Hola gente, es bueno volver por aquí. Tenía un par de semanas sin saber lo que era un fanfic y ayer cuando entré a la pagina, me encontré con que Chrmdpoet acababa de subir esta historia. Así que lo primero que hice fue pedirle permiso para traducirla; ya que se los prometí. ^-^ Les pido por favor que lean la siguiente nota de la autora y también la que dejaré al final del capítulo. Espero que lo disfruten. :)

Disclaimer: Ni la historia ni los personajes me pertenecen. La historia es de la autoría de Chrmdpoet, quien me ha dado su permiso para traducirla y publicarla.

N/A Hola a todos.Este es el primer capítulo de la segunda parte de La Princesa y La Prisionera.Estoy segura de que todos ustedes tendrán muchas preguntas, pero confíen en que las respuestas serán reveladas según avanza la historia.No podré actualizar tan a menudo como lo hice con La Princesa y La Prisionera ya que en la actualidad tengo tres historias en ejecución, pero prometo que mis actualizaciones seguirán siendo tan rápidas como sea posible.

LEAN ESTO: El primer capítulo de esta secuela tiene lugar tres años después del último capítulo de La Princesa y La Prisionera, pero el segundo capítulo retrocederá diez meses, y desentrañará acontecimientos que condujeron a este punto.Espero que tenga sentido.Habrá retazos y piezas en todo que les dará indicaciones e ideas en cuanto a lo que ocurrió en el lapso de tiempo de dos años entre La Princesa y La Prisionera y Hearts of Courage.Realmente espero que les guste a todos.

Asegúrese de leer este capítulo con mi banda sonora elegida y por la que fue nombrada esta historia."Heart of Courage (Extended Version)" de Two Steps From Hell.No se arrepentirán.Espero que todos disfruten y que la historia este a la altura de sus expectativas.XO-Chrmdpoet

Calificación M por sangre, violencia, desnudez, sexo y lenguaje.


Capítulo Uno: Nuestra Tierra. Nuestras Vidas. Nuestra Dignidad.

La tristeza se derramaba a través del corazón de Emma mientras miraba las ardientes llanuras cubiertas de cuerpos hasta donde llegaba la vista. El amanecer se acercaba y el cielo se iluminaba emitiendo un resplandor casi etéreo a través de la devastación que dejó sus tierras como un gran vacío, vacía de gran parte de la vida que una vez albergó, de la tierra debajo de ella, una vez hermosamente cultivada y ahora gastada y estropeada y llena de la sangre de su pueblo y de sus enemigos. Se sentó encima de su corcel, inspeccionando la matanza, las pérdidas se tambaleaban en su mente y sólo conducían su determinación de poner fin a esta guerra de una vez por todas, para reclamar justicia para los muertos y refugio para los cansados y heridos.

Podía oír a sus guerreros, valientes y verdaderos, de pie firmes detrás de ella, sus respiraciones rápidas y sus corazones pesados, pero ninguno se había echado atrás. Pocos cientos quedaban donde antes había habido miles, y sin embargo, nadie se alejó. Lucharon con ella, muchos de sus seres queridos murieron, y aún así continuaron. Su lealtad le conmovió hasta las lágrimas, hinchando su corazón mientras aspiraba el olor de los campos quemados, de los cuerpos chamuscados, el olor metálico de la sangre aumentaba a medida que los vapores de la madrugada sombreaban el cielo de un rojo violento.

La batalla se había estado librando muchas lunas, sin embargo, estaba muy lejos de su fin, y Emma se negaba a clamar la derrota. Ella llevaría a su pueblo a la victoria, y destruiría a cualquiera y a todos los que se atrevieran a atravesarse en su camino.

Los suaves chasquidos de los cascos le alertaron de la presencia de su esposa mientras Regina, dispuesta sobre un corcel medianoche y armada de pies a cabeza, se detenía suavemente a su lado. Emma no tenía necesidad de ver visiblemente a su esposa para reconocer su presencia. Se llamaban siempre la una a la otra a través de su vínculo común como Almas Gemelas destinadas y cada una podía sentir la presencia de la otra sin importar la distancia que pudiera existir entre ellas. Emma mantuvo los ojos fijos en las tierras ardientes delante de ella mientras extendía una mano abierta a su izquierda. Sintió los suaves y delicados dedos de Regina deslizarse en los espacios entre los suyos y su corazón se llenó por el contacto, su coraje regresó y creció con cada suave apretón de palma contra palma.

Ha llegado la hora de acabar con esto, mi amor, la dulce voz de Regina la llamó, resonando en su mente, y Emma podía oír el dolor en su voz. Era el mismo que latía dentro de su propio pecho. Demasiadas vidas perdidas. Demasiada sangre derramada. Ellas sufrían por sus propias pérdidas y sufrían por las pérdidas de su pueblo, y sin embargo, se refugiaban en la comodidad de la otra.

Sus enemigos se habían retirado en la noche para recoger sus números como lo hicieron ellas, y sin embargo, tanto Regina como Emma podían sentir la magia en el aire, una señal de todo lo que estaba por venir—la batalla final. Permanecía en el horizonte, esperando a verlos ya sea victoriosos o derrotados, pero ninguno aceptaría la segunda.

En efecto, le contestó Emma en voz baja. Mira nuestra tierra, Regina, nuestro hogar. Se ha reducido a un desierto. ¿Cómo podremos reconstruir lo que se ha perdido? ¿Cómo vamos a guiar a nuestra gente a través de esta destrucción?

Vamos a encontrar una manera, Emma, contestó Regina suavemente aunque su voz era poderosa en la mente de Emma, siempre fuerte, siempre segura, y siempre inspiradora. Pero tenemos que hacer esto ahora, mi amor.Tenemos que continuar, hacia adelante, y terminar esto mientras nuestros enemigos estén débiles.

Nuestros hombres, nuestras mujeres... están cansados, le susurró Emma a través de su enlace, y la sutil grieta en su voz sonó clara en la mente de Regina, compungiendo su corazón mientras ella sólo deseaba consolar a su amada esposa. Yo no sé si ellos puedan continuar. Temo que ellos solo puedan ver la derrota si los llevamos adelante. Temo haberles fallado.

No temas, querida, dijo Regina, apretando la mano de Emma con cariño, porque ellos son tu pueblo. Tú eres su reina, y confían en ti. Ellos te seguirían hasta los confines de la tierra en caso de que los guiarás allí. Habla con ellos, Emma. Dales la fuerza y el coraje que me has dado. Ellos te escucharán.

¿Qué voy a decirles? Preguntó Emma humildemente, volteándose a mirar los profundos y achocolatados ojos de su amada, en busca de las respuestas a las que temía nunca podría llegar.

Habla con el corazón, mi amor, susurró Regina en su mente. Sólo habla con el corazón. Es tu corazón lo que nos ha traído hasta aquí, y creo que tu corazón nos mostrará la victoria.

Te amo, Regina, exclamó Emma y las palabras cantaron en su corazón y bailaron bellamente a lo largo de la unión eterna que conectaba su alma a la de la mujer sentada vigorosamente a su lado.

Regina miró fijamente a los ojos esmeralda de su amada, la única persona que la había conocido jamás por completo y la amaba a pesar de su malvado pasado. Ella podía ver tanto en esos ojos, cariño, miedo, coraje, fuerza, sabiduría, tristeza y amor. Eran infinitamente profundos y hermosamente fuertes, y mientras el respeto y el amor de Regina por Emma sólo crecían cada vez que miraba esos ojos, su corazón también le dolía ferozmente por el sufrimiento que su esposa había tenido que soportar a una edad tan joven, por la velocidad con la que había tenido que crecer y madurar, a la altura del reto de liderar una nación mucho antes de que su tiempo de reinado estuviera destinado a llegar. Emma era la persona más fuerte que ella conocía.

Y yo a ti, Emma, susurró Regina. Yo estoy contigo, mi amor, hasta el fin

Sus manos se enredaron con fuerza por un momento más antes de que ambas se soltaran suavemente y se voltearan hacia su ejército, con la cabeza bien alta, aun cuando sus corazones pesaban fuertemente sus pechos. Lágrimas nacieron y se detuvieron en los bordes de los párpados de Emma mientras observaba el estado de su pueblo, harapiento y desgastado, sangriento y golpeado, plagado de agotamiento. La luz que había ardido en sus ojos al inicio de la guerra hacía tiempo que se había desvanecido y sólo se veía miedo, solo la desesperanza brillaba en ellos ahora.

Miró a la cima de una colina en la distancia, donde estaban sus arqueros preparados, con Snow a la cabeza de ellos, y la ardiente angustia de la pérdida recorrió su pecho mientras sufría por su madre biológica, por la gran pérdida que había sufrido. Luego dejó caer la mirada hacia el extremo izquierdo, al revestimiento del ardiente bosque, donde sabía que su madre adoptiva, Red, esperaba entre los lobos a que comenzara la fase final de la batalla. No podía verla, y sin embargo, podía sentir su presencia incluso desde la distancia, y eso la fortalecía.

Sintiendo el coraje floreciendo en su pecho, Emma miró a su ejército una vez más e inhaló un pesado respiró forjado con el hedor de la descomposición en el aire. Dejó que las palabras de su esposa llenaran su mente una vez más y la empujaran hacia adelante. Habla con el corazón, mi amor.

Y así lo hizo.

"Mi pueblo," gritó con su voz magnificada en la quietud de la madrugada y se hizo eco a través de las colinas, favorecida por la magia de Regina ya que su esposa incrementó el volumen de la misma. Los hombres y mujeres reunidos delante de ella, cientos y cada vez más escasos, voltearon los ojos hacia ella, sus armas colgando lánguidamente a su lado y sus miradas llenas de desesperación, necesitados de orientación y aliento, necesitados de una esperanza.

"El amanecer se acerca, y con él, la fase final de la batalla. Sé que están cansados y su esperanza es delgada, pero no teman, porque tan cansados como podemos estar, confiemos en que nuestros enemigos lo están también. Confiemos en que nuestros enemigos estarán débiles. Confíen en que no estarán contra nosotros otra noche, ya que nosotros, juntos, tomaremos de vuelta lo que es nuestro por derecho. Nuestra tierra. Nuestras vidas. Nuestra dignidad."

Regina estaba sentada sobre su caballo puramente admirada de lo brillante y poderosa que era su querida esposa y Alma Gemela. Observó cómo los cientos de desesperados ante ellas comenzaron a levantarse, movidos por la fuerza en la voz de Emma, por el coraje de sus ojos color esmeralda, y por las palabras de su corazón que latía por la misma gente que ahora guiaba, un corazón tan lleno y tan profundo y tan interminable que podría devorar el mundo. El orgullo se hinchó en su pecho mientras que los hombres y las mujeres que los rodeaban comenzaban a estar de pie, levantando sus cabezas en alto, sus manos cerradas en puños golpearon contra sus pechos, mientras muchos otros mostraban su valor, gritando su amor por su reina. Eso movió a Regina como nada lo había hecho, y esa sensación sólo crecía, ya que era inspirada por el amor de su vida.

"Hemos perdido a muchos en estas últimas lunas," continuó Emma, su voz era como un único faro de luz en un mundo de sólo sombras y caos y muerte. "Nuestros padres y madres, nuestras hermanas y hermanos, nuestros hijos, nuestros amantes y nuestros amigos, y sin embargo, todavía estamos de pie. Estamos aquí, y no vamos a dejar que esos sacrificios sean en vano."

Gritos atravesaron el aire, gritos de apoyo y de homenaje a los caídos. Los gritos de sus hombres y mujeres golpearon como un tambor el pecho de Emma y sólo la agitaron aún más mientras las lágrimas tallaban caminos tranquilos por sus sucias mejillas.

"Nuestros números son pequeños, pero somos fuertes. Estamos unidos y no seremos silenciados. No seremos desplazados. Nosotros, juntos, vamos a acabar con esta guerra. Juntos, vamos a conquistar a nuestros enemigos, y juntos, vamos a reclamar este día para nuestros soldados caídos."

Los gritos eran ensordecedores, la esperanza reavivada florecía en los corazones de su pueblo y se derramaba en la atmósfera de la mañana. Emma levantó su espada en el aire, su punto más reluciente brillaba en la luz del alba, y podía sentir el orgullo de Regina quemando a lo largo de su vínculo al ver a los hombres y mujeres ante ellas siguiendo su ejemplo. Ellos levantaron sus armas, espadas, martillos, mazas, mazos, y arcos, tan alto como podían llegar mientras escuchaban las últimas palabras de su Reina llenando el amanecer, una promesa solemne que incendiaba el aire.

"Cuando los rayos del sol estén en la cima de la colina, marchamos juntos por última vez. Y sólo pido que confíen en mí. Soporten conmigo, hombres, mujeres. Luchen conmigo, y no dejaré que se extravíen. Síganme dentro del fuego y les prometo, a todos ustedes, que voy a guiarlos a través de él. Los llevaré hasta el otro lado, ¡libres y victoriosos! "

Mientras los gritos de su gente se hacían eco a través de las colinas, con el apoyo y la esperanza de los espadachines, de los arqueros, de los lobos y las hadas, los enanos y las ninfas, Emma apretó un puño firmemente en su corazón antes de levantarlo al cielo. Era un símbolo de la lealtad y del amor que les ofrecía gratuitamente a los hombres y mujeres que la seguían, y ellos se lo devolvieron en su totalidad. Los puños golpearon en los pechos antes de alzarse en el aire mientras gritos de "¡Larga vida a la Reina!" se hacían eco de las lenguas nuevamente esperanzadas.

Emma miró con ojos llorosos a la mujer que sabía se mantenía firme detrás de ella. El puño de su esposa estaba en alto en el aire y las lágrimas empañaban sus hermosas mejillas. Cruzaron sus miradas, el amor y devoción brillaban en sus ojos, luego ambas voltearon a mirar el horizonte.

Permanecieron fuertes juntas, y esperaron. Esperaron a que el sol saliera y mirara encima de las colinas distantes. Esperaron para conducir a su pueblo a una victoria como ninguna otra en la historia de su reino.


Si has llegado hasta aquí y no has leído la nota de arriba, regresa y léela.

Bueno señoras y señores, este es el único capítulo que ha sido publicado hasta ahora. Como dije arriba, el capítulo fue publicado ayer y sé que ustedes se preguntaran por qué yo lo he traducido hoy y no he esperado más; pues verán, al igual que la autora, yo tampoco podré seguir el ritmo de publicación que tenía antes, ya que el problema que me mantenía de "vagaciones" se solucionó, y por ende, debo volver a clases. Solo quería aprovechar este capítulo para decirles que, si bien voy a estar ocupada, voy a intentar traducir los capítulos que vayan siendo publicados durante la semana y los sábados subiré los que tenga listos, intentaré subir también los domingos (aunque eso depende de cuantos capítulos haya por semana). Creo que no tengo más nada que decir. ^-^

Espero que lo hayan disfrutado y no se olviden de dejar un comentario. :)