki entrando sin permiso y efusiva al cuarto, él colocó su dedo indice sobre sus labios haciendole una seña de que debía ser más silenciosa, la niña asintió con una sonrisa.
- No grites Yuki, Rin está cansada, no quiero despertarla aún ¿Si?- aclaró con voz suave, una de sus manos estaba sobre la curva de la cintura de la rubia bajo el esponjoso acolchado blanco y la otra acariciaba con cuidado una de las manos de esta.
- ¡Pero sensei! Rin-chan ayer volvió temprano de la fiesta de graduación, ¿Cómo puede estar tan cansada?- preguntó en susurros la niña, un tanto extrañada, ya tenía doce años y empezaba a comprender mejor las cosas, no era tan facil engañarla como cuando era más pequeña, pero aún conservaba la inocencia de la niñez. Sus padres habían tenido que viajar y había quedado a cuidado de Kiyoterú-sensei, a las pocas semanas Rin-chan había llegado a la casa también para quedarse, ya que su fiesta de graduación se hacercaba y sus padres habían permitido que ella continuara su noviasgo. Había escuchado a Len-kun discutir con Rin-chan sobre "Porqué ella no debía pasar las vacaciones con aquél cuatro ojos" Ella sabía que se refería a su sensei, aquél joven era gemelo de Rin-chan, ellos eran idénticos en rasgos y no era dificil de adivinar, aunque a diferencia de ella, Len-kun parecía muy molesto cuando Kiyoterú-sensei estaba con Rin-chan, ella lo veía apretar los puños y castañar los dientes, pero cuando estaba solo con la rubia era muy bueno, la miraba como si fuera una extraña y hermosa ave y siempre la mimaba, a veces sentía deseos de correr y golpear al chico por intentar arrebatarle su novia a Kiyo-sensei, pero luego recordaba que ellos eran gemelos y se tranquilizaba un poco, además veía en los ojos de Rin brillar el cariño hacia Len-kun, pero cuando estaba con Kiyoterú-sensei ese brillo era de amor. Algún día quería que sus ojos brillaran como los de Rin-chan, pero nunca se había enamorado de alguien, sensei decía que aún era muy pequeña y por eso no había pasado, pero ella... Cuando hablaba con Oliver-kun se sentía muy feliz y se sonrojaba como Rin-chan, quizá; si estuviera enamorada de él.
- Bu~Bueno, ella n~no podía... ¡Si! Ella no podía dormir, por eso ahora que le vino el sueño no quiero despertarla hasta que descanse lo necesario.- afirmó evitando la mirada de la niña, no es como si quisiera admitir que había salido a escondidas de la casa para ir a buscar a Rin a esa fiesta ya que se encontraba un tanto histérico con la idea de que ella pudiera estar siendo acosada o algo así por otros chicos, luego de entrar -y encontrarla sentada al lado de su gemelo riendo- la había cargado hasta su auto ignorando las pregutas de esta, la mirada de furia del rubio y la mirada sorprendida de los demás jóvenes. Había estado avergonzado por su impulso pero aún así no dijo ni una palabra durante todo el viaje, una vez en casa la tomó de la mano y la llevó hasta su habitación sentándose en la cama con ella en su regazo y escondiendo su rostro en el hombro de ella soltó a duras penas un "creo que estaba celoso" y la escuchó sonreír antes de ser empujado de espaldas a la cama y recibir los besos excitantes de su novia. No hace falta aclarar que casi no durmieron esa noche, y especialmente Rin -que no estaba acostumbrada a dormir menos de cuatro horas- había quedado completa y totalmente agotada.
- Aah... Bueno, entonces ¡Los espero abajo con el desayuno Kiyo-sensei!- gritó la niña, él sintió como Rin daba un pequeño sobresalto por lo que la apretó fuertemente contra su cuerpo reprochando mentalmente a Yuki que avergonzada y arrepentida salió corriendo del cuarto soltando en susurros "Gomenasai sensei"
- Mmm... Kiyo-sensei...- susurró la rubia entre sueños, él sonrió ante el rostro sonrojado de su novia y como esta apretaba sus puños fuertemente formando una expresión deseosa.
- Vaya Rin... Parece que no te dejo descansar ni en sueños.- susurró.
- ¡Kiyoterú Baka! Estaba fingiendo, ¡¿En verdad crees que soy una pervertida?!- le gritó la rubia escapando de sus brazos con el ceño fruncido y golpeando su pecho con el dedo indice.
- Oh pequeña, no me hagas decirlo.- dijo soltando una suave carcajada.- Después de todo ¿Quién fué la que sedució a su inocente profesor?- interrogó pícaramente.
- ¡Yo no... Pero yo... No fui tan solo yo! ¡Tu cediste muy rápido! No tienes ni una pisca de autocontrol y terminaste pervirtiendome.- justificó ella de brazos cruzados y formando un mohín enfadado, él rió y se acercó a ella tomando su pequeño cuerpo por la cintura con una sonrisa.
- Ajá pequeña, como tú digas... Ahora quita esa carita y vamos a tomar un baño.- ordenó tomando con una mano el rotro de la chica y acercándose a ella para unir sus labios.- Yuki nos está preparando el desayuno y luego debemos ir a visitar a tus padres.- comentó, ella asintió feliz, le alegraba que sus padres no hubieran reaccionado mal ante su relación, ella había estado muy preocupada pero tanto su padre como su madre habían quedado encantados con su novio.
- ¡Vamos!- dijo Rin saltando de la cama rumbo al armario, sacó de este dos esponjosos toallones y se dirigió al baño rápidamente, Kiyoterú bostezó, se desperezó antes de ir hacia el armario, sacar ropa y un jabón especial antes de seguir a su novia con una sonrisa plasmada en los labios.
...
Hola! Este es uno de mis primeros fanfic y mi primer casi lemmon o lemmon .-. La verdad es que no sé si es o no es xD pero bueeno, fue una escena medio subidita de tono ;)
Si estan pensando cosas como: -¡A que tipo de persona se le ocurre una pareja tan extraña como Kiyoterú y Rin!- Pues... A mi! :v Lo sé, lo sé es raro, y no se si alguien llegué a leer algún dia esta historia .-. Pero yo la publico igual xD todo sea por que algún día haya ficts de parejas extrañas como esta.
Sé que no tiene mucho argumento o el ¿Cómo? y ¿Porqué? Da saltos temporales, pero eso se va aclarando en los demás capítulos .-.
Si les ah gustado (oh lo han leido :v) porfavor dejen comentarios con sus opiniones xD
No dejen que mi pobre kokoro se rompa T-T okok bye bye ;)
