N/A: Este es una historia de Kiyomaro y Megumi para esta Navidad, ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS! Espero que les guste. Aquí va.

Un Regalo Especial.

Toda la semana Kiyomaro había estado preocupado por una sola cosa, un simple regalo, un regalo que no esperaba hacer, pero como había cambiado su vida después de conocer a Gash debía esperarse este momento. La batalla había terminado hace un mes, se extrañaba a Gash por esos lados, pero ahora él era Rey del Mundo Mamodo. Finalmente terminó esa semana y llego Navidad, el chico todavía complicado salió a dar una vuelta.

-Me pregunto qué le gustará a Megumi, ella tiene tantas cosas, es una cantante-se cabeceaba mientras caminaba.

Por otra parte de la ciudad había una chica, la cantante de pop, la amada de Kiyomaro, Megumi. Ese largo mes ya se había finalizado, ella extrañaba a Tio, su mejor amiga. También estaba pensando en un particular regalo.

-De seguro Tio tendría una idea de qué regalarle, la necesito tanto, pero debe estar feliz en su mundo-se consolaba a ella misma, no debía estar triste en una ocasión tan especial.

En la casa de Kiyomaro.

-Mamá llegué-dijo al entrar sin ningún éxito en su búsqueda.

-Me alegro, ven a ordenar el comedor para la fiesta-le dijo su madre.

-De acuerdo-respondió.

Ya era de noche, los dos sin ningún regalo, sin embargo antes de la celebración salieron a dar una vuelta, no se imaginaban el mejor regalo.

-Espero que no se enfade conmigo, la quiero tanto que no sé qué regalarle-dijo Kiyomaro mientras miraba hacia un puente donde había una sombra, el que estaba sentado se dio vuelta.

-¿Kiyomaro?-pensó la chica con un leve rubor en las mejillas.

-¿Megumi?-dijo Kiyomaro-no puede ser, es ella-pensó con rubor en sus mejillas.

-No me esperaba encontrarte aquí-se levantó Megumi.

-Lo lamento, pero te lo tengo que decir-empezó a decir Kiyomaro con la cabeza gacha-no he podido conseguirte un regalo.

-Los dos no tenemos regalo-pensó Megumi-Kiyomaro, no debes preocuparte por mí, yo debo disculparme por no tenerte un regalo.

Los dos se sentaron en la banca, había un foco en el cual colgaba un muérdago. Después de unos minutos Kiyomaro miró hacia el cielo en el silencio del ambiente y se dio cuenta del muérdago.

-¿Qué?-dijo en voz alta.

-¿Qué pasa?-entonces Megumi miró hacia el muérdago.

En ese instante los dos se sonrojaron, se miraron el uno al otro, el instante fue mágico, solo caía una leve capa de nieve, luego lentamente cada uno se acercó al otro uniéndose finalmente en un dulce beso que duró u largo rato, una sensación de calidez en ese ambiente tan frío de nieve. Finalmente se separaron.

-Ahora lo entiendo-pensó Kiyomaro.

-No tengo que darte un regalo-pensó Megumi.

-Mi regalo eres tú-pensaron al mismo tiempo como si se hubieran unido.

Se abrazaron un largo rato.

-Megumi, tú eres mi regalo, no hay necesidad de algo material en este momento-dijo dulcemente Kiyomaro-Feliz Navidad.

-Eres el mejor regalo en esta Navidad, la más feliz de mi vida-Megumi mencionó acurrucada en Kiyomaro.

Luego de esas palabras se besaron nuevamente. Para no preocupar a la madre de Kiyomaro se dirigieron a su casa.

-Mamá llegamos-dijo Kiyomaro al entrar con Megumi.

-¿Llegamos?-dijo la madre de Kiyomaro.

-Feliz Navidad señora-dijo Megumi saludando a la madre de Kiyomaro.

-Feliz Navidad, me alegro de que invitaras a Megumi, Kiyomaro-dijo la madre de Kiyomaro, luego puso un plato extra en la mesa.

Esa noche celebraron juntos esa Navidad especial, que ellos mismos habían hecho que fuera especial. Para siempre recordarían esas palabras ''tú eres mi regalo''. Fue la Navidad más feliz de los tiempos. Sin Tio ni Gash con ellos, más que nunca debían acompañarse el uno al otro.

N/A: La hice en un rato, ya que en estos momentos ayudo a los preparativos de la Navidad en mi familia ^^. Nuevamente, ¡FELIZ NAVIDAD!.