EL ANUARIO ESCONDIDO

CAPITULO I

Nina Elle Rogers y James Niall Potter eran amigos desde la infancia y lo iban a seguir siendo aquel caluroso primero de septiembre de 1970 en King's Cross. Esa mañana se habían levantado juntos para ir por primera vez a Hogwarts, la secundaria donde ambos, para no perder la costumbre, asistirían juntos.

Ese era un día emocionante para ambos, por eso, al pasar la barrera que los conducía al anden 9 ¾ de inmediato se les escapó un pequeño grito de alegría. Nina miró a James con su más grande sonrisa y suspiró.

- Aquí estamos... En el día que cambiará nuestras vidas...

- El andén 9 ¾, el expreso, la secundaria... Eso solo quiere decir una cosa... - retrucó él

De repente, todo pareció obscurecerse en sus mentes. Ambos se miraron ya no tan sonrientes. Recién se habían dado cuenta. Se miraron con pavor y luego hacia los lados.

-¡NOS CONVERTIREMOS EN ADOLESCENTES! – dijeron juntos

-Nina empezó a respirar con agitación y con los ojos muy abiertos. Tenía la cara pálida.

-Tranquila, todavía podemos rechazarla... Si nos unimos, la pubertad no nos va a vencer... – dijo James con la voz no demasiado convencida

-No seas tonto – dijo Nina desesperada – Nos va a vencer, James, ¿te das cuenta de eso? ¡La pubertad! ¡La adolescencia! ¡Hormonas! ¡órganos sexuales! ¡esto es terrible!

-Tranquila... no nos van a vencer los adolescentes, por que nosotros aun somos niños...

-Prométeme que lo seremos para toda la vida... – dijo Nina nerviosa abrazándolo

-Prometido... Lucharemos contra la opresión de las hormonas... – dijo James

-¡Si! – gritaron juntos

Rápidamente los dos chocaron las manos en un extraño saludo secreto que tenían entre ellos. Luego de un segundo, detrás de ellos aparecieron los padres de ambos.

-¿Vamos? – pregunto Mimi, la madre de Nina

La niña asintió con la cabeza y caminó de la mano de James a través de todo el andén hasta encontrar un vagón vacío. Ambos se despidieron y rápidamente subieron sus baúles. Caminaron un poco y se metieron a un compartimiento vacío desde donde comenzaron a saludar a sus padres. Pusieron el baúl debajo de los asientos y james sacó su nueva lechuza de la jaula para mostrársela a su mejor amiga.

-¿qué te parece? Le puse Nogard... – dijo James acariciándole la cabeza a la lechuza de campanario negra con expresión de inteligente y manchas blancas todo alrededor de los ojos - ¿No es bonita?

Como respuesta, la lechuza picó a James en el dedo y lo hizo sangrar. Continuación voló hasta las piernas de Nina y se frotó contra la túnica de ella. La niña la acarició y la lechuza soltó un suave ulular.

-espera, ¿Mi lechuza me odia y te quiere a ti?

-Eso es completamente comprensible y coherente... – dijo Nina sacando de su cesta para gatos a Hollerith, su minina blanca, que de inmediato atacó a Nogard y lo remplazó sobre el regazo de su dueña

La muchacha empezó a acariciar a su "dulce" gatita y prosiguió charlando con James hasta que la puerta del compartimiento se abrió y un muchacho flacucho, con cabello lacio negro y muy grasoso apareció. James y Nina lo miraron mientras el jovencito comenzaba enrojecer.

- Lo siento, pensé que estaba vacío... Perdón si los moleste... – dijo en voz temblorosa

- No, no interrumpes nada... ¿Quieres sentarte? – ofreció el joven alter ego de Nina sonriendo amablemente

El muchacho parecía sorprendido por el hecho que alguien lo tratara bien a esas alturas tan tempranas. Sonrió un poco y mostró una larga fila de dientes muy parejos blancos.

- Si, gracias – dijo el muchacho metiendo su baúl bajo el asiento y sentándose junto a James – Me llamo Severus Snape

- Yo soy James Potter y ella es mi mejor amiga – Nina le guiñó un ojo a Severus y el muchacho enrojeció considerablemente – Nina Rogers

Severus inclinó levemente la cabeza a modo de cordial saludo, aunque lo hizo de manera algo torpe, por lo que quedó gracioso. Luego de un segundo, la puerta se abrió nuevamente. Un muchacho de cabello negro y profundos ojos azules acompañado por otro un poco más alto, con el cabello cortado al ras del cuero cabelludo y grandes, enormes ojos de color amarillo los miraron atentamente.

- Hola, nuestros nombres son Sirius Black y Remus Lupin – dijo el de cabello negro - ¿Nos podemos sentar? Era aquí o con inepto de Lucius Malfoy...

- Adelante – dijo Nina aunque sin saber quien era el tal Lucius Malfoy

- Siéntete en total libertad – dijo James – Somos James, Severus y ella, mi alter ego, Nina Rogers

- Hola – dijo Remus tomando asiento

- ¿No te sientes rodeada por hombres, Nina? – preguntó Sirius - ¿Algo así como acosada sexualmente?

- No, - dijo ella – Yo soy una niña, las niñas no nos sentimos acosadas sexualmente, eso lo sienten las adolescentes...

Severus no pudo evitar sonreír ante este comentario mientras James asentía en gesto de completa aprobación y Remus y Sirius comenzaban a reír. El tren de pronto arrancó, por lo que James y Nina se pararon y comenzaron a saludar a sus padres desde la ventana.

Al dar la primera vuelta, se habían perdido.

-Sinceramente voy a extrañar las comidas de tu madre, James – dijo Nina – Ya sabes como es la mía con su conflictiva relación con las cacerolas...

James empezó a reír con fuerza.

- ¿Se conocen desde hace mucho? – preguntó Remus con interés

- Nacimos el mismo día – dijo Nina

- A la misma hora – prosiguió James

- En el mismo hospital

- Con el mismo peso y tamaño

- Fuimos al mismo kinder

- A la misma primaria

- Y ahora... a la misma secundaria...

- Y como si fuera poco, somos vecinos...

Sirius alzó las cejas.

-¿Y no se odian todavía? – dijo él – O sea, yo me conozco con Malfoy desde hace dos años y no me llevo peor por que no me da el tiempo...

- ¿Quién es Lucius Malfoy? – preguntó Severus con interés

- El mayor infradotado del planeta – dijo Sirius – Un imbécil... Cree que por que tiene dinero en la cuenta bancaria es más que el resto del mundo... Estúpido, arrogante, infradotado...

- Se nota que lo aprecias como a un hermano... – dijo Nina sarcásticamente

- Literalmente – dijo Sirius – Si hay alguien que detesto mas que a Malfoy es a mi hermano Regulus...

Remus alzó las cejas y chasqueó la lengua.

- Bueno, al menos ese tal Malfoy no es un sangre sucia – dijo Severus
Remus carraspeó un poco y miró al techo, dando a entender a la perfección lo que quería decir. Severus lo miró de reojo y se alejó con un gesto de asco en la cara.

- ¿Crees en esa idiotez de la sangre limpia? – dijo Nina de repente – eso es una crueldad...

- No, no lo es... Es volver a los orígenes, la fina estirpe mágica... – dijo Severus en tono algo soñador - ¿Por qué?

- ¿Y justificas la matanza de gente que hace el Innombrable solo por esa idiotez? – preguntó Sirius en tono fuerte y alto, con cierto dejo de furia en la voz

- No lo justifico, pero si eso hay que hacer para limpiar la mugre... – continuó Severus

- ¿Matar gente inocente por sus padres? ¡Eso no tiene sentido! – dijo Sirius parándose de repente, con la cara muy roja - ¡Eso hará que nos matemos unos a los otros!

- Solo los tontos creen que somos todos iguales – dijo Severus parándose frente a Sirius
Ambos tenían la misma altura, ni muy baja, ni muy alta, y ambos lucían con ganas de golpear al otro. Severus cerraba y abría los dedos contra las palmas, y Sirius se tronaba los nudillos.

- Entonces yo debo ser una tonta – dijo Nina parándose al lado de Sirius

- Y yo – dijo James

Al verse rodeado por gente que no concordaba con él, Severus no pudo evitar sonrojarse un poco más, tomar su baúl e irse del compartimiento, pero al abrir la puerta del mismo, encontró a un joven alto y estilizado, demasiado para su edad pateando junto a un amigo mas bajo que él, pero mucho más ancho a un bulto que temblaba en el piso.
Sirius no dudó, de la manga de su túnica sacó una varita y con ella apuntó a Lucius.

- Sabes que sé como hacerte sufrir con ella – dijo él – así que no me provoques...
El muchacho miró a Sirius y dejó de patear al pequeñín delante de él y miró a continuación a Severus que extendía una mano.

- Soy Severus Snape – dijo él

- Lucius Malfoy, ¿quieres pasar? – dijo abriéndole paso con una ceja alzada

- Me encantaría – dijo Severus Snape mirando de reojo y con asco a los que estaban allí -Permiso...

Ambos cerraron la puerta de su propio compartimiento mientras James y Nina miraban al pobrecito que estaba en el suelo. Era un chico regordete y temeroso, con pequeños ojos negros y una nariz en punta. Nina le pasó un brazo por el hombro y James la ayudo a levantarlo y ubicarlo en un asiento. No debía medir más de un metro y medio de altura.

- ¿Te encuentras bien? – dijo Remus con el ceño fruncido

- Si – dijo el chico sentándose rápidamente – Estoy acostumbrado a que me peguen por lo pequeño que soy...

- ¿Te usan de balón, enanito? – preguntó Sirius recostándose sobre el asiento

- ¡Oye! – dijo Nina

- Soy... Soy... Peter Pettigrew – dijo el muchachito – Y estoy decidido a escaparme de Hogwarts apenas llegue, ¿alguien se me une?

- ¿Escapar? ¿Por qué? – preguntó James – Hogwarts es genial... O sea, imagina... Lleno de magos y magia...

- También llamados en el mundo de Peter Pettigrew, enemigos y métodos de tortura... Gracias por ayudarme, de verdad – dijo él – Pero estoy decidido a salir de ahí apenas pueda...

- ¿Qué harás al irte? – dijo Nina riendo

- No lo sé... ¿Por qué? – dijo él

- ¿Lo ves? deberías quedarte en Hogwarts hasta decidir que hacer, Peter... – dijo Nina

- eso hasta suena coherente amiga... – dijo James

- ¿Lo ves? – dijo la joven – Soy completamente Groovie...