Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia no me perteneces, son propiedad de Clamp. Pero la historia si es mía!
– ¡Vamos Sakura, que se nos hace tarde! –mi amiga Tomoyo me gritaba para que me apure.
Hoy, como todos los sábados por la noche, mi mejor amiga y yo, junto a otras amigas saldríamos a bailar. Como es costumbre ella vino un rato antes, en realidad unas cuantas horas antes, con el pretexto de que me tengo que ver esplendida, por que una nunca sabe cuando puede encontrar a su príncipe azul y conquistarlo con una sonrisa.
La cuestión es: si se lo conquista con una sonrisa ¿no tendría que NO hacer falta que tenga que venir a elegir mi ropa? A veces, la gran mayoría, ni mi amiga se entiende.
Tomaríamos un taxi para ir hasta la casa de nuestra amiga Rika, y desde allí iríamos todas caminando hasta al boliche bailable que queda respectivamente cerca. Sería una noche de chicas. Según Tomoyo de chicas buscando a su gran amor correspondido, pero siempre creí que nunca se podría conocer a un chico en un boliche. Digo el tipo de ambiente no es el prospero como para conocer a tu "pareja".
Ya estábamos en el taxi yendo en camino. Miré a Tomoyo que esta a mi lado tarareando una canción. Se veía contenta y a eso hay que sumarle que estaba muy hermosa esa noche. Traía un short blanco ajustado y una remera gris de cuello caído que marcaba su silueta. Estaba levemente maquillada esa noche con tonos violeta para la sombra de sus ojos que combinaba perfectamente con el color de estos. Amatista. El pelo como siempre lo llevaba suelto con sus características ondas.
Yo en cambio, traía un vestido strapless color verde que combinaba con mis ojos. En los pies llevaba puestas unas sandalias de color negro. El maquillaje era nulo. Y el pelo lo tría suelto ya que al ser corto no me molestaba.
El viaje duró unos quince minutos antes de llegar. Cuando pagamos y bajamos del taxi nuestro grupo que consistía en Naoko, Chiharu y Rika se encontraba esperándonos. Todas estaban muy lindas vestidas.
–Hola chicas, se ven muy hermosas hoy –dijo Tomoyo con su característica sonrisa.
–Gracias, ustedes también –respondió Chiharu.
–Antes de irnos tenemos que esperar a una chica más –dijo Rika
Todas estábamos confundidas. ¿Una chica más? ¿Quién podría ser? Esas preguntas rondaban nuestra mente esperando la respuesta que nos daría la chica enfrente de nosotras.
–Recuerdan que cuando fui a China con mis padres conocimos una familia y que nos hicimos amigos –todas asentimos–, bien, pues esa familia vino de vacaciones a Japón hace unos días con la hija y el primo de esta. Así que la invité a que viniese con nosotras.
–No hay problema Rika, si es amiga tuya es amiga nuestra –dijo Naoko y todas asentimos.
Esperamos durante unos cuantos minutos mientras hablábamos de muchas cosas sin importancia. Hasta que vimos una chica que se acercaba. Era realmente hermosa. El pelo era negro azabache y lacio. Tenía unos ojos marrones algo rojizos exóticos pero que a ella sin duda le quedaban muy bien y su cuerpo era esbelto. Lo podía notar con el vestido rojo ajustado que llevaba. Definitivamente la envidia de muchas y el deseo de varios.
–Hola Meiling –saludó Rika a la joven–. Chicas, ella es Meiling Li. Mei, ellas son Naoko Yanagisawa, Chiharu Mihara, Tomoyo Daidouji y Sakura Kinomoto.
–Un placer conocerte Li –dijo Tomoyo.
–Llámenme por mi nombre, no tengo problema. ¿Puedo llamarlas a ustedes por su nombre también?
–Claro –dije sonriendo y todas asintieron.
Comenzamos a emprender el camino hacia nuestra diversión. Meiling había resultado ser muy conversadora. Hablaba de todo lo que se le venía a la cabeza, daba su opinión sobre distintos temas o tan solo reía o comentaba sobre cosas que nosotras decíamos. Era muy buena chica y creo que todas estarían de acuerdo conmigo en que las seis seríamos grandes amigas.
– ¿Por qué habías tardado tanto Mei? –preguntó Rika
– ¡Ni me lo recuerdes! Bien, les cuento. Resulta que vinimos de vacaciones con mi primo además de mis padres. Ustedes se imaginaran un chico todo tierno y bonito. Pero NO el es todo lo contrario. Es dos años más grande que yo y se la pasa molestándome. No se de donde sacaron la idea mis progenitores de traerlo. El ya había venido acá así que ya tenía varios amigos y entonces me pregunto si…– y así seguía hablando de su primo. Ven lo que les digo cuando es muy conversadora. Y tal vez un poco exagerada.
– ¿y, es lindo tu primo? –y aquí vamos de nuevo. Tomoyo y sus extrañas preguntas–. Digo, tal vez y él sea el gran amor de Sakura.
– ¡Ay Tomoyo, como crees! –exclamé yo, completamente ruborizada por su comentario. ¿Cuándo llegaría el día en que todo lo que diga ella no se respecto a mí? Exacto, cuando se consiga un novio y deje esa loca fascinación hacia mi.
– ¡Esperen todas un minuto! –gritó de repente Meiling, a lo que todas nos quedamos quietas– ¿Tú eras Sakura verdad? –preguntó apuntandome, a lo que yo asentí.
Inmediatamente comenzó a analizarme sin perder de vista ningún detalle de mi cuerpo y de mi rostro. Me inspeccionó de pies a cabeza. Me sentía intimidada al notar como me observada con esos ojos rojizos.
–Definitivamente es perfecto. –dijo luego de analizarme.
– ¿Qu... qué es perfecto? –pregunté completamente roja. Si mi cabeza estuviese dentro de un cajón de tomates, definitivamente pasaría desapercibida ¿Alguien vio algún cajón con tomates cerca?
– ¡Tú! Eres el estereotipo de mujer perfecto para mi primo –mi cara para ese entonces se había transformado en una mueca algo graciosa, entre mezcla de incredulidad y sorpresa. ¿QUÉ YO ERA QUÉ?–. En serio lo digo. No eres ni muy alta ni muy baja, cuerpo perfecto con todo en su lugar, pelo castaño claro, no eres muy charlatana, ni tampoco… –y así siguió durante unos minutos hablando sobre las "virtudes de mi cuerpo" y de porque "era la indicada para su primo". Definitivamente era la versión mejorada o mejor dicho empeorada de Tomoyo–. Tus ojos son lo que más le va a gustar.
– ¿Y eso por qué? –preguntó Chiharu
– Ya verán porque se los digo.
Luego de finalizar esa extraña conversación seguimos caminando hasta llegar a nuestro punto de llegada. "Amazonna". Era el lugar más concurrido por el público adolescente del lugar, y de otros lugares cercanos también. Definitivamente si quieres conocer gente nueva, ESTE es el lugar indicado para hacerlo.
Entramos y el lugar estaba repleto y eso que llegamos respectivamente temprano. La música sonaba a todo lo que da y a nadie le molestaba claro esta. En la mañana tendría un molesto piiiiiiii taladrándome los oídos. Las luces parpadeaban al ritmo de la música. La gente dejaba la timidez de lado y se convertía en otra mientras bailaba. O mientras hacía otras cosas. Algunos ya caminaban tambaleándose a causa de la bebida. Y vuelvo a repetir: eso que llegamos respectivamente temprano.
Nos dirigimos a la barra y pedimos unos tragos para tomar, antes de ir a transformarnos en otras en la pista de baile, y como dice Tomoyo de conquistar a nuestros príncipes. Bah! Como si eso pudiese llegar a ser cierto. Tomamos nuestras bebidas respectivamente y luego de intercambiar alguna que otra palabra sobre el atuendo de alguna persona, el sabor de tal cosa o la canción que sonaba nos dirigimos a bailar finalmente.
Empezamos las seis a movernos lentamente, con movimientos poco "sexys" según Meiling a lo que todas nos reímos. Pocos minutos después nos acoplamos con la música y el "poco sexy" quedó de lado.
Misteriosamente Chiharu y Rika desaparecieron. Si claro, "misteriosamente". Seguro que si uno empieza a inspeccionar los rincones oscuros del salón notaría con hacen "intercambio salival" con sus novios. Muy sutil.
– ¿Quieres bailar con migo? –y así Naoko también nos abandono. A esto le llamo el poder de una cara bonita. El chico se te acerca, te invita a bailar mientras te sonríe, y una queda rendida a sus pies. Yo en su lugar no me hubiese negado tampoco ¡Eh! Que no se malentienda mi explicación de las cosas con lo que hago o dejo de hacer.
– Chicas ya regreso. Mi primo me acabó de mandar un mensaje diciendo que ya esta dentro con unos amigos. Intentaré buscarlo así se lo presento a Sakura. –¿No te quieres ir también Tomoyo? Digo, asi confabulan contra mí y me dejan sola. Esperen un segundo. Dijo ¿"así se lo presento a Sakura"?
– ¡Ey! Yo no necesito que me presenten a nadie.
– Si claro Sakura, ya regreso. –Una vez más he sido ignorada. ¡Bravo!
– Piensa Sakura, tal vez el sea tu amor correspondido.
– Si Tomoyo, tal vez Madonna sea una pariente perdida mía y heredé de ella mi talento en canto –Ejem, nótese el sarcasmo.
– Pero Sakura…
Sus palabras se mezclaron con el sonido de la música cuando me alejé de ella por lo que no escuche el sermón que me daría. Igual mucha diferencia que con los otras ya dados no encontraría, ¿o sí?
Me acerque a la barra a pedir algún trago para beber. Espero a que me atiendan, hice mi pedido, esperé a que me lo dieran y salí de ese sector con el propósito de alejarme de tanta multitud que comenzaba a acumularse.
Tome el primer sorbo del vaso para que no se desbordara mientras caminaba hacia la tranquilidad. Miré hacia atrás para ver si Tomoyo no me perseguía junto con ningún chico que a ella le resultara el indicado. No, definitivamente escape. Pero las cosas no tenían que ir bien. ¿O sí?
– ¡AAAAH! ¡Mi vestido! –exclamé cuando cierto "objeto" se interpuso en MI camino chocando contra MI, y haciendo que mi bebida cayera sobre MI.
–De verdad lo siento –la voz provenía de un espécimen del sexo masculino–. Venía caminando algo distraído y no te vi.
–No… no te preocupes, fue un accidente.
–Si, pero ahora por mi culpa tu vestido se estropeo. Tomas, ten –dijo dándome un pañuelo verde oscuro– ve al baño y límpiate. Te acompañaría y te ayudaría, pero suena mal que diga eso, así que te espero en aquel lugar –apuntó unos sillones en un sector algo alejado y más cómodo que donde estabamos–, y me devuelves el pañuelo y te pido disculpas una vez más. –y así sin mas se alejó y yo extrañamente fui a hacer lo que el me había dicho ¿Por qué? ¡Ah! Eso no lo se.
Luego de algunos minutos terminé mi tarea, y se podría decir que algo mejoró el aspecto de mi ropa, no tanto, pero más no podría pedir. Me acerqué al lugar donde el estaría y ¡Bingo! Allí se encontraba un chico sentado esperando algo. Supuse que era el, mas no lo reconocí ya que antes no pude apreciar su rostro.
Me senté a su lado y le devolví lo que me había prestado. Él levanto el rostro ya que ni me había notado, que modales, y aceptó lo que le entregaba.
– ¿Pudiste limpiar algo tu vestido?
Pero no contesté su pregunta porque, desde el momento en que sus ojos se clavaron en los míos no pude formular palabra elocuente en mi cabeza y menos liberarlas por mi boca. ¿Quién le mandó a tener esos ojos increíblemente hipnotizantes, de un color increíblemente hermosos?...
– ¿Ocurre algo?
…si eran hermosos, una mezcla entre ámbar y chocolate…
– ¡Eu!
…chocolate, que delicia, sus labios sabrán a chocolate también o…
– ¡EU! ¡TIERRA LLAMANDO A JOVEN COLGADA!
– ¿Oe? –adiós elocuencia.
– ¿te sientes bien? Te he estado hablando hace cinco minutos y no muestras señales de vida.
–Yo… si, si estoy bien y gracias por el pañuelo, me… me sirvió.
– De nada –dijo y acto seguido sonrió de forma divertida. ¿Qué le divierte? De seguro mi cara de tonta.
– ¿Qué es tan divertido?
–Nada
–Pero tú…
–Qué tal si vamos a bailar un rato.
No. No había sido una pregunta, y antes de que pudiese replicar algo ya me encontraba en la pista de baile con él, y montones de personas desconocidas para mi. Mientras bailábamos y nos reíamos de nuestros movimientos "profesionales" comenzamos una nueva charla, más elocuente que la anterior. ¿En términos simples? Pude formular dos palabras seguidas sin tartamudear.
–Y, ¿con quién viniste? No creo que allá sido sola.
–Vine con unas amigas, como todos los sábados. Pero por razones obvias la mitad de ellas se alejaron y la otra mitad esta en busca de la que sería "mi media naranja". Aún no sé porque ponen tanto empeño en algo como eso.
El rió por el comentario– Me pasó algo parecido esta noche, solo que un amigo encontró una chica que le resultó linda y quería conocerla y el otro se esfumó por razones obvias como dijiste. Asi que estoy solo en este mundo desconocido para mí. Y además estoy buscando una pariente que al parecer también fue raptado por algo o alguien.
– ¿Eres de por acá cerca?
– Si cerca lo entiendes como algunos cuantos kilómetros de distancia, si, soy de por acá cerca. Igualmente estoy planeando mudarme a la casa de un amigo cercano mió ya que este lugar me gustó siempre. Tal vez nos veamos más seguido –y me guiñó un ojo. Y sentí que se me subían los colores a la cara. Y sentí que me iba a morir sofocada. ¿Hace calor en este lugar o soy yo? Creo que las dos cosas.
Seguimos bailando y chocándonos con todas las personas alrededor sin que nada nos importara. Total, nadie nos conocía.
– Con que ya conociste a mi adorado primito.
¿Por que esa voz me resultaba tan incómodamente conocida?
– ¡Awww! No son tan divinos los dos juntos.
Otra vez me estoy sofocando, ¿alguien no tiene a mano un vaso con agua fría? MUY fría.
– Hasta que al fin te apareces Eriol, te estuve buscando durante largo rato y no te aparecías.
–Por lo que veo mucha compañía no te hacía falta
¡SOCORROOOOO!
–Tomo, Mei, ya regresaron –dije con una sonrisa nerviosa y la sensación de que un tic nervioso estaba por avecinarse en mi ojo derecho.
– ¿La conoces? –preguntó el joven de ojos lindos señalando a la que debía ser su prima.
–Si, nos conoce. Queríamos que se conocieran ustedes dos ya que hacen una pareja perfecta, pero por lo que veo se nos adelantaron. ¡Que picarones! –definitivamente agradezco que la combinación de oscuridad y luces titilando no delatara mi sonrojo.
Ahora que lo pensaba, era obvio que el era el primo de Mei.
Estoy buscando una pariente. Mei
Si cerca lo entiendes como algunos cuantos kilómetros de distancia, si, soy de por acá cerca. Ellos viven en China.
Eran pocas pruebas pero las suficientes para notar dos cosas. a- El era el primo de Meiling. b- soy muy despistada. Nota mental: dejar de ser despistada.
Al parecer mientras estaba sumida en mis pensamientos el joven castaño me saco del boliche al aire fresco y por alguna extraña razón ni Tomoyo, ni Meiling, ni ¿Eriol? Nos siguieron. ¿Quién es Eriol?
–Perdona si te arrastré hasta afuera, es que mi prima y mi amigo estaban sumamente insoportable y me sentía sofocado.
¡Ahhhhhhh! Es el amigo. Y no soy la única sofocada al parecer, que felicidad.
– No, no hay problema.
Caminamos unas cuantas cuadras en silencio, no era ni cómodo ni incomodo, era extraña la sensación, no se como explicarlo.
– Jamás imaginé que conocerías a mi prima. El mundo es un pañuelo.
– Si, es verdad.
– A todo esto, no nos presentamos –se paró en seco y me tendió la mano–. Soy Syaoran Li.
– Sakura Kinomoto –dije tendiéndole la mía. El la tomó y depositó en besos en ella. Y el calor se avecina nuevamente en mi rostro.
– ¿Puedo llamarte por tu nombre, Sakura?
¡Cómo no permitirle tal lujo si mi nombre suena tan lindo pronunciado por sus labios.
– Sólo si tu me dejas llamarte Syaoran.
– Perfecto. Ya es un hecho –sonrió.
La caminata terminó en una pequeña plaza que había a varias cuadras del boliche bailable. Solo podía escucharse el trinar de los grillos y algún que otro coche que se aventuraba en la noche. Éramos el y yo y la noche. No había nada ni nadie más.
– Sakura, ¿sabes algo? –su dulce voz rompió el silencio.
–No, dime.
– El color verde es mi color favorito.
– ¿Y qué hay con eso?
– Tus ojos son color verde. –lo miré, y ambos sonreímos.
Espero que les halla gustado la historia! ^^ Espero sus comentarios con críticas constructivas o destructivas, Gracias por leer! LadySuzume-Chan. :)
