El sentimiento es cada vez más fuerte, y aguantar es cada vez más difícil.
Ya me encuentro al borde de las lágrimas, ¡es patético!, ¿Por qué el me hace sentir así?, Y lo hace sin ni siquiera esforzarse, con tan solo una mirada, con un simple movimiento, lo peor es que ni se da cuenta del poder que ejerce sobre mí.
Es un momento de dolor, estar a su lado, sin poder hacer nada, sin poder tocarlo, pero a la misma vez es tan placentero, respirar en su esencia, solo saber que está a mi lado.
Imágenes vuelan en mi cabeza, los deseos son cada vez más intensos, y me pregunto, ¿Cómo han de saber sus labios?, grave error. Sudor frío desciende por mi rostro cuando su brazo roza contra el mío. Cada segundo que pasa es un calvario, ¡es una tortura!
Creo que el se percató de mis nervios, algo que no quiero que ocurra, así que trato de buscarle algo de interés al pasto mientras el observa mi rostro en busca de algún sentimiento, a los pocos segundos suelta una pequeña, casi inaudible risa, y mira hacia al cielo negando con la cabeza como si estuviese decepcionado, mientras yo relajo mis músculos cuando baja la presión sobre mí, pero el no hace intento de moverse un poco más alejado de mí.
Yo sé que el tiene la habilidad de leerme como un libro.
Me hace sentir bien el saber que me tiene confianza, que soy importante para él, producto de años a su lado haciéndole saber que estoy aquí. Tardó mucho tiempo para abrirse, para demostrar que no es como todos piensan, pero sobre todo, tardó mucho en acostumbrarse a protegerme. Fue extraño sentirme así, verlo que tan posesivo era cuado se trataba de mí, no es como si tuviésemos una relación, por eso es tan extraño.
Pero aquí me encuentro a su lado, desesperada por decirle lo que siento, por tocarle, ver que tan suave es su piel, por besarle hasta más no poder, de saciar estas ansias que poco a poco me están consumiendo.
He de saber en que está pensando, venganza.
Por eso estoy conciente de que mis sueños no pasarán de mi imaginación
