I think…

Todo el tiempo, Lev repetía las mismas frases con la misma energía de la primera vez que las pronuncio.

"¡Creo que Yaku-san es genial!"

"Creo que llegare a ser el ace muy pronto"

"Creo que Yaku-san es muy pequeño para su edad"

Algunas frases eran exasperantes y otras simplemente estúpidas, pero todo se reducía a lo que él pensara, lo que soñara o quisiera; Yaku a veces no sabía cómo lidiar con él, la violencia era hasta cierto punto efectiva, pero no podía golpearlo todas las veces, como en ese momento.

-Creo que estoy enamorado de Yaku-san- una frase tan corta y repentina viniendo de un chico inmenso y estúpido. Por mucho que quisiera, Yaku no podía tomarse aquello como una broma, no cuando Lev estaba parado frente a él con la cabeza gacha, las mejillas rosas y los puños apretados; ese no era Lev, era imposible que fuera el mismo Lev que hacia esos comentarios sin pensar, que gritoneaba que sería el ace o que perseguía a Kenma durante recesos para que entrenaran juntos, simplemente no era el mismo.

Le miró fijamente, esperando ver en aquel chico alguna señal de que era broma o una confusión, pero no la había; Lev parecía estar "seguro" de lo que decía y eso lo espantaba. Pero el problema más grande no era Lev y sus sentimientos, era aquel: "creo". Porque eso no era solo cuestión de creer, para hacer una declaración debes de tener todo muy claro, seguro de que así te sientes en realidad y que fuera difícil de cambiar. Yaku suspiro y levanto la mirada para fijarla en los ojos del chico de primer año, que parecía expectante a una respuesta.

Yaku apretó los puños y levanto uno en dirección a Lev, que instintivamente cerro los ojos esperando el golpe, que llego en un empujón ligero en el pecho. Abrió sus ojos lentamente, preparado para cualquier reprimenda, pero solo pudo encontrarse con la cálida sonrisa que le brindaba el líbero, dejándole sorprendido.

-Cuando estés seguro, búscame y te daré una respuesta- después de eso Yaku se sonrió nuevamente y se marchó. Lo que había dicho era cierto, por completo, necesitaba que Lev estuviera seguro de lo que sentía para poder aceptar sus sentimientos, no quería ser el único enamorado.

Por su parte nada podía compararse a la inmensa felicidad que sentía Lev, la sonrisa y su mirada irradiaban de un sentimiento de victoria. Nunca había estado tan seguro de algo.

"¡Definitivamente, amo a Yaku-san!"