Capitulo 1: Algo que seria inevitable…
"En este mundo no existen las coincidencias…solo lo inevitable"
Una mañana tranquila, el sol en su punto iluminaba con fuerza y la brisa mantenía la frescura del día, al fondo de la calle se veía caminar a Watanuki con la misma tranquilidad de siempre.
Watanuki algo apurado entra a la tienda de Yuko y se topa con las pequeñas Maru y Moro:
-¡Watanuki! ¡Watanuki! ¡Bienvenido Watanuki!- gritaron a coro
-Bienvenido de vuelta Watanuki- pronuncio Yuko con ese misterioso tono de voz característico de ella -¿Por qué la prisa?- dijo mientras exhalaba el humo lentamente.
-Debo llegar rápido a clases, hoy es un día especial…- dijo el joven sonrojándose levemente –Hoy por fin tendré un almuerzo a solas con ¡Himawari-chan!- exclamo mientras agitaba las manos rápidamente y corazones flotaban a su alrededor.
-¡Himawari-chan! ¡Himawari-chan!- Gritaban a coro Maru y Moro mientras imitaban los gestos de alegría de Watanuki.
-Oh me alegra escuchar eso Watanuki- pronuncio Yuko-Pero, debes tomar en cuenta que no siempre estamos destinados a obtener lo que deseamos- pronuncio suave y elegantemente mientras el humo de su boca envolvía el rostro de Watanuki.
-Como digas, toma aquí tienes la pasta que me pediste que hiciera- le entrega un paquete negro envuelto cuidadosamente- ¡Espera! Y el sake que traía aquí mismo!?- desesperado Watanuki comenzó a buscarlo, mirando por todas partes sin éxito. Mientras un poco mas lejos Maru y Moro imitaban la cara preocupada de Watanuki y cantaban a todo pulmón -¡El sake Watanuki! ¡El sake Watanuki!¡Si no aparece, jamás te irás!- y comenzaron a reír fuertemente.
-¡Cállense ustedes dos y ayúdenme a buscar!- Gritaba desesperado el chico y entonces resonó –Hip…hip…Wa-wa-watanuki! Hip- Watanuki puso un horrendo gesto de desprecio y dirigió su mirada un poco más abajo, en la esquina de el cuarto- ¿Con que tu lo tomaste? ¡Mugrosa bola de estambre!- y se abalanzo contra ese sitio.
-Wa-wa-watanuki ¡Inútil!- pronunciaba esa pequeña bola, orejona y de color negro – Oh, ¡Ahí estas Mokona!- dijo la bruja mientras restregaba a la esponjosa criatura –Oh Mokona eres tan suave-
-¡Muy suave! ¡Muy suave!- gritaban ambas chicas y continuaban riendo.
-¡Bien! Como se ha tomado todo el sake, deberás esperar hasta que regrese de la escuela para tener más- sentencio Watanuki mientras levantaba sus cosas. Estaba listo para salir peor lo detuvieron las palabras de la sacerdotisa:
-Recuérdalo muy Watanuki, las coincidencias no existen, todo es obra del destino inevitable- la sacerdotisa se levanta y da unos pasos hacia watanuki –Debes tener los ojos bien abiertos, nunca sabes cuándo lo inesperado esta cerca- y puso su rostro frente al de watanuki.
-¿A qué te refieres?...- dijo watanuki algo nervioso y con la voz temblorosa –De verdad necesito decirlo?- le susurro Yuko a Watanuki en el oído. Watanuki tragando saliva respondió con mucho pavor a saber a qué se refería ella –S-si…- Yuko dibuja una leve sonrisa y grita tan fuerte como puede en el oído de Watanuki –¡ESTA VEZ TRAE DOBLE RACIÓN DE SAKE!-
-¡Doble ración! ¡Doble ración!- gritaron mokona, maru y moro al unisonó.
Watanuki molesto tomo su maleta, se levanto y salió por la puerta, pero antes de salir, noto la mirada firme y la sonrisa aterradora que Yuko tenía en su rostro –Buen día…Watanuki...- dijo ella. Watanuki salió de la tienda.
El camino a la escuela era d elo mas normal, sin emabrgo, el sol comenzaba a alumbrar mas fuerte
-Demonios, a este paso llegare hecho tofu frito a al escuela- decía a lo bajo Watanuki mientras caminaba cabizbajo y sin ganas –¿A que se abra referido Yuko-san? ¿Qué es eso inesperado que me encontrara? ¡Demonios! A este paso con el calor mi cabeza ¡explotara!- grito a mitad de la calle. Todas las miradas se posaron en él y apenado corrió hacia un lugar con sombra.
Se detuvo y comenzó a jadear y retomar aire, su respiración cortada era igual de llamativa que siempre
-Hola- pronuncio una voz que para Watanuki era conocida –Rica Pasta- pronuncio de nuevo la voz
-¡¿QUEEEEE?!- grito Watanuki mientras tomaba al chico del cuello y lo zarandeaba con fuerza -¿¡IMBECIL, ESO ES PARA HIMAWARI-CHAN?! ¡SUÉLTALO DOUMEKI IDIOTA!- al ver que doumeki tragaba el ultimo bocado, no tuvo mas remedio que llorar en silencio de ira y rabia.
-Estaba rico- pronuncio doumeki con la seriedad de siempre –La próxima vez usa menos salsa- y se levanto del suelo.
-ADEMAS DE COMERTE LO QUE NO ES TUYO, TIENES EL VALOR DE ¿¡QUEJARTE?!- decía watanuki mientras trataba de asfixiar al muchacho –Te harás daño, suéltame idiota, vamos déjame- doumeki parecía disfrutar de sacar de quicio a watanuki-
Entonces watanuki lo sintió, recorrió su cuerpo y lo obligo a detenerse y mirar detrás de sí, sentía una mirada en su espalda, peor…no era opresiva o aterradora, era cálida y parecía llamarlo con insistencia. Doumeki notando esto se libero de las manos de Watanuki, tomo sus cosas y las de Watanuki y se adelanto al colegio –Apresúrate, voy por delante-
Watanuki contesto por simple inercia –Si- y dio unos pasos hacia donde creía estaba el origen de esa mirada –No hay nadie…- pero el aun la podía sentir, algo tan cálido y puro, sentía un aroma a narcisos, pero no encontraba la fuente, entonces algo tiro de su manga:
-Di-Di-Disculpa…yo...eso...emm-
-¿Pero qué!?- exclamo el chico y volteo bruscamente.
-¡Lo siento!¡ Lo siento!- exclamo la joven mientras hacia reverencia –Perdona yo no quería esto ¡Lo siento!- sus reverencias eran más rápidas cada vez –¡Yo solo quería darte esto!- y la chica con la cabeza inclinada extendió su mano impaciente y le mostró una carta a Watanuki.
-¡Oh! ¡Zashi-san!- exclamo y se sitio aliviado al ver que era ella –La disculpa debería darla yo, es solo que me sentía un poco nervioso, ¡Perdón Zashi-san!- acto seguido tomo la carta, el roce entre su mano y la de la dulce espíritu causo un sonrojo espontaneo en ambos rostros, la chica volteo el rostro parecía realmente al borde de un infarto, watanuki la admiraba en silencio y sin siquiera notarlo un pensamiento surgió dentro de el "Ella es realmente bonita, sus ojos, su sonrisa…es increíble…"
-L-Lo siento, yo te seguí dese la tienda de Yuko, no quería ponerte nervioso, es solo que…emm…yo…no sabía cómo…ahh- entonces una corriente de humo salió de sus orejas y su rostro se torno rojo carmesí.
-Jajajajajaja- rió con fuerza Watanuki –Jajajaajaja, realmente eres un lindura de persona- al notar las embarazosas palabras que salieron de su boca, tapo su boca y un gesto de sorpresa surgió en su rostro -¡No! yo no quiera decir eso bueno…yo…ahh genial lo estoy haciendo de nuevo ¿no?, ¡Quede como idiota otra vez!- y cubriendo su rostro con vergüenza dirigió su mirada a otra parte que no fuera el rostro de la chica.
Ella rió tímidamente y sus mejillas se colorearon de nuevo, al ver esto watanuki se sintió un poco más relajado y procedió a preguntar –Disculpa ¿Esto es una invitación?- la chica espíritu respondió tartamudeando de pena –S-S-si- al ver que el chico miraba fijamente la carta exclamo - ¡Peo si no quieres no debes ir! Es solo que quería que fueras…¡Bueno no!...ahh no me refiero a eso…yo pensé en invitarte porque tu trabajas muy duro…y…y…y- Watanuki la miro a los ojos y respondió –Si- y la chica quedo callada.
-Entonces…debo ir a la escuela con permiso- y watanuki hizo una reverencia.
Entonces algo resonó en la cabeza de Watanuki, y la imagen y palabras de Yuko se proyectaron clavándose como una estaca en su mente.
-Zashiki Warashi aguarda un instante- y watanuki se apresuro a alcanzarla.
-Dime Watanuki-kun…- entonces ella solo sintió los brazos del joven tomándola con fuerza, el aroma de su cuello la hacía sentir como si abandonara la realidad, entonces watanuki la apretó un poco más fuerte, Zasiki warashi solo podía emitir gemidos mientras su rostro se coloreaba watanuki dijo muy cerca del rosto de la chica –Gracias- y beso su mejilla con delicadeza.
Ella solo lo vio alejarse con prisa, apoyo su mano en el pecho y se pregunto porque lo había dejado ir, fue entonces cuando se percato de el beso que había recibido, esto la hizo sonrojar pero…una voz corto su alegría.
-Veo que hiciste tu movida Zashi-kun…pero…porque lo dejaste irse?- una chica pelirroja salió de detrás del poste, emitiendo una risa maliciosa se acerco a la chica de cabello azul –¿Acaso no temes que sus ojos se posen en alguien más?-
Zashiki warashi soltó una lagrima -¡Por favor no digas mas Ame-chan!- y levantando el rostro, mostro su sonrisa y pronuncio –El puede sentirlo…el ira…yo se que el ira a la fiesta…- y se hundió en un mar de lagrimas.
La pelirroja sintiéndose un poco culpable la abrazo y acaricio suavemente su cabeza susurrándole –Si, tranquila, el ira ya verás-
Watanuki corría mientras se preguntaba que había sido todo eso…
FIN DEL CAPITULO
