Hola, primero, gracias por tomarte el tiempo de leerte ésta historia. Segundo, Dgray man y sus personajes son propiedad de sus respectivos dueños no mios. Y tecero, en ésta historia probablemente los personajes tengan algún cambio en su carácter porque hace mucho que no veo nada de dgray man.

Ésta historia tiene la clasificación M debido a los dos últimos capítulos, que contienen situaciones explícitas, aunque conforme vayas leyendo te darás cuenta a donde apunta esto.


Lenalee Lee, una joven exorcista que era conocida por todos los miembros de la orden oscura por su belleza y amable carácter, ademas de ser la hermana del jefe de la sección europea de la orden.

Allen Walker se había unido a la orden hacia casi medio año, de inmediato hizo amistad con la joven, y no pasó mucho tiempo para que entre ellos se sintiera algo mas, sin embargo aunque ambos habían intentado dar ese paso siempre había algo que les interrumpía, y ese 'algo mas' no se llevaba a cabo, así que después de pensarlo mucho Lenalee estaba decidida a terminar con ese asunto ahora mismo, o mas bien a empezarlo.

Lenalee había decidido que para evitar cualquier interrupción lo mejor sería ir con Allen cuando los demás habitantes de la orden estuvieran en sus habitaciones, y esos momentos casi solo pasaban tarde en la noche.

Allen estaba en su habitación sentado en su escritorio, hasta hace un momento se encontraba leyendo, ahora parecía disponerse a escribir algo, solo que la inspiración no parecía dejarlo avanzar a menos de un centímetro del papel, además fue interrumpido de pronto por unos golpecitos en su puerta.

-Allen, ¿estás ahí?- Allen reconoció la voz de Lenalee detrás de la puerta.

-Si, ahora voy- el chico guardó el libro que estaba leyendo en uno de los cajones antes de dirigirse a la puerta a abrir -hola Lenalee, ¿sucede algo?-.

-¿Eh?... ¡no! ¿por qué lo preguntas Allen?- la chica estaba un poco nerviosa.

-Pensé que había sucedido algo, ya que no es normal que vengas a visitarme tan tarde, pero es bueno que no vengas por eso.

-Ah, solo es que no tengo sueño y pensé en venir a platicar un rato contigo- terminó la frase con una pequeña sonrisa.

-Pasa Lenalee, ¿hay algo en especial de lo que quieras hablar?- Allen estaba extrañado, pero le agradaba que ella viniera para platicar con él.

La chica tomó asiento en la cama del chico, mientras él regreso a su silla frente a su escritorio quedando de espaldas a ella, el chico lo hizo debido a que se sentía un poco cohibido de estar a solas tan tarde con la chica.

-En realidad no, espero no haberte interrumpido en algo importante.

Ella notó que Allen parecía un poco avergonzado, eso para ella era parte del encanto del inglés, así que decidió acercarse a él, llegando a recargarse en el mismo escritorio de Allen a un lado de él, cuando volteó a mirarlo notó como Allen apartaba rápidamente la vista de ella.

-Eh... pues creo que si era algo importante, pero puede esperar un momento- Allen estaba visiblemente nervioso, después de todo Lenalee estaba casi frente a él, pero estando sentado quedaba a la altura de el pecho de la chica y cuando trató de apartar la vista de ellos había volteado involuntariamente hacia las piernas de la chica, que al estar recargada en el escritorio su falda se subía un poco y le daba una vista muy buena, pero por cortesía trató de no mirarla...

-Allen..¿me estabas viendo las piernas?- claro que Lena se había dado cuenta y esto le parecía una oportunidad para acercarse.

-¿Eh?, no yo... ¡no!- Allen no supo que hacer ante esa pregunta y bajo la mirada.

-Lo hiciste de nuevo Allen- Lenalee se estaba divirtiendo mucho con las reacciones del chico.

-Bien, lo hice, pero no fue algo a propósito, lo siento- Allen trató de disculparse, pero la china no lo iba a dejar tan fácil

-¿De verdad sientes haberme visto las piernas?... ¿o sientes el que no haya sido intencional?- Lenalee cuestionó al chico acercando su rostro a él y sonriendo con malicia.

Allen no pudo decir ni hacer nada mas que mirar a la chica con los ojos bien abiertos.

-Está bien Allen, te creo- ella dijo eso, pero no tenía intención de detenerse todavía, y ante la mirada incrédula de Allen se sentó sobre el escritorio -entonces dime, ¿qué estabas haciendo antes de que yo llegara?.

El joven inglés estaba a punto de contestarle cuando la chica repentinamente cruzó las piernas, un detalle que le impidió cualquier otro razonamiento.

-Nada, ¡yo no vi nada!... no hice nada, si, ¡no! yo no hacía nada- Allen tenía la cara completamente roja y ya no se atrevía a mirar a la cara a la china, por su parte ella hizo como que no se daba cuenta.

-Tengo la sensación de que no quieres decirme Allen... y eso no me gusta- Lenalee fingió molestia y se levantó del escritorio para regresar a la cama del chico, eso hizo sentir un poco mas calmado al chico, que se animó a contestar.

-Me conoces bien Lena, es cierto que es algo que no me atrevo a decirte, pero te prometo que no es algo malo.

Allen había contestado sin voltear a ver a la chica y eso lo aprovechó ella para acercarse desde atrás y abrazarlo, eso por supuesto que fue sorpresivo para Allen.

-Sabes Allen, me gustaría que pudieras contarme todo- la chica susurró al oído del inglés y eso combinado con la sensación de los pechos de ella recargados en sus hombros era bastante para él.

-Allen ya deberías haberte dado cuenta de que me gustas- Lena acompañó esta frase dándole un pequeño beso en la mejilla.

Allen pensó en lo que acababa de escuchar, deshizo el abrazo de Lena haciendo a un lado sus brazos para levantarse de la silla, se dio la vuelta para quedar de frente, tomo sus manos y los llevo a la altura del pecho de ambos y entrelazó sus dedos con los de ella.

-Tienes razón Lenalee, creo que ya sabia que te gustaba, aunque creo que tu también deberías saber que me gustas- Allen terminó su frase dándole un beso igual al que había recibido hace unos momentos.

Ambos se quedaron un momento mirándose a los ojos antes de empezar a reírse los dos.

-Si los dos lo sabíamos, ¿entonces por qué no nos lo habíamos dicho Allen?.

-No estoy bien seguro del porque no lo habías hecho tu, pero por alguna maldita y extraña "casualidad" cada vez que traté de decírtelo algo pasaba y perdía la oportunidad.

Lenalee volvió a sonreír.

-Te parecerá muy extraño, pero me pasaba exactamente lo mismo.

Todavía con la sonrisa en el rostro ambos se miraron a los ojos y naturalmente fueron reduciendo la distancia entre sus labios y ya casi se tocaban cuando una vez mas esta noche, alguien tocó la puerta.

-¿Aún estás despierto Allen?- la voz de Lavi los sobresalto un poco y se separaron.

-No puede ser...- dijo Allen en voz baja y con resignación, luego ambos sonrieron nerviosamente.

Allen le puso un dedo sobre los labios a Lena

-Espera un momento Lavi, ya voy- antes de dirigirse a la puerta el chico se quitó los zapatos y el abrigo del uniforme para aparentar que ya estaba acostado y llevó a Lenalee a ocultarse detrás de la puerta.

-Hola Lavi, ¿qué pasa?- saludó el albino al pelirrojo.

-Hola, estaba en la biblioteca trabajando y me encontré con otro de estos libros que podrían ayudarte- Lavi le dio el libro a Allen, una historia romántica y Allen sonrió al verlo.

-¡Gracias viejo!- Allen y Lavi chocaron los puños.

-No hay por que, pero de verdad no creo que necesites leer tantos libros, tal vez solo deberías decírselo y ya, las cosas saldrán bien ya verás, piensa en eso, ahora me voy, antes de que el viejo panda trate de darme mas trabajo.

-¡Gracias!.

Allen solo pudo sonreír por las palabras de Lavi, quien se marchó a su habitación, después cerró la puerta para encontrarse con una Lenalee bien decidida a saber lo que hablaban los chicos.

-¿Decirle "qué" a "quién" Allen?.

Hora de explicar para Allen, así que sentaron juntos en la cama.

-Lenalee... ¡te quiero mucho!- dijo Allen con una gran sonrisa tratando de distraer a Lena.

-Yo también Allen, gracias, pero quiero escuchar tu explicación de todas formas- contestó Lenalee exigente pero también con una sonrisa.

-Pues... hace como un mes pensé en decirte eso, pero me dí cuenta de que no sabía cómo hacerlo, así que busqué algo de donde guiarme y lo único que se me ocurrió fue buscar alguna novela romántica en la biblioteca, Lavi me ayudó con eso, después de leer algunas intenté decírtelo, pero cada vez que estábamos juntos cuando trataba de buscar el momento adecuado me tardaba mucho y pasaba algo que lo arruinaba, así que lo que he estado pensando últimamente es que si por alguna razón no podía decírtelo de frente tal vez sería una buena idea escribirlo y dártelo, así que he seguido leyendo libros para poder escribirte algo que pudiera expresarlo, pero por alguna razón no he podido siquiera poner el lápiz sobre el papel, lo he platicado con Lavi y me ha estado alentando a que te lo dijera sin mas, tal vez leer tantas historias románticas me hicieron pensar que tenía que darte un momento "especial"... ahora que lo pienso tal vez lo que mas puede acercarse a lo que quería decirte es esto...

Allen tomó suavemente las mejillas de la chica y juntó sus labios con los de ella, un beso suave, tierno, con mucho cariño y lo suficientemente largo para que los sentimientos de ambos pasaran al otro.

-Lo lograste Allen- Lenalee le sonrió con ternura -si fue un momento especial- con eso le provocó un gran sonrojo al chico, luego ella fue quien tomo a Allen por los hombros para repetir el beso pero aún no tenían suficiente suerte para eso.

-¿¡Estás ahí Lenalee!- la voz era fácilmente reconocible y provocó que los chicos separaran en un instante, era el hermano de Lena.

-¡Abre en este momento Allen Walker!- gritó Komui al mismo tiempo que golpeaba la puerta, por su parte Allen reaccionó rápido llevando otra vez a Lenalee detrás de la puerta.

-¿Qué pasa Komui?- Allen abrió y contestó fingiendo sueño y molestia.

-¡¿Tienes aquí a mi hermanita?- el supervisor se asomó en la habitación, pero no la encontró.

-¡No!, pero ¿por qué la tendría aquí a estas horas?- Allen de verdad estaba molesto, pero por la interrupción.

-Pudiste haberla secuestrado, después de todo ella es hermosa.

-Tienes razón es hermosa, pero como puedes ver no está aquí, ¿has buscado en la biblioteca?, la vi allí ésta tarde- Komui estrechó los ojos por el cometario de Allen.

-Cierto, debe estar allí, no se como pude pensar que estaría aquí, ella es demasiado pura para estar en la habitación de un chico tan tarde- y así como había llegado Komui partió en dirección de la biblioteca.

Allen cerró la puerta, ahí estaba Lenalee con las manos en la boca tratando de contener la risa.

-Gracias Allen, evitaste que me quedara sin mi amado, pero ahora voy a tener que correr a mi habitación, hasta mañana.

-¿Qué? Pero...- Allen no pudo decir nada mas antes de que Lenalee se marchara rápidamente, solo la vio alejarse.

Allen cerró la puerta, dio un gran suspiro y se dirigió a su cama a acostarse, cuando ya estaba acostado otra vez tocaron su puerta.

-¡¿Y ahora qué?- abrió la puerta moesto.

-Se me había olvidado esto- frente a la puerta estaba Lena, quien rápidamente lo tomó de los hombros y le planto un beso igual al que antes le dio Allen -Ahora si, hasta mañana- y una vez mas la vio marcharse, pero esta vez regreso a su cama con una risita tonta en los labios.