Titulo: Ser un gato
Disclaimer: Si me confunden con Jk, entonces o.o Miau
Resumen: Ser un gato no era algo que cualquiera pudiese hacer.
Palabras: 337
Este fic participa en el minireto de Noviembre para "La Copa de la Casa 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
El talento de Minerva, era algo que la mayoría no podría comprender aunque lo intentara de forma constante durante años.
No era enseñar, ni bailar o disciplinar a testarudos Gryffindors que insistían en romper las reglas.
No.
Su talento era mucho más grande que eso.
¿Qué cuál es ese extraño don?
Sencillo, Minerva era sumamente talentosa en ser un gato.
Ahora, esto no significa que al convertirse en gato inmediatamente se transforma en una bola de pelos llena de actitudes falderas y ronroneos exigentes de caricias. No. Su tarea como gato está mucho más allá de eso.
Ella era talentosa siendo un gato por la manera en que manejaba su forma; con esa singularidad de tomar su forma animal y abrazarla como una segunda piel, como si siempre hubiese sido parte de sí y estar sin ella fuese un sufrimiento.
Incontables veces había servido para obtener información que, de otra forma, jamás hubiese podido conseguir.
No cualquiera podía ser un gato.
Minerva era talentosa siendo gato debido a la gracilidad con que sus huesos se adaptaban al cambio, a la suave energía con que se movía en sus cuatro patas y al enorme control que tenía sobre los espasmos de su cola y orejas. Los instintos jamás habían podido controlarla. Esas ansias de cazar animales pequeños, de vagar por el castillo y de marcar su territorio contra los gatos del alumnado habían dejado de ser un problema después de la primera semana de transformación.
Podría decirse que era un felino metódico, serio y extraño, pero eso no importaba cuando del decoro se trataba.
Quizás, la mejor forma en que Minerva demostraba su talento para ser gato era en la clase inicial de cada uno de sus alumnos primerizos.
No había nada que gritara más: ¡Soy un gato! Que esa secreta vanidad con la cual absorbía cada una de las miradas llenas de asombro hacia su persona.
Si.
No cualquier podía ser un gato.
Porque ser gato, era un más que un don, era una forma de vivir.
