Oh bueno, últimamente se me dio por hacer Creepypastas x OC, ya tengo el que es de Jeff the Killer "Sweet Dreams" y ahora viene Slender :D Espero que les guste. (No lo leas si no te gusta el Gore y los Creepypastas) De paso, los invito a unirse a mi página en Facebook, el link está en mi perfil de autora. Bueno, comenzamos…

Little Red Riding Hood

Chapter 1

Prólogo


En plena ciudad, en un edificio alto y antiguo al lado de un enorme parque. Cuyos árboles eran tan grandes y magníficos que uno se podía quedar horas admirando su belleza. En el 5to piso del edificio, a pesar de ser tarde. Las luces estaban encendidas. Y dentro de este se escuchaba una conversación.

-No se preocupen, salgan.- dijo la nana.

-No te olvides de darle su medicina, y que no se quede hasta tarde viendo tele.- dijo una preocupada madre.

-Cariño, vamos a llegar tarde.- le apresuró el esposo.

-Sí pero, me cuesta dejarla, es tan pequeña.- dijo la mamá.

-Lo sé, pero está en buenas manos.- argumentó el padre.- Vamos, nos perderemos la fiesta.- dijo este mientras la tomaba de la mano y se dirigían ambos a la salida.

-Cualquier emergencia, no dude en llamarnos.- dijo el papá antes de cerrar la puerta detrás de ellos.

La nana, que era de edad, vestía un típico atuendo blanco y negro de nana y su cabello era todo canoso amarrado en un perfecto moño. Se fue a ver a la pequeña. Entró al cuarto de la niña, este era de un color amarillo suave, y tenía delicados decorados celestes y rosas. La pequeña apenas tenía un año. Aún no hablaba y le costaba caminar. La niña tenía enormes ojos color verde oscuro, su cabello era de color castaño oscuro y casi laceo. Tenía cerquillo y estaba todo despeinado. Su cabello le llegaba a la espalda baja y estaba totalmente suelto. Su piel era totalmente pálida y tenía las mejillas sonrojadas al natural. La niña vestía un polo blanco de manga larga y su pañal.

-Es hora de ir a dormir, pequeña.- dijo la nana mientras cargaba a la niña y la depositaba en su cuna.

La pequeña musito unas cosas inentendibles. Comenzó a quejarse.

-Se niña buena y duérmete.- le ordenó la nana bruscamente.

La niña comenzó a llorar un poco, aquella nana le daba miedo. Se movió y tomó su osito de felpa que era casi de su mismo tamaño. Lo abrazó y se quedó dormida. La nana cambió de canal la televisión y comenzó a ver una de sus novelas. Sin percatarse, de que estaba siendo observada.

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(Slender's pov)

Desde el parque observaba todo lo que hacía la vieja. Me pareció aburrida. Sería divertido… asustarla. Una sonrisa se formó en mi inexpresivo rostro. Con agilidad y sin esfuerzo me moví hasta quedar en el balcón que tenía la sala, la mujer de edad ni se percataba de mi presencia, es más parecía que se había quedado dormida. Con uno de mis tentáculos abrí delicadamente la ventana del balcón. Me adentré sigilosamente a la sala. Me oculté en la cocina y decidí comenzar. Agarré uno de los platos con un tentáculo y lo lancé al televisor haciendo que este se provoque un estruendoso sonido. La nana se sobresaltó y miró a todos lados alarmada y temerosa.

-¿¡Jacey!?- llamó nerviosamente.

Así que hay alguien más aquí, ¿eh? Luego me encargaré de ella. Uno de mis tentáculos se deslizó por el piso y agarró fuertemente su pierna. La nana comenzó a gritar de dolor mientras fracturaba con mi agarre su pierna derecha. Me miró aterrada y comenzó a suplicar por piedad. Eso ya no funciona. Yo no siento misericordia. Y ella, es solo, una víctima más. Le arranco la pierna haciendo que la sangre se esparza y se embarre en todos lados. Otros dos tentáculos salen y cada uno toma uno de sus brazos levantándola. Ella seguía sangrando y llorando. Ladeo mi cara observándola fijamente. Sus gritos eran música para mis oídos. Los tentáculos que agarraban sus brazos comenzaron a hacer presión y a fracturar ambos brazos.

Más gritos salieron de la pobre nana. Uno de sus brazos se quebró totalmente y el hueso salió de la piel. Más sangre comenzó a salpicar por todos lados. Las paredes estaban manchadas de rojo y unas gotas de su sangre habían caído en mi cara. Varias manchas embarraban mi traje. Un tentáculo se enroscó en su cintura apretándola con fuerza. Varios de sus órganos se quebraron y explotaron. Un par de costillas flotantes rotas e incrustadas en sus pulmones. Comenzó a escupir sangre y a ahogarse con ella. Otro tentáculo salió y se incrustó en uno de sus ojos removiéndose y manchando más su cara con sangre. Repetí el proceso en el otro ojo.

Comenzó a quedarse quieta. Por fin, ya se estaba muriendo. Hora del gran final. Pensé macabramente. Tres tentáculos la agarraron del cuello y del pecho. Y otros tres de la cintura y de la pierna que aún le quedaba. Con muy poca fuerza logre partirla a la mitad. Sus dañados óranos salieron y se esparcieron por toda la sala. Deje el cadáver tirado. Mis tentáculos comenzaron a frotarse solos, así limpiándose de la sangre de la, ahora muerta, señora.

Recordé que había llamado a alguien antes de morir. Me falta una. Escuché unos susurros y balbuceos viniendo de una habitación. Lentamente caminé a esta dejando atrás el sangriento escenario. Uno de mis tentáculos abrió delicadamente la perilla y empujó la puerta suavemente. Era un cuarto de bebés. Al escuchar un quejido, me volteé y pude ver la cuna. Me acerqué lentamente.

En efecto había una niña pequeña con ojos inocentes, abrazando su osito de felpa. Era tan pequeña y delicada… Uno de mis tentáculos la tomo delicadamente alzándola hasta que quede a la estatura de mi rostro. Iba a ser fácil asustarla. Una sonrisa llena de dientes filudos apareció en mi rostro. Gruñí y rugí fuertemente tratando de asustarla. Pero ella no cambió su serena expresión. Al contrario. Extendió sus pequeños brazos y tomó mi rostro con cariño. Mi sonrisa desapareció dejando a la vista solo confusión. Comenzó a reír chistosamente. ¿Se está burlando de mí? Abrazó mi cara con dulzura. No podía creerlo. Tanto tiempo. Al principio, no quería que me teman, y solo buscaba a alguien… Pero nunca funcionó. Todos corrían espantados de mí. Tanto, que me acostumbre a ese trato y hasta empecé a actuar como un monstruo. Pero ella... tanto la he esperado.

El sonido de las sirenas interrumpió mis pensamientos. Tenía que irme. Esperaría a que crezca, y volvería por ella. En su pecho le hice un símbolo, un círculo con una gran "X" encima. Delicadamente la deposite en su cuna y con mucho esfuerzo me separé de ella. Comenzaron a golpear la puerta, en cualquier momento la derribarían. Salí por su ventana sin dejar rastro alguno. Pues pronto, volvería por ella.


¡Tadaaaaaaaaaaaa! Espero que les haya gustado. ¿Rosas o tomates? Oh bueno, hasta el próximo capítulo :3