El corazón no entiende de motivos ni razón.

Un nuevo Lunes en la mañana. El primero del año escolar luego de unas extensas vacaciones de verano. El primer año en la secundaria, donde todo era igual, pero a la vez distinto. Ya no eran esos niños que jugaban y estafaban donde fuera que estuviesen. Bueno... al menos no deberían serlo, pero...

— E-Eddy... n-no veo ningún sentido a esto que estamos haciendo. — Habló Edd con voz temblorosa y baja, sujetando con nerviosismo la correa de su bolso escolar. — E-es el primer d-día de clases y no sería adecuado que nos metiéramos en problemas tan pronto. — No podía dejar de mirar su alrededor con temor, pidiendo internamente que nadie, en especial la "víctima" de aquella jugarreta, los viera en aquel asunto. — Además, e-estoy en desacuerdo con-

— Silencio, cabeza de calcetín. — Dijo el menor de los Eds, sin mirar a su amigo, concentrado en aquel nuevo plan del día. — Si estás tan nervioso, entonces podrías vigilar que nadie venga. Dudo que el idiota de Ed lo esté haciendo.

Efectivamente, el mayor de los tres, en vez de estar vigilando el perímetro, se encontraba persiguiendo una mariposa riendo de lo más divertido. Doble D lo vio y se puso más nervioso, comenzando a sudar.

— Por favor, Eddy. Nos estamos perdiendo la ceremonia obligatoria de inauguración...

— Ya está. — El más bajo se levantó del suelo, ignorando a quien le hablaba. — ¡Oye, Ed! ¡Ya vámonos, idiota! — Exclamó llamando al mayor con una sonrisa y el ceño fruncido. De inmediato comenzó a caminar dentro del edificio, seguido de Ed, que había llegado rápido junto a él. Doble D se quedó un momento en su lugar, medio estrujando su corbata. No había dejado de estar nervioso en todo ese rato, ni tampoco había dejado de sudar.

— Esto no traerá nada bueno.. — Susurró para sí e inmediatamente después, se dirigió al establecimiento educacional, esperando que nadie los hubiese visto o lo viera entrando a ese lugar tarde.

/\/\/\/\/\/\/\

El timbre de salida sonó. Aquel que indicaba que llegaba a su fin la jornada escolar. Y aunque ese, como primer día, no había sido tan pesado, todos lo esperaban. Todos querían irse a sus casas.

Todos, menos el chico de gorra negra que, frente a su casillero en el pasillo, paseaba su vista por el corredor. Estaba solo, pues sus dos amigos habían salido a toda velocidad para poder obtener la mejor posición para observar su jugarreta.

Podía sentir todo su cuerpo sudar. Tanto que hasta se daba asco. Definitivamente cuando volviese a casa se daría un baño. Es decir, ya habían sido suficientes emociones por un día y no quería mucho más. Suspiró al notar que todos ya se habían ido. Algo más tranquilo, se volteó a su casillero y entró la combinación de números que necesitaba para abrirlo.

Apenas la puerta se desbloqueó, escuchó una voz a su espalda que lo dejó helado.

— Oye, doble tonto.

Simplemente se quedó ahí, viendo dentro de su receptáculo. Su rostro enrojeciendo cada vez más a medida que escuchaba sus pasos acercarse, sin embargo se obligó a calmarse. Siempre que el otro estaba cerca, ocurría lo mismo. Debía tranquilizarse. Era solo...

— Saludos, Kevin. — Dijo intentando sonar lo más natural posible, volteándose mientras apegaba el libro que había sacado a su pecho. — ¿Puedo ayudarte e-en algo?

— Verás. — Le dijo con una sonrisa de lado, viéndole. Una de sus manos se apoyó al casillero tras el más bajo, su brazo rozando la mejilla enrojecida de Edd, quien se encogió involuntariamente ante ese movimiento. — Resulta que mi motocicleta no ha estado funcionando muy bien, y como tu eres un nerd... creí que quizás podrías ayudarme a componerla ¿no?

De pronto, un retorcijón se apoderó del estómago de Doble D ¿Acaso era cierto? ¿Kevin quería que ÉL lo ayudara con su amada motocicleta? ¿Por qué no le pedía a alguien de más confianza? A un amigo, quizás. ¿No se supone que lo odiaba? Siempre lo insultaba... ¿Por qué él, entonces?

— Eh..

— Si te complica mucho, puedo pagarte.

— ¡Oh, cielos, no! No es necesario que me pagues, Kevin. Lo haré encantado. — Dijo finalmente con una sonrisa, aunque sin quitar su actitud algo intimidada frente al cuerpo del otro, que aún estaba demasiado cerca de él. Demasiado...

— Muy bien. — Se separó de inmediato con una sonrisa divertida y miró hacia los dos lados del corredor, escondiendo sus manos en sus bolsillos. — Entonces nos vemos ésta tarde en la cochera de mi casa ¿entendido, tonto? No llegues tarde.

— ...Perdón, p-pero creí que...

— No nos iremos juntos, idiota. Tengo una reputación que mantener. Nadie puede enterarse de que le pido ayuda a un nerd como tú. Además, si nos ven, podrían pensar que somos maricas o algo así. — Dijo y emprendió rumbo a la salida de la escuela.

Doble D se quedó ahí un momento, suspirando mientras veía al de cabello anaranjado desaparecer al doblar por un pasillo. Aquello, sinceramente le había dolido.

"A él le molesta que nos vean juntos..." pensó. "Pero claro ¿por qué estaríamos juntos después de todo? Solo vivimos en el mismo barrio. Solo nos vemos porque nuestras casas están frente a frente. Él jamás podría..."

Un fuerte ruido lo sacó de sus pensamientos. El ruido de un motor. Ay, cielos. Kevin.

No era un deportista, pero intentó correr lo más rápido hacia la salida, donde podía ver al capitán del equipo de béisbol subir a su motocicleta. Jadeante, estiró su brazo hacia él mientras intentaba recuperar el aliento.

— Po-por favor, Kevin... N-no... — El del vehículo lo vio un momento en silencio y entonces frunció el ceño.

— ¿Qué es lo que quieres, tarado?

Ed y Eddy, quienes veían la escena a una distancia "prudente", se acercaron a él. El más bajo con una sonrisa nerviosa.

— Ahí estás, cabeza de calcetín. Te estábamos buscando. Ed, tómalo. — Ordenó a su amigo, quien de inmediato cogió a Edd bajo su brazo y una sonrisa tonta mientras se lo llevaba lejos sobre su hombro.

Eddy se quedó un momento quieto, viendo al de gorra.

— ¿Y tú qué?

— Nada, Kevin. Puedes irte. — Dijo mientras sonreía ampliamente, alejándose de a poco y haciendo un par de señas para indicarle que el camino estaba libre.

De inmediato volvió a su escondite junto a los otros dos Ed's.

— Se-señores... creo que lo que... — Balbuceó, suspirando luego, intentando ordenar sus ideas. — E-esto es bastante peligroso pa-para Kevin.

— ¿Desde cuando nos ha importado Kevin, Doble D? — Preguntó el chico, bromista, no sabiendo lo que el otro pensaba, sonrojándose ligeramente. — Ahora cállate y ve la magia.

— No debí haber s-sido cómplice de s-semejante atrocidad. — Dijo Doble D para sí en un suspiro para luego fijar su vista en el atleta. No podía dejar que algo así pasara, menos en su presencia. ¿En qué estás pensando, Eddward? Si esa motocicleta se pone en marcha, lo lamentarás. Lo sabes.

Inmediatamente, interrumpiendo sus propios pensamientos, corrió lejos de sus amigos hacia el vehículo de dos ruedas justo cuando éste comenzaba a avanzar. Se paró en frente y la detuvo como pudo con sus manos. Aunque ni siquiera había tomado velocidad para moverse más que unos centímetros, sus manos quedaron rojas. Eso dolerá después... pensó un tanto preocupado, viendo sus palmas. Entonces levantó la mirada al otro, que lo observaba extrañado, sin relajar su entrecejo.

— Eso fue estúpido ¿lo sabías?

— D-disculpa, Kevin, p-pero debo prohibirte q-que eches a andar tu ... e-ese... — Miró la motocicleta un momento, pensando en algún sinónimo para eso. — ...ataúd con ruedas. — Intentó sonar lo más tranquilo posible, aunque su voz temblaba ligeramente por los nervios, al igual que sus brazos, extendidos de lado a lado, cubriendo el paso del pelirrojo.

— Muévete o pasaré sobre ti. — Dijo simplemente el otro.

— No. — Respondió, cerrando sus ojos mientras temblaba. — Te-tendrás que p-pasar so-sobre mi.. — Sabía que no lo haría... o al menos tenía fe de ello.

— ¡Hazlo, Kev! — Exclamaban a coro varios chicos del lado de Kevin, que habían estado observando el espectáculo. El más alto se puso nervioso, viendo a todos. ¿Cómo iba a hacerlo? Manga de imbéciles. Doble D entreabrió uno de sus ojos, mirando al chico casi con súplica. "Por qué no quiere que me vaya?" se preguntaba a sí mismo Kevin, pero sacudió su rostro ante ello. No podía entenderlo.

— ¡Doble D! — Exclamó Eddy, volviendo a salir de atrás de los arbustos. — Deja que el pobre Kevin se vaya a su casa. Debe tener muchas cosas que hacer ¿no? — Tomó la muñeca de su amigo para quitarle del camino. Éste intentó resistirse, estirando su brazo hacia la moto mientras Kevin lo miraba sin comprender.

— ¡Los frenos! — Exclamó al ver que le era imposible acercarse al otro.

— ¿Los.. frenos? ¿Qué tienen de malo? — Preguntó el atleta, mirando extrañado a su preciada "nena" -como él prefería llamarle-, probando los frenos y notando cierta soltura en ellos. De inmediato se bajó y comenzó a revisar.

— ¡Nada! — Exclamó Eddy, intentando alejarse más rápido mientras llevaba de la muñeca a Doble D, que no dejaba de mirar al pelirrojo. — ¡Doble D dice tonterías!

Doble D nunca dice tonterías...

Enseguida, el pelirrojo notó como los cables de sus frenos estaban cortados. Su furia crecía a la vez que maldecía aquel nuevo problema en su motocicleta. Ya tenía problemas, pero ¿esto? Alguien iba a pagarlo.

— ¡Oye, estúpido! — Exclamó antes de que el más bajo pueda huir con el otro, que se había sobresaltado ante aquel grito. — ¿Fuiste tú el idiota que cortó mis frenos? ¡Por eso no querías que Doble D me detuviera! ¿Acaso querías matarme, tonto? —Se acercó a él muy molesto.

Eddy se detuvo ante tanto insulto, volteándose hacia quien le hablaba y se acercaba amenazante. Su pecho se infló con el ceño fruncido.

— ¿Qué te pasa? ¡A mi no puedes venir a tratarme así! — Dijo, soltando la muñeca de Edd, quien se sobó aquella zona que había enrojecido. Su piel era bastante sensible a cualquier contacto más fuerte de lo habitual.

El mayor de los Ed's salió de su escondite, por si es que tenía que proteger a su amigo, el auto-proclamado líder del grupo, de Kevin. Solo era precaución. No es como si la violencia le gustara.

— Te puedo tratar como se me dé la regalada gana. — El de gorra roja se va acercando cada vez más amenazante al más bajo que simplemente se limitaba a verle con el pecho inflado, muerto de miedo por dentro, pero no se iba dejar vencer. No ahí. Menos cuando los alumnos que aún quedaban, comenzaban a reunirse alrededor de ellos, cantando a coro una provocación de pelea. Algo que ninguno de los dos ignoraba, el fuego comenzando a encenderse dentro de ellos. Pronto correría sangre, salvo que...

— Caballeros, por favor. Absténganse de esta absurda pelea. — Pidió Doble D con amabilidad, viendo a ambos. Su mirada se centra en su amigo. Una de sus manos se posó en sus caderas. — Eddy ¿no tienes nada que decir?

— No diré nada.

— Eddy... la verdadera debilidad está en quien no sabe reconocer tus errores. —Cerró sus ojos y levantó uno de sus dedos, iluminando al otro, quien lo miró con molestia, volteándose y restándole importancia con un gesto de su mano, chasqueando su lengua y escondiendo sus manos en sus bolsillos, yéndose resignado, pasando junto a Ed.

— Vámonos, tonto. No hay nada que valga la pena aquí.

Doble D miró a Kevin con un gesto mezclado entre vergüenza y arrepentimiento. Inclina ligeramente su cabeza, haciendo una pequeña reverencia hacia él.

— Lamento la poca consciencia de mi amigo Eddy, Kevin. — Dijo y lo vio otra vez. — N-nos vemos en la tarde. — Al soltar eso último lo dijo muy bajo, casi para sí mismo y se volteó, corriendo junto a sus amigos y caminando con ellos de vuelta a casa.

Kevin se quedó ahí, mirándole irse sin notar como la muchedumbre que antes estuvo a su alrededor se había desvanecido. Se había quedado como hipnotizado en la figura del otro desapareciendo junto al par de idiotas.

¿Por qué eres tan increíblemente educado? E, increíblemente, puede detener mi ira en menos de un segundo.. Pensó el pelirrojo. Ese idiota... debe tener algo especial.


jdksla sé que este primer capítulo no dice nada.. no dice mucho.. o tal vez dice suficiente. O lo demasiado.. no estoy segura, demo espero que les haya gustado y que me sigan. Pronto tendré el nuevo capítulo ¿ne? Aún no tengo ni panda idea qué habrá o cómo será la historia, así que me sorprenderé de las cosas que haya casi tanto como ustedes. .u. So, con eso... ¿Merezco review?Para saber si continúo subiendo o no (porque de todas formas lo escribiré aunque nadie lo lea. xD)