Ohayo! Bueno antes que nada quiero darles a todos un feliz año nuevo!!! Espero que hayan comenzado este nuevo año tan bien como yo y que todo sea excelente para ustedes!

Tomando ahora esta oportunidad para disculparme con aquellos que siguen mis otros fics! Tenía un bloqueo mental… Gracias a Dios la playa me despejo pero… Trajo consigo una loca y nueva idea… Eh ahí el principio de este fic! Espero no sean muy duros con este y ps recuerden que Naruto y los demás son de Kishimoto-san…

Estaré esperando sus comentarios ansiosa! Casi todas mis historias son en ambientes diferentes y paisajes inventados por mi pero en fin, es como si fuera la primera vez… Que lo disfruten! n_n

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Cap. I. Un Nuevo Hogar.

El cielo resplandeciente, la suave brisa golpeando su rostro, podía escuchar el murmullo de la gente mientras ellos pasaban lentamente entre las angostas calles de aquel lugar, se giro lentamente para ver a su lado como la chica de cabellos castaños dormía plácidamente, como ella hasta unos minutos atrás.

"Sera muy difícil para ti?... Estarás tan lastimada como yo?" Reflexiono acariciando suavemente aquel infantil rostro, la vio removerse en su lugar mientras una suave sonrisa adornaba sus labios, estaría bien, mientras estuvieran juntas estarían bien.

-Ya llegamos- Sonó la fría voz masculina del hombre que estaba manejando, ella lo miro con curiosidad y luego asintió sonriendo suavemente. –Yo la llevare ve si hay alguien en casa- Ordeno mientras abría la puerta del lado donde descansaba la niña.

Antes de salir clavo sus perlados ojos en el lugar, las casas eran realmente grandes, maravillosamente tradicionales, unos cuantos jardines adornaban algunas entradas, mientras los niños jugaban con escasas ropas frente a las casas, sonrió nuevamente sintiendo su largo cabello bailar con aquella cálida brisa.

-Hinata?- Escucho una ronca voz a sus espaldas, se giro lentamente y lo vio, ahí estaba, su mejor amigo de toda la vida la miraba con curiosidad, como si temiera lastimarla, su largo cabello castaño llegaba hasta un poco mas debajo de los hombros y sus perlados ojos denotaban preocupación.

-Iie…- Susurro suavemente sintiendo la resequedad inundar repentinamente su garganta haciéndola toser, el castaño se acerco para ayudarla a enderezarse. –Nii-san…- Logro pronunciar haciendo más notoria su sonrisa.

-Me alegra que hayan llegado- Dijo mostrándole una leve sonrisa, casi imperceptible pero ahí estaba, ella sabía que él era un joven callado, mas frio que cualquier otra cosa pero en el fondo era un buen chico, tanto que había aceptado aquello.

-Neji… Ya la deje en su habitación… Las cosas están acá atrás- Dijo señalando la parte trasera de la camioneta, Hinata se separo del castaño indicándole que podía irse con su padre, mientras ella se giraba para la casa donde estaría quedándose.

Era realmente muy linda, su estilo tradicional la precedía, con un considerable jardín en la entrada, las puertas corredizas en la entrada, un tono crema adornaba todo el lugar, dándole una sensación más hogareña, aunque algo simple el interior, podría vivir con eso, se quito los zapatos con cuidado y subió lentamente las escaleras.

"Debería estar durmiendo aquí" Pensó girándose a la izquierda, sonriendo ante su propia memoria, ahí estaba su hermana menor durmiendo plácidamente abrazando la almohada, cerró la puerta con mucho cuidado y camino un poco más, una puerta tallada con pequeñas mariposas la esperaba.

Abrió lentamente la puerta sintiendo en su totalidad el aroma salado que entraba por su ventana, sonrió ampliamente al ver como las cortinas ondeaban permitiendo que su habitación se llenara con aquel revitalizante aroma, movió las cortinas y pudo observar el mar, era de un azul profundo, realmente maravilloso, eso era lo que realmente la tranquilizaría.

-Hinata…- Llamaron a su espalda congelándola por unos segundos. –Ya sacamos todas sus cosas, Neji te explicara todo si?... Deja que Hanabi duerma un poco mas antes de que empiecen a acomodarse- Dijo acercándose unos cuantos pasos a su hija mayor.

-No te preocupes otosan- Su voz sonó algo ronca pero todavía tenía ese sonido delicado que siempre la había caracterizado. –Cuidare de ella-

-Cuida de las dos- Corrigió acariciando levemente el largo cabello de su hija. –Cuídalo mucho… No vayas a dejar que se te arruine con tanto sodio- Dijo frunciendo el ceño justo cuando ella le quitaba el cabello de las manos.

-No te preocupes- Murmuro caminando lentamente fuera de la habitación. –Ya debes irte cierto?-

-Hai… Vendré a verlas pronto- Dijo a modo de despedida mientras bajaba las escaleras rápidamente y se colocaba los zapatos, Hinata observo como su primo salía de una de las puertas para despedirse de su tío, este correspondió el gesto y dio una última mirada a la chica al final de las escaleras.

"Buen viaje otosan" Pensó sonriéndole tiernamente mientras se dedicaba a despedirse con un delicado gesto de manos, el hombre asintió y salió del lugar, vio como el castaño se giraba hacia ella y le indicara que bajara al tiempo que se escuchaba el motor de la camioneta arrancar.

-Que deseas comer?- Interrogo el castaño mirando de forma tranquila a la chica junto a él, sonrió al verla fruncir el ceño y quitarle la taza de porcelana que tenía en las manos.

-Déjame a mi onegai- Pidió entrando en lo que parecía ser la cocina, habían remodelado aquel lugar desde la última vez que lo había visitado, la última vez que ella había podido ser totalmente feliz.

-Descansa… Hiashi-san me dijo que tú también debías descansar- Advirtió tomando la taza de las manos de la ojiblanca, esta solo suspiro y se apoyo en la barra de la cocina.

-No quiero descansar Nii-san… Onegai- Suplico mirando fijamente al castaño, este solo llevaba una camisa blanca sin mangas y unas bermudas color beige con algunas adornos tribales en un negro brillante.

-Por lo menos ve a cambiarte, así te dará mucho calor- Dijo resignado viendo como la ojiblanca asentía y se encaminaba hacia el equipaje, como llevaba una camisa manga largas y un pantalón, sabía que en aquella temperatura pronto le podría dar algo.

"No será tan difícil la convivencia con mi Nii-san… Sabía que él me entendería" Pensó alegre justo al momento que sacaba un vestido lila de tiritas hasta un poco más arriba de la rodilla, bastante vaporoso y fresco, en aquella calurosa ciudad era necesaria mucha ropa fresca y cómoda.

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Se dejo caer lentamente en el sofá, sin soltar todavía su guitarra gruño roncamente viendo como todos los demás hacían lo mismo que el, había sido un día muy largo y el clima había subido considerablemente, por algo ya era verano en la parte alta del país, cerró los ojos intentando concentrarse en las notas que habían salido mal.

-Estaremos listos a tiempo cierto?- Interrogo un castaño con unas marcas rojas en las mejillas, eran especies de colmillos, a él le encantaba cargar su cabello despeinado y solo una gargantilla negra gruesa lo acompañaba en esta ocasión, resaltando así el túnel de su oreja izquierda.

-No es tan problemática como otras… Solo debemos sacarle más a la tercera estrofa- Explico un pelinegro de coleta alta con dos zarcillos, su expresión era de total fastidio pero al igual que el otro tenía una larga barra de metal atravesando su nuca, un piercing bastante arriesgado para cualquiera.

-Porque decidiste cambiar esa parte de la canción teme?... Estaba perfecta como estaba antes- Se quejo un rubio de pequeñas marcas en las mejillas como de zorro y un tatuaje en forma de remolino en el brazo izquierdo, una argolla adornaba su rostro en su ceja derecha mientras miraba exasperado al más tranquilo de todos.

-Estaremos bien- Dijo al fin abriendo los ojos intentando mantener el fresco que había acumulado en aquella pequeña discusión. –Está mucho mejor ahora, además hay más potencia en la música- Dijo poniéndose de pie, su piel ligeramente tostada seguía conservando esa palidez característica, su cabello negro alborotado dejaba a la vista sus dos zarcillos negros en cada oreja, un tatuaje de llamas negras en su hombro izquierdo y una muñequera que no se quitaba para nada, una gargantilla de delgadas tiras de cuero negro adornaban su cuello dejando a la vista el símbolo de su familia.

-Entonces nos veremos más tarde- Dijo exaltado el castaño dejando las baquetas sobre unas de las mesas mientras buscaba su camisa sin mangas gris, ya tenían demasiado tiempo ensayando y tenía que salir, el mar estaba estupendo en ese momento.

-Cierto… Todavía no ha terminado el oleaje de la tormenta pasada- Recordó el pelinegro de coleta alta dejando el bajo apoyado en el asiento mientras empezaba a caminar fuera del lugar. –Aquí a la misma hora de siempre no?- Interrogo justo antes de que saliera el castaño.

-Un poco antes… No tengo ganas de surfear- Dijo el pelinegro mientras veía como el rubio terminaba de guardar su guitarra para tomar su tabla de surf, gruño y cerró los ojos algo cansado.

-Entonces nos veremos en unas horas teme- Dijo alegre el rubio mientras salía llevándose consigo al castaño mientras un fastidiado pelinegro de coleta iba un poco más atrás haciendo que el sol centelleara en su barra de metal.

"Esto algún día dará sus recompensas" Se auto convenció mientras cerraba la puerta del lugar, sintió el móvil moverse lentamente llenando todo con el eco de las campanas, suspiro más tranquilo saliendo de esa habitación que utilizaban para ensayar, cinco años ensayando ahí, con esos tres chicos, habían crecido juntos eran de los pocos que consideraba tenían algo de cerebro en aquel lugar.

-Ohayo Sasuke-kun!- Grito al otro lado del jardín una pelirrosa bastante animada, llevaba el cabello corto, iba junto a una rubia que solo se giro intentando ignorarlo, esta a diferencia de la otra tenía el cabello extremadamente largo recogido en una coleta alta y aun así le llegaba mucho más bajo de la cadera.

-Hmp- Gruño sonoramente haciéndoles entender que no deseaba sus molestas visitas ese día, las escucho reír a lo lejos, posiblemente iban como todos a la costa, queriendo admirar a los que practicaban surf, algo que el disfrutaba pero que no quería hacer en esos momentos.

-Debería descansar…- Murmuro para sí llegando hasta la que era su habitación, encendió el aire acondicionado intentando calmar así su calor, vio al otro lado del lugar su computadora, todas sus letras estaban ahí al igual que los demos que poseían, suspiro cansado y tomo una de las hojas que estaba en el escritorio.

La coloco sobre su pecho intentando concentrarse mejor, debía terminarla para el próximo toque que darían, ya era parte de su rutina, cada fin de semana daban una especie de concierto en el club del lugar, era el único momento donde se sentía bien pero claro ser el vocalista de la banda le había traído mas de un problema, incluyendo un insoportable club de fans.

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Termino de lavar las cosas que habían ensuciado comiendo, claro con la respectiva lucha con su primo sobre que debía descansar y que él podía hacerlo, recibiendo un no como respuesta, en cambio el había ido a terminar de organizar las cosas frente a las habitaciones de las dos recién llegadas.

-Onee-san vamos a la playa- Pidió la chica de unos 12 años llegando hasta la cocina, Hinata la observo algo aterrada y negó suavemente para volver a sus quehaceres. –Onee-san vamos… No pasara nada… Onegai- Suplico parándose justo al lado de la mayor intentando de esta forma molestarla.

-Hanabi no… No podemos ir solas- Explico terminando de secarse las manos y encaminándose hasta uno de los pasillos que daban al jardín que poseía aquella casa, podía sentir el ambiente fresco pero caluroso a su alrededor, la melodía de las campanas era hipnotizante y la relajaba, mucho más que irse a dormir.

-Onee-san vamos- Volvió a insistir al cabo de unos segundos sentada en silencio junto a Hinata, esta suspiro y volvió a negar intentando mantener la calma. –Tendremos que acostumbrarnos a andar solas por aquí! Otosan lo dijo… Vamos, acabamos de llegar!- Exigió algo malcriada alzando la voz y tomando de la falda a su hermana.

-Sucede algo?- Interrogo el castaño que había salido a ver qué era lo que causaba tanto alboroto en la casa, se sorprendió al ver a una Hinata sonrojada por el momento y a una Hanabi algo sudada por estar luchando contra el peso de su hermana mayor.

-Vamos a la playa Nii-san- Pidió de golpe la castaña mientras Hinata solo la miraba sorprendida. –Onee-san no quiere ir porque no podemos ir solas demo, si tu vas estaremos bien cierto?- Razono mientras sonreía triunfalmente y se acomodaba el diminuto short que cargaba.

-Vamos…- Dijo sereno colocando el libro que traía en las manos en una de las mesas, mientras se giraba a la mayor de las Hyuuga que se acomodaba la falda de su vestido. –No pueden entrar al agua por los momentos- Explico cerrando la puerta de la casa detrás de sí.

-Porque?- Interrogo la castaña notoriamente desilusionada. –Pensé que podríamos bañarnos cuando quisiéramos-

-Hai… Demo, hay demasiadas olas por la tormenta que hubo hace unos días, la marea rompió y ha estado mandando olas muy fuertes para la costa- Explico caminando tranquilamente por las calles de aquel lugar, podía notar como algunos de los chicos del lugar admiraban a su prima mayor.

-Entonces significa que los surfeadores están practicando en este momento?- Pregunto viendo como a lo lejos se empezaba a ver la orilla, sonrió para sí caminando un poco más rápido situándose adelante que los otros dos.

-Hay mucha gente viendo- Dijo el castaño observando como la castaña asentía y se iba hacia donde se podían escuchar las fuertes olas rompiendo, Neji miro de reojo como Hinata parecía estar aterrada por aquello, suspiro y la tomo de la muñeca intentando infundirle valor.

-Arigatou- Murmuro al momento que llegaban a la orilla, Hinata abrió los ojos sorprendida de la cantidad de gente, o mejor dicho jóvenes que se reunían para surfear, era una actividad muy popular en aquel lugar.

-Vaya- Murmuro el castaño viendo una de las enormes olas, sonrió fugazmente al ver que era una chica de coletas castaña la que había logrado sobrevivir sobre la ola. –Vamos…- Dijo halando un poco más de prisa a la ojiblanca intentando en vano hacerla pasar desapercibida.

-Vaya Neji… No pensé que vendrías- Dijo un chico de cejas pobladas mirando con curiosidad a la pequeña muchacha que traía pegada a su espalda. –Nani?-

-Es mi prima Lee…- Dijo algo molesto viendo como el grupo del rubio había tomado la otra ola, intento en vano localizar a la castaña sabia que ella estaría disfrutando el intentar tumbar a aquellos tres chicos. –No está el Uchiha?- Pregunto notando la ausencia del pelinegro.

-Iie… Nos pareció extraño pero Naruto dijo que él no tenía ganas de surfear hoy- Explico limpiándose las manos de la arena para tomar su tabla e ir a montar algunas olas.

-Nii-san…- Llamo la ojiblanca acercándose un poco más al castaño, este la miro esperando que terminara de hablar. –Eso… No te da miedo?- Pregunto curiosa mientras el castaño negaba y volvía su mirada al mar.

-Es difícil al principio demo… Luego no puedes parar de hacerlo…- Explico cerrando los ojos dejando que las gotas de agua salada le salpicaran la cara, Hinata suspiro y vio a su hermana a unos cuantos metros de ellos hablando con unos chicos de su edad; sonrió, ella no entendía porque no podía ser así, tenía que ser una chica tímida con dificultad para hablar.

-Neji!- Una ronca voz saco a ambos Hyuuga de sus pensamientos, Hinata al ver lo bien desarrollado que estaba el chico que se encaminaba a su primo no pudo más que sonrojarse y bajar su rostro avergonzada. –Vaya pensé que no vendrías- Dijo riendo escandalosamente sin inmutarse por el gruñido del castaño.

-Tenia que recibir a mis primas…- Aclaro viendo como llegaban hasta el los otros dos que andaban con el rubio y un poco más atrás la castaña de coletas sonriente.

-Cierto…- Dijo el rubio viendo como una pequeña silueta se escondía detrás de la amplia espalda del castaño. –Mucho gusto… Uzumaki Naruto- Dijo sonriente pasando al castaño y tendiéndole la mano para saludarla, Hinata solo lo miro extrañado intentando no tener esa mirada de desconfianza que empezaba a adornar su semblante.

-Yo soy Inuzuka Kiba y el es Nara Shikamaru- Intervino rápidamente el castaño de marcas rojas viendo como la chica asentía débilmente siendo él quien notara el pequeño sonrojo que cubría los pómulos de la pálida chica frente a ellos.

-Neji-kun…- Sonó una voz femenina mientras la chica se sentaba frente a Hinata, le sonrió y le tendió la mano intentando darle confianza. –Soy Ten Ten- Dijo todavía sonriendo, Hinata asintió y tomo su mano con recelo, pero la soltó cuando escucho a los tres chicos pitar.

-Urusei!- Gruño el castaño cubriendo a su prima con el brazo. –No hagan esas tonterías…- Regaño viendo como los tres chicos dejaban caer las tablas y se sentaban cerca de la chica.

-De dónde vienes?- Interrogo primero el rubio nuevamente tomando la iniciativa, Hinata algo confundida mordió su labio inferior y tomo un poco de aire para poder responder a aquello.

-Tokio…- Murmuro suavemente viendo como los tres chicos quedaron impactados por unos segundos, su voz sonó tan seductora en aquella nota que los tres habían quedado hipnotizados observándola, intentando entender como una criatura tan aparentemente frágil poseía ese tono de voz tan provocativo.

-Viniste con tu hermana verdad?... Porque te mudaste para acá?- Pregunto ahora el castaño intentando sacarle más el habla y nuevamente Hinata tomo un poco de aire y cerrando los ojos, sintiendo su vergüenza marcarse en sus mejillas, intento responder nuevamente.

-Hai… Se llama Hanabi… Nos mudamos porque mi otosan pensó que el cambio de ambiente era lo mejor para nosotras- Explico sonriendo al escuchar las escandalosas risas del rubio y del castaño, noto entonces al pelinegro que la veía como estudiándola, no parecía tan hiperactivo como los otros dos y eso le dio curiosidad. –Ustedes que hacen?- Interrogo viendo específicamente al pelinegro.

-Que problemático es esto- Se quejo el pelinegro clavando sus ojos en ella, la vio sonrojarse y le pareció divertido, no había conocido a ninguna chica que se comportara de esa manera tan extraña. –Somos unos vagos… Surfeamos, tocamos y dormimos- Dijo sin más detalles viendo como la chica se sorprendía de sobremanera empezando a sonreír.

-Neji-niisan- Llamo girándose hacia donde estaba el castaño hablando con la chica. –Aquí tocan también?- Interrogo viendo como el castaño miraba con cierta molestia a los tres chicos.

-Cierto… Hoy tenemos una presentación puedes ir a verla!- Dijo el rubio sonriente mientras se ponía de pie. –Neji sabrá llevarte- Dijo a modo de despedida mientras caminaba para tomar su tabla y volver a lanzarse contra las olas.

-Que pensaría Umiko si lo viera coqueteando- Se burlo el castaño levantándose haciendo que el pelinegro sonriera antes de acostarse en la arena. –Nos vemos esta noche…- Dijo pero se quedo pensativo viendo como la chica sonreía y se ponía de pie también tendiéndole la mano.

-Hyuuga Hinata- Dijo inclinándose levemente para darle una agradable sonrisa, digna de admirar. –Que disfrutes- Agrego viendo como el castaño corría hacia el mar viendo de vez en cuando hacia el lugar donde estaba la chica.

-No pueden ver a una chica nueva porque la empiezan a molestar- Se quejo el Nara viendo de reojo como la ojiblanca sonreía y se sentaba de una manera demasiado erguía, con una delicadeza digna de ver, suspiro y se dio la vuelta para dormir.

-No va a ir con los otros?- Retumbo aquella voz que era una especie de murmullo en sus espaldas, luego de unos segundos contuvo un gritito de sorpresa haciendo reír al pelinegro.

-Prefiero dormir un poco y esto…- Dijo señalándose la barra de metal que era por lo que la chica se había asustado. –Es un piercing… No todos lo soportan- Explico escuchando la tenue risa de la ojiblanca haciendo que se girara de golpe.

-Se ve bien…- Acepto girando su vista hasta donde estaban el castaño y el rubio moviéndose lentamente entre las olas. "Hay muchos chicos lindos intentando hacerme sentir bien recibida" Pensó llena de esperanzas renovadas sobre su futura vida en aquel lugar tan extraño.

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Cerro la llave haciendo que las gotas de agua dejaran de salir, apoyo su mano en la madera intentando enderezarse más rápido, todo el lugar estaba lleno de un vapor relajante, solo eso lograba tranquilizarlo.

"Espero que no sean tan impuntuales" Se quejo mentalmente tomando una toalla y enrollándola en su cintura, vio de reojo su reflejo distorsionado en el gran espejo del cuarto de baño haciéndolo gruñir mientras salía de aquel lugar.

Camino lentamente entre los pasillos dejando que el ahora frio viento acariciara su piel secando las pocas gotas de agua que quedaban regadas por su espalda y pecho, paso una mano por su cabello sacudiéndolo dejando pequeñas gotas de agua a su alrededor, suspiro cansado mientras cerraba la puerta de su habitación.

Sasuke no era del tipo engreído y narciso que todos pensaban, miro sin mucha importancia los pantalones y la camisa que se pondría y cerró los ojos intentando concentrarse en esa única tarea, su mente lo hacía divagar en tantas cosas, cosas que para él no tenían sentido.

"Esperar... Eso es lo que parece que hago… Esperar" Reflexiono dejando a un lado su toalla y empezando a vestirse, tomo su bóxer y se lo coloco mientras veía como una de las hojas en su escritorio se movía lánguidamente, intentando escapar tal vez, camino hacia ella y la coloco en su carpeta, no quería correr el riesgo de perderla, y menos sin entender todavía porque la había escrito.

Sus pantalones totalmente negros bota ancha, las costuras en blanco resaltando las fuertes piernas del chico, con una correa con adornos metálicos y unas cuantas cadenas resaltaban la apariencia de pocos amigos que poseía naturalmente el chico.

-Kuso…- Murmuro escuchando unos fuertes toques en la puerta de su casa, salió tomando la camisa sin colocársela aun y fue directo a la fuente de aquel molesto ruido, al abrirla se sorprendió al notar que era el rubio ya arreglado y con una gran sonrisa en su rostro.

-Todavía no estás listo?- Dijo sorprendido entrando sin ser invitado, Sasuke solo pudo fruncir el ceño y cerrando la puerta le siguió. –Los demás?- Interrogo al llegar a la habitación donde ensayaban, vio todo tal cual lo habían dejado exceptuando claro la guitarra del pelinegro a su lado que estaba acostada en un gran sillón negro.

-Eres el primero- Dijo roncamente terminando de colocarse la camisa, vio que el rubio gruñía levemente y decidió dejarlo solo, tenia todavía algunas cosas que colocarse. –Abre si llegan- Ordeno saliendo del lugar rápidamente escuchando solo el murmullo de las quejas de su amigo.

Suspiro al llegar nuevamente a su habitación, su muñequera, los zarcillos y su característico collar estaban en la mesa de noche, esperando ser tomados, volvió nuevamente su mirada al escritorio sintiéndose por primera vez en su vida ansioso, no lograba entender porque pero era una sensación incomoda para él.

Tomo sus zarcillos y se movió hacia el espejo cuerpo completo que poseía la habitación, su apariencia, estaba tan acostumbrada a verse de aquella forma, con aquel vacio reflejado en sus ojos, un vacio que nadie parecía comprender, busco luego su gargantilla, la llevaba orgulloso, era el símbolo de su familia, la única familia que conservaba todavía sus tradiciones internas en todo aquel lugar.

Suspiro sonriendo levemente para sí al recordar lo orgulloso que debía estar de pertenecer a ese clan, el clan Uchiha, uno de los más poderosos de aquel lugar, pero sin embargo eso realmente no le daba nada, solo un titulo, solo un apellido que lo ataba a unas responsabilidades que no deseaba, salió de sus pensamientos al escuchar nuevamente toques en la puerta principal, pero esta vez no se preocupo, dejo que el quejumbroso rubio atendiera el llamado.

-Dobe- Murmuro para sí sonriendo, era el único de todo el pueblo al que podía llamar amigo, no era el más inteligente, pero si era de una fuerza de voluntad digna de admirar, nunca lo admitiría pero sentía un poco de envidia de que aquel chico que había pasado por tantas cosas tuviera las fuerzas para continuar, para tener ese positivismo enfermizo que se esparcía como una plaga a todos los que conocía, a todos excepto a él, era el único que parecía ser inmune a aquella fuerza de mejorar que dejaba el rubio a su paso.

-Vamos! Ya tenemos que irnos… Sal de una buena vez- Se quejo el rubio abriendo de golpe la puerta de la habitación del pelinegro, este solo frunció el ceño gruñendo levemente y tomando su muñequera, nunca saldría sin ella y el rubio lo sabía muy bien.

Camino lentamente detrás de su hiperactivo amigo hasta llegar donde estaban los otros dos terminando de acomodar las cosas para empezar a guárdalas, vio algo diferente, Kiba estaba demasiado feliz, incluso mucho más que el rubio y eso era algo perturbador, también notaba al rubio algo irritado, incluso el pelinegro de coleta parecía realmente fastidiado.

-Te dije que ira… Ella misma me lo confirmo- Dijo el castaño terminando de colocar los platillos juntos para ponerlos en la camioneta. –Te molestas solo porque no te lo dijo a ti-

-No es eso! Ttebayo- dijo irritado el rubio metiendo con toda brusquedad el clave de su amplificador. –No creo que Neji la deje ir-

-Pues si ira- Dijo dando por concluida la batalla mientras escuchaba con cierta diversión las quejas inentendibles del rubio. –Hablando de eso… Umiko… Como esta?- Dijo intentando fastidiarlo una vez más.

-Urusei!- Gruño realmente molesto tomando su guitarra azul eléctrico con algunos dibujos tribales en los costados. –Ella todavía está molesta- Confeso al fin terminando de guardar el instrumento en su forro.

-Cualquiera… No sé como todavía te habla- Dijo entre burlas el castaño abriendo la puerta de la habitación, esta tenia dos puertas, una que daba a la casa del Uchiha y otra que daba al jardín donde siempre estaba estacionada una camioneta doble cabina con una gran cajuela donde entraban todos los instrumentos, estaba rediseñada justamente para llevarlos.

-Kiba… Ya deja de molestarlo- Dijo con el ceño fruncido el pelinegro de coleta tomando uno de los amplificadores de gran tamaño. –Concéntrense en meter estas cosas- Su tono volvió a ser de fastidio mientras los dos aludidos se miraban con cierto recelo y empezaron a moverse de manera silenciosa.

-Que está pasando?- Interrogo el Uchiha viendo como los dos chicos hiperactivos parecían seguir discutiendo en voz baja, miro a su compañero y al ver su expresión de molestia se arrepintió de haber preguntado, solo deseaba acabar con esa noche, al parecer no era el único que la estaba pasando mal, no era día de ninguno de ellos.

-Kiba está molestando a Naruto por la nueva chica- Resumió mientras caminaba hacia la camioneta y le pasaba el amplificador al castaño para que la acomodara en su lugar, regreso sobre sus pasos seguido del Uchiha que esta vez tomo uno de los tambores de la batería mientras el otro tomaba los platillos.

-Hmp- Gruño al cabo de unos minutos, había estado repitiéndose aquella frase, una chica nueva en el pueblo, ya se la imaginaba, siendo convertida por Sakura o Ino en otra de sus fans, odiaba aquello, pero lo que más le sorprendió fue que el castaño se fijara en ella, no solía mirar a ninguna de las chicas del pueblo, decía que le parecían muy superficiales.

-Teme… Tu guitarra- Hablo el rubio sacándolo de sus pensamientos, el chico estaba apoyando una de sus piernas en la entrada de la cajuela mientras los otros dos ya estaban entrando en la camioneta. –Apresúrate- Gruño frunciendo el ceño al ver que el pelinegro regresaba tranquilamente a guardar las cosas de su pequeña compañera.

"Que distraído" Se regaño mientras guardaba el cable para el amplificador, tomo sus pajuelas y las guardo en el forro de la guitarra, mientras la tomaba con mucho cuidado y la deslizaba con suavidad en el interior del forro, era de color negro perlado, tenia en un blanco brillante figuras de rayos por toda la guitarra, la había modificado un poco.

-Sasuke!- Grito ahora el castaño apoyándose en el escalón para subir a los asientos de la camioneta. –Date prisa!- Agrego volviendo a meterse en su lugar, el aludido solo consiguió suspirar cansado mientras le pasaba la guitarra al rubio para que la colocara en su lugar, mientras caminaba lentamente hacia la cabina del conductor, sabía que el rubio muchas veces prefería ir en la parte de atrás pero como siempre lo espero por unos segundos.

-Listo!- Grito emocionado mientras entraba al asiento junto al pelinegro, este no se sorprendió mucho y puso el auto en marcha. –Hoy presentaremos la nueva canción!- Dijo emocionado girándose para ver a los otros dos que extrañamente parecían estar tan entusiasmados como él.

"La nueva canción… Espero no sea muy diferente a mis antiguas letras" Pensó sintiéndose nuevamente ansioso, odiaba esa sensación, pero por primera vez en años compartía una emoción en común con quienes le rodeaban, el placer de estar en el escenario era lo único que aliviaba el constante lamento que sentía en su interior.

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Jejeje! Bueno antes de que me maten, me costó un poco seguir la línea principal de las personalidades de ambos personajes! Ya que en un principio no iba a ser Sasuke pero buee… Como ando en la temporada Uchiha lo deje a él… Próximamente espero tener algún otro delicioso ser masculino narutesco que emparejar con Hinata! Claro siempre que sean Gaara o Neji… Jajaja… Itachi es mío así que tendría que pensarlo mucho para ponerlo nuevamente con Hinata…

Bueno esta algo loca la idea… Ojala les guste, espero si Dios me lo permite no hacer mucho OCC… (sinceramente no se que significa, pero creo que lo ponen cuando los personajes no siguen su personalidad original del anime)… Es que es justo y necesario modificar algo sus personalidades! Ojala me perdonen por eso… Esperare ansiosa sus reviews! Cuídense!