Silencio
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Dicen que el silencio se extraña cuando ya no se lo tiene. A él le pasa todo lo contrario. Anhela el sonido de la vida, la libertad y la felicidad, todo aquello que Luffy es.
Se cuestiona cuántos años han pasado desde la última vez que ha podido verle, cuando apenas era un crío que no tenía ni cómo empezar un viaje por el mar. Ha sido mucho.
En el silencio del verde bosque en el que se encuentra ahora, puede oír su voz. No que él se haya vuelto loco o algo así, solo puede escucharlo, desde sus recuerdos. Le oye reír como nadie más que él puede, es capaz de verlo llorando cada vez que algo le salía mal, solo para reponerse al instante y seguir como si nada.
No podía darle un número exacto a lo mucho que extrañaba a Luffy. Pero podía verlo en todas partes, como el pequeño insecto que era, uno que no se despegaba nunca de él.
¿Qué sería de él? ¿Habría encontrado una tripulación digna de alguien de su clase? Dudaba si existían personas capaces de ponerle un alto cuando el caso lo ameritara, pero Luffy tenía algo que hacía que eligiera a las personas correctas. Recuerda aún cuando, a pesar de cómo le trató, siempre siguió con él, nunca le había dejado ir, no tan fácilmente. De no haber sido por esa virtud (o quizá solo fuera terquedad), probablemente, él estaría tan solo como lo estuvo antes.
Allí, bajo la refrescante sombra de un árbol, reflexionó un poco más sobre eso. Sobre todo lo que Luffy hizo por él, sin siquiera saberlo, lo extenso que es lo que fue a representar, poco a poco, en su vida. De no ser por él, seguiría recluido en su soledad, pensando que no merecía más que lo que tenía. Y aunque tuviera a Sabo, terminaría por perderlo mucho más temprano de lo que quisiera. ¿Qué hubiese sido de él sin Luffy? ¿Cómo podría haber seguido sin Sabo?
La brisa que llega desde el mar es fresca, y le produce una nostalgia que le hace lagrimear. Detenerse en esa pequeña isla puede que no fuera lo mejor, o solo no estaba en él admitir que pensar en sus hermanos todavía le volvía el frágil niño que antes era.
Sonrió, con el presente sentimiento de que ellos eran tres y así sería por siempre. Se prometió ver a Luffy pronto, ya le demostraría lo fuerte que se había vuelto y cómo ahora nadie podría hacerles daño, porque se había vuelto un buen hermano mayor.
El silencio se hizo lugar de nuevo, quizás debiera hacer estragos para espantarlo.
|NOTA|
Acá otra vez, con cositas sin sentido.
Hace un tiempo quería escribir de One Piece, por fin di el primer paso, aunque sea con mierditas lindas como esta.
