El Hilo Rojo.

Raiting: K (todo público)

Pareja: Kamui/Soyo.

Anime Gintama.

Resumen: porque sinceramente la vida da demasiados giros y eso lo tuvo en cuenta Kamui cuando se había a sí mismo en ese momento.

Capítulo 1.

Extraña. Así se sentía Soyo Tokugawa desde el momento en que se levantó de su futón, pero vamos, que ella no era muy creyente de supersticiones absurdas. A pesar de su actitud y lo infantil que se llegaba a notar en muchas ocasiones ella era bastante incrédula con ciertas cuestiones, incluidas estas. Desde que su hermano murió a manos de esos bandidos muchas cosas cambiaron en ella, aunque pensándolo bien, en todos, la batalla final contra Utsuro y el tiempo que pasó hizo madurar a los más jóvenes.

Pero ahora, muchas cosas cambiaron, lo que más le agradó fue saber que tras largos dos años sus amigos estaban bien, especialmente Kagura-chan, la cual por cierto se veía fantástica. Ahora oficialmente ella se quedaría en la tierra y su alegría no la contuvo porque tendría a su mejor amiga de nuevo y sin ganas de irse. Especialmente porque la veía un poco más cerca del Capitán Okita, lo cual hizo que sus alarmas amorosas se encendieran. Sumado a eso la conversación que tuvieron la hizo soñar aún más:

-Kagura-chan- le dijo.

- ¿Qué pasa, Soyo-chan? – Respondió bastante desinteresada comiendo su amado sukombu.

-Sabes, he visto que te has vuelto más cercana al Capitán Okita, pasó algo entre ustedes dos? – Le preguntó Soyo bastante emocionada, no podían engañarla, a ellos se les salían por los poros el amor…aunque lo demostraran de maneras poco comunes-entiéndase las peleas que tenían a diario- pero, en fin, habían muchas formas de demostrar afecto, ella no era quién para criticarlas.

-Mmm…algo de qué? ¡Ese chihuahua para lo único que sirve es para robar impostorios! Así que no sé a lo que te refieres exactamente Soyo-chan- la bermellón no entendía muy bien a lo que su amiga se refería, digo, pero tenía una ligera idea ya que no era la primera persona en insinuarle que ella y ese perro del gobierno tenían "algo", y ese "algo" tenía el presentimiento que no era algo agradable. No entendía qué diablos veía la gente si cada que se veían se molían a golpes, con varias fracturas y huesos rotos de por medio valga decir.

Pero bueno, Soyo salió de sus recuerdos cuando recordó que hoy era un día especial también,¡ Kagura estaba de cumpleaños! Recordó a un Gintoki algo borracho invitarla a la celebración sorpresa que le harían en la Yorozuya, e incluso le mencionó que deberían estar todas las personas queridas por la pequeña amanto, incluyéndola. Eso la hizo sentirse muy agradecida, pero hubo un pequeño comentario que le llamó la atención. Gintoki mencionó que asistirían el padre y hermano de Kagura, esperen…¿Kagura tenía un hermano? Ella nunca supo de eso, le sorprendió que su amiga no le hubiese contado aquello, tomando en cuenta que le habló de su madre y la historia que esta tuvo con "el calvo" de su papi. Pero bueno, se sentía alegre de que tendría el honor de conocer aún más cosas sobre su querida amiga, ella era la única que cambiaba sus días aburridos y monótonos, se sentiría totalmente aburrida sin los juegos tan divertidos de Kagura, aunque no entendía por qué la gente les decía que eran "un par de sádicas".

Se arregló lo mejor que pudo, era humilde, sí, pero fue criada como una princesa, habían ciertas mañas que no podía quitarse así que optó por utilizar su "coronilla" de flores doradas, su amado hermano fue quien se la regaló y ahora que no está ella añoraba cada objeto que este le dio. Su hermano…desde su muerte ella cambió mucho, al principio se sintió muy sola, pero recordó que tenía una responsabilidad con Edo, no podía quedarse a sufrir y ser siempre débil. Debilidad, esa misma que sintió cuando estando en el barco lleno de enemigos vio a ese sujeto que se hizo llamar "villano" y lucho de esa manera tan sangrienta con el Capitán Okita. No entendía por qué lo recordaba tanto, le llamó mucho la atención, eso no lo podía negar, pero rápidamente se vio opacada por el miedo que sintió cuando el desgraciado le disparó luego de llamarla "cosa", ¡cuánta rabia le daba ese hombre!

Estaba agitada, llegó tarde, ¡vaya suerte!, se le atravesaron mil cosas en el camino pero ahí estaba, entró al famoso bar de Otose y se alegró de ver a tantos ahí: los oficiales del shinsengumi, Nobume-san, Gintoki-san, Shimpachi acompañado de una mujer que estaba golpeando a Kondo-san, una mujeres muy elegantes, una de ellas fumando de un kiseru y exhalando el humo sobre Gintoki, el enorme Sadaharu, un hombre calvo que supuso era el padre de Kagura y el tipo maníaco del barco con un acompañante….Esperen…¿qué hacía ese sujeto ahí? Tenía que ser una mala broma.

Sintió todo su cuerpo tensarse, más porque al entrar todas las miradas se dirigieron a su persona, incluida la de ese tipo. Pero fue captada por Kagura quien se lanzó a darle un eufórico abrazó-

-Soyo-chan, ¡viniste! Pensé que no lo harías- le dijo al borde del llanto- N-No te preocupes Kagura-chan, j-jamás me perdía una fecha tan importante para ti- Trató de sonreírle pero estaba nerviosa, tensa, mareada, y doto por el maníaco del barco ahí presente. Interrogó a su amiga y esta le contestó que era su "estúpido hermano"…Ahhh con que era eso….Espera, ¡¿Quéee?! ¡¿Su hermano?! Esto debía ser una broma de muy mal gusto, sentía que se iba a desmayar en cualquier momento. Ese era oficialmente el peor día de su vida.

Kamui no reparó mucho en su presencia hasta que Abuto le mencionó que si esa chica no era la VIP que habían visto aquella vez en el barco cuando luchó tan agradablemente con el señor policía, la hermana menor del Shogun, pero sinceramente a él le daba igual, esa cosa si que era resistente, pensó que murió cuando el navío explotó, pero por lo visto no fue así. ¡Vaya lástima! Lo que sí recordó fue el miedo que tenían sus ojos al verlo, fue glorioso, temblaba con toda su presencia, era como una presa a punto de ser devorada, le hubiera gustado dañarla un poco, pero luego se retractó recordando que él no era muy afín de meterse con el género femenino y las tomaba en cuenta por su capacidad de engendrar rivales fuertes. Fuera de eso le daban igual.

Lastimosamente no pudo despegarle la vista, era tan molesta y empalagosa, aparte de débil, pésima combinación para su gusto, pero no pudo negar que una pequeña parte de su sangre yato reaccionó cuando Kagura se la presentó a Umibozu y este le insinuó lo "bella y fértil que era gracias a su edad", a lo cual-antes de que Kagura lo mandara a volar de un golpe- le respondió con esa sonrisa empalagosa que "con todo respeto no desperdiciaría esa juventud con un viejo calvo y feo". ¡Vaya sorpresa! Se le pareció tanto a él, que le revolvió el estómago, actos crueles con sonrisas inocentes, sí, demasiado parecidos.

A Kabuto por otra parte le llamó la atención ver que su capitán a pesar de llenarse la boca de comida no quitaba la vista de la princesa del país de los samuráis y esto le causó bastante gracia, el destino si que era un completo bastardo si llegara a pasar lo que él estaba pensando, pero será divertido ver eso, después de todo el séptimo escuadrón del Harusame necesitaba de vez en cuando un toque femenino y al no le caería mal una persona que llegara a poner en jaque a su capitán.