-Se dirige hacia su nave con paso firme, accediendo a ella por la compuerta inferior. Acomodándose en su asiento, agarra su casco con ambas manos, procediendo a quitárselo. Se cruza de piernas, frunciendo el ceño. ¿Qué es lo que debía hacer, entonces
? Su comandante, Adam Malkovich, le había proporcionado muy poca información sobre su nueva misión. Sí, a pesar de ser una caza recompensas ya retirada de la Federación desde hace bastante tiempo, aún llevaba a cabo el trabajo sucio que éstos le demandaban. Pero no con los marines. Por sí misma. No le agradaba trabajar en equipo.
Volviendo al tema, tenía que juntar la información que le entregaron. Adam no le había proporcionado la ubicación exacta de la base de los piratas espaciales, los cuales habían atacado un laboratorio de investigación de la Federación Galáctica. Éstos llevaron consigo dos toneladas de phazon, exactamente. Pero aquello no era el mayor problema. Se detectó un tipo de energía inusual, desconocida, que estaban empezando a utilizar los piratas. Un arma bastante peligrosa y poderosa, según estimaciones de los investigadores de la Federación. No podía caer en manos equivocadas. Y allí es donde entraba Samus. Recolectando más información, habló aquella tarde con Rundas, otro caza recompensas, nativo de Phrygis. La única información que le entregó, era vital para llevar a cabo su tarea. La ubicación de la actual base pirata. Elysia. Antigua tierra de su amada raza Chozo. Lugar donde se encontraba también la Unidad Aurora, ya desinfectada del phazon, gracias a ella. Samus. Familiarizada con el ambiente del planeta, no sería difícil transitar por él. Lo conocía casi de memoria. Pero, ¿a qué tipo de arma de energía peligrosa se enfrentaba? Marcó las coordenadas del planeta en el mando de navegación, y dirigió el rumbo de su nave hacia él.-
