Sumary completo
Edward y Bella son una feliz pareja. En su sexto aniversario, Edward decide sorprender a Bella con una vista inesperada. Dos meses despes reciben una noticia que hará su relación mas solida de lo que ya era. Pero el destino les juega una mala pasada y desmorona todo en sus perfectas y felices vidas.
Disclameir: los personajes no me pertenecen. Son obra de la maravillosa mente de Stepenie Meyer.
QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDO LA COPIA O PUBLICACION EN OTRA SITIO DE MIS HISTORIAS, SIN MI CONCENTIMIENTO O AUTORIZACION.
N/A: Hola mis queridas lectoras, les cuento que esta historia esta en proceso de edición. La trama de la historia no cambia en lo absoluto, solo es para arreglar un par de datos y errores.
Capitulo I
Sorpresa!
Bella POV
Hoy me levante feliz, pero a la vez triste. Hoy cumplía 6 años de novia con el amor de mi vida, Edward. Estoy feliz porque estaba junto al hombre más perfecto, hermoso y cariñoso sobre la faz de la tierra, que me ama con locura, del mismo modo que yo a él. Amor que no había cambiado con el paso de los años. Seguía tan fuerte como cuando comenzó. Cuando éramos dos adolescentes de 17 años. Recuerdo que me confesó todo lo que sentía por mi una noche que me quedé a dormir en su casa, porque Alice, su hermana gemela y mi actual cuñada y mejor amiga, insistía en que debíamos chequear los últimos detalles de mi "gran fiesta de cumpleaños". Como odiaba esto. Había insistido tanto que la deje organizar una fiesta por mi cumpleaños numero 18, ya que utilizó la escusa de que era nuestro ultimo año en Forks, ya que el próximo año todos asistiríamos a la universidad en diferentes estados del país.
Aun recuerdo nítidamente el día en el que Edward se me declaró.
Flash back
Alice y yo, estábamos en la sala, recostadas sobre el gran sofá de los Cullen. Ya habíamos dejado todo listo para mi cumpleaños que era el próximo viernes.
Tenia ganas de escupir todo lo que sentía, de contarle a Alice que estaba murta de amor por su hermano, pero me contuve, tenia miedo. Tenía miedo de parecer ridícula, ilusa, de creer que tal vez Edward también correspondiera a mis sentimientos. Alice era su hermana gemela y su confidente. Ella sabía absolutamente todo acerca de él, sabia que le pasaba con tan solo mirarlo. Y tenía mucho miedo de contarle lo que sentía, tenía pánico.
Sin que me diera cuenta, estaba sola sentada en el sofá. Oí que se abría la puerta de calle, me giré lentamente para ver de quién se trataba, supuse que era Carlisle, aun no llegaba del hospital. Pero no, era Edward. Me quedé embobada mirándolo mientras se quitaba su campera empapada por la constante lluvia de Forks.
- Hola – le salude cuando pude reaccionar
- Hola – me devolvió el saludo. Se le notaba algo nervioso.
No dijimos mas nada. Edward puso un pie en el primer escalón de la escalera, pero dudó y se volteo a verme.
- ¿Dónde esta Alice y mi mamá?- me preguntó
- Esme se fue a dormir como hace una hora y Alice, no lo sé. Supongo que subió a su habitación para llamar a Jasper- le conteste en un tono indiferente. Así eran nuestras conversaciones. Nunca hablábamos de nosotros.
- ¿Crees que podríamos hablar por un momento?- me pregunto aun mas nervioso.
- Si, claro. ¿Qué necesitas?- le pregunte, mientras fruncía el seño y tratando de encontrar algún motivo por el cual él quisiera hablar con migo.
- ¿Me acompañas al jardín de invierno?- me pregunto algo vacilante.
Asentí, mientras me levantaba y me ponía mis pantuflas.
Entramos al jardín de invierno de Esme, su lugar sagrado. Edward venia detrás de mi. Caminé un par de pasos y me detuve. No me animé a voltearme. Ninguno de los dos dijo nada por un par de segundos que parecieron eternos. Hasta que Edward rompió el silencio.
- Tal vez te suene un poco raro y ridículo, y hasta cursi. Pero ya no aguanto más. – se le notaba muy, pero muy perturbado. La voz le temblaba.
Mantuve mi boca cerrada y traté de no pensar en nada. De que mi loca cabecita empezara a imaginarse cosas.
-Estoyenamoradodevoz – me lo dijo a tal velocidad que tuve que pedirle que lo repitiera.
- ¿Qué? No te entiendo.- le dije a la vez que me volteaba a mirarlo por primera vez desde que entramos al jardín.
Suspiro y volvió a hablar. Esta vez más pausado
- Estoy enamorado de vos.-
Me quede tiesa, tratando de asimilar que era lo que me había dicho. Tarde un par de segundos, hasta que reaccione.
- No me causa gracia tu broma – le conteste mientras comenzaba a caminar para salir de allí. Pero me detuvo. Tomo mi brazo y me obligo a mirarlo a la cara.
- No es una broma. ¿Tienes idea de lo que me ha costado decirte esto?- me pregunto con su rostro a centímetros del mío.
Lo único que pude hacer fue negar con mi cabeza.
Nos miramos a los ojos y supe que no mentía. Cuando estaba punto de decirle que yo también estaba enamorada de él, hizo algo que no me esperaba. Me besó. Soltó mi brazo y llevo una de sus manos a mi espalda baja y me atrajo mas a él, su otra mano libre la coloco en mi nuca. Pero un momento no respondí al beso, pero cada vez se hacia mas intenso entonces comencé a corresponderle. Edward gimió en mi boca, y aproveche la oportunidad para profundizar el beso, a lo cual él no protesto. Todo lo contrario. Introdujo su lengua en mi boca tratando de recorrer todo lo que le fuese posible. Comenzó a faltarme el aire, entonces me separe a regañadientes lentamente.
Ambos jadeábamos por la euforia del beso.
Edward apoyo su frente sobre la mía y me miró a los ojos.
-Te quiero – susurro mirándome fijamente. Y no había más que amor en su mirada.
- Y lo siento. Perdóname pero tenía que hacerlo. En verdad lo sien…
Le corte besándolo de nuevo.
- ¿Por qué te disculpas Edward?. Yo también te quiero. – le dije sin romper nuestro contacto visual.
Fin flash back
Estaba muy feliz, pero estaba afligida también. No íbamos a poder festejarlo juntos. Estábamos casi a finales del semestre y llenos de exámenes. En realidad yo más que él. Estaba a solo un mes de graduarme en Psicología. A Edward le quedaba aun un año para especializarse como oncólogo. Así que acá estaba comiéndome las uñas, nerviosa e histérica, hoy rendía un examen muy importante. Estaba colocándome mi abrigo para salir rumbo a la universidad, cuando mi celular comenzó a sonar.
- ¡FELIZ ANIVERSARIO MI AMORRRR! – gritó eufórico Edward.
- Gracias mi cielo, y feliz aniversario! – le conteste con un tono de voz dulce.
- ¿Como estas, mi Bellis?
- Nerviosa.
- Tranquila princesa. Ya veras que saldrá todo bien. No te preocupes. Eres grandiosa, así que te ira bien. – Edward, siempre tratando de reconfortarme.
- Gracias amor. No sabes cuanto te extraño y te necesito.
- Y yo a ti. Pero tranquila. Ya pronto nos veremos. Te dije que no me iba a perder tu cumpleaños.
- Nunca has faltado a ninguno de mis cumpleaños en los últimos 6 años. – le conteste en tono de broma.
- Lo sé. Solo quería que te quedara bien en claro- me contesto del mismo modo.
- Ok. Me quedo claro señor Cullen.
- Así me gusta.
- Bueno cariño, lo siento pero debo ir a la universidad. Prometo llamarte en cuanto salga.
- De acuerdo. Voy a estar todo el día pegado a mi celular.
- Te amo- le dije soltando un largo suspiro.
- Yo también te amo. Cuídate mucho y suerte.
- Ok. A dios- y colgué.
Tome mi bolso y las llaves del departamento y salí rumbo a la universidad.
Edward POV
Después de colgar con Bella, me encaminé hacia donde estaba mi hermana Alice, esperándome en el aeropuerto de New York. Ella era cómplice de todas mis travesuras, y como no podía ser de otra manera, me había ayudado con todo para darle esta sorpresa a mi novia.
- Hola Eddie- empezó a canturrear y dar saltitos mientras me acercaba a ella.
- Hola Allie- le conteste el saludo mientras la estrecha en un fuerte abrazo.
- ¿Qué tal el vuelo?- me preguntó mientras se soltaba de mi abrazo.
- Largo, pero vale la pena solo por estar con Bella.- le conteste con una gran sonrisa en mi cara.
- Se nota cuanto la amas. Ya esta todo listo. No tienes que preocuparte por nada. Bella se va a morir cuando te vea.- dijo mi hermana feliz.
- Gracias- dije mientras nos dirigíamos hacia el aparcamiento.
- Mamá me pidió que ya que vas a esta un par de días en Seattle, vayan con Bella a visitarla. Los extraña mucho.- me comentó Alice mientras nos dirigíamos al departamento de Bella.
- De acuerdo. Prometo que el fin de semana vamos. Pero no le digas nada, quiero que sea una sorpresa.
- Ok-
Alice era una loca de la velocidad, creo que eso viene de familia, porque en menos de 15 minutos nos encontrábamos fuera del edifico en donde vive Bella.
Aparcamos el coche, y bajamos mi equipaje, junto con todo lo que le había pedido a Alice que comprara para esta noche.
- Acá esta todo lo que me pediste Edward- dijo Alice señalándome las bolsas.
- Gracias. No se que haría sin ti hermanita- dije con total sinceridad.
- Pues nada- me contesto Alice en tono de broma- Y me debes una bien grande.
- Seguro, y prometo que te lo compensaré.
- Solo haz feliz a Bella. En verdad se lo merece.- mi novia era como una hermana para Alice.
- Seria incapaz de hacerle daño.
- Ya lo se. Así que no tengo nada de que preocuparme.
Lugo de esa mini charla con Alice, entramos al departamento con la llave que Bella me había dado y nos pusimos a preparar todo para esta noche. Estábamos acabando cuando mi celular comenzó a sonar. Una sonrisa apareció instantáneamente en cuanto vi el identificador de llamadas.
- Hola mi vida- conteste con el tono de voz mas dulce que pude.
- Hola Edward- me contesto Bella con un poco de desgana.
- ¿Qué sucede Bella?- pregunte muy preocupado.
- Creo que me fue mal en el examen- dijo con un tono de tristeza.
- ¿Por que dices eso? Te estuviste preparando mucho para este examen.
- Si, pero parce que no fue suficiente. Desaprobé el examen oral y no voy a saber la nota de mi examen escrito hasta la próxima semana. Y debo sacar una nota bien alta para poder aprobar la materia y no volver a rendir el oral.
- Tranquila cielo- trate de reconfortarla.
- De acuerdo.
- ¿Qué vas a hacer ahora?
- Nada. Supongo que volver a mi departamento, ponerme mi pijama y comer un bote de helado de frutilla con chocolate mientras hago zapping en la televisión.
No se imaginaba que le esperaba algo muchísimo mejor de lo que tenia planeado.
- Bella, siento mucho lo de tu examen- en verdad lo lamentaba- pero no te preocupes. De seguro que tendrás otra oportunidad.
- Eso espero.
- Bueno amor, tengo que cortar. Cuídate y no demores en volver al departamento.
- Si Edward, de hecho ya me estoy subiendo a mi coche.
- De acuerdo. Te amo. Nos vemos pronto- si que nos veríamos muy pronto.
- Ok, te amo Edward. A dios.
- A dios- y colgué.
Despedí a Alice, luego de volver a agradecerle por su ayuda. Y eche un vistazo por todo el living para comprobar que estaba todo como debía estar. Luego de comprobarlo, fui hasta la habitación de Bella, y esparcí pétalos de rosas desde la puerta de la habitación hasta la cama, en donde deje algunos pétalos desparramados al azar. Quería que esta noche fuera perfecta.
Bella POV
Hoy parecía no ser mi día. Primero, era el sexto aniversario de mi noviazgo con Edward, y no estábamos juntos para celebrarlo. Segundo, lo extrañaba horrores. Y tercero, había desaprobado mi examen oral, el que definiría si conseguía mi titulo en psicología. Me había preparado durante dos meses para rendir esta materia, pero los nervios me jugaron una mala pasada.
En cuanto salí del salón de clases, llame a Edward, solo escucharlo me hacia sentir mejor. El siempre me levantaba el ánimo. Me dirigí directamente a mi departamento, luego de que salí de la Universidad.
Abrí la puerta, y me lleve un gran susto al ver luces en el piso del living y sobre la mesa de café, que se encontraba entre mi gran y cómodo sillón de cuero y la televisión. Aclare un poco mi vista y puede notar que eran velas, y sobre la mesa habían utensilios para dos personas y una frapera con hielo y una botella, que supuse, era de champagne. Me detuve en seco en cuanto vi a mi ángel parado en el marco de la puerta de la cocina. Estaba más hermoso que nunca, la luz de las velas iluminaba perfectamente su rostro y le daba un sexy brillo a sus ojos verdes. Llevaba puesta una camisa blanca arremangada hasta los codos y los primeros tres botones desprendidos, dejando ver su bien formado pecho, y jeans negros. En su mano derecha sostenía una orquídea.
Me quede mirándolo embobada por su belleza.
- Sorpresa- me dijo en un susurro. Y vaya, que sorpresa!
Deje caer mi mochila en el piso y me lance sobre él. Edward me recibió con la misma efusividad con la que yo me lance, y me rodeo la cintura con su mano izquierda.
- Feliz aniversario mi Bellis- me dijo antes de besarme apasionadamente.
Le respondí fervientemente al beso. Hacia mas de un mes que no nos veíamos y extrañaba tanto sus besos, sus abrazos, sus caricias; que comencé a profundizar el beso, rozando mi lengua en su labio inferior, jadeo sobre mi boca, y le dio acceso a mi lengua a que se adentrara en su dulce boca. El beso duro un par de segundos, hasta que nos hizo falta el aire y separamos nuestros labios, solo lo suficiente para que pudiéramos respirar.
- Que hermoso recibimiento.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunte mientras me entregaba la orquídea y yo la tomaba.
- Viajo desde Chicago a Seattle, y ese es lo primero que me dice mi novia? - me pregunto con cara divertida.
- Te amo. Te he extrañado muchísimo. Y ni te imaginas lo feliz que me hace que estés aquí.
- Eso esta mejor.- me dijo con su sonrisa torcida, mi favorita.
- Ahora si, ¿qué haces aquí?- volví a preguntar.
- Bueno, digamos que ayer fue mi último examen. Y no tengo que regresar a la universidad hasta dentro de dos semanas así que decidí darle una sorpresa a mi bella novia.- dijo antes de darme un casto beso en los labios.
- Ah… con que me mintió señor Cullen?. Eso no se hace. No sabe el castigo que le espera- le dije tratando de sonar lo mas sexy posible. Al parecer funciono, porque Edward me devolvió la broma con un tono de voz y una mirada terriblemente sexy. Eso si que era seductor.
- Lo siento señorita Swan. Es que si le decía que venia, no seria una sorpresa. Y yo la quería sorprender.
Y capturo mis labios en un beso igual de apasionado que el primero. Dejándome bien claro que me había extrañado. Al igual que yo a él.
- ¿Qué te parece si cenamos antes de que me castigues?- dijo Edward rompiendo el beso.
Hice una mueca de desacuerdo. Pero en verdad necesitaba comer algo, los últimos dos días había estado tan nerviosa que no había comido prácticamente nada.
- Esta bien- acepte.
Mi novio me dio un piquito y me guío hasta la mesa de café y me senté sobre unos almohadones que habían en el suelo.
- Ahora vuelvo amor- dijo Edward.
Yo solo asentí, y espere a que volviera. No podía creer que estuviera aquí. Lo necesitaba tanto. A los pocos minutos regreso con una bandeja, y la deposito sobre la mesa. Se sentó frente a mi, y destapo la bandeja.
- Lasaña. No es como la tuya cielo. Pero la compre en un buen restaurante de comida Italiana.
Solo le sonreí. Mientras servia un trozo en mi plato y otro en el de él. Lugo saco un vino que se encontraba en la frapera al lado del champagne. Lo descorcho y lleno nuestras copas.
- Por nuestro sexto aniversario mi vida- dijo mientras levantaba su copa, y yo hacia lo mismo con la mía.
- Porque podamos tener muchos más juntos.- dije antes de chocar nuestras copas y dar un pequeño trago.
Cenamos mientras charlábamos sobre lo que habíamos hecho en este tiempo que no nos vimos. Cuando terminamos Edward me ofreció tiramisú, pero había comido demasiado y estaba llena. Le dije que lo dejáramos para mañana. Le ayude a levantar la mesa y lavar los platos. Cuando dejamos todo en orden nos acomodamos en el sofá cómodamente. Y apoye mi cabeza sobre su pecho, mientras Edward me abrazaba y acariciaba mi cabello.
- ¿Qué te parece si me das mi castigo?- me susurro Edward al oído, antes de tomar mi lóbulo y morderlo delicadamente.
- Creo que ya es hora de que tengas tu merecido – dije antes de tomar sus labios en un desesperado beso, lleno de lujuria, pasión, deseo, pero sobre todo de amor.
Nuestras caricias comenzaron a ser mas frenéticas, la respiración de ambos se hizo mas pesada. Edward comenzó a levantar mi remera y a acariciar mi plano vientre con una mano, mientras que con la otra sostenía mi nuca, para hacer mas profundo el beso. Yo por mi parte comencé a desabrochar su camisa.
-Edward…- dije cuando rompí el beso para tomar aire- vamos a la habitación.
Edward no contesto, solo se levanto con migo y me siguió besando mientras nos dirigíamos hacia la cama. Una vez allí, me tumbo suavemente sobre mi mullida cama y comenzó a quitarme mis tenis. Mi respiración era muy pesada por causa de la excitación del momento, y porque llevaba prácticamente un mes sin hacer el amor. En cuanto se deshizo de mi calzado, hizo lo mismo con sus zapatos. Y se subió a la cama con andares felinos y una sonrisa picara. Mi necesidad de él era más grande que mi paciencia, entonces lo tome por el cuello de su camisa y lo atraje a mis labios para volver a devorarlos. Mientras Edward comenzó a levantar mi remera para quitármela, solo rompí el beso para que pudiera terminar de sacarla. Yo le quite completamente su camisa que ya había desabotonado anteriormente y dirigí mis manos hacia el botón de su pantalón.
- Vaya- dijo Edward con la respiración entrecortada- parece que alguien tiene apuro.
- Cállate y sígueme besando- conteste mientras volvía a jalar su cabeza hacia mi.
Seguí desabrochándole el pantalón y el hizo lo mismos con el mío. Comencé a jalar los suyos hacia abajo y luego levante mis caderas para que el quitara completamente mis estorbosos jeans. Edward comenzó a acariciar mi cintura y en un lento asenso, llego a mis pechos. Solté un jadeo cuando sus dedos acariciaron mis duros pezones sobre la tela del sostén. Luego llevo sus manos hacia mi espalda y en un rápido movimiento me quito el sostén.
- Tan hermosa- dijo Edward antes de llevar uno de mis pechos a su boca.
Hice mi cabeza hacia atrás y clave mis uñas en su espalda del placer que sus caricias me provocaban. Una mano de Edward comenzó a decender por mi vientre y se detuvo en mi entrada. Mi respiración se hizo mucho mas pesada aun. Edward levanto la vista para posarse en mis ojos y me dedico mi sonrisa favorita. Levante mis caderas con anticipación. Pero no quería nada de juegos previos; lo necesitaba demasiado.
- Edward…- jadeo- …por favor…- jadeo.
- Por favor qué- me pregunto.
- Hazme el amor…. Ya no lo soporto mas.- dije un tanto desesperada.
Y sin decir mas nada se ubicó en mi entrada y me penetro de un solo golpe. Grite de placer al sentirlo finalmente dentro de mi. Comenzamos a movernos lentamente, mientras jadeábamos nuestros nombres. Por dios, Edward era un dios en la cama. Me hacia sentir tanto placer cada vez que hacíamos el amor. Y eso creo que se debía al gran tamaño de su pene, además de que sabía perfectamente como tocarme y acariciarme, y moverse cuando estaba dentro de mí. Nuestros movimientos comenzaron a hacerse más rápidos. El fuego en mi estomago se hizo casi insoportable, mis paredes se empezaron a cerrarse entorno a su miembro. No pude mas y un potente orgasmo salio de mis labios.
- Te amo- me dijo Edward, después de tres profundas estocadas se vino y grito mi nombre. Se dejo caer sobre mi, sin salirse de mi cuerpo. Y nos quedamos así, mientras tratábamos de tranquilizar nuestras respiraciones.
- No sabes cuanto te extrañaba amor- dijo Edward mientras acariciaba mi cabello.
- Lo mismo que yo a ti- conteste- Te necesitaba mucho. Te amo.- y le di un corto beso en los labios.
Esperamos unos minutos para recuperar fuerzas, y retomamos la actividad. Luego de la tercera ronda, caímos rendidos.
- Descansa amor- dijo Edward mientras me atraía a su pecho y rodeaba su cintura con un brazo y con el otro acariciaba mi cabello. Me apoye en su pecho.
- Te amo- susurre antes de que el sueño y el cansancio me dominaran.
Espero que haya salido bien y si lees por primera vez la historia, me gustaría saber tu opinion. Y no dejen de pasar opor mi nueva historia A corazón abierto. Besos.
Chayley
