Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo.
Esta historia está inspirada en la canción de salsa "Vestida de blanco" de German Carreño.
ADVERTENCIAS: Contiene OoC.
DE BLANCO VESTIRÁ
El cielo de la ciudad de Karakura estaba despejado, el sol resplandecía en lo alto y brindaba calor a sus habitantes a pesar de ser enero.
Un chico de cabello y ojos azules permanecía acostado en su cama viendo hacia el techo, no hubo necesidad de que sonará el despertador, pues toda la noche no había podido dormir, ya que hoy era el día, hoy era su boda.
Se levantó de la cama y se metió al baño. Y mientras el agua resbalaba por su musculoso cuerpo y se enjabonaba su abundante cabellera recordó aquel día cuando la conoció, en ese mes de agosto.
.
.
Él era un humilde joven que trabajaba en la construcción de lo que sería una gran residencia, eran más de las cinco, por lo que su turno de trabajo había terminado, pero decidió quedarse a trabajar un poco más pegando ladrillos.
Él, dueño de unos ojos azules y tez morena, vivía solo, así que prefería trabajar y ganar un poco de dinero extra, a llegar a su casa.
Mientras terminaba de pegar los últimos ladrillos escuchó un grito proveniente de la habitación contigua, que lo distrajo de su labor.
—Es mejor que vaya a ver qué pasó. —Se dijo Grimmjow dejando a un lado la cuchara con la mezcla de cemento.
Se puso de pie y caminó hacia la otra habitación.
—¿Pero qué demonios? —exclamó enojado al ver a una jovencita de cabello verde parada en medio del piso que acababa de echar, por lo cual estaba fresco. Ella miraba como sus zapatos estaban llenos de mezcla. —¿Por qué no te fijaste que el piso está fresco? Idiota. — la regañó mientras se acercaba a donde comenzaba el piso ahora estropeado.
Ella volteó a verlo espantada, entonces miradas azules y grises se encontraron.
Él la vio de forma intensa y con enojo, pero ante la mirada tierna y temerosa de ella, se calmó. Era una chica de larga cabellera verde, ojos grisáceos, alta y tenía que admitir que era muy bella.
—Déjame ayudarte. — dijo Grimmjow extendiéndole la mano para auxiliarla a salir. —A menos que quieras quedarte pegada. —añadió al ver que seguía dudando.
—Gracias. —Respondió ella temerosa tomando su mano. Una sensación cálida los invadió a los dos. —Siento haber echado a perder tu trabajo. —dijo apenada viendo sus huellas en el cemento.
—No importa. —comentó rascándose la cabeza. — lo volveré a hacer. —Esa chica había tenido suerte porque le cayó bien, ya que si hubiera sido alguien más seguramente lo habría obligado a hacer el trabajo a punta de golpes. —ahora vete para que termine mi trabajo y me vaya a casa. —le indicó dándose la vuelta para regresar a la otra habitación.
La chica lo siguió con la mirada, mientras sacaba sus pies de sus zapatos sucios.
—¿No vas a preguntarme que hago aquí? —le preguntó la chica cuando él regreso con una cuchara y una llana en sus manos.
—Eso no me importa, a menos que vayas a seguir boicoteando mi trabajo. —expresó Grimmjow mientras comenzaba a reparar el piso.
La chica se rió alegremente y se sentó en el piso abrazando sus piernas y recostando su cabeza sobre ellas, para contemplarlo trabajar.
—¿Qué no piensas irte? —le preguntó él intrigado y algo nervioso por la forma en que lo miraba. La chica negó con la cabeza.
—Ya es tarde y no quiero andar sola por las calles. —comentó ella con simpleza.
—¿Y no te da miedo estar conmigo?
—No. —le respondió con una sonrisa, sorprendiéndolo, pues la mayoría de personas y sobre todo las mujeres le temían por su apariencia ruda. —Soy Nell.
—Soy Grimmjow. —dijo él y siguió trabajando. Un silencio se formó entre ellos, pero no era incómodo. Ella contemplaba gustosa como él pulía el piso, y al ver sus musculosos brazos se preguntó cómo se sentiría ser abrazada por él.
Cuando por fin Grimmjow terminó de reparar el piso y pegar los ladrillos, salió con Nell para acompañarla a su casa. Ellos caminaban juntos, él con su mochila en la espalda y ella con sus zapatos en las manos.
De pronto Grimmjow se detuvo.
—¿Qué pasa? —preguntó Nell.
—Sube a mi espalda. —indicó Grimmjow al tiempo que se agachaba. —No quiero que te lastimes. —No entendía porque esa chica le parecía tan dulce y tierna, así como tampoco entendía porque le provocaba el ser amable con ella.
—Pero…
—Anda que no tengo tu tiempo. —la regañó. Entonces ella lo obedeció y se subió a su espalda.
Y así Grimmjow llevó en su espalda a esa chica hasta su casa, una residencia en el centro de la ciudad. Fue cuando se enteró que ella era Nelliel Tu Odelschwanck, la hija de un poderoso político y que ese día tras una discusión con su padre había salido corriendo sin rumbo fijo, hasta que llegó a aquella casa en construcción.
A partir de ese día Nell visitó frecuentemente a Grimmjow, y desde entonces sus corazones se hicieron uno solo.
.
.
Grimmjow ya se había terminado de vestir y de peinar, tomó las llaves de su casa y salió por la puerta para dirigirse a la iglesia.
oOoOoOoOoOoOoOo
Mientras tanto en una habitación de una gran residencia, se encontraba sentada frente a un tocador una chica de ojos grises. Tenía puesta una bata blanca de algodón, el cabello verde húmedo y la mirada fija en el espejo.
—Señorita Nell, va a quedar guapísima hoy. —le comentó emocionada una chica de cabello negro mientras comenzaba a cepillar su cabello. —Va a ser la novia más bonita, se lo aseguro. —le dijo alegre.
—Sí. —se limitó a responder Nell con una pequeña sonrisa.
Mientras la muchacha la peinaba su mente comenzó a divagar. Sonrió con nostalgia al recordar lo feliz que era con Grimmjow.
.
.
El diciembre del año pasado sus padres la dejaron sola, pues por el trabajo del papá tenían una reunión muy importante en el extranjero.
Nell no quería pasar navidad sola, así que invitó a Grimmjow a su casa. Esa noche se la paso muy feliz con él, comieron, bebieron y disfrutaron de las canciones que Nell tocó con el violín. Después de media noche salieron al jardín a contemplar el cielo.
—Es muy hermoso ¿Verdad? —preguntó ella viendo el cielo estrellado.
—Sí. —se limitó a decir él.
—Me gustaría poder mirar el cielo contigo por siempre. —dijo Nell con nostalgia mientras lo tomaba de la mano.
—¿Qué te pasa? —preguntó Grimmjow preocupado por su extraño comportamiento. Generalmente ella era alegre y esta vez la notó demasiado seria.
—No es nada. —Respondió ella viéndolo a los ojos y sonriendo. —Sólo recuerda que te amo. —le dijo ella.
Grimmjow entonces se acercó a Nell y la besó. Esa era su forma de decirle que también la amaba. Cuando se separaron ella lo condujo de la mano hasta su habitación.
—¿Estas segura? —le preguntó él deteniéndose ante la puerta. No era que no la deseara, simplemente que ella era tan dulce e inocente que no quería hacer algo que la dañara, además estaban sus diferentes clases sociales, él era un chico humilde de la vecindad, ella una hermosa dama de sociedad.
—Sí. —le respondió ella decidida, mientras acariciaba su rostro. Ella lo amaba con toda el alma y quería, en sus brazos, dejar de ser niña y convertirse en mujer.
Quería tener un recuerdo de esa noche, que llevaría por siempre en su corazón.
Entonces Grimmjow la tomó entre sus brazos y la llevó hasta la cama donde la depositó suavemente, para luego fundir sus cuerpos en uno solo.
.
.
—Ya está lista. —comentó la muchacha sacándola de sus pensamientos. —Ya sólo tiene que ponerse su vestido.
—Sí, gracias. —respondió Nell viéndose en el espejo.
oOoOoOoOoOoOoOo
Grimmjow ya estaba en la iglesia, que estaba bellamente adornada con flores blancas al comienzo de cada hilera de bancas y en la entrada tenía una gran estrella de rosas blancas colgada.
Las personas ahí presentes comentaban alegres sobre los novios y que a pesar de todo hacían una linda pareja.
Cuando la novia llegó a la puerta de la iglesia, él corazón de Grimmjow comenzó a inquietarse y se obligó a mantener la calma. Estaba muy bella con ese vestido blanco y el velo sobre su cabello rizado.
Al compás de la marcha nupcial ella caminó hacia el altar del brazo de su padre. Cuando ella pasó por enfrente de él, lo miró con tristeza y unas lágrimas escurrieron por sus mejillas. Sus ojos parecían decirle "lo siento" mientras seguía avanzando con su padre.
Él solo la pudo ver con impotencia y con una enorme tristeza.
.
.
Fue a principios de enero que Nell llegó llorando a su lado.
—¿Qué tienes? —preguntó Grimmjow enojado, pues si alguien se había atrevido a dañarla, no viviría para contarlo.
—Lo siento Grimmjow, pero ya no podemos seguir juntos. —le dijo con la mirada agachada.
—Es por tu padre ¿verdad? —le preguntó, pues su papá nunca lo aceptó por ser de clase baja. —Pero no dejaré que nos separe.
—Yo te amo. —aseveró mirándolo a los ojos. —Pero me casaré con alguien más. —dijo con pesar y provocándole dolor a Grimmjow. —Es un político amigo de mi padre.
—No te lo voy a permitir. —sentenció tomándola fuertemente del brazo, para luego besarla con pasión. Después de unos minutos, ella logró separarse de él.
—Lo siento, pero mi decisión está tomada, será mejor que no me busques. —Le dijo y se alejó corriendo entre lágrimas. Lo amaba tanto que esa despedida le partía el alma, pero era precisamente porque lo amaba que se alejaba de él, para evitar que su padre lo lastimara.
Grimmjow corrió tras ella, pero sus guardaespaldas le bloquearon el camino, y aunque él pudo someter a dos de ellos, entre los otros tres le impidieron que se le acercara golpeándolo salvajemente.
Por muchos días intentó acercarse a ella pero no tuvo éxito, y no fue hasta que el padre y el futuro esposo de Nell lo amenazaron que si no se alejaba de ella sería Nell la que sufriría las consecuencias, que Grimmjow dejó de buscarla. Porque aunque él la quisiera a su lado no la expondría a un peligro.
.
.
Y ahora estaba ahí, en primera fila, viendo con pesar como Nell iba a hacer sus votos de amor a ese hombre de cabello negro y largo, llamado Nnoitra.
¿Por qué había ido?, no lo sabía con exactitud, tal vez solamente porque quería contemplarla por última vez.
—("Pero aunque vista de blanco y le jure amor ante el altar, yo sé que por siempre su corazón mío será") —pensó Grimmjow mientras veía con dolor como el sacerdote comenzaba la ceremonia, y aunque eso no era suficiente por lo menos le daba esperanzas de que quizá algún día pudieran estar juntos.
Y mientras el sacerdote hablaba, Nell, con cuidado, volteó a ver a Grimmjow con amor y pena.
Y en ella se formó un deseo, esperaba volver a nacer para juntarse en otra vida con ese hombre al que amaba.
Los dos sabían que aunque estuvieran separados, sus corazones siempre estarían unidos por un lazo, el amor.
Cuchara o paleta de albañil: Es una herramienta usada en albañilería formada por una lámina metálica de forma triangular sujetada por un mango de madera que se emplea para aplicar y manejar la mezcla de cemento.
Llana: Es una herramienta usada en albañilería formada por una superficie plana lisa y metálica sujetada por un asa. Se utiliza para los trabajos de blanqueo, extendiendo la pasta sobre las superficies guarnecidas, alisando y comprimiendo la masa con el borde de la herramienta. También es utilizada para extender y aplanar mezclas.
Espero que les haya gustado y puedan dejar un review.
Saludos.
Escrito: 25/07/12
Editado: 24/04/14
