Prologo- Daylight
25 de Febrero
La entrada no fue abierta, sino que literalmente explotó estremeciéndose a toda su amplitud; las puertas chocaron contra la pared, rompiéndose con estrepitoso ruido, apenas dejando volar una que otra astilla y demostrando lo impresionante de su peso y del hecho en si de haber sido destruidas con esa bestial brutalidad. Sin embargo, las figuras en el interior de la habitación, no hicieron más que entornar los ojos con malhumor.
Dos figuras se enmarcaron en el umbral de la enorme puerta, ambos sonriendo con satisfacción. Uno de ellos era un joven musculoso, pero no demasiado sobresaliente; alto, con un copete cubriéndole el ojo derecho, pelo gris y ojos igualmente grises; tenía apenas una camiseta y pantalones deportivos, así como una capucha abierta revelando su vestimenta; cargaba una espada ridículamente enorme que en alguien de menos estatura sería imposible portar a su espalda, como el hombre hacia. La espada estaba hecha de piedra y parecía como una punta de flecha con un mango incrustado; por pocos centímetros no tocaba el suelo.
El otro era un hombre poco mayor, tal vez unos veinticinco años; de este solamente eran visibles su rostro y manos, pues vestía perfectamente colocada una gabardina con los mismos símbolos que su acompañante: nubes rojas. Su pelo era azul y en la frente tenía tatuados tres pétalos de Sakura color rojo; sus ojos eran color miel y sonreían con satisfacción, pero también con cierta vergüenza.
-¿Es necesario destruir cada puerta que atraviesas?- preguntó uno de los hombres saliendo de las sombras. Hanasuma, quien les dedicó una mirada de desaprobación.
-Se siente genial, amigo, nunca me cansaré de ello- sonrió infantilmente el hombre de la enorme espada.
-Mus, deberías dejar de cumplir sus demandas…- dijo Hanasuma con severidad.
-Lo siento, maestro- susurró el chico de la gabardina agachando la mirada.
-Admiro su entusiasmo, chicos, en serio- comentó otro de los hombres presentes-. Pero resulta ridículo que "leyendas urbanas" como nosotros se la pasen llamando la atención…
-Kisame, creo que tu posición es incorrecta cuando llegas a ser más llamativo que ellos- replicó Itachi.
-Al menos yo no dejo testigos vivos…
Itachi era el único de los presentes que estaba sentado en una banca cercana, con los ojos vendados por su reciente ceguera; el ambiente se relajó un poco y la mayoría de los presentes dejaron de cruzar sus brazos para estirarse y saludar brevemente.
-Tenemos cosas graves entre manos… llegan muy tarde- comentó Hanasuma.
-Vamos, maestro, el amargado siempre fue Kakuzu- replicó Ras, el joven de la espada enorme, sonriendo.
-Kakuzu era mi compañero, agradecería que no hablarás mal de él- replicó el aludido con serenidad.
-Todos somos compañeros, y nos pesa la pérdida de Kakuzu, pero no tanto como nos sorprende- exclamó un hombre enorme pero de baja estatura, cuyo rostro estaba cubierto por una bufanda-. Ser vencidos es una cosa… incluso fallar una misión es posible. Morir es…
-Inaceptable- completó Kisame con rostro furioso.
Todos guardaron silencio ante las palabras del hombre; técnicamente Kisame también había sido vencido. Sin su arma era prácticamente como haber muerto en batalla, y aunque desconocían las circunstancias de estos eventos, sabían que no podía ser buenas noticias para ellos. Algo horrible estaba pasando. No sólo habían sido totalmente descubiertos, sino que además derrotados… tres veces.
-Es obvio que estamos en medio de una conspiración- comentó con tranquilidad un joven en lo más oscuro del salón.
-Bien, te escuchamos, Kirito- concedió Hanasuma con una seña.
El aludido dio un paso al frente, mostrándose por completo; vestía una gabardina negra con los conocidos símbolos de Akatsuki, muy parecida a la de Mus. Sus ojos eran azules y su pelo corto pero increíblemente alborotado; a su espalda cargaba una espada extremadamente larga aunque no tan grande como la de Ras, con un mango negro y de doble filo con una ligera curvatura en el mango hacia la derecha (o izquierda, dependiendo de cómo la colocara). En su costado izquierdo tenía otra espada, blanca y resplandeciente que casi parecía más un hueso que un arma; en su mango tenía incrustada una hermosa piedra azul que desentonaba con el magnífico diseño marfilesco de la pieza. Más que una espada, parecía una escultura sagrada. Kirito, uno de los siete espadachines de la niebla.
-Primero fue la muerte de Kikyo, en la aldea de la arena- puntualizó Kirito volteando a ver al hombre enorme: Sasori-. Después la trampa de Kisame y Kakuzu, que resultó en la muerte… de ambos…
La última parte la dijo con una amplia sonrisa en el rostro; una joven mujer a su lado le dio un fuerte puntapié al chico, con expresión molesta. Kisame se giró deprisa y se acercó a Kirito, encarando con furia en sus ojos. Kirito disminuyo su sonrisa, pero no titubeó ni un momento.
-¿Quieres decirme algo, Kirito?- preguntó Kisame con seriedad.
-No más de lo que todos ya pensamos…- exclamó Kirito mirando alrededor-. Sin tu espada, creo que es muy cuestionable tu utilidad al equipo, al menos como parte de las diez tormentas…
-¿Alguien mas piensa como él?- pregunto Kisame mirando brevemente a su alrededor-. Porque estaré encantado de patear el trasero de aquel que ponga en duda mi lealtad o mi fuerza, después de que destroce el rostro del niño bonito…
-Siempre tan elocuente, Kisame- dijo con burla Sasori-. La verdad es que no es la fuerza o la lealtad lo que nos preocupa…
-Y debo conceder eso, Kisame- declaró otro hombre dando un paso al frente.
Este no salió por completo de las sombras, pero su rostro era perfectamente visible en su terrible palidez; un hombre de color espectral con ojos negros como la noche y un pelo igual de oscuro y enmarañado. El máximo representante del líder del grupo, y segundo al mando. Pain. El sabio del dolor.
-No puedo creer que siquiera te atrevas a ponerte de su lado- dijo Kisame indignado.
-¡Ser tormenta no es sobre poder!- dijo Pain alzando su mano izquierda, mostrando uno de los diez anillos del grupo-. Es sobre sabiduría… Y sólo un inmortal alcanza la sabiduría, Kisame.
-Ahora ya no eres un inmortal- dijo Hanasuma con seriedad.
-No necesito ser un inmortal- replicó Kisame molesto-. Solamente conseguiré otra arma y podre…
-¡Claro que necesitas ser inmortal, Kisame!- declaró Pain con énfasis-. Es el pilar de nuestra organización: si deseamos un nuevo orden, debemos vivir lo suficiente para verlo realizado…
-Aunque puedes servir a la primera línea- dijo Kirito sonriendo.
-¡No seré un peón!- replicó Kisame furioso-. Puedo matarte a ti y robar tu inmortalidad…
-Chicos, las cosas se salen de las manos- declaró la mujer al lado de Kirito con una sonrisa conciliadora-. Creo que deberíamos relajarnos…
-Asuna tiene razón- expresó Hanasuma colocándose entre Kisame y Pain, pues Asuna ya se encontraba entre Kisame y Kirito-. Creo que ese asunto es de una importancia secundaria respecto a lo que nos concierne…
-Es cierto que no llegaremos a nada en una pelea de inmortales…- dijo Pain mirando a Kisame-. De "inmortales"...
Kisame apretó la mandíbula pero no agregó nada más.
-¿Donde esta tu conspiración, Kirito?- preguntó Sasori cambiando de tema-. Es obvio que lo de la roca fue una trampa…
-Una trampa más complicada de lo que parece…- suspiró Hanasuma.
-Muchos tal vez no sepan lo que pasó- declaró Itachi hablando por primera vez en un largo tiempo-. Pero Kisame y yo fuimos engañados, así como Hanasuma y Kakuzu.
-La roca contrato a Kakuzu, y la cascada a Kisame- reflexiono Pain- ¿Exactamente quien nos engañó?
-Ninguno- dijo Kirito con seriedad-. Ninguno nunca los contrato, en ambos casos fue el clan Houkou haciendo pasar por una y otra aldea; filtró información a ambos mandos, conociéndoles tan a profundidad que predijo los movimientos de cada uno: la ambiciosa roca se movilizó para robar el Sanbi, escondido por años en el lago de la serpiente; y la cobarde cascada, que se mantuvieron al margen, exceptuando por unos rebeldes…
-Hashi y Jaoshi…- susurró Kisame pensativo.
-Y su maestro- puntualizó Hanasuma-. Los tres decidieron ir en busca de quien deseaba sellar al Sanbi para evitar una guerra que, desarrollándose en su país, acabaría con la aldea misma…
-¿El clan Houkou?- exclamó Sasori sorprendido- ¿Esos idiotas lograron engañarnos? ¿Como escondieron tanto tiempo el Sanbi?
-El Sanbi no estaba dormido- sonrió Kirito-. Estaba muerto…
-Eso no tienen ningún sentido.
-Pero debe serlo, porque según los registros… el Sanbi murió. Es la única forma en que pudieron ocultarlo más de diez años…
-Eso significaría que la aldea de la niebla actualmente no cuenta con ningún Jinchuriki- reflexiono Pain-. Pero nuestros reportes…
-No es extraño que hayamos tardado en descubrirlo, incluso pudiéramos haber atacado la aldea y no enterarnos nunca; ni siquiera los siete espadachines sabían de esto- suspiró Kirito con tranquilidad-. Después de todo, cuatro de nosotros estamos aquí…
-Kisame, Asuna, Ras y Kirito- nombró Sasori-. Que decepción… cuatro miembros de una misma aldea y a todos se les escapó ese "pequeño" detalle…
-Yo no soy de la niebla- replicó Ras.
-Pero te entrenaron ahí- objeto Sasori sonriendo.
-De cualquier forma, si esto no hubiera sucedido nunca nos hubiésemos enterado- puntualizó Hanasuma quitándole importancia al asunto.
-Demasiado tiempo invertido, y demasiado esfuerzo…- reflexiono Pain- ¿Cuantos miembros perdió el clan Houkou? ¿Cuanto dinero perdió en su fallido plan? Todos debemos saber a estas alturas que el clan no consiguió ni un solo Jinchuriki ese día…
-Todos lo sabemos- admitió Kirito-. Pero muchos de ustedes desconocen lo que realmente ganó el clan aquel fatídico día…
-¿Qué es lo que buscaba obtener?- pregunto Pain con delicadeza.
-Tres bestias, Samehada y cuatro Akatsuki muertos- respondió Itachi recordando las palabras del anciano a la perfección.
-¿Porque cuatro Akatsuki muertos?- preguntó Sasori confundido.
-Porque tenemos un soplón en el grupo…- declaró Kirito desenfundando su espada blanca.
-Valientes palabras, Kirito- declaró Hanasuma sonriendo-. Pero ante esa increíble revelación de información, en estos momentos eres tú el principal sospechoso.
Hanasuma desenfundo su espada con rapidez y se colocó frente a Kirito, mientras Sasori se colocaba detrás del mismo; Azuma se giró de frente hacia a Sasori, pero no sacó su espada a diferencia de los otros, y permaneció serena. Pain intercambio una mirada con Kisame y Kirito antes de avanzar con tranquilidad hacia el centro de la disputa.
-Es ridículo dudar de la lealtad de todos los presentes- declaró Pain-. Puede que se odien entre sí, pero todos son fieles a nuestra causa…
-Si, yo también lo creo- exclamó Kirito bajando su espada-. Solo me gusta dramatizar…
Hanasuma bajo su espada mosqueado, pero no dijo nada más.
-Sin embargo, si hay un traidor en alguna parte de la organización- replicó el joven de la espada blanca-. Es lógico que supieran de Kakuzu, pues es un traidor de la cascada; incluso de Itachi, quien es célebre por ser el ultimo uchiha…
-No el último- replicó Itachi.
-Esa es tu fama- dijo riendo Kirito-. Pero era imposible que supiesen que Kisame trabajaba con Itachi o siquiera pertenecía a Akatsuki… Por no decir del maestro.
-Si… ellos no se mostraron sorprendidos de mí- admitió Hanasuma pensativo.
-Pocas personas conocen la alineación de los equipos o los integrantes completos- comento Pain pensativo-. Pero nuestra ventaja fue que solamente cada uno de nosotros conoce su propia debilidad…
-Aun así, mataron a dos de nosotros- puntualizó Itachi.
-¿Quien mato a Kikyo?- preguntó Kisame.
-El mismo que acabo con Kakuzu- respondió Hanasuma volteando a ver a Sasori, el compañero de la fallecida Kikyo-. Gaara de la arena…
-Las circunstancias señalan a la simple casualidad- replicó Kirito con seriedad-. Gaara es un ninja muy hábil que mató a ambos miembros solamente por su técnica devastadora… Pero aun así, creo que el evento de Kikyo y el Sanbi están directamente conectados.
-¿De qué forma?- pregunto Sasori interesado.
-Gaara era un Jinchuriki que íbamos a secuestrar… y esa información nos llegó después de la guerra de la aldea de la hoja con la arena- comentó Kirito con tranquilidad.
-¿Orochimaru?- inquirió Hanasuma pensativo.
-No… la lista se limita a un puñado de personas, pero los acontecimientos de las últimas semana pueden hacer todo muy difícil de comprobar- explicó Kirito-. Por un lado, el ascenso de la nueva emperatriz del país de fuego: Ririchiyo. El pacto con su padre ha quedado totalmente perdido tras la muerte de este último; y pudo ser él quien se sintiera traicionado por nosotros.
-Entiendo- asintió Hanasuma-. Eso también nos deja al terrateniente del país del arroz y del país del pasto. Más los cinco líderes de los mercenarios a nuestro cargo y a su vez los dos reyes de gremios a nuestro favor…
-Eso disminuye considerablemente las opciones para encontrar al traidor- exclamó Kisame apretando su puño furioso-. El desgraciado que ocasiono la perdida de Samehada…
Todos guardaron silencio mientras Pain reflexionaba al respecto y trazaba un plan de acción.
-Bien- exclamó tras unos segundos-. Primero deberemos encargarnos de reclutar dos nuevos miembros. Ras podría cubrir a Kisame y Mus ir con Itachi mientras el nuevo es entrenado por Hanasuma y Sasori podría ser asignado a la base conmigo.
-¿Estas de broma, no?- exclamó Ras con una media sonrisa.
-Pain, no puedes hablar en serio…- dijo Kisame con pesar.
-¡Ningún equipo es permanente!- replicó Pain-. Itachi y Kisame son los eslabones mas débiles en este momento para Akatsuki… no pueden estar juntos.
-¡No puedes dejarme con Ras!- replicó Kisame furioso.
-Pain, viejo, no es buena idea…- exclamó Hanasuma dando un paso al frente.
-¿Acaso te doy miedo?- preguntó Ras con malicia.
-Asco es lo que me das, insolente niño…- replicó Kisame furioso.
-Vamos, por lo menos aun soy un espadachín de la niebla- respondió Ras con diversión.
-¡Puedo arrancar tu espada de tus fríos dedos muertos!
-¡Me gustaría que lo intentaras!
-¡Nenas, nenas, las dos son bonitas!- dijo Kirito-. Obedezcan al jefe…
-¡Niño mimado, no te metas!
-¡Esto es absurdo!- gritó Asuna.
-Lo dice la hija de papi…
-¡Retira tus palabras!
-¡Oblígame, perra!
-¡Perra tu madre!
-Eso ya lo sabemos, Asuna- rio Kisame-. Ras tiene facciones de la mitad de la aldea…
-¡Repite eso, imbécil!
Mientras los espadachines de las nieblas se entablaron en unas de sus acaloradas, y típicas, discusiones, Hanasuma se acercó a Pain y lo tomó de los hombros, girándolo levemente.
-Amigo, se que tu eres quien manda aquí y tu sabiduría es incuestionable- dijo Hanasuma con una gran sonrisa-. Pero lo único que permite que tengamos a cuatro de los siete espadachines…
-¡Seis!- gritaron los aludidos interrumpiendo su discusión pero volviendo pronto a ella.
-Seis espadachines de la niebla es el hecho de que en realidad nunca los tenemos juntos.
-No es sabio cuestionar mi autoridad- advirtió Pain entrecerrando los ojos.
-Y seria incapaz de hacerlo; lo que cuestiono es tu sentido común- replicó Hanasuma con ligereza-. En estos momentos de necesidad, creo que puedo organizar todo de una manera satisfactoria para todos…
-Escucho…
-Kisame con Sasori, quienes buscaran y mataran a uno o ambos de los espadachines restantes para que Kisame tenga en su poder un arma- puntualizo primero Hanasuma-. El chico nuevo hará buenas migas con Asuna mientras Kirito discute sus impresionantes teorías contigo…
-¡¿Qué?!- gritó el aludido y la discusión se interrumpió por completo.
-Yo, como el heredero de la técnica de Kakuzu, soy el único que puede descifrar su secreto para devolver la vista a Itachi; mientras que separar a Ras y Mus no es muy conveniente… esos chicos son literalmente una sola persona… y serán ellos quienes tomen la delantera en nuestros planes mientras el equipo se reagrupa tras las pérdidas terribles que hemos tenido.
-Yo creo que Ras y Mus podrían separarse- replicó Kirito con preocupación.
-Asumiremos esa formación- asintió Pain sonriendo-. Considero que de momento es una buena idea…
-Eso aún deja pendiente algo, Kirito…- dijo Sasori una vez que las cosas se calmaron entre los presentes-. Mencionaste que ellos… no perdieron de todo.
-Aún es pronto para evaluar los resultados de todo esto, pero el día de ayer me llegó un reporte, que por sí mismo no sería nada importante…
-Hasta que lo ligamos a un reporte anterior- completo Asuna sacando dos pergaminos y extendiéndose en el suelo frente a todos.
-La derecha es el reporte de ayer: a orillas de la montaña de lágrimas, en el país del pasto.
-Dice algo sobre huellas de un gran campamento- dijo Hanasuma en voz alta, poniéndose de cuclillas para leer el reporte-. Diez huellas de "columnas ligeras metálicas" y rastros de un gran grupo de personas ¿El clan Houkou?
-Sí…- respondió Asuna
-¿Como puedes asegurarlo?- inquirió Kisame.
-Por el reporte de la izquierda y cronológicamente el primero- respondió Kirito.
Hanasuma tomó con sus manos el reporte y sus ojos brillaron con aprobación… y desconcierto. Comparo brevemente ambos pergaminos antes de leer el segundo en voz alta, dando una mirada especialmente intensa a Pain.
-Es el reporte del ataque al país del pasto por parte de un grupo de cinco mercenarios no identificados, de hace quince días- dijo el hombre con seriedad-. El ataque fue hecho el 10 de febrero…
-Fû salió del templo el 10- comentó Hanasuma reflexivo-. A nosotros nos contrataron el 17 de febrero…
-A nosotros el doce- añadió Itachi.
-A Konoha el siete, tres días antes del ataque…- reflexiono Pain- ¿Cuanto tiempo se hace de Konoha a la aldea del pasto?
-Poco menos de tres días…- respondió Itachi sin dudar.
-¿Y rodeando la aldea oculta del pasto hasta la montaña?- inquirió Sasori.
-Seguramente tres días…
-¿Cuanto a nuestro cuartel? Ahí nos contrataron- pregunto Kisame.
-Desde la aldea del pasto… Dos días- respondió Itachi.
-Todo esto termino el veintiuno, hace cuatro días- dijo Kisame pensativo.
-El tiempo es suficiente para que varios grupos se dividieran y alcanzaran perfectamente a regresar al algo de la serpiente- dijo Pain.
-Si fuera el clan Houkou ¿Que ganaría con atacar la aldea oculta del pasto?- preguntó Itachi confundido-. Los tiempo coinciden perfectamente: vienen, se establecen en la montaña y se dividen. Pero la aldea del pasto es una relativamente nueva y de poca influencia…
-Los hoyos en el suelo…- exclamó Hanasuma sorprendido- ¡Son los catalizadores!
-Ridículo- replicó Kisame-. Los catalizadores fueron entregados en una cueva en los límites de Konoha, y transportados desde ahí al lago de la serpiente por los ninjas de la hoja.
-No- replicó Hanasuma alzando el primer pergamino-. Aquí dice diez huellas, no veintisiete…
-¿Y eso que significa?- preguntó Sasori.
-Que ellos ya tenían catalizadores- contestó Kirito con seriedad-. Que la aldea del pasto fue atacada como un ensayo…
-¿Un ensayo? Es una idea tonta si estaban ya con su plan en ejecución y a pocos días de terminarlo- rió Kisame-. Hablamos de pruebas "antes" de hacer las cosas, no a la mitad.
-No de los catalizadores, idiota- replicó Kirito-. Probaron un arma "conectada" a los catalizadores. Establecieron un grupo al pie de la montaña, y mandaron otro, de sólo cinco hombres con estas nuevas "armas" a atacar la aldea. El asunto fue menospreciado por los movimientos posteriores de la roca, la hoja, la arena e incluso la propia Takumi; inclusive este reporte lo habría desestimado de no ser porque nos topamos con Itachi de camino hacia aquí.
-Bien, Kirito, explícanos de una vez que fue lo que gano el clan Houkou de este "fallido" evento.
-La roca, posiblemente la aldea mas fuerte en la última década, estará bajo investigación de los federales, incapacitándola para actuar o desintegrándola por completo- puntualizo Kirito de forma tétrica-. Han logrado probar su superioridad de combate con apenas pocas perdidas en una batalla que incluía a por los menos cuatro bandos; han des balanceado también a la hoja, haciéndola perder a sus mejores ninjas…
-¿Mejores ninjas?- preguntó Pain interesado.
-Todo parece indicar que Jiraiya, El chacal y Anko están en poder de los federales- explicó Asuna-. Junto con el ninja copia…y el Kyubi seguramente también.
-Vaya…
-Y mataron un miembro de Akatsuki e incapacitaron a dos- añadió Kirito.
-Pero Itachi no era parte de su plan…- replicó Kisame-. Eso solo fue una…
-¿Casualidad, Kisame?- sonrió Kirito- ¿Porque Hanasuma y Kakuzu? ¿Porque cuando pudieron escoger a Asuna y a mi? ¿O a Ras y Mus? Incluso miembros menores del clan, pero en mayor número… No fue por sus espadas, no fue por su estrategia…
-Fue porque ambos odiamos a Itachi…- susurró Hanasuma sorprendido.
La declaración tomó por sorpresa a todos menos a Itachi y a Kirito, quienes permanecieron en silencio. Hanasuma dio una media sonrisa antes de agregar algo.
-Pero nunca lo hubiéramos matado, aun ahora no lo mataría…
-Y eso él no lo sabía- exclamó Itachi pensativo-. Es cierto que Kakuzu me cegó, pero no obedeciendo su odio sino los intereses de Akatsuki: proteger el Sharingan del enemigo.
-Pero su plan salió imprevistamente mal por varios factores aleatorios, aun así, resultó una victoria bastante decente- explicó Kirito-. Incluso la cascada será investigada, y en ese entorno estamos hablando de la clasificación y revelación de dos aldeas ninjas en registros: la cascada y la roca. Además, el lapso de tiempo en que los federales llegaron, no antes de terminado el plan y no suficientemente después para que borraran las pruebas…
-Casi de película…- comentó riendo Ras.
-Apunta a que también tienen un soplón entre los federales.
-Perdieron a Fû y medio clan…-replicó Kisame poco convencido-. Además del Sanbi…
-Puede ser, pero fueron muchos los elementos aleatorios que jugaron en su contra- dijo Kirito cruzando sus brazos-. Con menos de la mitad, cualquier plan se hubiese ido a la mierda: El ermitaño de los perros, la intrusión de Ken Asamiya, la traición de Fû, el apoyo de los hermanos de la cascada, el Jinchuriki de la arena…
-Las peleas fueron muy casuales- reflexiono Itachi…- si eliminamos los elementos aleatorios?
Kirito se puso de cuclillas en el suelo y empezó a dibujar nombres y relacionarlas, pero tras unos segundos volteó a ver a Itachi y comenzó a explicar su diagrama.
-Han debía enfrentarse, junto con su cuadrilla privada a Sangeki y sus más poderosos súbditos- dijo Kirito marcando ambos nombres en el centro del diagrama-. Akai no entraba en la ecuación, ni mucho menos Jiraiya y el equipo elite; primero llegarían Itachi y Kisame, quienes serían separados con Kisame dentro de la cúpula para perder a Samehada… como ya sucedió. Kakuzu y Hanasuma, cualquiera de los dos o ambos debían llegar después y aprovechar la ocasión para matar a un debilitado y sólo Itachi. Los ninjas de la hoja no debían interferir, sino retirarse; creo que tenian intencion de darle caza al Kyubi en algún momento tras su huida.
-Interesante…
-Si ganaban, eliminaban a los miembros de la roca; si por el contrario demuestran no ser lo suficientemente fuerte, los federales llegarian a tiempo para detener a la roca.
-Y ellos los eliminaban- rió Kisame.
-Que técnicamente fue lo que sucedió- dijo Itachi pensativo.
-Vaya… Increíble pensar que por un momento tuvimos a cuatro Jinchurikis reunidos y no pudimos hacer nada- comentó Sasori con decepción-. Y además perdimos mucho en esa afrenta…
-Y en todo esto, ellos no pierden realmente mucho…- comentó Pain sorprendido.
-Pero existe otro factor que no han tomado en cuenta- replico Itachi alzando la cabeza pero sin abrir los ojos-. Fue un evento mas bien corto pero de suma importancia que ni Sangeki, ni la roca han dado importancia…
-¿Algo mas?- preguntó Kirito sorprendido-. No tengo registro de…
-Fueron más bien pocas las personas capaces de verlo. Pero de primera mano yo pude observarlo- explicó Itachi poniéndose de pie-. Las viejas leyendas hablan de la influencia del mal puro en los corazones de los hombres…
-¿El viento de Orochi?- rió Sasori- ¿Es que acaso tu hermano se presentó en la batalla?
-¡La chica del templo!- exclamó Pain sorprendido.
-No; el viento de Orochi estuvo efectivamente en el lugar. Pero se presentó… dentro de una niña extraña.
-¿Quien?- preguntaron Sasori y Pain al mismo tiempo.
-No se su nombre, no la conozco, pero pertenece a la aldea de la hoja- explicó Itachi-. Una chica de pelo rosa...
Todos los presentes guardaron silencio unos segundos reflexionando. Fue Hanasuma el primero en hablar.
-Las leyendas del viento de Orochi son más antiguas que mi padre, y más ligadas a la oscuridad y el odio de los Dojutsus de lo que yo les puedo decir- dijo con seriedad Hanasuma-. Pero con seguridad puedo decir que esto es algo que vale la pena ser investigado…
-Concuerdo con Hanasuma- dijo Pain mirando a Itachi, aunque este no podía verlo en realidad-. Te encargaras de vigilar a esa niña, y si la oscuridad reina en su alma, será tu deber poseerla…
-¿Y si su oscuridad nos sobrepasa?- pregunto Sasori con una ligera preocupación-. El viento de Orochi no es algo con lo que puedas jugar… si no tienes un Dojutsu…
-Si eso pasara, entonces la mataran- ordenó Pain con simpleza.
- Último punto a discutir… Kirito, serás el nuevo administrador; Sasori, serás el nuevo portavoz ¿Algo más?
-Nada- exclamó Kirito con resignación.
-Nada- dijeron los demás presentes.
-Llevamos uno señores…- dijo Pain con tranquilidad-. No podemos permitir que los federales se nos adelante; a partir de este momento declaró que la cacería de los Bijuu ha iniciado.
-¿Abiertamente?- preguntó Sasori sorprendido.
-Abiertamente- asintió Pain-. Los engranajes que Sangeki ha puesto en marcha son imparables, y es cuestión de tiempo antes que cada aldea, cada país se de cuenta de esta nueva realidad; la guerra estallara entonces y sería muy tarde para nosotros… Debemos apresurarnos.
-¿Qué hay de los gremios?- preguntó Asuna.
-Quienes no se unan, seran destruidos- declaró Pain.
-¿Esperas derrotar a los reyes de los gremios?- preguntó Hanasuma divertido.
-La guerra fría ha empezado, Hanasuma- explicó Pain con calma-. Los individuos se dividirán entre naciones, gremios, aldeas e incluso clanes… Incluso los ideales. Y en ese caos, solamente nos debemos preocupar de un solo enemigo…
-Sangeki- susurró Itachi con enojo.
-Nos lleva una delantera preocupante en este asunto, pero somos directamente el segundo lugar- aclaró Pain-. No permitamos que su "factor sorpresa" nos quite la victoria.
-Entendido…- asintieron todos.
-Retirense- ordenó Pain-. Hanasuma, Kirito, ustedes quédense… Itachi, también.
Los demás miembros del grupo se retiraron en silencio, apenas intercambiando una que otra palabra; los únicos con una misión en curso eran Ras y Mus, quienes salieron un poco más deprisa. Tal vez eran un grupo fuerte y poderoso, pero además de lealtad en realidad no contaban con mucha "empatía" entre ellos. Sus diversos orígenes y costumbres frecuentemente los hacían tener conflictos: de aldeas, de países o incluso de modales. Aun asi, las parejas eran lo suficientemente eficiente para trabajar como mercenarios, mientras su sección militar se fortalecia poco a poco.
Sin embargo, ese paso marcaba un final de las actualizaciones que Akatsuki pudiera hacer al abrirse abiertamente al mundo ¿Cuánto tardaría la primer nación en declararle la guerra? ¿Cuanto tardarian en descubrir en que país tenían su base? Por lo pronto los federales eran la mayor preocupación, y debían tenerlos vigilados de cerca, porque por más naciones que les declararan la guerra, nada podía preocuparlos hasta que descubrieran su base. Seria entonces el final de la guerra fría y el inicio de la Segunda gran Guerra.
-Hanasuma- exclamó Pain sin voltear a verlo- ¿Cuanto dinero perdimos con el cuerpo de Kakuzu?
-Mmm…- la pregunta pareció molestar a Hanasuma, pero simplemente reflexiono unos segundos antes de contestar-. Podrían ser unos sesenta mil a ochenta mil…
-Diablos…- susurró Kirito sorprendido.
-Una décima parte del resguardo actual de la seccion tactica- dijo Pain con resignación- ¿Propiedades? ¿Recompensas?
-Nada en absoluto, que tenga conocimiento- aclaró Hanasuma-. Kakuzu era muy cuidadoso en eso…
-Aunque no estaría de más recuperar el cuerpo- comentó Itachi.
-No hay cuerpo- replicó Hanasuma con tranquilidad.
-¿Recompensas pendientes?- inquirió Pain.
-Las de la agenda en base- respondió el hombre-. Lo de Fû iba a ser un extra…
-Bien...
Alguien tocó en los restos destrozados de la puerta, haciendo que Kirito y Hanasuma se voltearan, pero ni Pain ni Itachi reaccionaron en lo mas minimo; dos personas se encontraban en el umbral, mirando seriamente los destrozos ocurridos en la habitación. El más alto de los presentes ingreso al lugar.
-¿Un conflicto?
-En la sección táctica siempre hay conflictos- dijo Pain-. Pero la puerta fue cosa de Ras…
-Mmm… tu chico es impaciente- comentó el extraño-. Dicen que podría hacer frente a cualquier líder de la sección militar.
-Seguramente cualquiera de nosotros pueda enfrentarlos y salir victorioso- exclamó Pain girandose con cierto aire desafiante.
-Escuche que dos de tus inmortales murieron- dijo el hombre con una sonrisa.
El hombre vestía una capucha con los característicos símbolos de Akatsuki, debajo de la cual relucía una armadura negra pero curiosamente silenciosa. La luz se atenuó y sus facciones se ensombrecieron apenas dejando ver una mueca de burla y satisfacción; por otro lado, su acompañante era un mujer joven, que no podía tener más de dieciséis años. Vestía también la capucha, la cual cubría por completo su rostro al igual que su compañero varón, pero su ojos brillaban en la oscuridad en un morado intenso.
Pain conocía bien a ambos miembros, pero Hanasuma e Itachi no… aunque Itachi no podía ver en realidad. Y ese asunto no pasó desapercibido para el hombre de la armadura.
-¿Un hombre ciego, Pain? ¿A que estas jugando ahora?
-Mis asuntos nunca han sido de tu incumbencia- replicó el aludido con desagrado.
-No te sientas superior, Pain.
-Soy superior…- replicó.
El hombre de la armadura dio un paso al frente molesto, pero la chica lo detuvo del brazo; él simplemente volteó a verla y suspiro, al tiempo que ella estiraba su brazo entregando un pergamino a Pain.
-Las alineaciones del equipo militar- dijo la chica con serenidad-. Los reportes ya están a su disposición, señor…
-¿Reportes?- inquirió Pain confundido.
-Ha ordenado la unión de nuestras secciones- explicó la chica-. Estamos a su entera disposición…
-Entonces la guerra realmente ha comenzado- suspiro Hanasuma.
-Bien, hagamos al mundo reformarse en el dolor- exclamó Pain tomando el pergamino-. Solo destruyendo todo, podremos volver a construirlo…
Fin Prologo
Corenote:
Prólogo introductorio a la nueva saga de Forsaken Crew: Akatsuki Risk; mas que nada fue un "en el capítulo anterior" junto con la presentación de los Akatsuki. La gran guerra se avecina, pero no es algo que atañe solamente a la aldea de la hoja, a la roca o el clan Houkou. Las repercusiones de los eventos de Jinchuriki Escape se verán en todo su esplendor en esta nueva entrega de la saga. Confiaba en haber adelantado mas "Avatar the Catalyst" y "Dark Hero of Konoha" para cuando realizara la publicación de Akatsuki Risk, pero en estos momentos cuento con cierto bloqueo creativo y realmente extrañaba publicar esta historia, asi que opte por hacer el primer capítulo (que publicaré pronto) y su respectivo prólogo para refrescar la memoria.
Como queda claro por el nombre de la saga, Akatsuki será el antagonista en esta historia; sin embargo existen mas enemigos que solamente los Akatsuki involucrados (los cuales por cierto, tienen dos divisiones ¿Lo notaron?). El clan Houkou, la roca, Akatsuki, los federales, entre otros serán los encargados de enfrentarse en una guerra fría donde cada uno tiene un mismo objetivo: el poder del sol...
