Disclaimer: Personajes de Himaruya Hidekaz. Fanfiction de mi autoría.


Única


n/a: Una muestra del infinito cariño que le tengo a Elizaveta :) Traté de captar su esencia lo mejor que pude, ustedes júzgenlo por sí mismos.


No es tan difícil notar que Elizaveta se sale del estereotipo de mujer normal. Salta a la vista.

Es diferente porque desde el principio no se consideró "una más" en la categoría de las mujeres, no creció pensando en los comportamientos típicos que debería adoptar como fémina. Desde niña se introdujo en el grupo de los hombres (había crecido entre tales, los había admirado y querido ser como ellos) pero había empezado notar que algo estaba mal. Porque ella no terminaba de encajar, era distinta.

Y no quería aceptarlo. Eso cambiaba demasiadas cosas en su mundo, ¿cómo permitirlo?

El tiempo fue pasando y se vio obligada a terminar de aceptar su condición de mujer. Por más comportamientos que compartiera con sus compañeros hombres, no era físicamente como ellos. Resultaba bastante desalentador.

Quiso "reivindicarse" comenzando a usar vestidos, el pelo suelto, adornos y convirtiéndose en toda un ama de casa. Se casó, actuó como una madre o hermana mayor con una nación muy joven y se negó a todas las invitaciones a cazar o a un combate "amistoso" de Gilbert (aunque le costó y mucho, tanto como no reírse ante la evidente falta de memoria del prusiano). Todos fueron recursos y nuevos estilos de vida que dieron un gran impacto en su día a día y en su historia. Pero, cree, sirvieron de algo.

Y a la vez para nada. Porque ella sigue sin encajar en el modelo típico de mujer. Lo que pasa es que ya no le importa, y todos los que la conocen saben que es única.

Que es una excelente guerrera (una que se esconde detrás de una sonrisa alegre y una risa dulce), una aliada de confianza, que no hay que dejar sartenes cerca suyo porque son su arma especial (y sino pregúntenle a Francia o a Prusia), que fue – y es- una gran ama de casa, una hermana mayor alegre y valiosa (Italia del Norte puede jurarlo), una esposa protectora y una de las más grandes fans del yaoi existentes en este mundo (y esto lo saben bien todas las naciones masculinas -y algunos incluso le temen-).

Es diferente porque todos somos diferentes, sólo que ella sabe bien hacerlo notar. Así que sonríe de esa forma única y continúa su camino sin que le importen los comentarios y agradeciendo los cumplidos. Va con la cabeza bien en alto porque no hay nada de lo que avergonzarse realmente y se enorgullece de la historia que pesa en sus hombros, de su cultura, su estilo de vida y su esencia.

(Para los que la fastidien siempre le quedará su fiel sartén -ya deberían saberlo-).