Olas!!
espero que os guste esta cosa loca q s m ha ocurrio escribir!
besos y dejad reviews!!

Una mezcla peligrosa

Chap 1: El mapa del merodeador

Anochecía en la habitación de los chicos de 2º año en la torre de Gryffindor, mientras dos de ellos hablaban sobre cosas, digamos que hablaban con intenciones no muy buenas.

-¿¿y que le podemos hacer esta vez??- preguntó un muchacho pelirrojo a su hermano gemelo, con una voz un tanto pícara.

-No lo sé, la verdad, podemos convertirle el caldero donde hace sus preciadísimas pociones estúpidas en una planta carnívora, y que se lo coma, así no lo tendremos que soportar, ¿no? -le contestó éste, con cara de esfuerzo por pensar en algo mejor.

-No sé, a ver, eso parece una buena idea, lo malo es que si muere, no le podremos gastar más bromas- opinó el muchacho, con una expresión de pena en el rostro.

-Ya, y además, no tenemos ni idea de cómo se hace la maldita transformación del caldero a la planta.

-Si, pero por eso no hay problema ninguno, ya sabes que McGonagall nos podría dar clases particulares, le caemos MUY BIEN- dijo el pelirrojo con cara de haber dicho la mayor mentira del mundo.

-Pero no creo que quiera enseñarnos sabiendo lo que pensamos hacer, mi querido Fred.

-Bueno, el caso es que le debemos una, y muy gorda, por cierto.

-Ya lo creo, hermanito mío- contestó George con cara desafiante- muy, muy gorda.

Los dos pequeños diablillos se metieron en la cama, pensando que eso ya lo planearían en otro momento, pues al día siguiente tenían planeada una gran vuelta de reconocimiento por todo el castillo, pero claro, esa semana ya se habían saltado unas quince clases, por lo menos, con lo cual tendrían que hacerlo de noche, y como no disponían de ninguna capa de invisibilidad ni nada parecido (N.A: que gran idea tener una no? si se la hubiera dejado su padre...pero no, no tenían esa suerte,( no como otros))y tendrían que ir con mucho cuidado y concentración, porque sino, Filch, el malhumorado conserje, los pillaría nada más salir de la torre.

Después de pasar un rato pensando en lo que harían al día siguiente, el sueño acabo venciéndoles, y se durmieron profundamente.

A la mañana siguiente, nada más despertarse, se levantaron arreglaron y vistieron rápidamente, para bajar lo más pronto posible a desayunar, pues estaban muy nerviosos, y su misión nocturna no era para menos.

Querían que las clases se pasaran lo más pronto posible, pero ese día tenían historia de la Magia y pociones, además de cuidado de criaturas mágicas.

Cuando llegaron al Gran Comedor, miraron hacia la mesa de los profesores y se lanzaron miradas de complicidad, con algo de maldad en el rostro.

Se sentaron a desayunar y estuvieron la mayor parte del tiempo hablando con su amigo Lee Jordan sobre lo que habían hablado la noche anterior, por el momento, a Lee no se le ocurría nada mejor que la idea que habían tenido los gemelos Weasley.

-¿y si le pintamos el pelo de colores mientras duerme?- dijo éste sin mucho convencimiento, pues no tenía ni idea de donde dormían los profesores del colegio.

George, que, sin duda, estaba pensando en lo mismo que él, dijo:

-No tengo ni idea de cuales son las habitaciones de los profesores.

-Ni yo tampoco, pero podemos hacer una cosa...- dijo Fred con cara de se me ha ocurrido la idea del siglo.

-¿Ah, si?- dijo Lee intrigado- ¿cual es esa maravillosa idea?

Fred, haciéndose el interesante y con expresión de agente secreto, contestó:

-Tenemos que hacer que le pase algo, algo grave, tan grave como para que tenga que pasar la noche en la enfermería, y eso si que sabemos donde está, ¿verdad Georgie?

Dicho esto, los dos gemelos se levantaron de su asiento, pues habían terminado de desayunar, y se fueron directitos al aula de pociones, enfrascados en sus bromistas pensamientos.

Llegaron a la clase y se pusieron detrás de una mesa, en la que había un pequeño caldero, acto seguido, y mirándose, se sentaron perfectamente sincronizados, una vez hecho esto, se echaron a reír, cosa que el profesor Snape, jefe de la casa Slytherin, no pasó por alto.

-Diez puntos menos para la asquerosa casa Gryffindor, señores Weasley, no está permitido reírse en mi clase, y menos por tonterías.

Fred se calló y pensó "tu quítanos todos los puntos que quieras, pero de nosotros no te libras, un día de estos amanecerás con el pelo arco iris y ni siquiera te darás cuenta hasta que uno de tus pelotas enchufados te lo digan con carita de pena y señalándonos a nosotros como los causantes del problema sin ninguna prueba más que la mera suposición, que por una vez en la vida, será cierta. Al contrario que Fred, George sólo pensó en una "pequeña" frase: "ya recibirás tu merecido, y a ver si teniendo el pelo de colores por lo menos te lo lavas, asqueroso cabello grasiento".

Después de pasar la más aburrida de las clases, sin hablar casi nada, sólo para pedirse ingredientes para la poción crecepelo y para darse instrucciones, metieron el contenido en una pequeña botella, que dejaron encima de la mesa del profesor, con una etiqueta que ponía: Fred y George Weasley, los alborotadores Gryffindor, por lo que el profesor les miró desafiante.

Seguidamente salieron del aula, inevitablemente aburridos y seguidos de su inseparable amigo Lee Jordan, y se dirigieron a Historia de la magia.

Después de todo el día de clase, de la comida, de CCM y de la cena, subieron a sus dormitorios y esperaron a que todo quedara en un profundo silencio y a que los estudiantes se durmieran.

Cuando vieron que esos dos requisitos se habían cumplido, los tres muchachos salieron de su habitación, bajaron por la torre, y llegaron a la sala común, donde trazaron sus planes.

Después de haberlo consultado todo, salieron sigilosamente por el retrato de la señora gorda, irían a dar una vuelta por el castillo, sin importarles donde estaban.

Luego de caminar un buen rato sin rumbo, vieron que se les acercaba Filch, empezaron a correr de un lado para otro, y así, de repente, se les apareció una puerta, que antes no habían visto.

Sin pensárselo dos veces, se metieron dentro, y vieron que no era más que un armario donde guardaban los productos de limpieza y algunas escobas, pero que les serviría perfectamente para esconderse de Filch.

Al pasar algo de tiempo, pensaron que el peligro ya habría pasado, y salieron de su escondite, Lee estaba cansado, con lo que se fue por donde el creía que estaban sus dormitorios, pero los gemelos siguieron adelante con su plan, iban tan tranquilamente por el séptimo piso, (o eso creían ellos), cuando, como si saliera de la nada, se les apareció Filch delante de sus narices.(eso era porque no se habían fijado, porque uno no pude aparecerse ni desaparecerse en Hogwarts, aunque ellos no los sabían)Los cogió por las orejas y los llevó a rastras hacia un pequeño despacho. Los ds chicos se quedaron mirándolo con caras de terror, pero el conserje sólo dijo:

-Esperar aquí un momento, mis repudiados alborotadores, que voy a hablar con el profesor Dumbledore sobre vuestro castigo, pues ya es la vigésima vez que os encuentro por aquí merodeando (N.A: jijijijiji, como unos que yo me conozco...)

Acto seguido, salió de su despacho, momento que Fred y George aprovecharon para mirar en la mesa de Filch, en la que encontraron, metido entre papeles, un documento muy peculiar, que era una especie de mapa de todo el colegio, incluidos los terrenos, pero que tenía una pequeñas etiquetas en algunos lugares, con los nombres de personas que trabajaban en el colegio y alumnos, por ejemplo, ellos estaban marcados con unos letreritos que ponían sus nombres con letra diminuta, y ponía que estaban en el despacho del conserje, mientras Filch hablaba con Dumbledore en medio de un pasillo del quinto piso.

Los dos chicos se miraron a la cara, y pensaron que era el mejor mapa que habían visto en su vida, con lo cual, decidieron quedárselo.

Fred sacó su varita y dijo:

-Me gustaría saber quienes han diseñado este espectacular pergamino, y cómo se usa.

George lo miró interesado, y de repente, como por arte de magia, (N.A: que coña no?) aparecieron allí tres chicos y una chica, de más o menos 15 años, con el uniforme de Hogwarts puesto, y con caras sorprendidas.

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Teresitablack