The Prince of tennis
"Reconciliación"
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Notas1:
Mi segundo fic oficial de TeniPuri! –Saltito-. Toda una proeza, si me lo preguntan. ¡Que felicidad! nn9! Confetti a Petra.
Óbvienme: Lo crean o no estoy tremendamente agradecida a Dios por permitirme escribir esto! –Razones no me faltan para estarlo-. Ehrm… no sé si haya alguien que se ha leído mis otros fics pero…, ehmmm… creo que mi estilo cambió un poco, y estoy orgullosa de decir que ahora hay más verbos de acción que de introspección –no que muchos pero algo es algo-. Sólo lo digo porque… no sé… creo que ando emocionada! nn.
Aclaración: TeniPuri me pertenece. Inui y Mizuki me pertenecen. Yanagi y Araki me pertenecen. Kimeru y Gackt me pertenecen. Los D-Boys me pertenecen. pnish me pertenece. La Coca-Cola me pertenece. Tu mascota me pertenece. El hermanito de tu vecino me pertenece. La planta al lado de ti me pertenece. El mundo me pertenece. KiraKira me pertenece. Naoya es de Marine (Eeh!) .
ADVERTENCIA: Algo OOC. Shounen ai.
Dedicación: A Marineneko porque no me faltan razones y porque no necesito una en especial para dedicarte un fic de la Hyoutei (Oh, la simpleza xD).
Espero les guste! De verdad!
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Hyoutei I: Teorías.
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Los regulares de la Hyoutei supieron que las cosas habían cambiado el día que vieron a Atobe sonreír. No fue una sonrisa de superioridad, no una de intimidación, ni siquiera una amargada o que simplemente le gritaba al mundo "es-sencillo-entender-porqué-tengo-un-club-de-fans"; esa había sido una sonrisa sincera, relajada, amable para el mundo, incluso, se podía decir que era una sonrisa sin destinatario, sólo estaba ahí porque deseaba estarlo.
También estuvieron ciertos detalles que no dejaron pasar desapercibidos. Por ejemplo, últimamente había aceptado con pasmosa facilidad entrenar con Hiyoshi y despertaba de una forma menos brusca a Jiroh cuando debía hacerlo -ya no practicaba su puntería con él-. Ohtori no pudo evitar un semblante asombrado cuando notó que había tenido una conversación de más de 30 minutos con su buchou y jamás hablaron de tenis.
Había días en los que hacía estrellas con Gakuto pero, esta vez, no parecía que fueran para provocarlo o para decirle en un lenguaje corporal "deja de saltar y ponte a correr", más bien parecía –para shock de Mukahi- que simplemente no podía controlar hacer una pirueta o dos. Incluso una vez dejó a Kabaji descansar y él mismo se destapó su almuerzo recién comprado. Hasta Taki se llevó una sorpresa de muerte cuando Atobe le regaló un cepillo para el cabello el día que el suyo se rompió.
Pero la prueba máxima del cambio en el emperador de la Hyoutei fue certificada con Oshitari y Shishido cuando notaron, sin podérselo creer, que Atobe dejaba pasar muchos juegos de palabras -bonitas e insultantes- no porque fuera su nueva manera de decirle "miren qué poco me importan sus lenguas pueblerinas" sino porque, para el desconcierto general, Atobe a duras penas parecía notar que le dirigían la palabra.
El mundo debía de estar por acabarse, ésa era la única explicación para todo el raro comportamiento de Ore-sama; aunque luego Hiyoshi y Ohtori se tomaron la molestia de refutar la teoría explicando que, al menos científicamente, la Tierra iba a seguir tal cual como estaba (aunque Choutaroh agregó algo que sonó a: "tal vez si pudiéramos hacerla un lugar mejor…").
Por otra parte, también tenían que vivir esos días donde el buen buchou se tomaba un descanso y dejaba a cargo a la parte más oscura y desesperante de Atobe.
En esos días no había sonrisas, ni piruetas, ni absolutamente nada por el estilo. Eran horas pesadas y hasta cierto punto desagradables. Atobe sólo era feliz cuando las 200 personas de su equipo terminaban en el suelo rogando por un descanso. Los regulares odiaban esos días. Después de correr los hacía entrenar como dementes, casi esperando que sus cuerpos se adaptaran rápidamente al nivel de adrenalina que él mismo tenía corriendo por las venas.
Lo cumbre pasaba cuando le quitaba a Shishido su gorra y se la ponía a Gakuto en la cabeza sin ningún tipo de delicadeza. Y aunque ambos chicos se quejaran, patearan el piso o le amenazaran en distintas formas la gorra no podía ser retirada de la cabeza del chico acróbata; hasta Jiroh, Ohtori y Hiyoshi se lo prohibían cuando hacía el ademán de lanzarla al aire, porque cuando Gakuto se la quitaba las cosas se ponían peor, mucho peor.
En esos días no había ser viviente que pudiera ganarle al buchou en un enfrentamiento de palabras. Oshitari siempre estaba terriblemente cerca, pero su sentido de supervivencia salía a flote más rápido de lo que él esperaba; Shishido siempre terminaba pasándose desesperadamente las manos por su cabello –sin gorra- tratando de tragarse las ganas asesinas que le invadían. Taki ni siquiera hablaba. Kabaji se movía muchísimo más rápido de lo normal.
Fue justo en éste punto que decidieron hacer otra hipótesis sobre el comportamiento de su buchou: Atobe quería volverlos locos. Ésta nadie pudo refutarla aunque no tenían claro el motivo de la acción. Oshitari y Jiroh habían tratado de buscar la razón pero, aparentemente, el unicornio verde de los sueños de Akutagawa no quería decirles.
Pero luego de días terribles, volvía a llegar un día o dos de felicidad, después volvía el Ore-sama al que todos estaban acostumbrados –sin comportamientos extraños- para luego pasar, nuevamente, dos o tres días de horrible martirio. Luego de esto volvía Ore-sama, seguido por el día de felicidad total.
Era un círculo en espiral que todos notaban. Incluso, los miembros titulares de la Hyoutei habían llegado a clasificar cada estado: Ore-sama era el término que describía al Atobe normal de todos los días no-especiales; Keigo-buchou era para el bueno, ése que los hacía felices; Atobe-buchou era, sin lugar a dudas, el que más odiaban por tratarlos como si fueran verdaderos peones de trabajo pesado.
Inclusive ya podían predecir antes de que empezara la práctica qué clase de buchou les tocarían en la tarde ya que Atobe había llegado adquirir ciertas manías que Ore-sama no tenía. Por ejemplo, Keigo-buchou revisaba su celular antes y después de la práctica con una mueca que buscaba no ser una sonrisa y, por lo general, tipiaba un mensaje con ligereza. Atobe-buchou también revisaba su teléfono móvil en los mismos momentos sólo que lo hacía gruñendo, con el entrecejo totalmente torcido y con una mueca de enfado en los labios. Escribía un mensaje descargando su estrés en las teclas del teléfono y luego lo lanzaba con furia hasta el final de su casillero.
Kabaji era el más atareado en esos días en los que Atobe-buchou reinaba. Ohtori y Jiroh siempre trataban de hacerle las cosas más fáciles hasta donde podían –hasta donde el sueño vencía-.
Preguntarle a Atobe qué le sucedía estaba totalmente fuera de la discusión por más de Oshitari, Mukahi y Taki trataran de hacerlo por todos los medios que se sabían. Aparentemente, ninguno de los Atobes perdía inteligencia o agudeza para torear y jugar con las preguntas, indirectas y directas como le diera la gana.
Y justo cuando todo el equipo de tenis parecía haberse adaptado a los cambios, el ciclo se rompió. Keigo-buchou dejó de existir y Atobe-buchou a duras penas dejaba salir algunos aires de Ore-sama. Las manías se hicieron más obsesivas y Gakuto casi considera cortarse el cabello gracias a todas las miradas horribles que el buchou le mandaba cuando algún cabello se le escapaba de la gorra de Shishido. Jiroh casi no podía dormir debido a toda la tensión que sentía en el aire y por lo general terminaba montándose sobre la persona que estuviera más cercana a él en busca de protección (sorprendentemente, casi siempre terminaba siendo Hiyoshi).
Los chicos pudieron resistir cinco días de la dura y horrorosa tortura que Atobe-buchou insistía en llamar entrenamiento, -hasta Sakaki le daba todo el espacio que deseaba-, pero cuando la segunda semana de horror empezó decidieron que era mejor un suicidio colectivo que un homicidio en masa.
Aquí fue cuando Ohtori planteó la tercera teoría explicativa. Si bien el mundo no iba a explotar –por más que suplicaran que lo hiciera- y Atobe parecía más concentrado en su locura que en volverlos locos a ellos, sólo parecía haber una explicación lógica: "Atobe-buchou está enamorado".
Los primeros segundos, (minutos tal vez, nadie pudo llevar la cuenta) fueron del más puro asombro que hubieran sentido en sus vidas. Luego, vino la negación que no llegaba a ser un pensamiento coherente en sus cabezas –"¿Que Atobe qué…? ¿Ah…? ¿Atobe…? ¿Enamorado de alguien más que no sea él mismo?"- y por último les llegó algo parecido a la aceptación: "Puede ser.".
Los encargados de negar la teoría fueron Shishido y Mukahi. Luego de algunos días de buscar pistas y encontrar algunas, con desespero decidieron consultarle al unicornio verde –bueno, Gakuto lo hizo-, y la respuesta de Jiroh les cortó las respiración.
.--Sí lo está –Dijo cuando despertó con toda la seriedad que su rostro adormilado podía mostrar-. Atobe-buchou está pasando por una difícil etapa.
Luego de unos segundos, la voz de Shishido resonó molesta en el cuarto de los regulares mientras se pasaba los dedos por el cuero cabelludo, un hábito de frustración reprimida que había adquirido ya que últimamente su gorra olía más a Gakuto que a su propio shampoo.
.--¿Le estamos haciendo caso al unicornio de los sueños de Jiroh?
.--Él es muy sabio. –Le respondió el propio bello durmiente- Además, estamos siguiendo la teoría de Choutaroh-kun.
Gakuto nunca supo si Jiroh había hecho el comentario porque sabía que lo único que calmaba a Shishido era nombrar a Ohtori de alguna forma o porque simplemente era la verdad. Tal vez, supuso, un poco de ambas.
.--Ahora sólo hay que buscar quién es esa persona.
Para cuando los regulares volvieron a reunirse en su lugar secreto para hablar de su buchou –en realidad se turnaban sus propios hogares- todos estaban sorprendidos.
.--Entonces es que Atobe está peleado con su amante. –Opinó Oshitari como si fuera lo más normal del mundo reunirse para hablar en secreto.
.--Es una explicación. –Aceptó Taki.
.--Gekokujyou da. –Suspiró Hiyoshi inconscientemente al preguntarse porqué, si ésta era una reunión de los titulares para sesear su sed de chime, Taki se encontraba con ellos. El de tercer año definitivamente no era un regular y si le preguntaban, a pesar de sonar como un cliché del chibisuke de la Seigaku, aún le faltaba mucho.
Ohtori lucía genuinamente preocupado.
.--Pobre Atobe-buchou… -Le salió en medio de lo que pareció un suspiro, no obstante, luego de sentir las miradas asesinas de todos los demás presentes sonrió un poco y endulzó un poco el tono- Y también pobre de nosotros que sufrimos, claro.
Quien no pudo reprimir un suspiro cansado fue Gakuto, aunque al hablar no se le notaba ningún tipo de cansancio, muy por el contrario, parecía enérgicamente molesto.
.--Pues espero que ya se arreglen las cosas entre Atobe y quien sea con el que se revuelca, ¡ya estoy harto de usar gorra sin ni siquiera saber porqué! ¡Y sobretodo la de él que siempre huele a Ohtori! –Se quejó el pelirrojo apuntando a Shishido con una mano.
La mejor pareja de dobles de la Hyoutei no tuvo más remedio que sonrojarse a pesar de que Shishido levantó la voz y el puño inmediatamente.
.--¡Pues ¿qué esperabas! ¡Odio que huela a ti y a ése estúpido shampoo de cerezas que usas! ¡¡Además, las cintas de cabello que me prestas tienen el perfume de Oshitari y yo no me he quejado!
.--¡¡Pues me das más razones para quejarme porque terminan con tu aroma! ¡Y lo odio!
.--¡Te voy a…! –Shishido apretó los dientes.
.--¿Ehhh? ¿Por qué tanto escándalo? –Bostezo- ¿Contra quién es que juego?
.--…Gekokujyou…
.--¡Chicos, chicos! –Les llamó la atención Taki alzando los brazos a sus distintas direcciones- ¡Cálmense! Recuerden para qué estamos aquí.
Soltando una especie de gruñido Oshitari estuvo de acuerdo.
.--Debemos buscar una solución a todo éste problema para volver a la normalidad. Sinceramente, ya me harté de las torturas de Atobe-buchou tanto como las sorpresas que nos regala Keigo-buchou cuando está excesivamente feliz. No me importaría tener a Ore-sama con gotas de Keigo-buchou, así que hay que hacer algo pronto.
Aparentemente, todo el discurso sirvió para que tanto Ryou como Gakuto se calmaran un poco no sin antes dedicarse miradas de furia.
.--Supongo… -Empezó Ohtori en un tono suave- que siempre podemos tratar de ayudar a que Atobe-buchou se arregle con su… ehrm… pareja.
Aunque pasaron unos segundos de incómodo silencio, Hiyoshi tomó la palabra cruzándose de brazos.
.--Odio meterme en la vida de otra persona.
.--Pero Hiyoshi-kun –Siguió Taki sonrientemente y un poco más inclinado hacia el menor de lo que debería-, esto te incumbe a ti también. ¡Todo tu lindo cuerpo queda tan cansado después de tanta práctica!
Todos vieron como las mejillas del castaño se encendieron y oyeron cómo tragaba saliva pesadamente; también observaron muy divertidos los movimientos torpes de escape que el de segundo año trataba de hacer.
.--A-ja… -Sólo pudo decir pegándose inconcientemente hacia Jiroh que descansaba al otro lado del sofá.
.--Entonces, -Continuó Ohtori sonriendo divertido por la situación- ¿sólo debemos buscar a la pareja de Atobe-buchou y pedirle que se reconcilien?
.--El problema está en cómo encontrar el amante de Atobe si no tenemos ninguna pista. –Le respondió Oshitari calmadamente con el acento que le caracterizaba.- También debemos cuidar que Atobe no se entere.
.--Mmmh… -Meditó Shishido llevándose una meno a la barbilla- Lo que necesitamos es prestar más atención afuera de las canchas. –Luego soltó un gruñido- ¡Ya quiero que esto se acabe! Yo también estoy harto de todos los cambios de humor que tiene el bastardo ese.
.--A mí me gusta Keigo-buchou. –Opinó la voz de Jiroh sorprendentemente despierta.
.--Jiroh, -Empezó Gakuto buscando meterse un poco con el chico; siempre era divertido cuando estaba despierto- a ti te gusta Atobe como sea; es más, apuesto a que te gusta más que nadie.
.--Claro que no, Gakuto. –Le reclamó el chico dormilón con lo que pareció una voz caprichosamente tierna- A mí no me gusta Atobe-buchou, él me asusta. Además, quien más me gusta es Wakashi-kun, ¿ne?
Todos notaron con asombro como Jiroh volteaba a ver sonrientemente a un muy sonrojado y casi atragantado Hiyoshi. El pobre chico parecía petrificado y como los ojos a puntos de salirse. No era difícil adivinar que la declaración de su senpai lo había tomado por sorpresa.
.--¡Bueno! –Suspiró Taki pesadamente- Ya tomaron al que mejor se veía de todos ustedes. Aparentemente soy el único que no tiene pareja.
Aunque Hiyoshi tomó aire para decir algo las palabras se devolvieron en su garganta en el peor momento, casi atragantándolo de nuevo.
.--Bueno, Taki-senpai –Empezó Ohtori sonriendo tiernamente-, creo que Kabaji-kun tampoco tiene pareja.
Con la mención del sirviente personal de Atobe –en cualquier versión- se dieron cuenta de un muy importantísimo detalle: Kabaji no había asistido a la reunión.
De hecho, recordó Yuuchi desde su puesto, Kabaji se había comportado muy extraño desde que se había planteado la tercera hipótesis. Sus 'usu' casi no se escuchaban cuando daban ideas de cómo refutar la teoría del amor.
Rápidamente, su cerebro sumó un dos más dos metafórico. Kabaji faltó a la reunión basada en la hipótesis menos alocada. Kabaji es el sirviente de Atobe Keigo. Kabaji le hacía todos los caprichos a Atobe acompañándolo para todos los rincones del mundo. Kabaji debía saber cuál amante estaban buscando.
Pronto, tenía todo un plan armado y no tardó en explicárselo a sus compañeros. No bien hubo cerrado la boca notó como todos estaban de acuerdo con su idea.
Y todos se retiraron a sus casas con una clara idea en sus mentes: Mañana Kabaji Munehiro no se les escaparía. No lo permitirían.
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Fin del capítulo I.
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Notas:
Primer capítulo! Qué tal quedó? n.n Qué les parece?
Bien, no sé si logré captar parte de la esencia de los regulares de la Hyoutei; debo admitir que el equipo me cuesta un poco aunque me encanta, supongo que debería limitarme a la Seigaku y a la St. Rudolph que al menos siento que conozco un poco, pero, no sé, el hechizo de la Hyoutei es imposible de evadir. Advierto Que el que más me cuesta es Taki porque… ehrm… n.nU No me he leído el manga, así que no esperen la mejor interpretación.
Bien, puede ser que quedara un poco aburrido y lo lamento. La verdad iba a ser un one-short pero cuando llegué a las 55 páginas me planteé la posibilidad de que tal vez sería muy largo… n.nU Así que preferí cortarlo. En pocas palabras gran parte del fic está escrito, así que roguemos que no me tarde mucho, eh?
Notarán que todavía no se sea nada del amante de Atobe, jeje, disculpen, tendrán que esperar al próximo capítulo. Me pregunto si podrán adivinarlo… uhhmmm… como única pista puedo decir que no es una pareja común, sin embargo, es TOTALMENTE adictiva una vez empiezas con ella. Creo que es mi pareja favorita de TeniPuri, y eso es decir mucho. Usen su imaginación.
Largas notas para decir pocas cosas, mmmh, me siento como el cliché de Shinji. No obstante, espero de todo corazón que les haya gustado! En verdad, ojalá! Sinceramente, éste no es el mejor fic del año, pero estoy tan feliz de por fin publicar algo que creo que lo estoy releyendo de una forma muy poco objetiva n.nU. Discúlpenme.
Cualquier cosa que necesiten, mi e-mail está a la orden: zelshamada (arroba) hotmail (punto) com; también es mi MSN, para quien guste.
¡Espero que les esté gustando!
¡Gracias por leer!
¡No te pierdas!
Zelshamada.
