Harry Potter caminaba ladera abajo hacia la tumba del director Albus Dumbledore. La varita de saúco permanecía en su bolsillo trasero a la espera de ser devuelta con su antiguo dueño. Las ultimas horas habían sido las más traumaticas de su vida sin embargo ahora estaba por fin en paz. Después de dieciséis años Voldemort había caído. Pero no había caído solo y eso era lo único que empañaba la celebración, la muerte de Lupin, Tonks y Fred y de todos los demás combatientes.
Estaba pensando en ellos cuando oyó un grito proveniente de la puerta del castillo. Un grito tremendamentefamiliar.
-!HERMIONE¡- grito Ron
Harry se dio la vuelta a tiempo para ver como Ron se lanzaba contra Hermione cubriéndola con su cuerpo. Un gigante estaba justo encima de ellos a punto de aplastarlos con su enorme pie. Harry intento sacar su varita sabiendo que ya era demasiado tarde y no pudo hacer otra cosa que mirar como aplastaban a sus dos mejores amigos.
Ese momento no llego. El pie se detuvo a escasos centímetros de sus cuerpos, un poderoso protego lo detuvo. El gigante volvió a arremeter intentando destruir la protección pero no pudo y antes del tercer intento una esfera azul le dio en la cabeza tirándolo contra el castillo y otro protego impidió que derribase los muros. Harry contemplo la escena anonadado no había profesores cerca y el no había podido hacer nada. Miro a su alrededor y entonces lo vio.
Una figura con las manos alzadas como si sujetase un objeto muy pesado, de pie junto al lago.
Harry se acerco con cautela, ya había sacado su varita y apuntaba a la figura. Seguramente había salvado a Hermione y a Ron pero la actitud que había mantenido el ultimo año no se iba de la noche a la mañana. Estaba a escasos metros cuando empezó a oír el alboroto en las puertas del colegio e imagino que la gente ya se había percatado del gigante.
Mientras tanto Harry ya veía claramente a la figura. Era un joven de no más de veinte años de pelo negro y corto con una barba bien cuidada que tapaba una cicatriz bastante grande en el cuello. Harry le iba a preguntar quien era cuando el joven se desmayo. Cayo pesadamente al suelo. Harry perdió toda cautela y corrió hacia él. Tenia una herida bastante grave en la pierna derecha. Con un movimiento de la varita desintegro la parte del pantalón que le cubría la herida. Esta empezaba en la mitad del muslo y llegaba a la rodilla. Eso superaba los recursos del muchacho pelinegro. Lanzo chispas rojas como las que lanzo en el torneo de los tres magos para avisar a los profesores también grito utilizando el hechizo sonorus.
En escasos minutos estaba rodeado de gente. La profesora Mcgonagall se había llevado al joven a la enfermería para curarle. El resto de profesores se quedaron con Harry para interrogarle sobre lo que había pasado. Contesto a todas sus preguntas y en cuanto pudo se escabullo.
Dejo la varita de saúco en la tumba de Dumbledore y tras unos conjuros con su varita esta quedo como nueva. Entonces se encamino a la enfermería No solo se habían llevado al misterioso joven, también se llevaron a Ron y Hermione que se habían desmayado por lo demás estaban perfectamente.
Harry llego a la enfermería minutos después Aun no había nadie allí Supuso que seguirian en el gran comedor. En cuanto entro por la puerta la profesora Mcgonagall se acerco a él.
-¿Como están?- pregunto Harry.
-No se preocupe señor Potter, tanto la señorita Granger como el señor Weasley se encuentran perfectamente solo están agotados por los acontecimientos recientes.- le dijo la profesora.- Me preocupa más el joven que según usted les salvo. Según la enfermera Pomfrey la herida de la pierna es muy antigua y debida a una terrible y poderosa maldición No sabemos como ha podido sobrevivir tanto tiempo y tampoco como curarle. Lo único que hemos logrado es que dejase de sangrar.
-¿que haría por aquí?
-No lo sé señor Potter pero me gustaría preguntarle algo. El profesor Flitwick me ha dicho lo que has visto. Estas seguro que fue él el que invoco los protego.
-Si profesora estoy totalmente seguro. ¿Por qué lo pregunta?
-Porque hemos revisado las pertenencias del joven y no hemos encontrado ninguna varita. Tiene que reconocer que es un gran problema. A no ser que alguien se la llevase antes de que lo trajera aquí, cosa que dudo, no puedo entender como pudo hacer lo que hizo.
Harry repaso mentalmente lo que había visto y entonces se dio cuenta de que cuando lo vio no llevaba varita y parecía que utilizaba las manos. Iba a contárselo cuando apareció la enfermera Pomfrey por detrás de la profesora con cara angustiada.
-El joven ha desaparecido. He ido a ver como se encontraban el señor Weasley y la señorita Granger y cuando he vuelto ya no estaba.
-¿Cuando ha sido eso?- pregunto con calma Mcgonagall
-Hará unos cinco minutos. Lo he buscado por todas partes y al no encontrarlo he venido a decírselo
-Bien no puede estar muy lejos le pediremos ayuda a los retratos.
Iban a salir de la enfermería cuando entraron en tropel toda la familia Weasley.
- El cuerpo de Fred ha desaparecido y también los cuerpos de Tonks y Remus.-Grito la señora Weasley
