Dos vidas.
Sumary: Tom y Loki se conocen una noche en un bar y se quedan sorprendidos al notar sus parecidos. Tom es el esposo trofeo de Tony Stark y odia su vida. Loki es un crítico de arte en una revista de sociedad pero desea ser cantante. Los dos hombres, hartos de todo, deciden cambiar de lugar por seis meses. Slash. Mpreg. Frostiron. Hiddlesworth.
Disclaimer: Ninguno de los personajes es de mi propiedad, todos pertenecen al universo Marvel o son actores muy conocidos, yo solo me divierto con ellos.
Aclaración: En este fic Jarvis es humano y no, que Loki quiera ser cantante no hará que este fic sea un musical, tal vez una canción por aquí y por allá pero no muy Glee (no que tenga algo en contra de Glee porque es uno de mis programas favoritos).
Capítulo 1:
Tom terminó de arreglar la mesa y se marchó hacia su cuarto a darse una ducha, tenía un día ocupado por delante. Media hora después volvió a salir, vestido impecablemente con un traje oscuro y camisa azul claro. Cuando llegó al comedor todos ya estaban sentados en la mesa.
-Ya era hora de que salieras-dijo el hombre sentado en el sitio principal. Anthony Stark, genio, inventor, filántropo y playboy (aunque pensara que nadie lo sabe).
-Lo siento-dijo Tom en voz baja sentando al otro lado de la mesa, frente a él.
-¿Qué sucede Tom? ¿Algo muy importante que hacer?-dijo la pelirroja con voz aburrida antes de que una sonrisa burlona se formara en su rostro-Oh, claro que no, si tú no haces nada más que ir a eventos y presentar tu bonito rostro-Tom apretó los dientes y le dedicó una sonrisa falsa antes de girarse hacia su comida sin decir nada. Natasha Romanov o, más bien, Natasha Barton, era la prima de Anthony y dirige una casa de modas muy famosa; su esposo, Clint Barton, trabaja con Anthony en Industrias Stark.
-Tasha, déjalo, después de todo, para eso está-dijo Tony con voz aburrida sin dejar de comer. Tom ni siquiera notó el velado insulto, ya bastante acostumbrado a eso.
-Permiso-dijo dejando su desayuno casi intacto y saliendo del comedor para coger su saco y algunos papeles que le faltaban.
-Tom, buenos días-el moreno alzó la vista y le sonrió a la mujer rubia que entraba.
-Buenos días, Pepper, te ves muy bien hoy-ella soltó una risita y le sonrió afectuosamente.
-Tú te ves muy guapo ¿Vas a la reunión de beneficencia en el colegio de niños abandonados?
-Sí, justo estoy saliendo para allá.
-Bien, se alegrarán mucho de que estés ahí, realmente necesitan la ayuda.
-No es como que yo haga mucho más que aparecer y entregar el cheque de Tony.
-Al menos aceptas que no sirves para nada más-ambos giraron hacia Natasha que pasaba hacia la cocina.
-Natasha, déjalo-dijo Pepper con tono cortante, la mujer se encogió de hombros y siguió su camino-no le hagas caso, ya sabes que tiene mala sangre.
-No importa, es cierto ¿no?-Pepper iba a protestar pero Tom sacudió la cabeza y compuso una sonrisa-Debo marcharme ahora, te veré luego, Peps-salió del lugar apresuradamente, entró en el elevador y soltó un largo suspiro cuando las puertas se cerraron tras él.
-Deberías ponerle un alto a Natasha-dijo Pepper cuando Tony y ella llegaron a la oficina.
-¿Otra vez con eso, Peps? Natasha solo está haciendo bromas inocentes, no es como para que haga tanto drama por eso.
-Sus bromas no tienen nada de inocentes y, sobre todo, dejaron de ser bromas hace tiempo, le gusta hacerlo sentir mal porque sabe que él no le responderá.
-Si él no puede defenderse a sí mismo, no es mi problema-replicó el moreno revisando unos contratos.
-Es tu esposo, Tony, claro que es tu problema-el hombre le lanzó una mirada irritada e iba a contestar cuando el intercomunicador les interrumpió.
-Señor Stark, el señor Rogers está aquí con los papeles que pidió-los ojos castaños se iluminaron al momento.
-Hazlo pasar, Maggie-Pepper se había puesto rígida desde que escuchó el nombre y fulminó con la mirada al hombre que entraba a la oficina. Capitán Steve Rogers, antiguo soldado, ahora trabajaba con Tony en un proyecto de construcción civil. Y era el amante de Tony-Pepper, lleva estos contratos, creo que necesitan otra revisada en algunas cláusulas-la mujer asintió rígidamente, le lanzó una mirada molesta al rubio y salió con rapidez de la oficina-Steve-sonrió el millonario y saludó al hombre con un hambriento beso-te extrañé anoche.
-Yo también…-susurró antes de apartarse un poco del moreno-pero no sé si debamos seguir haciendo esto, Tony… Pepper me mira como si quisiera matarme cada vez que entro aquí.
-Sabes que es amiga de Tom pero esto no tiene nada que ver con ella, no le dirá nada a nadie.
-Pero Tony… tú estás casado…-dijo con voz distraída porque el genio estaba dejando mordidas a lo largo de su quijada.
-Yo me casé con Tom solo por mi padre y lo sabes-le besó de nuevo-deja esas inseguridades, yo quiero estar contigo ¿Tú no quieres estar conmigo?
-Claro que sí quiero…
-Entonces deja de dudar-dijo finalizando el tema y besándolo con fuerza, Steve le contestó de la misma forma.
Tom observaba por la ventana del auto mientras iban hacia el colegio, su vida en la torre de Stark era cualquier cosa menos fácil. Tom había sido obligado a casarse con Anthony por su padre, Odín; joven, a sus veinte años, había intentado negarse pero su padre impuso su voluntad forzándolo de cualquier manera. Anthony no lo quería, nunca lo hizo, era solo un trofeo para él, después de todo Tom venía de la familia Odinson, una familia poderosa y prestigiosa ¿qué mejor para su imagen que casarse con el hijo menor de la familia? Al principio Tom se había ilusionado un poco, pensando que tal vez ese matrimonio podía funcionar pero pronto se vio traído a la realidad; Anthony le dijo en la misma noche de bodas que su matrimonio era una farsa, serían la pareja perfecta delante de los medios y harían su vida dentro de su casa, la torre Stark, que se convirtió en su prisión. Tom no quería a Tony tampoco, lo respetaba por su trabajo y por lo que representaba pero él conocía al hombre, alcohólico, mujeriego, hiriente en sus palabras y hasta cruel, nunca podría quererlo.
-Señor Tom, hemos llegado-dijo Jarvis-el moreno suspiró y salió del carro, su celular sonó en ese momento.
-¿Diga?
-Tom, cariño-saludó su madre. Frigga era mujer hermosa, amable y amorosa; Tom siempre ha querido más a su madre que a su padre.
-Mamá ¿cómo estás?
-Bien, cariño, muy bien ¿cómo estás tú? ¿ya estás en el colegio?
-Acabo de llegar.
-Oh, me gustaría tanto ir, esos niños necesitan mucha ayuda.
-Lo sé, mamá.
-Llamaba para preguntarte si este fin de semana vendrás a cenar, Thor y Jane estarán aquí también.
-Oh, yo…-la relación entre Thor y Tom no era exactamente genial, Thor era un hermano cariño y sobreprotector pero también podía ser engreído como un niño pequeño y arrogante. Jane, en cambio, era una dulzura de mujer, activa y muy inteligente, a sus tres meses de embarazo aún podía manejar su laboratorio además de a su esposo-claro, estaré ahí, mamá.
-¿Crees que Anthony venga?
-No-respondió con prontitud e hizo una mueca-sabes que él siempre está ocupado, mamá.
-Esa no es excusa, cariño, tú eres su esposo-la voz de su madre sonaba reprobatoria.
-Le preguntaré ¿sí? No te garantizo nada, igual.
-Está bien, cariño, cuídate, ya estaremos hablando después. Te quiero-la comunicación se cortó y Tom guardó el teléfono con algo de pesar.
-No debería mentirle a la señora Frigga, señor-dijo Jarvis acercándose a él.
-¿Y hacerle saber que vivir en esa torre me hace completamente miserable? No, la preocuparía sin motivo, yo puedo soportarlo.
-El señor Anthony puede ser muy difícil a veces, señor.
-Lo sé, Jarvis, lo sé muy bien-dijo mientras entraba en el colegio.
Loki soltó un suspiro hastiado mientras se retiraba de la mesa con poca delicadeza, caminó a paso rápido hasta su cuarto y se controló para no lanzar la puerta. Ugh, a veces le daban ganas de gritar. Unos golpecitos sonaron en la puerta y Loki rodó los ojos antes de abrirle la puerta a su hermano, Chris.
-¿Estás bien?-preguntó el rubio entrando al cuarto y cerrando la puerta tras él.
-Claro que estoy bien ¿por qué no estaría bien? no es que haya algo mal en esta familia-dijo derrochando sarcasmo, Chris suspiró.
-Loki…
-Ya sé lo que me dirás, Chris y no quiero escucharlo-espetó el moreno fulminándolo con la mirada.
-Son nuestros padres.
-¿En serio? Porque yo jamás los he visto preocuparse por nosotros.
-¡Eso no es verdad!
-Chris, deja de defenderlos, en serio-dijo rodando los ojos-somos nosotros los que traemos el dinero a esta casa, tú al menos trabajas en lo que te gusta, yo tengo que ir a esa revista para entrevistar a estúpidas personas que piensan que son mejores que yo-suspiró con fuerza antes de coger su blazer negro y ponérselo-tengo que irme.
-Loki…
-Te quiero, Chris pero no puedo decir lo mismo de nuestros padres-salió con rapidez sin darle opción a contestar.
-Buenos días, cariño, te ves muy animado esta mañana.
-Cállate, Darcy-dijo Loki como saludo, la castaña solo re rio.
-¿Qué sucedió hoy? ¿Chris, padres, dinero?
-Las dos últimas siempre están en el mismo paquete y Chris en un amor, jamás podría enojarme con él-contestó el moreno sentándose en su cubículo, Darcy se sentó en su escritorio delante de él.
-Hoy es viernes, podrás despejarte, iremos al club con Johnny y Margo.
-Apúntame ahí-respondió mientras empezaba a organizar sus papeles-hoy tengo que ir a una exposición de arte contemporáneo en el museo, después de eso me pasaré al bar.
-¿Vestido de traje?
-Oh, no, esta vez es casual, un artista liberal o una tontería así-dijo Loki distraídamente.
-Creo que esta noche Johnny me pedirá salir.
-Ugh, no de nuevo, Dar, ya te dije que a Johnny no le van las chicas-la castaña rodó los ojos y lo ignoró yéndose a su a escritorio.
-No todos pueden ser gay, Lokes-dijo ella con retintín.
-No pero los que tú sueles escoger lo son-la mujer le tiró un papel pero el moreno lo esquivó moviéndose hacia un lado, riéndose.
Tom se sentía completamente cansado pero contento, los niños habían estado muy felices con la noticia de que podrían comprar más cosas para su colegio, él había jugado con ellos y les había leído cuentos, pasando un rato muy agradable que le permitió olvidar su realidad al menos por unas horas. Terminó de cerrarse su bata de dormir, cogió la pastilla que descansaba en su mesa de noche y la tragó con un poco de agua, luego salió de su dormitorio, caminó por el lugar en silencio hasta llegar a una puerta al otro lado del pasillo, tocó despacio y entró con lentitud cuando le dieron la orden.
-Ve a la cama-Tom soltó un suspiró inaudible y caminó hacia la cama King que había en el cuarto-En tu posición habitual-el moreno apretó los dientes y se quitó la bata antes de colocarse boca abajo.
Tony caminó hacia él aun mirando la Tablet que sostenía en la mano, cogió el lubricante de su mesa de noche y se quitó su propia bata; luego se arrodilló tras él, dejó la Tablet en la cama sin dejar de mirarla y soltó un poco de lubricante en sus dedos. Tom apretó los mandíbula cuando sintió un pegajoso dedo entrar en él, controló su respiración para poder relajar su cuerpo y no resistirse a la invasión. Tony metió otro dedo más apenas esperando a que se acostumbre antes de moverlos dentro y fuera por unos momentos, luego los retiró completamente y se echó lubricante en su erección, acariciándola para que fuera más firme.
-Quédate quieto-a estas alturas Tom no necesitaba que le repitiera esa indicación. La invasión fue rápida y dolorosa, el moreno mordió la almohada y apretó los ojos fuertemente para no dejar que las lágrimas se escaparan de sus ojos, luchó por controlar su cuerpo, para relajarlo pero el dolor era demasiado, cada embestida que su esposo daba dentro de él lo hacía sentirse más sucio, más como una puta barata, un objeto. Tony se movió con salvajismo sobre él, deseando por su parte que acabe lo más rápido posible, pensando en Steve, en la tarde que habían pasado y se corrió dentro de Tom con un leve gemido. El moreno sintió alivio cuando Tony por fin terminó, le dolía la parte baja de su cuerpo pero deseaba salir lo más rápido posible de ese cuarto-Dentro de un mes iremos a hacerte una revisión, si no estás embarazado, empezaremos a ver a un especialista de fertilidad.
-Sí, Anthony-respondió Tom cerrándose la bata y apresurándose fuera del cuarto. Cuando la puerta se cerró detrás de él, corrió hacia su cuarto y se encerró con seguro. Las lágrimas que habían retenido sus ojos se derramaron por sus mejillas y mordió su puño para acallar sus sollozos. Él jamás había deseado esta vida, odiaba con toda su alma este lugar y nunca traería un hijo a vivir en esta horrible vida, por eso tomaba sus pastillas anticonceptivas antes de ir al cuarto de Tony. Jarvis lo respaldaba, la mano derecha de su esposo quería mucho a Tom y lo entendía, lo protegía como parte de su familia. Tom se sentía muy cansado pero sabía que si se acostaba ahora, tendría pesadillas por lo que decidió que saldría esa noche.
-¿Saldrá, señor Tom?-el moreno saltó ligeramente y le sonrió a Jarvis.
-Sí… necesito despejarme un poco.
-¿Desea que lo lleve?
-¿Anthony no dirá nada?
-El señor Anthony me ha dicho que ya no necesita nada más por ahora.
-Entonces sí, por favor-contestó Tom y ambos salieron del lugar en silencio.
-¿Dónde desea ir esta noche, señor?
-Llévame a un bar, necesito un trago esta noche, Jarvis-el mayordomo asintió y puso el carro en marcha, Tom se pasó todo el camino perdido en sus pensamientos-hemos llegado, señor.
-¿Crees que me reconozcan aquí, Jarvis?
-He escogido un bar discreto, señor, debería estar todo bien ¿Desea que lo espere?
-No, te llamo cuando desee irme-Jarvis asintió y Tom bajó del carro, el guardia de la entrada le dio una mirada evaluadora antes de dejarlo pasar al club. Dentro había mucha gente y la música sonaba alta, Tom se movió con algo de torpeza e hizo su camino hasta el bar-Un wiski en las rocas, por favor-pidió y el bartender asintió, yendo a preparar su trago. Tom se sentó en las sillas del bar y se dedicó a mirar alrededor, parecía que era un lugar popular pero local, no veía grandes celebridades ni nada por el estilo, como a los bares a los que Anthony iba, este bar se veía alegre y cómodo.
-Aquí está el wiski-dijo el bartender deslizando la bebida por la barra, Tom pagó el trago y lo tomó con lentitud. Se sentía aliviado, el dolor de su trasero había pasado considerablemente pero eso no era lo que lo aliviaba, le alegraba saber que los intentos terminarían por fin, tendría que dejar de tomar las pastillas para que cuando le tomaran una prueba de sangre no saliera nada en su sistema. No traería un hijo de Anthony al mundo, no lo expondría a esta horrible vida, esperaba que Anthony se rindiera en su cruzada de tener un hijo y se divorciara de él; su padre lo culparía, por supuesto, pero a Tom no le importaba, solo quería ser libre de nuevo. Un empujó lo distrajo y casi derrama toda su bebida sobre la barra.
-¡Oh, Dioses, lo siento mucho!-dijo una voz masculina y Tom giró para decirle que no había problema alguno.
Se quedó congelado en ese mismo instante.
El hombre delante de él parecía una copia suya. Tenía el cabello negro un poco más largo que el suyo y los ojos eran de un brillante verde pero lo demás era igual, el color de la piel, del cabello, los labios, la nariz, los pómulos, era su copia exacta. El hombre también estaba sorprendido porque no se había movido de su lugar y su boca estaba ligeramente abierta mientras lo examinaba repetidas veces.
-Bueno…-dijo el hombre finalmente-esto es sorpresivo.
-Sorpresivo… sí…-dijo Tom saliendo un poco de su sorpresa.
-Loki Hemsworth-se presentó el hombre extendiendo su mano.
-Tom Odinson-contestó Tom estrechando su mano. Loki le hizo un gesto al bartender que asintió y luego se giró hacia Tom.
-¿Eres mi gemelo perdido?-Tom alzó las cejas y soltó una pequeña risa.
-Lo último que supe es que solo tenía un hermano.
-Sí, yo también.
-Esto es sorprendente, somos casi iguales sino fuera el color de tus ojos.
-¿Cuáles son las posibilidades de que dos personas tan parecidas se encuentren en un bar?-dijo Loki y sonrió, Tom le correspondió. Ambos empezaron a hablar un poco entre ellos, contándose pequeños datos de sus vidas hasta que una chica llamó a Loki-Oh, esa es Darcy, creo que Johnny ya le dijo que es gay, debo irme-Tom rio levemente-¿Qué te parece si nos vemos de nuevo aquí mañana? Me gustaría saber más de mi gemelo perdido.
-Claro, aquí te encuentro-sonrió Tom y Loki se despidió con la mano, apresurándose hacia la salida del club-En serio ¿cuáles son las posibilidades?-se preguntó a sí mismo, sacó su celular y mandó un rápido mensaje a Jarvis, terminó su trago y salió del local con una sonrisa, mañana volvería definitivamente a este lugar.
Tom se tapó la boca, tratando de controlar su risa, Loki lo miraba con una sonrisa divertida. Esta era la quinta vez que se encontraban en el bar, simplemente las cosas habían avanzado naturalmente entre ellos, no en un sentido romántico, más bien en un sentido familiar, ambos hacían al otro reír y olvidar sus vidas por unas horas. Esa noche no se quedaron mucho tiempo porque Loki tenía que ir a ver una galería temprano al otro lado de la ciudad y tenía que madrugar, los dos se despidieron quedando para verse de nuevo. Tom le pidió a Jarvis que lo recogiera, una gran sonrisa adornó su rostro todo el camino de regreso.
-Parece feliz, señor.
-Creo que lo estoy, Jarvis, Loki es una gran persona, es muy divertido hablar con él.
-Me alegra que tenga un nuevo amigo, señor Tom-el moreno le sonrió ampliamente mientras entraba en la torre, el ascensor lo dejó en el pent-house, arrojó su llaves en el bol cerca de la puerta y se quitó la casaca con un movimiento.
-¿Dónde estabas?-Tom saltó del susto y se dio la vuelta, Natasha lo miraba con una ceja alzada.
-Salí-respondió ligeramente a la defensiva.
-Hueles a cigarro y a trago ¿El pequeño Tom ha estado en un club?-dijo con voz burlona, el moreno apretó las manos.
-Buenas noches, Natasha-dijo y pasó a su cuarto, la pelirroja lo siguió con la mirada luego se giró hacia la entrada de la sala, Tony entró y se apoyó en la pared.
-¿No te molesta que tu esposo ande en clubs cuando está tratando de embarazarse? No creo que el alcohol lo ayude mucho-dijo la mujer con algo de malicia antes de marcharse. Tony hizo su camino hacia el cuarto de Tom y abrió la puerta sin tocar, el moreno se sobresaltó y colocó su pijama de nuevo sobre la cama.
-¿Qué sucede, Anthony?
-¿Eres estúpido o qué? Mira, me importa una mierda con quién estés y dónde estés pero si por tus andadas no podemos tener un bebé, lo pagarás caro. Desde ahora, no saldrás más en la noche ¿entendido?-salió del cuarto lanzando un portazo, Tom se había quedado congelado en su sitio y soltó al aire temblorosamente, se movió hacia su mesa de noche y cogió su celular.
No puedo ir al club ¿crees que podamos encontrarnos en un café? Me avisas.
Buenas noches.
Tom.
El moreno se pasó una mano por el cabello y se dejó caer en su cama, no iba a llorar, no iba a dejarse derrotar, no iba a dejar que Tony arruinara lo único bueno que le estaba pasando últimamente. Su teléfono vibró y Tom lo cogió rápidamente.
Starbucks. 5ta Avenida. 5:00 pm. Mañana.
Loki.
Tom sonrió, eliminó el mensaje y se fue a dormir.
-Hola, Tom-sonrió Loki mientras se sentaba, el moreno le ofreció una sonrisa-¿Está todo bien? Tu mensaje me dejó preocupado ayer.
-¿Por qué?-Loki enarcó una ceja.
-En el bar no tuviste ningún problema en decirme que nos veríamos ahí pero a la hora me mandaste un mensaje cambiando el lugar, eso quiere decir que tuviste un percance en tu casa, como no dijiste nada sobre no encontrarnos, sino más bien sobre dónde encontrarnos, el problema debe haber sido con la locación y con el horario más que con la disponibilidad, eso quiere decir que algo o alguien cambió los planes-Tom lo miró unos segundos y luego mostró una sonrisa triste.
-Me atrapaste, supongo.
-¿Qué sucede, Tom?-el moreno suspiró.
-Es… una historia un poco larga…-se pasó una mano por el cabello-mi nombre de soltero es Odinson, mi apellido de casado es Stark-vio como Loki alzaba las cejas.
-¿Stark? ¿Cómo en Anthony Stark? ¿Eres su esposo?
-Sí-tomó un bocanada de aire-mi matrimonio con Anthony fue arreglado por mi padre, no importa cuánto me negué, no me permitió rehusarme y me obligó a casarme con él hace apenas dos años. Vivo con él en la Torre Stark y mi vida es… miserable en ese lugar.
-Tom… ¿Anthony te trata mal?-dijo Loki en voz baja, su mirada tenía un brillo peligroso.
-No me lastima físicamente…
-Pero mentalmente, sí-terminó el moreno por él con el ceño fruncido.
-Casi todos en esa torre lo hacen, Natasha, la prima de Anthony, me odia, siempre busca la manera de hacerme sentir mal y humillarme; Clint, su esposo, nunca dice nada cuando ella está pero es amable conmigo cuando no hay nadie en la vista, creo que Natasha lo tiene bajo su mando. Pepper es la secretaria de Tony y la adoro, es una gran amiga mía y luego está Jarvis, la mano derecha de Tony en el manejo de la torre, él me cuida como un padre y estoy muy agradecido con él porque es el único que hace mi vida más fácil en ese lugar. Pero nada de eso compensa el que no estoy ahí por mi voluntad, nunca pensé que mi vida sería de esa manera y lo odio.
-¿Qué fue lo que pasó ayer?
-Anthony me prohibió salir de noche, estamos… está buscando un hijo y salir a bares puede bajar las chances de que salga embarazado-resopló-como si eso fuera a pasar.
-¿A qué te refieres? ¿No puedes tener hijos?
-Sí puedo pero jamás tendría un hijo de Anthony, nunca traería un niño a la vida miserable que tengo, no importa cuánto dinero tenga Anthony y cuanto amor le dé, mi vida estaría para siempre atada a él, jamás podría dejarlo y no haré eso, tengo confianza en que algún día encontraré la manera de escapar-Loki soltó un pequeño suspiro.
-Con esa vida que tienes, haces que la mía suene como una bendición.
-¿Cómo es tu vida?
-Tranquila, supongo…-dudó un poco antes de decidir que Tom le había contado algo muy personal y que confiaba en él como para contarle sus cosas-Mi familia solía ser muy pobre, mis padres… ellos nunca se interesaron por cosas como el dinero, eran hippies, supongo, cosas de la naturaleza y esas tonterías. Chris y yo crecimos con muy poco y nos esforzamos al máximo en la escuela para poder ser mejores, yo soy el mayor así que cuando acabé el colegio, me busqué un trabajo cualquiera, pasé por un montón de trabajos mediocres, que apenas me servían para levantar la casa pero luego encontré el trabajo en la revista, fue casi un golpe de suerte, mi paga mejoró, mis horarios eran más flexibles y pude darle a Chris el dinero para sus estudios. Él trató de rehusarse pero es mi hermano menor, siempre me apoyó en todo y yo quería que cumpliera sus sueños; ahora es doctor en una clínica pequeña, pediatra-terminó sonriendo orgullosamente.
-Tienes razón, mi vida suena a asco a diferencia de la tuya-suspiró.
-Eres una gran persona, Tom, tú deberías tener una gran vida-dijo Loki tomando su mano, Tom le sonrió con tristeza. Loki siempre había sido una persona preocupada por los demás, sus padres nunca se preocuparon por Chris o por él, así que él hizo el papel de padre preocupado, no muchas personas (de hecho solo podía contar tres) habían gozado de su profunda preocupación, de esa en la que haría lo que sea por verlos felices. Tom se había convertido en una de esas personas, era tan amable, dulce y gracioso que daba pena pensar que había gente que lo quería ver sufrir, a Loki le dolía el corazón por él, quería ayudarlo, quería hacer algo, quería… quería… los ojos de Loki se iluminaron mientras miraba a Tom con una súbita sonrisa-. Toma mi vida.
-¿Qué?-preguntó Tom, confundido.
-Toma vida. Cambio mi vida por la tuya-el moreno se quedó con la boca abierta.
-¡Jarvis!-el hombre de cabello blanco se giró a mirar a Tom y se sorprendió mucho cuando vio a Loki a su costado-el parecido es enorme ¿cierto?
-Lo es, señor.
-Jarvis, necesito tu ayuda-el hombre miró entre los dos.
Chris terminó de revisar las últimas historias del día y soltó un gran bostezo, movió el cuello de un lado a otro y gimió levemente ante el dolor que se había asentado en su espalda. Hoy había sido un día muy ocupado, la época de gripe había traído a varios niños a su consulta y casi no había podido parar mientras revisaba a niño tras otro, pero le gustaba su trabajo, le gustaba saber que con sus indicaciones y cuidados, esos niños pronto estarían bien. Unos pequeños toques en la puerta lo hicieron alzar la cabeza, una mujer se asomó y le sonrió.
-Hola, tú-saludó.
-Elsa-sonrió Chris, se levantó de su escritorio y saludó a su novia con un beso, la rubia sonrió.
-¿Has acabado ya tu turno? Pensé que sería una gran idea venir a recordarte que debes comer.
-Estoy famélico-dijo el rubio con una gran sonrisa-dame un segundo para tomar mis cosas-Chris juntó algunas historias que quería volver a revisar, las metió en su maletín y salió con la rubia. Elsa y él tenían dos años saliendo, la había conocido en la universidad, habían conectado casi al instante al tener personalidades parecidas y todos creían que era cuestión de tiempo que se asentaran por fin. Chris también lo creía, por lo que estaba preparando pronto su propuesta.
-¿Qué te parece comida china?-preguntó Elsa, sacándolo de sus pensamientos.
-Me parece perfecto-contestó Chris dándole un suave beso.
-Es un plan arriesgado, señor-dijo Jarvis con la mirada pensativa.
-Yo… necesito esto, Jarvis-el hombre lo miró-tú sabes lo mucho que soy miserable en esa casa, incluso cuando todavía vivía con mi familia era miserable, siempre bajo la voluntad de mi padre… nunca he sido… libre y Loki-le sonrió al de ojos verdes-… Loki me ofrece libertad, al menos por un tiempo, puedo probar lo que es ser libre de verdad.
-Señor…
-Solo seis meses, Jarvis, prometo que luego regresaré y cumpliré con mis deberes pero solo… solo déjame ser libre por ser meses.
-Yo no le estoy prohibiendo nada, señor Tom…-Jarvis dudó un poco luego suspiró-está bien, los ayudaré-Tom sonrió enormemente y Loki le ofreció una pequeña sonrisa.
Las siguientes dos semanas estuvieron llenas de encuentros y mensajes, cada uno enseñándose cosas del otro, actitudes, familia, amigos, trabajo (en caso de Loki), deberes sociales (en caso de Tom). A la tercera semana, se encontraron en una casa abandonada a las afueras de la ciudad junto con Jarvis, ambos estaban bastante nerviosos y habían llegado en diferentes carros. Loki se había cortado el cabello igual que Tom y vestía un traje gris oscuro; Tom tenía el cabello ligeramente de lado y ropas cómodas en color negro y verde.
-Aquí están mi celular, las llaves, las tarjetas de acceso y mis cuentas personales.
-Tom, te he dicho que no tocaré tu dinero, tú estarás haciendo mi trabajo después de todo, puedo coger mi dinero y tu seguir disfrutando del tuyo.
-Siempre he querido trabajar, Loki, saber que es ganar algo por mí mismo, acepta, por favor-Loki suspiró y cogió todo lo que le daba.
-Estas son mis llaves, mis papeles con mis horarios de trabajo, las alarmas del celular ya están puestas, recuerda que yo jamás llego tarde-Tom asintió seriamente. Ambos se miraron unos momentos antes de abrazarse-Disfruta tu libertad.
-Gracias, jamás podré agradecerte lo suficiente.
-No te preocupes, cuando tu regreses, yo haré que todos en tu casa sepan darte tu lugar, no dejaré que vuelvan a tratarte mal-Tom le sonrió enormemente.
-Nos estaremos comunicando-Loki asintió, Tom le dio un abrazo a Jarvis-cuida de él por mí.
-No se preocupe, señor Tom, todo irá bien-el moreno asintió, les dio una última mirada antes de entrar al carro y alejarse del lugar.
-Bien… es hora del show-dijo Loki, apretando las manos nerviosamente.
-Por aquí, señor Loki, lo llevaré a la torre Stark-el moreno asintió y entró en el carro, Jarvis se alejó de la casa abandonada y empezó su camino hacia la nueva vida de Loki.
Bien. Nueva historia. Me tomó no sé cuánto tiempo acabar este capítulo, espero que me haya salido bien. Me gustaría saber sus opiniones comentarios, críticas, lo que sea. Saludos.
Letty Malfoy.
