(Green Diamond tiene 2 años y su tamaño es como la rodilla de Diamante Amarillo)
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Una pequeña diamante de 2 años correteaba con curiosidad los grandes pasillos del palacio de la corte de una de sus madres, Diamante Amarillo. Diamante Azul se había tenido que ir de urgencia a una de sus cientos de colonias, con lo que había tenido que dejar a cargo a su pareja su pequeño gemling, Green Diamond. En un principio, Green se encontraba en la sala de control de Amarillo, pero por una llamada de una citrina, esta perdió de vista a su hija, haciendo que la pequeña decidiera escabullirse para curiosear el gran palacio.
No era la primera vez que lo hacía, la pobre Green mostraba bastante interés en el diseño de las naves, siendo un gran peligro por su seguridad si llegaba a colarse en alguna sala de prácticas con estas.
Volviendo a la actualidad, la pequeña Green corría torpemente por los pasillos, dirigiéndose a la sala de prueba de naves. De vez en cuando se encontraba con alguna gema pero la diamante les hacía un gesto para evitar que la delataran a su madre. Para llegar a aquella sala, tenia que salir del palacio y dirigirse al norte de donde se hallaba el palacio de White Diamond, esa era la peor parte ya que Green temía a White y nadie sabía porqué. Solo era verla e intentar taparse con el cuerpo de cualquiera de sus madres.
Cuando salió de palacio, recorrió el largo puente, encontrándose con un grupo de citrinas. Entonces recordó que eran las mismas con las que su madre estuvo hablando antes, estas tenían una misión en una colonia y estaban partiendo hacia la nave. Para su buena suerte, la nave estaba junto donde terminaba el puente, con lo que si lograba que aquellas gemas se distrajeran un poco, lograría entrar y ver aquella maravillosa nave (reduciendo su tamaño, obviamante).
Esperó 5 minutos detrás de una roca hasta que las cinco citrinas se alejaron lo suficiente para que no sea vista subiendo a la nave. El interior era enorme, había 10 sillas y un montón de pantallas parpadeando, mostrando mapas y diversas colonia, entre otros. El pequeño diamante se acercó para señalar una pantalla que mostraba una colonia, pero no cualquiera, era la colonia de la que su madre, Diamante Amarillo, iba a mandar una nave para comprobar su estado.
"MÁ" logró decir la pequeña, señalando el planeta. Sabiendo que era propiedad de su madre. Para su mala suerte, los pasos de las citrinas se oían cada vez más cerca, con lo que decidió esconderse dentro de un armario donde se solían guardar armamento.
"Diamante Amarillo nos ha concedido a nosotras esta misión únicamente por nuestra extensa experiencia en nuestro campo, así que no tenemos que hacer que piense lo contrario, ¿entendido?" dejó claro la comandante, sentándose y configurando las rutas.
"Sí, comandante" contestaron el resto, poniéndose los cinturones.
"Aunque nos vayamos a 5 años luz, pensad que con esta nave el modo antgravitacional es un poco brusco, así que poneos correctamente los cinturones, no quiero más bajas"
Green, como no entendía lo que decían, no le tomó mucha importancia al tema hasta que la nave despegó donde, al no llevar cinturón, se golpeó la cabeza con una pared y quedó inconsciente.
Nadie la escuchó.
