Todo estaba hecho un caos, el castillo estaba en ruinas y los mortifagos huían después de la caída de su señor. Draco malfoy se había quedado, se había quedado para pelear aunque fuese en el final, no quería ir a azkaban pero tampoco quería ser recordado como un cobarde (aunque ya todos lo veían así). Observaba como los demás mortifagos huían pero el no, el no huiría como cobarde se quedaría y si lo querían arrestar aceptaría el castigo.
Draco seguía sumido en sus pensamientos mientras todos prestaban atención a Potter, cuando escucho un llanto, pero no era cualquier llanto, era el llanto de una niña pequeña ¿qué haría una niña pequeña en medio de Hogwarts y aún peor en una guerra? Su curiosidad lo obligo a buscar la procedencia de aquel llanto y lo llevo hasta a la entrada busco con la mirada pero no encontró a nadie, agudizo su oído y siguió caminando, ya era más audible, y la encontró, entre un montón de escombros estaba una niña de pelo castaño y ondulado de no más de 5 años con la cabeza apoyada en sus piernas, tenía la ropa muy sucia y parecía quedarle muy grande. Draco se quedo pasmado observándola, no sabía tratar con niños. Avanzo un poco hacia ella pero resbalo y callo ruidosamente. La niña levanto la cara y vio al rubio en suelo
–No me hagas daño!. Dijo mientras se pegaba lo más que podía a los escombros
Malfoy se levantó quejándose y sentándose cruzado de piernas lo más cerca que pudo de ella. ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué intentaba no asustar a esa niña? El debería estar pensando como huir, como no ser llevado a azkaban. Pero no, estaba ahí sentando frente a una pequeña niña intentando no asustarla y ponerla a salvo
–No te haré daño, te escuche llorar ¿Cuál es tu nombre? ¿Qué haces aquí?
La niña lo miro, vio el miedo en sus ojos y su honestidad, no le haría daño. Y ella estaba muy confundida recordaba sólo algunas cosas pero no las recordaba muy bien.
– Mi nombe es Hedmione Ganged, yo... No decuedo lo que pasó– su voz se iba quebrando más y más hasta el punto de ponerse a llorar. Al escuchar su nombre Draco se sorprendió, no podía creerlo, esa era la sangre sucia sabelotodo pero ahora era una pequeña, asustada y llorona cría. No pudo contener una carcajada la cual a la niña la tomo por sorpresa y se asusto.
–Sabelotodo ¿Cómo pudiste dejar que un hechizo te tocara?– decía entre risas.
–Deja de reidte! Yo no decuedo nada y no tiene gacia–
–Vaya... Pequeña y mandona, ven sígueme te llevare con Potter y Weasley– dijo escupiendo los dos apellidos
Draco se levantó y la miro, hermione se estaba levantando y pudo observarla mejor, estaba sucia y tenía una herida en la frente, su pelo no estaba tan enmarañado como siempre solía tenerlo, su ropa estaba muy grande que cuando quiso dar un paso se atoró y tambaleo. Miró a Draco y le sonrió, eso le había causado gracia, era una niña pequeña que no recordaba nada. Camino delante de ella pero escucho como se caía un par de veces y a la tercera... Otro llanto, volteo a verla y estaba sentada sollozando limpiándose las lágrimas con las mangas de la ropa que le quedaban colgando. Se había lastimado otra vez debajo del ojo. Draco insulto por lo bajó y sin previo aviso la cogió en brazos y camino hasta el gran comedor.
¿Qué le estaba pasando? No lo entendía, hace unas cuantas horas estabas insultando a todos los impuros y ahora estaba cargando a esa sangre sucia como si fuera alguien importante, era preocupante ¿y si a él también lo había alcanzado algún hechizo y por eso actuaba así? Eso esperaba y no le agradaba pensar en otras posibilidades.
En el gran comedor ya todo estaba en calma, las personas que sobrevivieron hablaban normalmente, otras ayudaban a los heridos y se oía el llanto por los muertos. Malfoy alcanzo a ver a los Weasley y a Potter y se acercó a ellos, cuanto más cerca estaba mejor veía la escena, la comadreja lloraba pero buscaba con la mirada a alguien, seguramente era a Granger y el cara-rajada abrazaba a la menor de los pelirrojos quien lloraba sobre su pecho. En el suelo se encontraba uno de los gemelos, que respiraba lentamente, no quería presumir pero... Si no hubiera sido por él, ese gemelo (del cual le importaba en lo más mínimo su nombre) estaría muerto.
Malfoy había llegado justo a tiempo para derribar al mortifago que lo estaba atacando, pero aún así había recibido un poco del impacto del hechizo que lo derribo.
Se estaba acercando cuando los cristales de gran comedor(o lo que quedaba de ellos) comenzaron a temblar, haciendo que lo que quedaba de ellos se cayera. Lo mortifagos volaban por todas partes, parecía que aún no se rendían.
Malfoy vio como Potter y la comadreja se miraba y corrían a acabar con los mortifagos restantes, Malfoy se vio en vuelto en otra batalla pero esta vez no era por sí mismo por quien se preocupaba, si no por la niña que llevaba en brazos y que al oír los vidrios cayéndose había escondido su rostro en su pecho. Malfoy maldijo en voz alta ganándose un golpe de parte de la niña.
–Sujétate, Granger, haremos una gran aparición producto del gran mago Draco Malfoy– dijo con orgullo
Todo comenzó a dar vueltas y Hermione se aferró más al cuello de Draco, pronto estaban de pie frente a una elegante casa las afueras de Londres.
–Tranquila, esta casa es de mi familia. Nunca venimos porque como verás esta en un barrio de los asquerosos muggles pero es un gran escondite–
Mientras avanzaban Hermione escuchaba atentamente lo que Draco le decía y miraba la gran casa de 3 pisos.
Muggle ¿dónde había escuchado eso antes? Y de pronto recordó algo, algo sobre una guerra, sus padres no la conocían y su verdadera edad, comenzó a patalear gritando
–¡Yo eda gande! ¡Mis papas no saben quien soy y etamos en gueda!–
Malfoy tuvo que bajarla por las patadas que le dio y se le quedo mirando. Esto empezaba a mejorar ya recordaba algo.
–Si, ERAS grande– dijo haciendo énfasis en la palabra "eras" para que Hermione pronunciara bien –El cara-rajada y la comadreja son tus amigos y eres del bando de los buenos– le dijo un golpe en la frente que hizo que la niña se cruzará de brazos y le sacará la lengua –Eres una sangre sucia, sabelotodo, ratón de biblioteca... ¿cómo fue que terminaste así?–
–No se... Oye... Daco ¿cieto?... ¿Quienes son el "cadajada" y la "comdeja"?–
–¡DRACO! es Draco con "r" en medio de la "D" y la "a" y son cara-rajada y la comadreja! Son tus mejores amigos ¿enserio no recuerdas nada, sangre sucia?–
Hermione se movió negando con todo su cuerpo y haciendo un sonido de negación –¿Que es sange sutcia?–
Draco no pudo evitar negar que no le dio ternura ver a Granger, negar y preguntar inocentemente cosas que ya sabía, debía admitirlo Granger de pequeña era muy tierna. Draco hizo algo que jamás hubiera pensado hacer en presencia de la sabelotodo, algo que nunca le pensó dedicar a ella: una sonrisa.
La volvió a cargar, sin responderle su pregunta y la metió dentro de la casa, rogando que pronto pudiera dejar a Granger con Potter y sacársela de encima, pero el no sabía que tendría que aguantar a Hermione por un buen rato más.
Espero que les guste... ya se que es cortito pero es el primer fic que subo! De nuevo.. espero que les guste
