DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen a mí, sino a JK Rowling. Yo solo escribo de ellos haciendo chorradas cuando me aburro. Este fic participa en el minireto de septiembre para La Copa de la Casa en el foro Provocare Ravenclaw. Advierto que es parodia, o sea, absurdo.

El sol salió, brillante y hermoso, de entre las nubes, iluminando todo a su alrededor. Excepto, claro, la mansión de los Black, oscura, tenebrosa y llena de mugre falsa (porque la mugre es un aspecto importante en un ambiente terrorífico, pero Walburga Black era una maniática de la limpieza y no podía soportar mugre verdadera en su casa) Esta mansión era calificada por el jurado purista de mansiones y colegios como encantadoramente siniestra y muy maligna. En resumen, el perfecto hogar para niños sangre pura, y un fantástico espacio para la tortura de muggles y otros animales similares.

Nuestra historia comienza en la cocina de este edificio. El joven Regulus Arcturus Black se encontraba tomando un suculento desayuno de forma nada correcta. Estaba devorando sus huevos con chorizo (Sí, oísteis bien, qué comida más vulgar, ¿eh?) con las manos, sin cubiertos ni nada. Y es que toda esa finura y elegancia que se le atribuye al muchacho es fingida, delante de su madre actúa así porque es mala malísima (y fea, porque todos los malos son feos. Bellatrix también es fea, Warner Bros miente) y como sea algo guarrete, Crucio que se lleva.

Bueno, pues el chavalín está ahí, disfrutando, y una lechuza entra en escena, rápida como el viento, como alguien cuando se ha tomado un plato enorme de alubias y no hay un baño cerca. El ave se posa suavemente en la mesa, le hace una reverencia al joven Black (no preguntéis como, lo importante es que queda guay) y deja allí un extraño sobre. ¿Qué será? ¿Qué será? Pues no sé, a lo mejor tiene algo que ver con la temática del minireto, genios.

Reg, con la boca abierta dejando vislumbrar al público la comida rechupeteada, masticada y mezclada que está comiendo, se limpia las manos en los pantalones (por dentro, para que Walburga no vea la mancha) y coge el sobre. Cuando descubre su contenido, pega un grito y exclama: "¡Ay, Mary, cómete un inferi!" "¡Rebota, rebota, el hechizo te da y explotas!" y otras expresiones parecidas que me son extrañamente familiares.

Después de calmarse, adopta la posición me-he-metido-un-palo-por-el-culo y va a comunicarle a su madre que ha recibido la carta, con desinterés y orgullo, cómo a ella le gusta.

Su madre menciona algo sobre "La Bestia", lo que le recuerda a alguien que decide visitar en seguida. Pero eso ya es otra historia…

NA: Bueno, bueno. ¿Adivinasteis lo de la carta? ¡Un premio para vosotros, listísimos! ¿Intrigados, eh? ¿Quién será "La Bestia"? ¿Descubrirá Walburga la mancha? ¿Ha terminado Regulus su desayuno? ¿Finge Regulus más cosas, además de ser elegante? ¿Tendrá algún sangrepura en verdad un palo metido por el culo o es solo una pose? Hagan sus apuestas, señores. En el próximo capítulo (que tendré que subir en otro documento porque está prohibido hacerlo aquí, que risis risitas risas) se revelarán esas incógnitas que tanto os carcomen. ;)