~Pirates of the Frontier~
Mis primeros recuerdos, son en un barco, el constante balanceo en el mar…y el constante peligro al que me exponía…
No tengo claro el rostro de mi madre, y de mi padre menos…
Crecí en un "ambiente familiar"…o algo parecido, en una taberna, barriendo en las mañanas.
En las noches me la pasaba en mi habitación del ático, colándome por donde podía para oír las historias de los (a veces borrachos) marineros que siempre terminaban en peleas por cual capitán manejaba mejor a su tripulación. Ringo siempre me atrapaba espiando, así que le dejaba a Ryuya el trabajo y subía conmigo, a contarme todas esas historias que yo no alcanzaba a oír.
Ni Ringo ni Ryuya me contaron jamás sobre mis verdaderos padres, porque obviamente sabía que no lo eran. Ringo, a pesar de ser lo más parecido a una figura materna que tuve, no podía ser mi madre, biológicamente al menos (por más que lo pareciera). Cada vez que preguntaba sobre el tema, ambos lo esquivaban con un: "No somos suficiente para ti, ¿o qué?" uno más cortés que el otro.
Valoro mucho lo que ellos hicieron por mí, me dieron un hogar por los primeros años de mi vida, al menos...
Crecí con las historias más maravillosas sobre piratas, así que no estoy seguro de que mis primeros recuerdos sean ciertos…
Pero no crean que esas historias se quedaron en fantasía, vivíamos cerca del puerto, barcos arribaban de vez en vez, si tenía suerte, los marineros iban a nuestra taberna y podía escuchar más y más historias.
A los 10 empecé a atender el lugar con Ringo y Ryuya, podía oír directo de los piratas sus historias, y cada vez me hacían más ilusión.
Era algo común que se buscaran voluntarios para atender ciertos navíos en las tabernas, demasiados se enlistaban y despertaban en un barco cuando el alcohol se les bajaba.
Tanto Ryuya como Ringo estuvieron en total desacuerdo cuando yo me enlisté, totalmente por mi voluntad, a los 15 años. Pero, después de un tiempo, me dijeron que lo que sea que quisiera hacer, tenía que ser el mejor.
Prometí ser el mejor pirata de los todos los tiempos. Claramente, jamás les dije mi verdadero motivo.
Empecé como cualquiera, aseando, cocinando, ningún deber importante. Poco a poco, el capitán empezó a tenerme confianza, él, una vez me dijo que tenía demasiado potencial a pesar de ser tan joven, tanto así que incluso llegué a ser el segundo al mando.
Pero en una desafortunada pelea con el llamado Demonio Blanco, perdimos al capitán, como es debido, yo quedé al mando.
Así a los 17 años, me convertí en capitán de una nave.
Mi pregunta de toda la vida me fue respondida el mismo día en que partí. Mis padres eran piratas, ambos, ella era conocida como el Ángel Escarlata. Me dejó a cargo de ellos porque tenía problemas con otros piratas y no quería que saliera herido...
No han sabido nada de ella desde que me dejó a su cargo, y a partir de que soy capitán he recolectado información sobre ella.
Al parecer se esfumó de repente. Lo que los marineros quieren es encontrar el 'tesoro del Ángel Escarlata'. Dicen que contiene una fortuna en oro y joyas para su joven hijo que fue "abandonado años atrás".
En este mundo, no hay nadie que sepa más de tesoros que el Demonio Blanco y aunque fue su culpa que perdiéramos al capitán, necesito encontrarlo para que me dé respuestas y poder encontrarla a ella...
-¡Malraux! Toma el timón un momento.– el chico de cabellos grises obedeció rápidamente a su capitán.
-¿Sucede algo?- preguntó Malraux. En ese momento se encontraban en aguas tranquilas por lo que le extrañó que el chico lo llamara tan apurado. Aun así, no hubo respuesta. -¡Oi, Ikki!
-¿Eh? Tranquilo, Malraux, no es nada.– contestó el pelirrojo despreocupado, pero seguía mirando hacia el horizonte con su telescopio.
-¿¡Entonces por qué tengo que hacerme cargo del timón?!– se quejó mirando enojado a su capitán.
-Quería ver si se podía ver el pueblo desde aquí. Estamos como a 10 nudos de distancia del puerto.- sonrió alegre.
-Eso es demasiado para que logres ver algo.- exclamó Malraux definitivamente frustrado, a veces Ikki…se comportaba como el chico de 18 años que era.
-Lo sé, solo era mi ilusión.- suspiró mientras regresaba a su lado en el timón.
-¿Hace cuánto que no tocas puerto allí?- preguntó rendido.
-Desde los 15.– respondió el pelirrojo.- En fin, les dije que no volvería hasta que me convirtiera en el mejor pirata.
-Pues no los tengas esperando tanto tiempo.- dijo Malraux mientras la daba un codazo amistoso.
Malraux había comenzado como cocinero y notaba la actitud de algunos contra el capitán, normalmente él se encargaba de avisarle a Ikki sobre todas esas situaciones, así fue como poco a poco el barco se quedó vacío, pues todos, tarde o temprano dudaron de la decisión del antiguo capitán de dejar al niño al mando y trataban de amotinarse. Cuando el barco aún tenía gente, Ikki nombró a Malraux como contramaestre, así manteniéndole informado sobre todo lo que sucedía con la tripulación. Ahora no tenía muchas ocupaciones pues al ser dos en un navío no requería de mucho trabajo, es por eso que automáticamente subió al puesto de teniente, no tenían una tripulación que dirigir así que, ¿por qué no darle el gusto a Malraux? Él no cuestionaba mucho las decisiones de su capitán, después de todo, le había salvado la vida una vez y confiaba en que lo haría las veces que lo necesitara, así como él estaba dispuesto a hacerlo por el pelirrojo.
-Es extraño, no hemos visto barcos desde hace tiempo, ni siquiera en el horizonte.- informó Ikki a Malraux.
-Bueno, estamos en aguas poco profundas y riesgosas.- opinó el peliplata.- Cerca del territorio olvidado, los peores piratas atacan por aquí, aparte de que abandonan a los peores mercenarios en esa isla.
-Así que hay que andar con cuidado.- entendió el pelirrojo.
-Un minuto, creo que veo un barco.- avisó el peliplata acercándose para tomar el puesto en el timón y dejando al capitán mirar hacia allá con el telescopio.
-Sí lo es.- afirmó Ikki.- Pero...no veo a nadie a bordo y no tiene banderas...ni piratas ni de algún reino. ¡Es completamente blanco!
-¿Blanco? ¿Quién demonios tiene un barco tan ridículo?
-El Demonio Blanco, Malraux. El mismo que atacó en el mandato del otro capitán y tiene información de mi madre.- explicó el pelirrojo.
-Diablos...de seguro quieres ir a investigar.- murmuró el mayor.
-Vamos a ver.- dijo el chico dirigiendo el barco hacia allá.
-Oi, no te acerques tanto. Si está completamente quieto es porque se quedó varado o algo así.
Ikki tomó en cuenta su comentario y anclaron el barco un poco alejado del otro.
-Voy a ir a ver, cuida la nave, Malraux.- indicó el chico tomando su espada.
-Oye, ¿a dónde crees que vas? ¿Qué pasa si es solo una emboscada? Te matarán en segundos.- se opuso el de ojos bicolor.
-Malraux, ¿desconfías tanto de tu capitán?- dijo el pelirrojo con una vaga sonrisa.- Si es una emboscada entonces me encargaré de detenerlos antes de que lleguen a la nave y tomen control de ella.
-¡Já! Como si pudieras, iré contigo.- finalizó tomando su espada también.
-Si nos roban la nave, será tu culpa.- indicó el capitán.
-No sería la primera vez que me sucede. - dijo el peliplata sonando despreocupado.
Saltaron con la ayuda de una cuerda desde su barco hasta el otro, aun con la atmósfera tenebrosa que creaba el amplio mar deshabitado y la bruma que empezaba a crearse ambos se prepararon y saltaron hacia el blanco navío. Éste parecía estar abandonado ya que no se oía ningún otro ruido más que del murmullo de las olas contra ambos barcos.
-Oi, Ikki, ¿estás seguro de que es el barco? - preguntó Malraux en voz baja, con la guardia en alto por si acaso era un ataque sorpresa.
-Debe de ser, se parece demasiado.
-Pero parece tan...viejo y demacrado, como si estuviera desde hace años aquí. -dijo el peliplata.
-No es como que tu barco se vea mejor.
Ambos soltaron un grito por la repentina voz, dirigiendo sus espadas en esa dirección.
Vestido con prendas completamente blancas y una tez del mismo tono, frente a ellos, tenía un parche cubriendo su ojo derecho, dándole un aspecto aún más atemorizante, sus ojos gélidos como el hielo los miraban con expresión estoica, frente a ellos se encontraba quien Ikki sabía que era el Demonio Blanco.
-¡T-Tú! - exclamó Malraux.- ¿Desde cuándo estas allí?
-No tengo que dar una explicación como esa, más bien, ¿como osan subir a mi nave tan fácilmente, par de idiotas? - les dijo el chico.
-Y tú como te atreves a hablarle así al capitán- dijo el de ojos bicolor a la defensiva.
-Están en mi nave, por si no se habían dado cuenta, yo soy el capitán aquí.
-¿Con quien tenemos el "honor"?- repuso Ikki.
-Me llaman Camus, otros prefieren decirme el Demonio Blanco.- se presentó con una sonrisa engreída.
-¡Lo sabía!- exclamó el pelirrojo.
-Espera...
Malraux se acercó hacia el otro chico, parecía haberse dado cuenta de algo, lo tomó de la ropa pero fue rápidamente alejado por un golpe de Camus.
-No me toques tan fácilmente, idiota.
-¡Oi!
-Matar a los dos sería pan comido.
-Por si no lo notas, somos dos contra uno.- sonrió Malraux tomando su espada.
-¿Quién dice que soy solo uno? - sonrió el Demonio Blanco.
Ambos oyeron detrás de ellos el desgraciadamente familiar sonido de una pistola recargándose, volteron al lado contrario. Un chico, incluso más pequeño que Ikki, castaño de piel morena y ojos verdes apuntaba a cada uno con las pistolas que tenía en ambas manos.
-Yahoo~
-Demonios.- murmuró Malraux.
-¡Un minuto! - gritó Ikki y se volteó hacia Camus.- Si de verdad eres el Demonio Blanco, quiero información de mi madre.
-¿Tu madre? ¿Cómo voy a saber yo-?
-Era el Angel Escarlata.- lo interrumpió.
-¿El Angel Escarlata? - pareció pensárselo un poco.- Cecil, escóltalos hasta la sala de navegación.
El castaño asintió mientras les indicaba el camino a los chicos, Malraux le dirigió una mirada dudosa a su capitán pero el pelirrojo no pareció titubear así que lo siguió, mirando de reojo a Camus que los seguía, cualquier cosa que intentara, estaba dispuesto a detenerlo.
-Adelante. - indicó Camus que venía detrás de ellos, suspiraron antes de entrar.
En la habitación, había de todo, desde oro y joyas en el suelo hasta un escritorio donde se encontraban desplegados mapas y demás cosas.
-Por cierto, Malraux, tienes mala memoria o solo estás haciendo el tonto.- dijo Camus mientras entraba.
-¿Eh?
-Me debes una nave, ¿recuerdas?
-Tsk, así que si eras tú después de todo.- murmuró el peliplata.
-Por si no te lo había dicho. - agregó Camus mirando a Ikki.- Malraux viajó junto a mi cuando apenas empezábamos a navegar. Pero, me robó la nave apenas pudo.
-No es mi culpa que empezaras a obsesionarte con buscar tesoros, cada vez poniéndonos en más peligro, idiota.- le devolvió Malraux.
-Tsk, ¿qué hiciste con mi nave de todas formas?
-Por si no te habías dado cuenta, se hundió hace casi una década. - obvió el peliplata, sonriendo un poco cuando vio la sorpresa cruzar por el rostro del otro.
-¡Un verdadero capitán se hunde con su nave!- exclamó el demonio Blanco.
-Ojalá tú te hubieras hundido con él.
-Traidor. Habías prometido ser el mejor pirata de todos los tiempos junto conmigo y mírate ahora...eres la nana de un chico pretendiendo ser capitán.- reclamó con un semblante glaciar aunque sus palabras eran como ácido.
-No te atrevas a hablarle así a Ikki.- defendió a punto de desvainar su espada.- Él salvo mi vida, cosa que tú jamás hiciste a pesar de que tenías la oportunidad. Déjame aclararte quien es el verdadero traidor-
-Malraux.- lo interrumpió Ikki, su mirada era agradecida pero su voz y su semblante eran firmes así que el peliplata se calmó y se cruzó de brazos.- Ahora si has terminado de jugar con mi teniente, me gustaría que me dijeras todo lo que sabes del Ángel Escarlata.
-¿Cómo sabes que es tu madre? - cuestionó Camus.
-Mis "padres" me dijeron que ella me entregó a ellos, porque tenía problemas con otros piratas y no quería que saliera lastimado, me dio este rosario antes de dejarme.- explicó Ikki sacando el rosario de entre sus ropas.
- Déjame ver eso.- pidió, aunque con el tono de voz que lo dijo se oía como una orden. El pelirrojo se lo quitó para pasárselo al otro chico. El capitán de ese navío se tomó su tiempo para examinarlo, parecía un rosario normal, algo viejo, con algunas ralladuras...pero no sólo eran imperfecciones, habían sido grabadas allí intencionalmente.
-Son coordenadas- murmuró.
-¿Qué? - respondieron los otros tres en la habitación.
-Cecil, aquí, escribe. - ordenó. El castaño gruñó un poco antes de abandonar su posición (recargado en la puerta, jugando con su pistola) y obedecer.
Camus leyó cada letra y número que se encontraban tallados en cada cuenta del rosario mientras Cecil se apresuraba a anotar en un pedazo de papel.
-Bien, niño. Te creo, eres su hijo.- dijo el Demonio Blanco mientras le lanzaba de vuelta El Rosario.
-¿Qué fue todo eso?- preguntó Ikki.
-Seguro has oído hablar del tesoro que ella dejó para sus hijos. -empezó el rubio.
-De nuevo con tesoros.- murmuró Malraux.
-¿Hijos? Pensé que solo era yo...
-Ella tuvo dos hijos. Me he dedicado a investigar sobre ella años. Todos los rumores apuntan a que se escondió en otro reino para que no la descubrieran, allí, ella se enamoró, así que tuvo un segundo hijo, que también tiene más pistas sobre la ubicación del tesoro. - contó Camus.
-¿¡Tengo un hermano?!- exclamó Ikki.
-Y lo necesitamos si queremos encontrar el tesoro. - repuso el rubio.
-A mí solo me interesa saber el paradero de ella, no del tesoro. - contestó el más joven.
-Pues entonces te tengo un trato.- sugirió el Demonio Blanco.
-No empieces- murmuró Malraux.
-Escucha, la nave ya no sirve y estábamos esperando para robar una nueva...
-Pero...- lo invitó a seguir Ikki.
- Iremos en la tuya, como parte de tu tripulación si quieres y yo te contaré todo lo que sé de ella y vaya que tengo un amplio conocimiento. - dijo Camus.
-Ikki no creo que...- empezó Malraux.
-Acepto.- dijo el pelirrojo.
-¿Qué? ¡Ikki/Camus!- reclamaron Cecil y Malraux al mismo tiempo.
-Caso cerrado. - dijeron ambos capitanes con una sonrisa.
Hello~! He llegado con un nuevo proyecto porque no pude resistir la tentación lolololol
¿Les he dicho cuánto amo los CD Drama del Shining Theather? Porque los adoro, todos y cada uno de ellos. De hecho, espero que pronto Raging Entertainment se ponga a hacer unos también 7u7 pero probablemente no pasará:'v
En fin, con los últimos CD Drama que salieron la verdad que me pegó la inspiración cañón, las historias son muy buenas. Así que como primero empecé con Bloody Shadows (que espero ya hayan leído, si no pues sientanse libres de ir en este instante :v) y pues ahora seguiré con Pirates of the Frontier. Yo amo las historias de piratas por lo que me emocioné. El CD Drama me dio las ideas fundamentales, por supuesto, pero no esperen que todo sea lo mismo porque espero sorprenderlos con varias cosas~
Bien, pues espero que esta historia les interese y puedan apoyarme dejando su opinión en los reviews~
Traeré el próximo cap cuando antes.
Nos leemos luego~
