Disclaimer: Personajes de Himaruya Hidekaz. Fanfiction de mi autoría.
Libertad
n/a: Esta es una de las cosas más raras que escribí (gotta love it) pero tenía tantas ganar de hacerlo, que no pude evitarlo~. No agarré un libro de historia antes de escribir este drabble, así que si hay cosas que parecen fuera de lugar o invenciones, sepan disculpar. Ahora saben la razón.
Libertad.
Algo que Heracles había estado buscando durante mucho tiempo. Tanto tiempo que, se dijo, ya casi era por rutina.
No era bueno pero prefería eso a rendirse.
Libertad era algo que ella emanaba por cada poro de su piel. Libertad e independencia. Fuerza, física y de voluntad.
Era un espectáculo digno de ver, y hubiera dedicado más tiempo observándola sino tuviera tanto sueño.
De vez en cuando tenía suerte y la veía correr libremente, apartada de los demás, ahí dónde nadie pudiera verla y juzgarla, y se parecía a dejar un animal enjaulado demasiado tiempo, en su hábitat natural.
Elizaveta no había nacido para los quehaceres domésticos y la vida en casa, sino para el furor de la batalla y la extensión de los campos.
Heracles lo tenía claro porque la había visto en acción muchas veces. La mujer había podido deshacerse de los dominios indeseables varias veces. Él había luchado innumerables veces y fallado.
No le tenía envidia, pero le gustaba mirarla.
Podía hacerlo recostado, balanceándose en el filo hilo que separa al conciente del inconsciente. Elizaveta en su estado de libertad pura era algo agradable para contemplar antes de perderse en el mundo de los sueños.
Sueños en dónde él blandía una espada en contra de su eterno dominador y triunfaba, desde el principio de todo. Entonces se alejaba perezosamente del lugar y caminaba hacia el exacto lugar donde la veía desinhibirse todos los días y, a diferencia de lo normal, se acercaba a su figura inquieta, la tomaba de la mano y la invitaba a liberarse en el reino de Morfeo juntos, porque ahí nada es imposible.
Ahí Heracles está dando sus primeros pasos en la independización y Elizaveta es su principal modelo a seguir.
(En las sombras, ella lo protege del terrible error de abandonar aquel objetivo por el que luchó tanto tiempo).
Quizás algún día Elizaveta pueda mirarlo con la misma muda fascinación con la que él la contempló tiempo atrás.
